Ahora con el padre del alumno

David se acuesta con el padre de su joven alumno para que no le expulsen de la Universidad

Tras mi primer encuentro con Carlos, vinieron otros, muy placenteros y siempre sin condón. Mi joven amante me confesaba cómo había comenzado a tener una vida sexual muy activa en la ciudad, y me daba enormes folladas mientras me contaba cómo penetraba a otros hombres y les llenaba el culo de leche.  Esas historias me excitaban sobremanera y me encantaba ser una perrita en celo cuando estaba con él. No me hacía gracia que estuviera fallándose a media ciudad sin protección, pero cuando estábamos juntos me sentía incapaz de pedirle que se pusiera un preservativo, aunque también confiaba en que muchas de esas historias fuesen cuentos para excitarnos.

Pero entonces paso lo más previsible en un estudiante que sale casi todas las noches de la semana y descuida sus estudios: suspender. Con el primer boletín de notas, los aprobados fueron escasos, y el cabreo de sus padres, en La Coruña, alto.

A los pocos días, me llamó su padre, Xuxo, que con fuerte acento gallego me comentó que pensaba acercarse a Valencia, a ver a su hijo y conocer la universidad. Quedamos en mi despacho dos días después. Esa misma noche  tras hacerle una mamada a Carlos, tragándome toda su leche (cosa que ahora le encantaba) le dije que si no aprobaba volvería a La Coruña, y se acabaría nuestra relación. Carlos estaba muy apenado, pero confiaba en que pudiera convencer a su padre. Yo no entendía muy bien que era eso de “convencer” a su padre.

-          Mi padre es gay, David… muy muy gay.

-          ¿¿Cómo?? Pero no está casado con tu madre…..

-          Es todo una farsa. Mi padres viven juntos… pero no revueltos… Desde hace años cada uno hace su vida, y a mi padre siempre le han gustado los chicos… Por eso yo creo que también soy maricón…. Je je je

-          ¿Y por qué no se separan?

-          Mis padres tienen mucho dinero, y en su grupo social un divorcio está muy mal visto… así que se toleran y punto… ¿Sabes cómo puedes convencer a mi padre? Follándotelo…

Me quedé de una pieza.

-          ¿¿Qué?? Como me voy a follar a tu padre….

-          Bueno, más bien dejando que te folle él, que es activo…

-          Y tú… ¿eso como lo sabes?

-          Me lo dijo un amigo suyo… que tiene varios novios por ahí… El viejo es activo y muy promiscuo… Yo creo que sospecha que soy gay…. Pero nunca hemos hablado de ello… Es atractivo y dicen que la tiene muy grande…

-          Carlos, por amor de Dios!!

Estaba estupefacto. Desde luego que la familia de Carlos era atípica, pero de ahí a follarme a su padre para “apaciguar” su enfado…. Acabamos la noche con otra follada. Estaba sentado sobre la polla de mi amante, inclinado hacia delante, besándonos, en la cama. Carlos me masturbaba según me movía yo, despacito, arriba y abajo, para prolongar el placer.

-          Uffff…. Nunca me canso de follarte David…. Uffffff…..

-          Cada vez follas mejor….

-          ¿Sólo follas conmigo?

-          Sí, desde hace meses sí…. – me extrañó la pregunta, pero era verdad.

-          ¿No decías que te gustaban los hombres maduros?… uffffff….

-          Siiiiiiiiiiii, como sigas así me voy a correr, guapo…. Si, tan jovencitos como tú …. Ppaaarrraaaaaa… no me van…. Dios, Carlos…..

-          Mi padre te encantaría…. Está un poco gordo, pero es muy grande y posesivo…. Uffffffff…

Carlos se estaba excitando cada vez más, imaginándose como su padre me follaba, lo podía ver en sus ojos. En parte tenía razón. Siempre me habían gustado los hombres maduros, y si el padre de Carlos era así… y muy activo…. Tenerle dentro de mí sería maravilloso. Estaba a punto de correrme…

-          ¿Te gustaría mi niño? Que tu padre me rompiese el culo, que se corriese en mi coñito… En estos meses sólo ha sido tuyo… agggggg

-          Si, siiiiii….. – empecé a moverme más rápido. Quería que se corriese.

