Ahora o nunca XII
Todo principio tiene su final, las aventuras de estos chicos llegan a su final, que sepamos, porque ni siquiera la muerte es un final, como bien lo ha dicho mi padre
Este último capítulo quisiera dedicarlo a vosotros, mis lectores: a aquellos que me habéis dejado de leer por aburrimiento o falta tiempo, también a aquellos que habéis empezado la historia a medio camino, pero sobre todo a los que me habéis acompañado desde el inicio, entre ellos cabe mencionar a Rofacale, Camilo Andrés (te amo papá!!!!), Daniel, Dan Pérez, Roxanne, Dedmundo (no me olvido de ti, hermano!!!), Akai (no, no es un error, amigo mío,) Samdr (te amo, tío!!!!), Jjessus, Joseph Mery (te amo, hijo mío!!!!), Alexguapeton, SideShift, Nathii, Yuuki, Tin, Elpanita27, Osvaldo, Aliss, Sexybitch91, Diego, Emiluzzio… y los demás que se me han olvidado jajaja
No podría iniciar este final sin antes agradecer a dos autores que me han ayudado mucho y que han sido claves en esta historia: Camilo Andrés, mi padre, que me ha hecho crecer, muchas veces a golpes, e incluso me adoptó como hijo y me ha permitido usar al personaje más amado de sus memorias: Álex. En segundo y no por eso menos importante, mi hermano Dan Pérez, quien me permitió acompañarle en su historia y me dio la oportunidad de darle un nuevo destino a Chris, uno de sus personajes que siempre me gustó…
Es imposible para mí omitir a Dedmundo, mi hermano del alma, que siempre ha estado allí para apoyarme y que me ha permitido ser su hermano y acompañarlo en las buenas y en las malas, ni a mi querido hijo Joseph Mery, quien me ha inspirado muchas cosas…
Ya basta de cháchara: doncellas, caballeros, aquí os dejo “Ahora o nunca”, el final:
Álex (M A C) [derechos de uso y demás me fueron concedidos por papá ^^]
[Para esta escena y la siguiente, “Todo irá bien”, del Mägo de Öz]
-¿Pero qué haces? ¿Es que eres tonto? Eso no es morir por amor, eso es morir por idiota, ánimo chico, ¡levántate! ¡Sigue luchando! Tienes 22 años, tienes la vida por delante, ¡no te rindas tan fácil ante un destino al que puedes enfrentar! –si bien la misión de la muerte es llevarse a las personas al otro barrio cuando es su momento, no le voy a permitir que se lleve a alguien a quien no le ha llegado la hora, alguien que puede ser feliz y menos si es amigo de Tavo.
-Pero si ya nada tiene sentido, si no tengo por lo qué luchar, mi cuerpo podrá estar en ese hospital, inconsciente después de una cirugía con la que podrían salvarme, pero mi ser ya no quiere estar ahí, ya no quiere sufrir para nada…
-¿No que tú eres católico? ¿No que incluso fuiste seminarista? ¿No recuerdas el salmo que rezabas: “busca la felicidad y corre tras ella”? pero no estamos solos acá, hay alguien que quiere hablarte…
-¡ERES UN SOBERANO GILIPOLLAS! ¿TE CREÍAS QUE PORQUE TE VINIERAS TRAS MÍ VOLVERÍAMOS A ESTAR JUNTOS? –menos mal que el acuerdo es que no le gritaría al pobre chico…- porque mi destino era encontrar el amor y morir para poder gozarlo y apreciarlo en la eternidad, pero a ti te toca otra cosa, vamos levántate, abre los ojos, ¡lucha por tu felicidad!
Bueno, no sé si gritarle fuera la mejor opción, pero esta vez la muerte se fue con las manos vacías. Es curioso cómo se aparece a cada uno de manera atractiva: en mi caso se parecía mucho a Cami, aunque no tenía el brillo que el amor le da a sus ojazos verdes, en el caso de Tavo era un chico rubio y feliz, en este caso, era alguien de blanco y como un ángel, pero imposible de determinar si era hombre o mujer, ni joven o viejo, ni nada que la identifique, es como si fuera algo más allá de nuestra comprensión, debe ser así como se la imaginaba este muchacho…
Javi
No sé cómo llegué aquí, pero abrí los ojos, tal como Marta y Álex querían y resulta que estoy en un hospital rodeado por mi familia: mis padres, mi hermana Ester, Dani y Tavo, Luis y Fran (con el pequeño Cami), Mau y Clara, Ale, Chris con Alberto, Verónica y Miguel, pero la mayor sorpresa: ¡Sara! Quise decir algo, pero de mi boca sólo salió un poema:
“ Hoy los cielos y la tierra me sonríen,
hoy llega al fondo de mi alma el sol,
la he visto, la he visto y me ha mirado,
hoy creo en Dios ” (Gustavo Adolfo Bécquer)
-No me digas que los viste… -empezó Tavo.
