Al calor de unas copas

Hola amigos, este es mi primer relato y estoy muerta del pánico. Por favor apóyenme con su calificación y/o comentario para saber que les pareció y como puedo ir mejorando para los próximos relatos...

Hola buenas tardes, las vivencias que contaré a continuación son netamente reales y me han pasado a través del tiempo.

Mi nombre es Carla en la actualidad tengo 38 años y todo comenzó cuando decidí volver a creer en el amor. Conocí a Juan Carlos mi novio hace poco más de dos años y me impactó mucho su personalidad ya que es bastante arrolladora, él es blanco, alto mide 1.83 y es bastante corpulento si rayar en la gordura, tiene ojos castaños y una sonrisa perfecta, él trabaja como conductor de un super camión, yo mido 1.61 soy bastante entradita en carnes sin tener desproporciones, ojos grandes cafés, labios carnosos, piel canela, de cuerpo trozudito muy normal, busto mediano me dicen que muy bonito, de cola más bien normalita, pero eso sí con unas piernotas que siempre me han admirado.

Nos conocimos en un asado con amigos en común y desde ahí intercambiamos números y al poco tiempo ya estábamos comenzando una relación. Él es de personalidad desparpajada, muy alegre, tímido para algunas cosas y se deja colgar muy fácil, yo soy un poco más abierta de mente, me gusta seducirlo y calentarlo a todo momento (él dice que soy muy arrecha y siempre estoy caliente) la verdad yo creo que solo un poco. Cuando tenemos sexo siempre me quedo corta y no es porque no quede satisfecha con todo lo que hacemos, solo que siempre quiero más y más…

Un buen día decidimos ir a visitar a una pareja de amigos en común Ricardo y María, yo me fui con un short algo corto negro, blusita de tiras amarillas y sandalias jodidamente altas cafés, mi amigo Ricardo me dijo que me veía muy rica así vestida y todos nos reímos, pero sentí que su mirada cambió. Nos tomamos unos tragos y María la esposa de Ricardo se me acercó a decirme algo al oído cuando sentí me dio un beso en el cuello y yo sentí un corrientazo que nunca había sentido, me quedé inmóvil y ella siguió como si nada, comenzamos cierta complicidad con la acomodada del cabello detrás de la oreja, hablando muy cerca rozando nuestros senos muy cerca la una de la otra, creo los tragos comenzaron hacer efecto y Juan Carlos comenzó a notarlo así que se me acercó por detrás y yo estaba descuidada me besó el cuello y me puso su paquete bien pegado a mis nalgas, él sabe que eso no lo resisto me pone muy caliente. Ricardo volvió a llenarnos las copas y dijo que jugáramos a la verdad o se atreve y ya un poco prendidos dijimos que sí, hicieron rodar la botella y quedó frente a Juan Carlos y le preguntaron la verdad o se atreve y él dijo me atrevo, entonces Ricardo le dijo bésale los pezones a mi esposa y Juan Carlos se timbró y dijo que no, qué como se le ocurría que eso no, todos reíamos menos Juan Carlos entonces yo le dije amor para que juegas si no te vas atrever? Me miró y fue y le pegó una comida a esos senos que en vez de darme celos me dio una calentura ni la bárbara ya quería yo que me los comiera así. Volvimos a jugar y le cayó a María y ella también se atrevió y Juan Carlos le dijo que me comiera los senos a mí y esta mujer no me dejó ni pensar cuando ya la sentí sacándome los senos del sujetador y me los lamia y mordía tan suave que sentía moría lentamente.

Seguimos jugando y cuando iba a tirar Ricardo dijo que nos colocáramos cómodos y yo fui la primera en quitarme el short y la blusa, me quedé en ropa interior y sandalias y Juan Carlos no entendía mi comportamiento pero me siguió y posteriormente ellos también hicieron lo mismo, Ricardo rodó la botella y me tocó a mí, María me puso como penitencia hacerle un oral a mi Juan y yo obvio feliz él es mi amor y cuando fui hacerlo para mi sorpresa y lo digo por lo tímido que es estaba enfierrado, con su miembro duro rico, Juan Carlos tiene un pene normal pero sabe moverlo a tal punto que me hace correr como perra en celo. Cuando yo estaba jugando con mi lengua en esa rica verga María viene y me dice ¿necesitas ayuda? Esa mujer se puso a mi lado y fue metiendo su boca por ahí entrelazando su lengua con al mía, nunca me imaginé volver a besar otra mujer pero ella olía tan rico y lo hacía de una manera tan sensual que uuffff cualquiera peca. Subimos y bajamos a lo largo de esos 17 cm saboreando cada gota que salía, compartiendo nuestros fluidos salivales y nos desprendimos de esa rica verga para seguir besándonos nosotras hasta que Ricardo soltó la carcajada y dijo niñas pórtense bien.

