Ahora si soy una buena perra

En una cazada que me hizo mi marido descubrí lo perra que era yo y lo cornudo que le gustaba ser a él.

Ahora si soy una buena perra

Esto ocurrido hace unos meses en los que perdí los papeles por completo, en tema de sexo los suelo perder bastante, hasta tal punto que después me escandalizo a mi misma, pero claro a toro pasado ya no se puede hacer nada.

Vivimos en una casa unifamiliar mi marido que es un jodido morboso, yo que soy muy viciosa, tenemos nuestra hija de 5 añitos y un perro de la raza dogo, capricho de mi marido pero me he tenido que aguantar.

Ese día dejamos a la niña en casa de mis suegros que viven cerca para tener una de esas noches donde disfrutar a tope, después de medio día nos acostamos un poco para aguantar mas en la noche, después de la siesta echamos un buen polvo que me dejo el coño lleno de leche como suele hacer, y a mi me gusta llevar la corrida en el coño toda la noche, así noto como me va chorreando y eso aun me pone mas cachonda para luego terminar la faena.

Como íbamos a cenar fuera con todos los colegas me puse un vestido, medias y zapatos y unas braguitas muy chicas.

Me senté en el salón encendí la tele y estaba entretenida mirándola cuando noto el hocico del perro meterse por entre las piernas, en un principio le aparte, pero como insistía mucho y la curiosidad de ver lo que hacia me puede, abrí un poco las piernas, aparte las braguitas un poco, el saco la lengua y la paso por todo el coño dejándolo limpio, el sabor le debió gustar porque detrás de ese lameton vino otro y otro…..

Aquello me estaba sacando de mis casillas, ya no solo se estaba comiendo la corrida de mi marido sino también los jugos que estaban saliendo de mi coño, yo estaba atenta a los ruidos de mi marido porque no quería que me encontrase en esa tesitura pero aun así me arriesgue y me saque las bragas allí mismo para que tuviese mas facilidad.

A esas alturas el vestido ya estaba enrollado en mi cintura, tenia una de mis tetas fuera la cual tiraba yo del pezón hasta hacerme daño, mientras el perro seguía con su trabajo que por cierto hacia mejor que mi marido, estaba tan abierta de piernas que la raja se me veía abierta, pero aun así cogí mis dedos y lo abrí bien para que la lengua entrase bien dentro.

Le estaba viendo la polla al perro y me estaba relamiendo toda, así que alargue la mano y empece a hacerle una paja que le debía gustar puesto que aquello empezó a salir de su funda de pelos y me dejo sorprendida del rabo que tenia, ya quisiera mi marido.

Como a mi marido aun le escuchaba en el piso de arriba decidí ponerme de rodillas en el suelo con la parte de arriba del cuerpo apoyado en el sofá, lo que dejaba todo mi coño a la vista, como estaba muy baboso el perro seguía lamiendo pero cual fue mi sorpresa que se alzo de patas poniendo las de delante en mi espalda y haciendo el gesto de estar follándose a una perra.

Yo estaba que ya ni pensaba con claridad así que metí la mano derecha entre mis piernas, le agarre la polla y la puse en la entrada de mi chocho, en un principio solo entraba el capullo y se salia a cada rato pero en una de esas empujo hacia delante y me la ensarto toda hasta el fondo, tanto que sentí un poco de dolor pero a su vez el placer era salvaje, empezó a bombearme y yo lo iba animando como si me entendiese.

“ Vamos follate a tu perrita, desahógate “

“Venga bonito date prisa y vacía esos huevos que tienes tan cargados”

“córrete mi perrito que a partir de hoy vas a poder follarte a esta perra cuando quieras”

En eso que mire a la puerta del salón y me quería morir, allí estaba mi marido, pero la vergüenza se me fue pasando cuando vi que en su mano tenia el rabo duro como una piedra y se la estaba pelando como un mono mientras el perro me seguía follando.

  • “¿te gusta ver como se follan a tu mujercita eh cerdo?”

