Al amanecer
Lo que un hombre en una mañana fria puede desear.
Al amanecer, en un día frío, sabes lo que anhelo, lo que mi cuerpo y alma desean.
Deseo que me dejes recorrer cada centímetro de tu cuerpo, con mis manos deslizándose
sobre tu silueta, como el pincel sobre el lienzo, como el carboncillo sobre el papel, que traza tu deseada figura.
Anhelo que mis labios prueben la dulzura de tu calida boca, fundiéndose en un largo beso, sentir el aire tibio de tu respiración, que mis dedos, se deslicen a través de los hilos de tu cabellera, descubriendo tu nuca, tus orejas, invitando a ser besadas.
mis manos deslizándose sobre tus hombros, trazando una línea en busca de la redondez de tus pechos, que como volcanes activos se levantan majestuosos, ardientes, suaves y firmes, con sus pezones rosados y erectos, haciendo que la s manos tiemblen, en su búsqueda, pero firmes y fuertes, para atraparlos en entre ellas, con ternura y suavidad.
sentir como tu respiración se acelera, como tu piel se sonroja, como cada movimiento de tu cuerpo , me indica tus deseos.
ya mis manos se han deleitado, con tus pechos, ahora mi boca y labios buscan probar la dulzura de ellos, besándolos, deslizando la lengua al contorno de sus pezones, atrapándolos con mis labios y chupándolos como el colibrí chupa el néctar de su flor, mientras mi s manos, trazan sus líneas al contorno de tu piernas. buscando al redondez de tus suaves posaderas, que guardan tu puerta trasera.
mis manos se dirigen a tu entre pierna, en busca de tu deseado túnel de amor, mientras mi labios están en tu vientre., mis manos separan tu piernas, dejando expuesta al belleza de tu entrada al túnel de amor, sin pensarlo, mi boca busca probar le néctar que segrega tu gruta, ese néctar calido, dulce, surge ese capullo de afrodita, como un dulce apetecido por un chiquillo, que solo piensa en comerlo lamerlo y chuparlo.
Tu cuerpo empieza a temblar y sin duda alguna ,pide fundirse con mi cuerpo. tu gruta de amor, abre sus labios para recibir a mi miembro, grueso, duro y largo como el mástil mayor del velero que navega por el océano de amor.
Siento como la punta del matiz se abre camino entre los labios de tu tunel , entre las paredes ardientes de tu gruta, y como lo arropa tu interior y lo atrapa, como la flor que atrapa su insecto para devorarlo entero.
En un moviendo circular y de vaivén, mi mástil recorre el interior de tu gruta, se moja en el liquido calido de tu néctar, mientras tu cuerpo se retuerce en movimientos de placer, y cada segundo el interior de tu gruta desea devorar mas de mi mástil, y siento como su interior se contrae, para no dejarle escapar.
mi mástil esta a punto de estallar, pero sabe que aun le falta explorar otra gruta, esa gruta prohibida, estrecha, pero aun así calida y deseada por muchos. tu puerta trasera
mi mástil sale de tu gruta y va en busca de explorar esa pequeña gruta prohibida, tu me dices que tenga cuidado, por es frágil. mis manos separar las hermosas y suaves montañas que le guardan celosamente, uno de los dedos palpa , la entrada rosada de tu gruta y siente la estrechez, trata de entrar, se dificulta un poco, pero logra abrirse paso.
luego mi lengua humedece su contorno, tratando de abrir se paso en su interior, ahora siento el palpitar de mi corazón en mi mástil, como queriendo decir, que es hora de que el abra paso a través de su estrecha entrada.
mis manos te toman de tus caderas y levantan tu montañas carnosas y las separan para dejar libre la abertura de tu gruta prohibida., dirijo la cabeza de mi mástil a su entrada. se resiste abrirse, por instinto, por ser su primera vez. derramo sobre su base un poco de aceite, para facilitar su recorrido, empujo, suave y firmemente, tu gimes. se siente la estreches de tu gruta, te duele un poco, lo se por tu quejido, pero dices que siga.
mi mástil trata de acostumbrarse a esa sensación de estreches. siento como el palpitar de los corazones se unen en el punto de tu estrecha entrada. empujo un poco mas y mi mástil se hunde un poco mas, comenzando a explorar la nueva profundidad, nunca antes explorada. me dejo llevar por el calor y el deseo y empujo mas fuerte, te arqueas, dices, que mas suave, pero sigo con mi movimiento. hasta el fondo, gimes, un sudor recorre tu cuerpo. me detengo. es una nueva sensación, muy exquisita. comienzo el vaivén, entro y salgo de tu estrecha gruta. hasta que tu cuerpo y tu cuerpo se convierten en uno.
ya no aguanto mas la presión y mi mástil explota en tu interior, derramando en cada pared de tu gruta su ardiente liquido. mientras tu, te arqueas y gritas y gimes de locura.