-Sí, los vi, a los tres… -no sé cómo reaccionaba tan tranquilo, pero la verdad es que me moría por intercambiar impresiones con Tavo.
-¿¡Los tres!? –se asombró Tavo- debían ser sólo dos: la muerte y la persona más importante para ti…
-Pues eran tres: la muerte, Marta y… -no sabía cómo decirlo- y… y él...
-¿Él quién, Javi? –preguntó Luis.
-“El chico que murió por amor” –cité el relato de Tavo con la historia de Camilo y Álex.
-¿Cómo que Álex estaba allí? –el pobre Tavo no salía de su asombro.
-Ni idea, pero fueron él y Marta los que me ayudaron a volver... –de repente, la luz se hizo en mi cabeza: “ mi destino era encontrar el amor y morir, pero a ti te toca otra cosa ”- ¡Cojones! ¡Ahora lo entiendo! ¡Ahora entiendo lo que me decía Marta, lo que Álex me quiso explicar! ¿Está aquí el pequeño Cami?
-Aquí estoy tío –dijo el enano mientras sus manitas intentaban llegar a mí pese a la altura de la cama.
-Ven, que te cargo, así le das un besito a tu tío Javi –dijo Fran mientras cargaba al niño.
-Ponlo en la cama, junto a mí, Fran, por favor, necesito abrazarlo –los chicos no entendían nada, pero tampoco me importaba, ya se los explicaría…
En cuanto el niño estuvo en la cama lo abracé, lo aferré a mí y me quedé ahí, feliz, simplemente sintiendo su calor y los tímidos besitos que me daba, podía sentir como el crío tenía miedo de hacerme daño, así lo abracé más fuerte y le besé la frente, lo que hizo que tomara confianza y me abrazara, en ese momento lo sentí: mi destino era ser feliz amando, no sufrir porque a quien amaba hubiese muerto, me sentí como nuevo y entonces solté al niño, le di las gracias y le dejé volver con sus padres.
-Ellos decían que mi destino era conocer el amor verdadero y nada más puro que el amor de un niño… -les expliqué- Sarita, ¿qué haces aquí? ¿Y Manu? –ya volvía a ser yo, con mi curiosidad ante todo jajaja
-Al Manu no lo puedo ver en la clínica, así que me vine a veros y nada más llegar a Atocha le entró a Mau la llamada de Luis para decirle lo que te había pasado…
Ahora fue Sara la que me abrazó, luego los chicos y Cami quiso repetir, dijo que antes lo había abrazado yo y que ahora quería abrazarme él, ¡como amo a ese crío!
Manu
[Para esta escena, “Sin ti no soy nada”, de Amaral]
Yo creía que todo se solucionaría rápido, que podría salir en un par de semanas a luchar por la mujer de mi vida, pero no, y para colmo Sarita se ha vuelto a Madrid, parece que iba en serio eso de que no quería volverme a ver… pero no me daré por vencido, no dejaré que nada me separe de ella, salvo que ella no quiera estar conmigo, cosa que nunca me ha dicho, así que dejar las drogas es poco para estar con ella. Está decidido, nunca más entrará ninguna droga en mi cuerpo, no quiero volver a saber nada de ese tema, ahora me dedicaré a luchar por Sara, la amo tanto que no me puedo dar el lujo de perderla, o perderé mi vida, mi razón para vivir.
Le escribí a Sara una carta, que le pedí a su tío que se la hiciera llegar, porque no me sabía la dirección de su casa, su tío me prometió hacérsela llegar, esto es lo que escribí:
“Amor de mi vida, querida Sara:
Sé que dijiste que no querías volver a saber de mí, que no me creerías nunca que me tomaba las cosas en serio hasta que no te lo demostrara, pues bien, ya llevo casi un mes sin consumir, además hoy me he enterado que hace unos días perdiste toda esperanza y te volviste a Madrid, sin embargo, ya he tomado una decisión, no volveré a si quiera pensar en drogas, ya no quiero volver a drogarme, he decidido que no puedo vivir sin ti, que realmente eres el motivo de mi felicidad, que lo que me impulsaba a levantarme cada día es saber que te vería, que estabas ahí, con tu corazón abierto para recibirme en él, eres lo mejor que me ha pasado y no pienso perderte.
Sé que a lo mejor rompas esta carta sin siquiera leerla, pero no me importa, quería abrirte mi corazón y que supieras que te amo, y que una vez te dije que era lo único que me salvaría de las drogas, pero nunca lo había entendido hasta ahora, amarte es lo que me motiva a querer salir de esta clínica, a volver al mundo exterior a luchar por ti, no me daré por vencido, no dejaré que te salgas de mi vida sin luchar, lo único que me hará desistir es que me digas que realmente no quieres volver a saber de mí, pero por lo demás, nunca me daré por vencido, porque te amo.
