Ahora se que soy bisexual

No sabía realmente mi tendencia sexual hasta que...

MIS RAZONES PARA SER BISEXUAL

Esta es una historia verídica, son vivencias de un gran amigo que se convirtió en mi amante y del cuál solo voy a mencionar su nombre: Carlos, se trata acerca de las razones por las cuales se convirtió en bisexual.

Navegando por la red, un día me encontré un sitio llamado "TODORELATOS.COM", entré y vi que había relatos de sexo en sus muy variadas formas, me excité bastante al leer varios hetero, pronto leí algunos de homosexuales así como algunos bi, creo que mi sexualidad aún no estaba totalmente definida en ese tiempo, me atraen las mujeres pero también tenía curiosidad sobre hacerlo con hombres.

Un día llegue a mi casa como a las 9 de la noche y me encerré en mi cuarto donde tengo mi PC, entre a Todo relatos y busque las historias más leídas, mandé a impresión unas cuantas buscando excitarme lo suficiente como para masturbarme, mientras se imprimían fui a cenar y estaba muy nervioso, pues no sabía que me iba a encontrar en esta ocasión, terminando mis alimentos, volví a mi cuarto y me desnude, quedando únicamente en bóxer, comencé con la lectura por orden, una a una, mientras devoraba línea a línea, la excitación se fue apoderando de mi y mi miembro empezó a reaccionar sin siquiera tocármelo, estaba muy caliente, al terminar el 4° relato, sin notarlo siquiera, metí mi mano en mi bóxer y comencé a acariciarme la polla, sintiendo su calor y su hermoso grosor, me fascina mi verga, mientras continuaba con la lectura. En las ocasiones en que me encuentro solo, me gusta masajearme la verga y sentir como reacciona con las caricias que le doy, esa noche la sentía bastante grande pero no quería derramarme rápido, me levanté y busqué en el baño un frasco de aceite, volví a mi cama y esta vez me desnude por completo, continué leyendo y acariciándome las bolas, mi verga estaba totalmente erecta y, pronto, empezaron a salir mis líquidos preseminales, los recogí cuidadosamente con la yema de mis dedos y los llevé a mi boca, siempre me ha gustado paladear ese sabor, algo salado, viscoso pero atrayente, disfruto mucho saboreando mis propios jugos, cuando termine de leer los relatos, mi herramienta estaba a mil, me dolía un poco de lo erecta y apretada que la tenia, mis pezones estaban levantados, como esperando a que una boca ansiosa de proporcionar placer los chupara, los pellizqué ligeramente y noté que se alzaron aún más, tomé el frasco de aceite y rociando mi pene, lo dejé completamente lubricado, me masturbé suavemente tratando de prolongar el placer, mi mente divagó en los relatos, pensé que uno de los participantes de un encuentro entre hombres era quién me acariciaba, una de mis manos se hallaba recorriendo mi tallo, mientras con la otra, acariciaba mis testículos, la sensación era deliciosa, permanecí así bastante tiempo, al poco rato, mi dedo anular me llevó a conocer nuevas sensaciones, inicié las caricias en mi abertura posterior, como aún tenía algo de aceite sobre él, no me costó trabajo introducirlo en mi ano, sentí morirme de placer, ¡era una delicia!, moví mi dedo en círculos y cambiaba a meterlo y sacarlo de mis entrañas, divagando, pensando en la verga de uno de los personajes de los relatos que me fascina:

  • ¡Qué rico lo haces Marioooooooo, uhmmmmmmm…!

Definitivamente no era mi intención hacerlo, se me salió sin pensar, la calentura me había hecho pensar que me estaban estrenando el culo, precisamente la persona que me llamó la atención en dicha narración, quien tiene una gran experiencia y deseo ser su mejor alumno, pues posee una de las mas ricas vergas que he conocido y que maneja con maestria, continué dándome dedo hasta que mi verga no aguantó un segundo más y exploto, los chorros de semen cayeron sobre mi pecho y cara, el sudor se deslizaba por mi frente, la calentura no había pasado a pesar de que ya había vaciado mi esperma, sin dejar que la excitación terminara, recogí el semen con dos de mis dedos, los metí en mi estrecho anillo, la mezcla de aceite y semen me pareció como un lubricante delicioso, continué explorando mi cueva con el movimiento de mis dedos, la sensación me llevó a niveles que jamás había experimentado, por primera vez deseaba y necesitaba un tolete de carne en mi ano, en cuanto finalicé con mi manipulación, quedé exhausto, recobrando la compostura me fui a duchar, estando allí nuevamente pensé en él, deseaba que me penetrara, pero esta vez imaginé que mi cogedor estaba sentado en el inodoro, completamente desnudo, mientras que yo me arrodillaba ante él para comerme a besos tanto su lengua como su verga, le daba la mejor mamada del mudo mientras el susurraba palabras amorosas dedicadas a mí, imaginé que lamía su larga herramienta con pasión, cuando estaba listo para darme por atrás, me sentaba sobre él para recibir por primera vez una enorme verga dentro de mi, no sentía dolor, únicamente placer, la ensartada era de maravilla, yo saltaba sobre aquella deliciosa torre de carne, sintiendo cómo, cada vez, la penetración era mucho más profunda, su lengua buscaba la mía para entrelazarse en el beso más delicioso que hubiera recibido jamás, continué gozando de su encantador pene hasta que se derramó abundantemente dentro de mi, uhmmm fue de maravilla, cuando me di cuenta, me estaba masturbando delicioso y un instante después vacié nuevamente mi leche, es lo que más deseaba en la vida, ser penetrado tan rico como lo había imaginado