Ricardo y María son un matrimonio muy estable y siempre los teníamos en un concepto de pareja unida pero convencional (esto último no aplica para ellos) él es un hombre de unos 45 años, estatura promedia, gordito, simpático, ojos rasgados negros, sonrisa ancha, el gordito bonachón, ella es una mujer de unos 43 años entradita en carnes, un poco rolliza pero con una cara muy linda, cabello largo muy hermoso, buen busto, buena cadera, piernas hermosas y con un no sé qué no sé dónde que no sabría describir.

Seguimos jugando con la botella y me volvió a caer a mí, entonces dije la verdad…

La pregunta que me lanzó María fue ¿has estado alguna vez con una mujer? Ya desinhibida por el licor dije que en mi pasado había estado con alguna chica y mi ex, Juan Carlos me miró con cara de sorpresa ya que nunca habíamos tocado ese tema y María me hizo una mirada tan seductora que aun de recordarlo me mojo. La noche siguió transcurriendo entre preguntas y penitencias y licor mucho licor. Le tocó el turno de la botella a Ricardo y dijo me atrevo y Juan Carlos le dijo quiero que hagas mojar a Carla…. yo me quedé con los ojos como platos y Ricardo dijo no se diga más, vino hacia mí y me dio un besito suavecito que apenas rozaron mis labios y de un movimiento me tiró hacia atrás, la situación me tenía con mucho morbo y me dejé llevar, comenzó a pasar sus manos por todo mi cuerpo mientras su lengua se pasaba a lo largo de mi cuello, yo ya estaba excitada y gemía muy suave, el siguió bajando su mano hasta que llegó a mi triangulo e instintivamente abrí un poco las piernas y miraba a Juan Carlos él estaba disfrutando expectante, Ricardo comenzó a bajar con su lengua a ese pozo caliente que tenía en medio de mis piernas y María se fue acercando y me dio un beso delicado, casi me corro con solo sentirla, su lengua fue metiéndose en mi boca y sentía que me devoraba. Por su parte Ricardo tenía una lengua poderosa que se metía por cada pliegue de mi muy húmeda vagina uuffffffff que sensación

María dejó de besarme y se dirigió hacia donde estaba su esposo lo tocó le dio un beso y él se retiró para que ella ocupara su lugar, esa mujer comenzó hacerme un sexo oral que ummmmm de solo recordarlo se me eriza la piel y mis pezones se colocan erectos. Su lengua comenzó a lamer suavemente mi clítoris, pero de una forma tan suave que sentía que me venía, pero a la vez lo reprimía, lo hacia de una manera tan majestuosa… su lengua subía bajaba a lo largo de mi ya muy húmeda vagina, llegaba hasta mi ano y no pude mas exploté en un fuerte orgasmo y ella seguía ahí pegada como si la vida se le fuera en ello. Recuerdo voltee un poco mi rostro y entre abrí los ojos y veo que Juan Carlos se hace detrás de María y comienza a penetrarla y ella para un momento deja de hacer lo que me está haciendo y dice papi que rico, me gusta que me den fuerte, Juan Carlos comienza un rico mete y saca y me dieron celos pero me podía más el morbo y la arrechera de verlo penetrando a María delante mío, y ella con su cola bien parada… esa hermosa cola grande e imponente se veía exquisita así en cuatro, ella por su parte siguió dándome placer y Ricardo se me hizo al lado para que yo lo masturbara con mi boca. Comencé a darle una mamada de campeonato, él tiene un pene de tamaño normal pero bastante grueso, comenzó a meterlo con fuerza y muy rápido. Ricardo no aguantó mucho y se vino sacándolo en el momento justo de mi boca y por tanto licor se quedó dormido.

Juan Carlos me miraba con esa cara de disfrute, soltó a María y cambiamos de posición, ella se puso en frente mío y volvió a besarme y yo acariciaba esos hermosos senos. Ella se acostó y ahora era yo la que quedaba en cuatro y comencé a lamer esa exquisita vagina y traté de devolver el mismo placer que ella me había brindado y Juan Carlos me comenzó a penetrar muy suavecito (él sabe que eso me vuelve loca) y yo buscaba que me penetrara muy fuerte pero el me paraba y se reía y me decía al oído que me veía hermosa toda una perra, que yo era la mejor puta que se había podido encontrar para su vida, eso hacia que de mi vagina emanara cantidades enormes de flujo, sentía que le mojaba hasta las pelotas cada que me hablaba de esa manera. María comenzó a gemir muy fuerte y a mover su cadera y yo chupaba con mucho ímpetu y mi Juan me agarró del cabello y comenzó a nalguearme y darme fuerte como me gusta y bufaba que yo era su puta hasta que los tres explotamos al unísono.

Quedamos tirados agotados, sudados y riéndonos sin mirarnos…