Tuyo por siempre,
Sergio Manuel Pérez de Alarcón ”
No sé si su tío se la habrá hecho llegar, pero eso fue hace ya tres meses aquí y no he sabido nada de ella, estoy como loco, lo peor fueron las navidades, porque vinieron las familias de todos, claro que mis padres, mi hermano y Clara vinieron, pero no fue lo mismo, Sara es quien le da sentido a todo esto y no estaba, me sentí muy mal, muy solo, debería decir, así que decidí recuperar el tiempo perdido.
Para el día del amor y la amistad, el 14 de febrero, el médico me dio una sorpresa, me dijo que ya el tiempo de estar sin visitas había terminado, que me podrían visitar cuando quisieran y que pronto me darían el alta; además ya tenía mi primera visita.
Entonces sucedió lo de siempre, quien entró brillaba con luz propia e irradiaba belleza y amor, Atenea en los Elíseos, Sara en mi vida. Apenas llegó a la habitación me lancé sobre ella y la besé, la besé como nunca, no buscaba nada más que tenerla junto a mí, ser felices juntos. Cuando nos separamos, Sara me mostró algo que tenía en la mano, una carta, la carta que le había enviado, jamás pensé que la vería, mucho menos que la guardaría, entonces ella me contó lo que tuvo que hacer por mí, que el médico la obligó a dejarme para ver si me recuperaba, pero que nunca me ha dejado de amar, que lo que más le dolió fue estar en Zaragoza y no poder verme, que por eso volvió a Madrid, sólo para encontrarse con lo que le sucedió a Javi, que en cuanto su tío le dio la carta volvió de inmediato, pero que hasta ahora no la habían dejado verme. Luego me dijo que no venía sola, señaló la puerta y en ese momento entraron todos: desde mis padres hasta el pequeño Cami, Javi venía en muletas, al parecer se había roto una pierna en su intento de suicidio.
-¡Chicos! ¡Qué alegría veros! Suegrita, felicidades por la boda, ¡espero que me inviten! ¡Cami! ¡Mi pequeño, ven para darte un beso! –Cami no se resistió, pero se quedó un buen rato mirándonos a Mau y a mí, no podía creer que nos pareciéramos tanto jajaja
En fin, que en menos de una semana estaba fuera y nos volvimos a Madrid, con la alegría de que no había tenido ni siquiera ganas de pensar en drogarme en los últimos meses, tenía a Sarita y tenía a mi familia, ¿qué más le podía pedir a la vida?
Luis
Parece que la vida de todos se está arreglando, pero todavía falta algo importante, muy importante, hace un par de meses hay una cajita negra con un anillo dentro dando vueltas en mi bolsillo esperando ser entregada, pero no me he animado, sé que no me rechazará, pero no encuentro el momento apropiado…
Y como el momento no aparecía, decidí hacerlo aparecer, hablé con Tavo y Dani y estuvieron de acuerdo en dormir en nuestra casa para cuidar a Cami mientras yo me llevaba a Fran por ahí, ahora sólo tenía que preparar todo, así que no sería esa noche, además que los padres de los mellizos nos invitaron a cenar para festejar apropiadamente la vuelta de Manu…
Ale
Bueno, después de este tiempo y de lo que ha pasado, después de ver cómo Javi luchó con su destino y estuvo a punto de perder pero logró una gran victoria y de ver cómo el amor entre Manu y Sara pudo con las drogas y, finalmente, terminar mi trabajo sobre el agua y sacar un 10, he decidido atender un poco mis temas personales y el primero era Federico…
RECUERDO [ a primeros de febrero, en la universidad ]
Estaba en el laboratorio guardando mis cosas en el casillero que me habían asignado cuando Federico se me acercó para saludarme:
-¡Hola, Ale! ¿Cómo está el chico más guapo de la universidad? –me saludó alegre el chico.
-No hagas el gilipollas, anda, dime qué necesitas, ¿ayuda para aprobar el laboratorio? ¿O para ese tonto curso de inglés que nos hicieron tomar como parte de la actualización de la facultad? ¡Como si no fuera suficiente nuestro nivel de inglés! – ¡A veces me desespera ese tonto curso, es demasiado básico y todos en la carrera ya hablamos inglés!, debo reconocer que fui muy pesado con el Fede, pero en ese momento no me sentía preparado para subirme a la aventura del amor…
-Vale, no hago más el gilipollas, aunque no creo que decirte la verdad sea ser gilipollas, pero en fin, sí que necesito tu ayuda… -se veía un poco triste y la verdad me arrepentí de mis palabras, así que me juré a mí mismo ayudarle, sin importar lo que necesitara.