  • “ no sabia que tuviese una mujer tan puta”

  • y lo que ni te imaginas, a puta nadie me gana

En eso que le hago una seña para que se siente en el sofá delante de mi, me quedó su rabo justo delante de mi cara

empezó a darme fuertes pollazos en la cara llamándome lindezas como puta, zorra y todo lo que se le ocurría, yo cada vez estaba mas cerda, se la cogí y me la metí en la boca hasta la garganta.

Creo que nunca le hice una mamada con tantas ganas como aquel día, yo estaba descontrolada, en eso que empiezo a sentir chorros de leche caliente que estaba soltando el perro en mi coño y luego como el capullo empezaba a crecer quedándose prendido a mi, aquella bola que tenia en su rabo no dejaba que saliese nada, ni el rabo ni la leche.

Pero aun así seguí mamandosela a mi marido, hasta que al pasar un buen rato, sonó casi como el descorchar de una botella y el perro se salio, salia leche de mi coño que parecía una fuente, en eso mi marido que la tenia como el hierro se levanto, se puso detrás y de un golpe me la ensarto en el culo.

  • cabronnnnnn hay que lubricarlo primero me vas a reventar el ojete

  • ¿no eras la mas puta? Pues a las putas como tu hay que tratarlas así

  • cállate y revientame el culo cabrón, cornudo que te gusta que se follen a tu mujer hasta los perros

Eso lo puso mas frenético y creía que de sus empujones me iba a salir la polla por la boca, y en su descontrol me dice:

  • “seguro que te encantaría la polla de otro en vez de la del perro”

  • “jaja no tienes ni idea de lo puta que puedo ser, ya te lo dije, a lo mejor ya entró en este culo algún otro rabo

En eso que note como esa polla engordaba mas y mas pero el tío seguía sin correrse, cada vez que le venían ganas notaba que bajaba el ritmo para seguir martirizando mi ya maltrecho agujero del culo.

  • “¿dime zorra ya te follo alguien?”

  • “ solo te diré que los huevos de tu amigo Carlos tienen litros de leche, pedazo de cornudo”

  • “¿te acuerdas el otro día en aquel sitio que estuvimos todos y que tardé mucho de volver del baño?, tu amigo Carlos me la clavo en los baños de caballeros como un animal y luego cuando llegamos a casa tu batiste la leche que había en mi chocho.

Aquello lo enfureció y empezó a tirarme del pelo y a azotarme el culo causando un dolor que me encantaba, el culo me ardía, tanto el agujero como por fuera de los azotes que me metía.

  • “¿te ha follado muchas veces cerda?”

  • “ Claro que si y por el tamaño de tu rabo se que te gusta, la tienes como nunca la has tenido”

  • “¿eres una zorra, te crees que me gusta que otros te follen?

  • “claro que si, te encanta y puedo hacer que me eches la leche cuando yo quiera, yo tengo el control, ¿quieres comprobarlo?

  • “venga puerca, demuéstramelo contándome alguna de tus cerdadas”

  • “si te digo que tu hija no es tuya sino de Carlos seguro que vacías los huevos ahora mismo”

En eso que se tenso todo su cuerpo y me empezó a llenar de lefa calentita el culo, lleno todas mis tripas que un poco mas y me sale por la boca, ahí supe que mi marido era un gran cornudo.

  • “me has llenado todo el culo cabrón, ¿ves como te gusta ser cornudo?

  • “por cierto a partir de hoy y hasta que yo te lo diga solo me follaras el culo y la boca”

  • “¿y eso por que pedazo de puta?”

  • “porque la niña quiere un hermanito y hay que dárselo, esta noche cuando estemos por ahí con estos si ves que tardo en los baños es que me esta follando Carlos, puedes ir a comprobarlo si quieres.

Efectivamente esa noche hubo momento baños en el que Carlos me lleno el coño de leche calentita, aun no me he quedado preñada pero sigo intentándolo, últimamente entre el perro, mi marido y Carlos tengo todos los agujeros en carne viva, vamos a tres folladas por día como mínimo.

Un besazo muy fuerte a todos.