Unos días después, tuve por fin la primer experiencia real, fui a ver una película xxx, el cine estaba muy oscuro, un hombre se sentó a mi lado y, con lo caliente del filme, empezó a acariciarme la pierna, como no sabía como reaccionar, me asuste y me fui de allí, pocos días después volví, dispuesto a hacer realidad mis sueños, en ésta ocasión un hombre joven y bien vestido, que olía muy bien, me comenzó a acariciar, me arme de valor y me deje hacer, bajo mi zipper metiendo su mano y saco mi polla y empezó a masajearla, él no me miraba, solo veía la película y continuaba masajeándome la verga, era delicioso, yo no podia creerlo, pensaba que nos verian, pero el deseo era mayor, cuando ya estaba erecta se agacho y allí mismo me dio una mamada fenomenal, imaginé que era mi Mario el que me lo estaba haciendo, fue muy rico, me vine en cantidades y en cuanto le llené la boca de mi espeso líquido, me limpio sin dejar rastro de lo que había pasado, al terminar la función se levantó y se fue, volví varias veces más al cine con la esperanza de encontrarme nuevamente con él pero todo resultó en vano, nunca mas lo volví a ver, esa ha sido la chupada mas excitante de mi vida, tal vez por el temor de que nos vieran, por ser mi primera vez, o por lo excitado que me encontraba a causa de mis fantasías, cada vez que recuerdo ese encuentro me masturbo.

La primer mamada que di, se lo hice a un travesti en un club privado, ya me había tomado algunos tragos y, quizá por eso, la veía muy hermosa, la invité a bailar, a lo que accedió, estando en la pista, el abrazo se hizo más cercano, nos besamos y acariciamos suavemente al principio, luego las caricias y los besos subieron de tono hasta que le empecé a tocar su cosa bajo su faldita, eso me calentó mucho más, terminamos el cachondo baile y nos fuimos a una alcoba, cerré la puerta, y, antes que me hiciera algo, le baje su tanga descubriendo un rico miembro, se lo comencé a chupar, no era muy grande pero si bastante grueso, sentí que estaba en la gloria, estaba totalmente depilado y olia a rosas, mientras me llenaba la boca con su masculinidad, toqué su culito, esto hizo que se calentara al máximo y me llevó a la cama, ahí continué con las chupadas hasta que no aguantó más, me acostó boca abajo y luego de ensalivarme el ano con su maravillosa y rica lengua, me clavó el grueso tronco en mi ano, me lastimó mucho, pero decidí que no podía detenerme en ese instante, aflojé mi ano y le pedí que me metiera todo su pene, arremetió con fuerza y por fin mi anillo cedió y recibió en su interior al invasor, moví mis nalgas hasta lograr que inundara mis intestinos de su ardiente leche; por fin habia saboreado una deliciosa verga en mi ojete, mis sueños eran ahora una realidad, continuamos viéndonos por espacio de 6 meses dos o tres veces por semana, lamentablemente se cambió de ciudad pero aún continuamos en contacto por carta o correo electrónico, prometió volver pronto, lo esperaré con la misma pasión de siempre y mi ano abierto.

La más reciente de mis aventuras fue con Iván, tan solo hace ocho dias, un abogado de 30 años, detallista y decente, además de elegante, un viernes nos citamos en un bar gay a las 8 de la noche, llegó un poco tomado porque venía de una reunión de la oficina, nos sentamos en una mesa apartada y estuvimos platicando por un buen rato, pedimos unas copas a pesar de que casi no tomo, su alegría se acentuó con el alcohol y me contó prácticamente toda de su vida, es bisexual y le fascina el sexo oral, en cuanto me pidió bailar conmigo acepté sin pensar, deseba estar en sus brazos y sentir la cercanía de su tronco, durante el baile me beso, yo estaba muy excitado, ¡es excelente besando!, volvimos a la mesa y continuamos con los besos, empezó a acariciarme el pecho y fue bajando hasta posar su mano en mi bulto, me lo masajeaba por encima del pantalón, yo hacia lo mismo con el suyo, me pidió que le dejara ver mi polla y me baje un poco el pantalón, el me la cogió con la mano y se quedo como extasiado un tiempo, solo la miraba y olía, yo tenia la verga a mil, me dio unos pequeños besos en el glande y me dijo que la deseaba, que nos fuéramos de allí, salimos directo a un motel, muy lindo, nos desnudamos y nos fuimos a la ducha, la verga de el no es muy grande pero si bastante gruesa, los besos y las caricias no se hicieron esperar, nos acariciarnos mutuamente las nalgas, nuestras espadas se rozaban, la sensación era muy envolvente y deliciosa, mientras lo secaba, saboreé un rato su miembro, muy gordito, ¡qué belleza! Olía muy bien y le di una chupadita, esto lo calentó lo suficiente como para irnos a la cama, allí me hizo una mamada fabulosa, se ve que es un experto, me decía que nunca había visto una polla tan grande y rica como la mía, me lamía el tallo y las bolas delicioso, duró mucho tiempo recorriéndola con su lengua y chapándola, yo estaba a mil, me doblo las piernas y se dedico a chuparme el ano, ¡que rico!,