-Vale, me has ganado, ¿en qué te puedo ayudar? –cambié mi tono y actitud, quería ser amable con él, tenía pinta de buscar, cuando menos una amistad sincera.
-Necesito tu ayuda para enfrentar al mundo, verás, he visto en tu facebook que eres gay, así que supuse que no te da miedo decirlo abiertamente y me preguntaba si podías ayudarme a vencer ese miedo… -en su cara se veía el nerviosismo y el que no pidiera directamente ser novios me terminó de derretir, eso denotaba lo que podía leer en sus ojos grises: era un chico detallista y preocupado por los demás. Le di un beso en la frente y le tomé su mano, entrelazando sus dedos y los míos y le dije:
-No es que no me dé miedo, simplemente he decidido que no me importa lo que digan los demás, así que ese miedo que tienes lo enfrentaremos juntos.
FIN DEL RECUERDO
A buen entendedor, pocas palabras, dicen, y él lo es, porque simplemente me besó, un beso tierno, de amor, no un beso de lujuria como eran mis besos con Chris, un beso que me dejó en las nubes y que no quise cortar yo, sino que lo cortó Fede y me dijo al oído:
-Te amo, no sé nada más que eso, mi mayor miedo era que nunca lo supieras, pero ahora soy feliz, el chico más feliz de esta universidad.
-Y yo también lo soy, porque mi miedo era que no quisieras más que sexo, pero has demostrado que me quieres y eso me hace inmensamente feliz… -nunca supo que lo que iba a decirle era que lo amaba porque me besó de nuevo y cuando se lo iba a decir sonó el timbre indicando el fin del receso y nos tuvimos que separar, pero esa noche habíamos quedado para cenar en casa de Manu, así que le llamé para preguntarle si podía llegar con mi novio y me dijo que sí, que no había problema, que mejor porque así sería mayor la alegría de todos.
Chris
-¿Estás seguro que quieres hacer esto, Alberto?
-Claro que sí, tú calla y respóndele al juez cuando te pregunte –fue su respuesta.
Entramos al despacho del juez y él inició el trámite que habíamos ido a realizar, no dijo nada hasta que:
-Señor Christian López Barrientos, ¿acepta por esposo al señor Alberto Ayala Medrano?
-Sí, claro que acepto –fue mi sincera respuesta.
-Señor Alberto Ayala Medrano, ¿acepta por esposo al señor Christian López Barrientos?
-Sí, acepto –escueto, pero claro.
-Pues yo los declaro oficialmente casados, pueden darse el primer beso como esposos.
Claro que nos besamos, de hecho el juez nos interrumpió para decirnos que debíamos firmar y dejar libre el despacho porque había más gente que quería casarse. Esa noche le daríamos una sorpresa a la peña en la fiesta de Manu jajaja.
Fran
Bueno, tanto tiempo ahorrando ha dado su fruto, ya lo tengo, un bello anillo de plata [nota de autor: me gusta más la plata que el oro, como habréis notado jajaja] con un diamante engarzado que refleja lo fuerte y duradera que es nuestra relación, todo un detalle y este anillo me servirá para hacerle una preguntita a Luis…
Javi
Es gracioso, pero creo que me estoy empezando a volver loco, cada chica que veo pienso “¿será ella? ¿podría ser quien me muestre el amor verdadero? ¿o será otra?” esas preguntas me carcomen la mente desde la conversación con Marta y Álex a las puertas de la muerte, sin embargo quien me muestra lo que es amar sin reservas y sin temor a nada es el pequeño Cami, su amor es puro y es tan tierno que es capaz de hacer llorar a una roca, ese crío es mi ejemplo a seguir, creo que el día que pueda amar como él, ese día recibiré a la muerte como “un viejo amigo”, como dice J. K. Rowling en la leyenda de las Reliquias de la Muerte… pero más que eso, en este momento me preocupa quién me guiará por ese sendero, quién me enseñará a amar, a amar de verdad, sin reservas, pero bueno, el otro día hablando con un cura amigo mío me dijo algo muy cierto: “el amor no es algo que encuentres cuando lo busques, sino que, como dice la Biblia en el Cantar de los Cantares, cuando estés dormido aparecerá en tu puerta y llamará esperando que le abras, si veras le esperas te levantarás de inmediato y le abrirás y serás de tu amada y tu amada será tuya” vaya que tenía razón el cabrón, porque busco y busco y nada, ahora esperaré a que venga a mí, no porque me sienta derrotado, sino porque si el amor ha de venir, sólo el tiempo y el destino mostrarán quién es la indicada para mí, de nada me sirve forzar las cosas, por ahora me voy a alistar para la fiesta de Manu.