-          ¿Le tengo que poner condón a tu padre? ¿Le dejarías que me preñase como tú haces? ¿Te gustaría ver cómo me folla?

-          Diioosssssss …….

Y en ese momento Carlos se corrió brutalmente, mientras me obligaba a bajar el cuerpo para besarle y me apretaba fuertemente la polla. Mi corrida vino enseguida. Estaba tan excitado que mi esperma le llego a la cara y el pelo. Tres, cuatro, cinco disparos de lo más profundo de mi ser. Notaba como su corrida también había sido súper abundante (y hacia menos de un ahora que le había hecho una mamada), y parte de su leche caída fuera de mi culo y manchaba las sábanas. Fue una de nuestros mejores polvos.

Cuando dos días después el padre de Carlos, Xuxo, entró en mi despacho, yo ya estaba excitado y predispuesto. Su padre era un hombre alto, fuerte y grueso. De manos firmes y autoritario, sin nada de pluma. Aunque no era guapo, tenía un cierto magnetismo por la seguridad de sus gestos. Estaba claro que era un hombre acostumbrado a mandar… y a que los demás le obedecieran.

Tras hablar un buen rato de su hijo, le comenté que como tutor tenía confianza en que podía recuperar el curso académico. Aunque Xuxo no estaba muy convencido, mis consejos (de tener paciencia y permitirle acabar el curso) parecieron tranquilizarle; y de una actitud muy seria pasamos a otra más desenfadada y jocosa. Antes de marcharse me pidió que le recomendase algún restaurante para cenar, pues a la mañana siguiente volvía a La Coruña en avión. Me pidió que les acompañase (a Carlos y a él) en la cena. Quedamos a las 9 en un popular restaurante del centro. Nos despedimos con un apretón de manos, y su promesa de pensar con calma si dar otra oportunidad a Carlos.

Aunque al principio la cena fue un poco extraña, según avanzaba la noche (y las botellas de vino) el humor de los tres iba mejorando; y Xuxo parecía más que decidido a dejar a Carlos terminase el año en Valencia. Aunque la idea de follarmelo (o que él me follase a mi) era más que interesante, no parecía necesaria, además de que Xuxo no parecía dar ninguna muestra de interés, ni de ser gay en ningún concepto. Incluso llegué a dudar de las afirmaciones de Carlos. Pero entonces se marchó al baño, y Carlos, riendo, me dijo que le había comentado antes de la cena, a su padre, que yo era gay, y que era pasivo y muy promiscuo. Vamos, que podría follarme si o si. Carlos me dijo que aunque su padre había fingido una cierta indignación, estaba convencido de que le gustaba, y que me quería follar. Tras la cena, terminó de decir Carlos antes de que volviese su padre del baño, os dejo solos y te lo llevas a tomar una copa…. En ese momento regresó del baño Xuxo, y pidió la cuenta.

-          Papá, yo me marcho a la residencia que tengo que estudiar, ¿verdad profe? Pero vosotros id a tomar una copilla por aquí, que hay muchos locales chulos…

-          Claro, claro… eso haremos, ¿verdad David?

Como Xuxo no tenía ninguna pluma, ni parecía gustarle el ambiente gay, fuimos a un bar “normal”, donde tomamos una copa. Juro por Dios que no parecía homo, aunque yo, según avanzaba la noche, me sentía más excitado y atraído por él. Desde luego, si iba a pasar algo esa noche, tendría que ser él quien diese el primer paso…. ¡Y vaya si lo dio!

Al terminar la primera copa, dejó el vaso en la barra del bar y dijo: “Mira, vamos a mi hotel, que está aquí cerca y estaremos más cómodos. No tengo ya edad para estar con tonterías o juegos. Nos tomamos otra en el mini bar del hotel y follamos hasta quitarnos el calentón. ¿Te parece?”