sentía su lengua muy deliciosa mientras me masajeaba el miembro, metió un dedo en mi ano, lubricándolo con su saliva, yo quería que me hiciera suyo, se lo dije y él me contestó que aún faltaba excitación, ¡ya me tenía listo para todo y me pedía esperar!, siguió dándole lengua a mi ano y diciéndome palabras bonitas, al fin sentí su barra en mi cueva, taladrándome lentamente, como era gruesa, me dolió un poco, pero pronto comenzó a invadirme una sensación muy rica, me embestía muy suavemente, con mucha delicadeza, dejo que poco a poco mi ano se acostumbrara a su gorda polla y empezó a bombeármela mientras yo me acariciaba mi arma, no se cuánto tiempo estuvimos así, luego me puso de lado y me cogió igualmente rico, se acercó a mi cara para besarme mientras su pene estaba inserto en mí, sentí sus bolas pegadas a las mías, las acariciaba mientras su gordita verga me seguía penetrando, pronto me acomode a su grosor y pegaba mis nalgas para que me diera mas, era tanta mi excitación que me vine, no aguante esa deliciosa cogida, el me saco la polla y me la dio a chupar, le quite el condón y de lo gorda casi no podía comérmela, era deliciosa, le apretaba las bolas gordas y peluditas hasta que se derramo, su leche tenia un sabor muy rico, se lo chupe todo, el se coloco encima de mi en un 69 y se dedico a comerme la verga y beber lo que quedaba de mi derrame, ambos estábamos felices comiéndonos las pollas y la lechecita del otro, fue muy rico, allí le vi su anito, muy lindo, tiene unas nalgas firmes y duras, luego nos besamos mucho, yo quería cogérmelo, pero el me dijo que estaba muy cansado y tomado así que nos dormimos, como a las 7 de la mañana me desperté cuando sentí que se estaba deleitando con mi verga, me la estaba chupando, me apretaba el tallo y con su lengua me recorría el glande deteniéndose en el prepucio, en cuestión de segundos se me puso totalmente erecta, se la devoraba fantástico, creo que es una de las mejores mamadas que me han dado,

se metía mis bolas a la boca jalándomelas, veía como su boca se tragaba mi polla, el verlo y el ruido que hacia era muy excitante, me puso un condón y se ensalivo los dedos metiéndoselos en el culito, se estaba preparando, yo estaba boca arriba y el se acuclillo encima, sentándose en mi verga, pego un alarido cuando mi cabeza lo penetro, miraba los gestos de su cara, me acerqué un poco y lo bese para calmarlo, poco a poco se la fue metiendo, su ano era muy estrecho pero delicioso, el quería metérsela mas pero no podía, así que lo puse en 4 patitas y me deleite dándole lengua en su arrugado anillo posterior, un hueco rico, me unte un poco de crema en la verga y se la deje ir toda, su culo se fue agrandando de acuerdo al grosor de mi caramelo, pronto lo estaba taladrando muy rico, el puso la cabeza en el piso alzando las nalgas para facilitar la penetración, cuando mi verga estaba toda adentro, me detenía y se la dejaba por un tiempo hasta el fondo, el me decía que era muy rico, por un instante le saque la verga y me extasié viendo su culo abierto por mi reata, un gran y hermoso hueco, se la volví a meter y estuve cogiendolo por espacio de unos 15 minutos, mientras el se masturbaba, yo sentí que mi verga iba a explotar, saqué mi pene de la deliciosa funda en la que se encontraba, me quite el condón, Iván me había pedido que la quería en su boca, se la di toda, me vine como nunca, él estaba encantado saboreando mi tranca y paladeando mis jugos, fue delicioso, nos duchamos y quedamos en volverlo a repetir muy pronto, salimos del hotel y me dejó en casa como a medio día, por la noche lo llame y me dijo que estaba feliz, que la había pasado muy rico y que quería formalizar algo conmigo, yo todavía no quiero tener una pareja estable, pero el es muy lindo, vamos ver que pasa, ya les contare.