Tavo
¡Increíble! Camilo, el amor de Álex, es uno de mis lectores, mi forma de narrar su historia, basándome sólo en las dos pequeñas conversaciones que he tenido con Álex, le ha conmovido, le han llegado al corazón y ha publicado unas memorias que narran toda su vida y ahora sí que el mundo conoce a esos dos paladines maravillosos que luchan por su amor incluso contra la muerte, no puedo creer que lo encontrara, mucho menos que mi intención de consolarlo se volviera en mi contra y terminara él consolándome a mí. Me consolaba, sí, pero no por nada que me sucediera a mí personalmente, sino porque mi sufrimiento era que Camilo nunca supiera lo que Álex lo amaba y que cumplía su promesa, pero no, Camilo lo sigue amando, de eso estoy seguro, aunque ame también a Daniel y a Felipe, pero no por lástima, sino porque sólo Álex le ha mostrado el verdadero amor, ese amor que no teme a la muerte, que no le importan los peligros que deba correr por estar junto aquél a quien ama.
Bueno, la verdad es que los trámites de adopción acá en España son bastante más rápidos que en Costa Rica, los iniciamos a finales de noviembre, en cuanto salí del hospital, y ya la semana anterior (mediados de febrero) nos llamaron para que fuésemos a un orfanato porque tenían un niño que tal vez nos interesara. Llegamos allí y lo vimos, un niño de unos 10 años, de piel blanca, pelo castaño y con ojos azules como el cielo, lo vimos y preguntamos su nombre: Joseph, nos dijeron, preguntamos si era él el niño que nos querían mostrar y nos dijeron que sí, que nadie lo quería porque era un poco mayor, pero que era un niño cariñoso y obediente, aunque un poco travieso, pero no por eso dejaba de ser tierno. Decidimos aceptarlo y el encargado llamó al niño, Joseph se acercó a nosotros con la cara un poco sonrojada y no se atrevía a levantar la mirada del suelo, pensó que le querían regañar, pero cuando el director del orfanato le comunicó que le queríamos adoptar el niño saltó de alegría y nos abrazó, entonces habló por primera vez:
-¿De veras queréis adoptarme? Pensé que me quedaría en este orfanato de por vida, ya que la gente de hoy sólo quiere bebés para moldearlos a su antojo…
-No, joseph, no –dijo Dani-, nosotros no queremos moldearte, sólo queremos amarte y que seas feliz… -el niño nos volvió a abrazar y nos dio un beso a cada uno.
-Veo que no tendréis problemas con él, así que agilizaré el trámite lo más posible, creo que en un par de semanas lo tendréis con vosotros…
-Muchas gracias, señor, no sabe lo felices que nos hace, nuestro matrimonio no estaba completo sin un hijo fruto de nuestro amor, ahora sí que seremos plenamente felices, no tiene idea de lo que se lo agradecemos –dijo Dani expresando el sentir de los dos.
-Y yo agradezco que todavía haya gente como vosotros que adopte niños por amor y no por compromiso, si os interesa adoptar otro, ya sabéis dónde venir, mientras yo esté aquí os ayudaré lo más que pueda.
-Muchas gracias, señor García, pero por ahora creemos que tendremos que adaptarnos a Joseph primero y cuando el nuevo ambiente familiar se estabilice lo pensaremos… -dije yo.
-Claro, claro, supongo que querrán llevarse a Joseph lo antes posible, así que haremos una excepción y os lo podréis llevar dentro de una semana, cuando terminemos el papeleo básico, pero tendréis que soportar las visitas de nuestros inspectores asegurándose que el niño esté bien hasta que salgan los papeles definitivos.
-Gracias de nuevo, señor García, estaremos acá en una semana sin falta.
Así fue como hoy por la tarde fuimos a por Joseph, hablamos con mis suegros para darles la noticia ese mismo día y decidieron convertir la habitación de huéspedes en la habitación del niño, así podríamos seguir todos juntos. Los chicos no tienen ni idea, porque no quisimos ilusionarlos y que luego no nos dieran ningún niño, así que será nuestra pequeña gran sorpresa para la fiesta de esta noche, además así Cami tendría con quién jugar y no se aburrirá jajaja
Nada más llegar del orfanato llevamos a Joseph a su habitación y le encantó, dejó sus pocas cosas y nos fuimos a comprarle ropita nueva, nos pasamos la tarde en eso y cuando llegamos nos duchamos y vestimos guapos para ir a la fiesta.
Sara
¡Puff! Los preparativos de la fiesta son agotadores, pero valen la pena, hoy festejaremos que Manu vuelve del infierno, así que tiene que ser una fiesta grande, además mamá y Miguel harán público su compromiso, será un gran día.
Yo me he pasado la semana en casa de Manu ayudando con la fiesta, menos mal que viven en un chalé y no nos van a molestar y tienen un buen patio, con lo que estaremos cómodos, porque no sólo vienen los chicos, vienen también las familias de Dani, de Luis, mi madre con Miguel y algunos más que la familia de Manu no quiso dejar por fuera: algunos scouts y amigos del insti y tal…
Conforme fue anocheciendo el timbre de la casa empezó a sonar y como yo era la única que estaba lista, me tocó hacer de ama de llaves y abrirle a todos, los primeros en llegar fueron Luis y Fran con Cami, el niño se veía radiante, pero sus padres se veían muy nerviosos… luego llegó Javi, quien nada más verme me dio un abrazo, últimamente estaba muy efusivo… media hora después llegó Ale, con un chico que dijo que luego presentaría formalmente, que por ahora sólo diría que se llamaba Fede… justo pisándoles los talones llegaron Miguel y mamá, eso fue un alivio porque ya cualquiera abría la puerta y yo pude dedicarme a besar a Manu mientras se terminaba de vestir y peinar, ese día se veía muy guapo mi novio.
Mi sorpresa fue mayúscula cuando a eso de las nueve y media fui a abrir la puerta y me encontré al otro lado a mi tío, dijo que Manu lo había invitado para agradecerle y que él aceptó para agradecerle en persona hacerme feliz. Iba a cerrar la puerta cuando la sorpresa número dos arribó a la puerta: los padres de Rut, vinieron desde Granada invitados por Luis y Fran, porque ese día era el cumpleaños de Rut y querían que se despejaran un poco, ellos no supieron agradecer mejor ese gesto que aceptando la invitación.
A eso de las diez ya estábamos todos y cenamos, los padres de los mellizos alquilaron varias mesas para que cupiéramos todos bien anchos, además de camareros y demás con lo cual parecíamos de la aristocracia, pero la verdad estábamos muy alegres y el servicio no estuvo mal, incluso alquilamos un karaoke, porque aunque no hubiera alcohol teníamos planeado divertirnos.
No sé ni qué hora era, pero de repente Tavo pidió al chico de la música pararla, lo que hizo que todos lo volteáramos a ver, él dijo que iba a explicar dónde se había metido Dani la última media hora:
-Chicos, hay algo que no os habíamos contado por temor a que no resultara, pero si os habéis dado cuenta, hace un rato que Dani se perdió por ahí… bueno, es una gran sorpresa en envase pequeño, como decimos en mi tierra. Dani, ven por favor.
Dani salió de la casa, pero no iba solo, iba con un niño de la mano y lo presentó como su hijo, Joseph Rodríguez Rojas, un niño hermoso que nos besó y abrazó a todos y luego se perdió en el jardín jugando con Cami, su nuevo primito.
Entonces Fran se acercó al escenario del karaoke y le pidió a Luis acercarse él también, lo dos estaban muy nerviosos y cuando Luis subió al estrado Fran se arrodilló frente a él y, sacando su cajita negra, le pidió matrimonio, todo iba bien, hasta que Luis soltó la risa y sacó de su bolsillo una cajita idéntica con un anillo igual al que Fran le había comprado, los chicos se besaron y todos partimos en aplausos mezclados con risas al ver lo complementados que estaban que hasta habían comprado anillos iguales…
Luego Mau y Clara nos sorprendieron anunciando su boda y luego mamá y Miguel hicieron oficial su compromiso, fue una velada muy alegre.
Por ahí de las tres de la mañana, Javi nos dio una sorpresa a todos:
-Chicos, quiero presentaros a mi novia, se llama Isabel, todos la conocéis de la tropa de los chicos, pero hemos hablado mucho esta noche y decidimos darnos una oportunidad, además, miradla, es hermosa y esta belleza física no es comparable a su belleza interior, os lo juro.
Más aplausos y felicitaciones, la ventaja de estas fiestas sin alcohol es que todos estábamos sobrios y lo que hacíamos nos salía del corazón, pero mientras yo pensaba esto Ale y Fede pasaron al estrado y nos anunciaron su noviazgo, después de las felicitaciones correspondientes, Chris y Alberto nos mostraron sus anillos y nos contaron de su matrimonio, de nuevo festejamos y así la fiesta siguió hasta casi al amanecer.
Menos mal que era fin de semana y nadie tenía que irse a trabajar ni nada por el estilo, porque la verdad nos la estábamos pasando muy bien y al amanecer llegó la última sorpresa: los padres de Rut pidieron la palabra y nos anunciaron que poco después del funeral de Rut encontraron una carta suya y nos la querían leer en una noche tan importante para todos:
“ Yo, Rut, plenamente consciente de lo que he hecho y de lo que voy a hacer, dejo esta carta para quien se interese por mí, no obligo a nadie a leerla, pero me gustaría que llegue a manos de quien me encuentre.
Es cierto, acabo de cometer el peor de los crímenes, he abortado a mi hijo, lo he matado, ahora el destino me lo cobra desangrándome, no lo puedo remediar, voy a morir, porque mi novio no se puede enterar de lo que me sucede, lo amo demasiado como para permitir que sufra por mí, sería injusto.
Por eso escribo estas breves líneas, para agradecer a mis padres lo que han hecho por mí en mi corta existencia y para agradecer a quién sea que se preocupe por reportar el hallazgo de mi cuerpo, porque no pienso morir en mi casa en un charco de sangre, no, iré al mar y que él sea quien se encargue de mis despojos, no pretendo dejar que mis padres se enteren de la causa de mi muerte porque les dolerá demasiado y los mataría de la pena.
Por eso, tú, que me has encontrado, bendito seas, espero que nunca tengas que pasar por lo que estoy pasando, escoger entre una vida y otra, pero si llegas a encontrarte en esa situación, acepta el consejo de esta moribunda: ama hasta morir, no te importe el precio si quien amas es feliz, es todo lo que puedo decirte.
Con mi más sincero agradecimiento,
Rut ”
La carta nos demolió, pero de inmediato entendimos por qué nos la leyeron, los padres de Rut bien sabían lo que habíamos pasado todos, porque nunca perdimos el contacto y supieron que estábamos preparados para escuchar ese consejo, porque ya nos habíamos enfrentado a esa situación: amar o morir, ahora o nunca, y habíamos elegido lo correcto: amar. Todos podíamos decir que habíamos cumplido la última voluntad de Rut, habíamos amado, habíamos hecho feliz a nuestra pareja sin importar el precio.
Fran
Han pasado varios meses desde que Luis y yo nos propusimos matrimonio y hoy es la boda, gusto un año después de que me pidió ser su novio, por eso elegimos esta fecha, estamos en el juzgado y están todos, incluso Mau y Clara y Verónica y Miguel retrasaron sus viajes de bodas para estar con nosotros este día, por supuesto que están los padres de Rut y el tío de Sara, que se ha convertido en el ángel guardián de Manu desde que este le declaró su amor a Sarita.
El juez, por petición de mis suegros, asimiló todo lo que pudo la ceremonia civil a una boda por la Iglesia, así que entramos en desfile con la marcha nupcial de fondo y demás, Cami iba esparciendo pétalos de rosa en nuestro camino y Joseph llevaba los anillos, era una escena de novela, os lo juro, luego iban los padrinos que eran Dani y Tavo y luego iba Luis del brazo de su orgulloso padre y yo estaba solito, pero Verónica se acercó a mí y me acompañó, de verdad que se había vuelto una madre para nosotros.
Pero la boda tenía una sorpresa: cuando el juez dijo la trillada frase “el que conozca un impedimento para que se realice esta boda, hable ahora o calle para siempre” alguien gritó:
-Yo, yo tengo un impedimento –no lo podía creer, ¿qué hacía ella aquí?-, no le he dado la bendición a mi hijo.
Era mi madre, llegó hasta donde estábamos y nos pidió perdón, dijo que se arrepentía de todo lo que nos había hecho sufrir, que ahora veía lo que quería decir mi padre, que yo debía luchar por mi felicidad y que ella, ahora que lo había entendido, estaría allí para apoyarme y que se había enterado de la boda porque los padres de Dani siempre la habían mantenido al tanto, que sabía de Cami, de lo que habían pasado los demás y que quería unirse a la fiesta.
Después de tan conmovedora imagen no me quedó otra que hacer lo que me dictaba el corazón y abrazarla y decirle que yo la perdonaba y que nunca había dejado de quererla; Luis también la abrazó y le dijo que él también se alegraba de que estuviera allí con nosotros. Una vez que retomamos el control de nosotros mismos el juez continuó la ceremonia y cuando nos dimos nuestro primer beso de esposos, mamá se levantó y empezó a aplaudir a nuestro amor y el pequeño Cami se acercó y nos abrazó una pierna a cada uno, era lo más alto que llegaba y nos dijo que estaba feliz, cogimos al enano y salimos triunfalmente del juzgado, allí la tropa nos hizo guardia de honor hasta el coche y nos hizo un “aplauso matemático” scout.
Al final mi madre se quedó con Cami y nosotros nos fuimos de viaje de bodas a Costa Rica, la tierra de Tavo, quien nos hizo un itinerario de los sitios que debíamos visitar y demás.
Luis
Soy el hombre más feliz del planeta, estoy casado con el hombre de mis sueños y la familia está completa, ¡no lo puedo creer!
En cuanto llegamos al Juan Santamaría [aeropuerto de Costa Rica] cogimos un bus hacia San Carlos y de allí a La Fortuna, nuestra noche de bodas sería a la sombra del volcán Arenal, una de las maravillas de este maravilloso país.
Nada más entrar a la habitación del hotel nos acostamos a dormir, estábamos muertos, pero al despertar, me di cuenta que nuestros “amiguitos” tenían ganas de juerga, así que me dediqué a despertar a Fran con un beso, él me besó pero no se despertó, así que arriesgué y me puse sobre él en posición de 69, el me la empezó a comer, todavía dormido y me dediqué comer esa polla que me tenía loco.
A media faena Fran se despertó y me dijo “vaya que son buenos días, te amo, Luis” y siguió en lo que estaba. Pronto acabamos uno en la boca del otro y nos besamos, mezclando nuestro semen y sintiendo cómo nos fusionábamos el uno con el otro. Fran me ofreció su hermoso culito y me lo comí como nunca, lo amo y quería demostrárselo, de hecho lo hice acabar con sólo mi beso negro, sin que ninguno de los dos tocara su polla, era tanto el placer que le daba, luego me senté y le pedí que se sentara sobre mí, que quería besarlo mientras éramos uno.
Fran, obediente, se sentó sobre mí y se fue clavando mi verga, su culito estaba estrecho como siempre y me provocaba un placer que sólo rivalizaba con el que él sentía, pronto nos empezamos a besar y con el movimiento de la cabalgada y por la posición en la que estábamos se pajeaba con nuestras tabletas, lo que hacía que Fran se excitara más de lo que estaba y apretara más su esfínter, con lo que acabamos pronto y, además, juntos, nos volvimos a acostar sin siquiera ducharnos y seguimos besándonos hasta que nos dormimos.
Dani
Ya Verónica y Miguel, Mau y Clara y Luis y Fran volvieron de sus viajes de bodas y asistiremos a la boda de Sara y Manu, que se casarán por la Iglesia, dijeron que querían sellar su amor ante un cura y no ante un juez porque así sería eterno y no hasta la primera bronca seria. Encargaron a Javi que arreglara todo y, como pese a todo, Javi tiene cierta influencia dentro de la Iglesia por sus amigos curas y demás, y, tomando en cuenta que él puede ponerse un traje blanco y asistir al cura, organizó una boda de alto nivel, a tal punto que consiguió que los casara el Cardenal de Madrid en una ceremonia en la que había hasta representantes de la Casa Real, la verdad es que el chico se lució, volvió de la muerte con ganas de luchar contra viento y marea por ser feliz él y porque seamos felices aquellos a quienes considera su familia…
Al volver de su viaje de bodas, nos reunimos todos en la nueva casa de Sara y Manu para cenar juntos, estábamos muy alegres, y Manu nos contó su gran victoria en todo este tiempo: resulta que su viaje de bodas fue a Japón y allí le ofrecieron droga y pudo decir que no, que a él eso ya no le interesaba, que podían matarle y ni así consumiría. Eso le valió el respeto del grupo de amigos japoneses que hicieron y resulta que le prometieron venir a España a verles y enviarles regalos de vez en cuando, de hecho, cumpliendo su palabra, ese mismo día habían recibido un hermoso kinomo que Sara llevaba puesto y una katana que Manu llevaba con mucho orgullo al cinto, como el gran guerrero que era.
Al final Tavo y yo decidimos independizarnos, ya que descubrimos que Joseph tenía una hermanita, Mariana, un poco menor que él (tenía 8 años), y no quisimos separarlos, con lo que ya éramos pocos y parió la abuela, pero por suerte encontramos un piso cerca que puedo pagar con mi nuevo trabajo y seguimos todos en el mismo barrio, así que los niños se la pasan juntos casi todos los días, porque si no están con Fran están con los padres de alguno de nosotros o con Verónica, que se ha convertido en algo así como la madre de todos, al igual que Marta, la madre de Fran, que desde que pudo aceptar que su hijo es como es y que así es feliz se ha integrado de manera maravillosa en nuestras vidas.
Definitivamente, tenía razón Rut: “ amar o morir, ahora o nunca ”
FIN
Mis últimas palabras en esta dodecalogía (serie en doce capítulos), son para agradeceros por leerme y apoyarme, los que lo hacéis desde el inicio y los que os habéis ido sumando por el camino, también unas palabras para los que me leen y nunca han comentado y/o valorado: gracias por estar ahí, ver que cada uno de mis capítulos, por malo que sea (por ejemplo el tercero que fue un desastre), no bajó de las 700 lecturas me ha animado a continuar y esforzarme por daros mi mejor esfuerzo, aquí lo tenéis, espero que lo hayáis disfrutado y que nos veamos pronto en mi próxima aventura como escritor, ¡hasta la vista gente!
Con todo mi cariño,
Anderson Antonio