Claro que me parecía. Tardamos unos minutos en llegar al hotel, uno de los mejores de la ciudad. No había nada de pasión. Ni un beso ni un roce. Era todo extraño… aunque muy excitante. Nada más cerrar la puerta de la habitación me arrojé a sus brazos e intenté besarle en la boca.

-          Nada de besos en la boca. Vamos a follar, sólo eso – me dijo firmemente.

Por extraño que parezca, aquello me excitó más. Xuxo se acercó a la cómoda y, casi sin mirarme, comenzó a desnudarse, tranquilamente. La camisa, los zapatos, los chinos. Era un hombre grande, mucho, y fornido. Su cuerpo estaba cubierto de vello negro, pero lo más impresionante fue cuando se bajó los calzoncillos, dejando a la luz una polla medio erecta, muy grande, con el glande de mayor tamaño y mucho pelo negro. Era muy semejante a la de su hijo, pero de mayor tamaño. Me hubiera gustado acercarme y metérmela en la boca, pero después de su reacción tras mi beso, preferí esperar. Xuxo estaba acostumbrado a ser quien tomaba la iniciativa, en todo, y eso me excitaba al máximo.

Se sentó en una butaca junto a la cama, y me tomó de la mano. Comenzó a desnudarme sentado, de una manera fría, sin pasión. Me desnudó totalmente dejando mi polla, muy erecta y cubierta de precum. Apretó fuertemente mi pene, casi haciéndolo daño, y se lo metió en la boca. Desde luego había chupado bastantes pollas. Era todo un experto. Empecé a gemir inmediatamente, cuando llevó una de sus manos a mi culo y empezó a jugar con mi ano, introduciendo un dedo, para acabar luego con dos. Sabía cómo excitar a un hombre y prepararlo para una penetración, Miré su polla, que ya estaba totalmente erecta, y era inmensa. Aunque me había metido algunas pollas realmente grandes, aquella podría destrozarme.

Xuxo tuvo que adivinar mis pensamientos, porque me obligó a ponerme de rodillas, y colocó sus dos manos en mi cabeza, llevándola a su enorme polla. Estaba deliciosa. Tuve que abrir bien la boca, y desde luego no me entraba toda. Pero sentir palpitar ese enorme falo en mi boca, sus venas, su vello, era súper exicitante. Me había follado al hijo y ahora lo haría con el padre. Me sentía como su putita, totalmente manejada por ese hombre maduro y grande.

-          Traquilo David… ufffff…. La chupas muy bien…. Me pondré vaselina…. No te dolerá…. Ufffffff.

Xuxo estaba muy excitado, por lo que volvió a ponerme de pie, me dio la espala y me arrastró hacia su polla. En esa postura, el sentado en la butaca y yo de espaldas, sobre su polla, estaría a su total control. Su penetración sería hasta el fondo. Podría partirme en dos. Aunque tenía miedo, estaba muy excitado. Con el rabillo del ojo ví como, de una mesita y casi sin moverse, cogió un condón y un pequeño bote. Se puso el condón y un poco de lubricante en la punta de su polla. Yo quería que me follase a pelo, sin protección. Si me iban a romper el culo, quería sentirlo de verdad, sin gomas. Pero tenía miedo a decir nada. Xuxo casi no había abierto la boca, y me estaba utilizando como su juguete.

Puso sus grandes manos en mis caderas, me arrastró hacia él, y me obligó a sentarme sobre su polla. Primero despacio, casi con cariño, pero luego sepultar ese enorme pedazo de carne en mi interior. Vi las estrellas, durante un buen rato. Según fue moviéndome, empecé a gozar como nunca, y mi pene volvió a estar súper erecto.

Era increíble como Xuxo apenas si gemía o suspiraba. Tenía el control total de la situación. Creo que podría estar follándome toda la noche, sin correrse, que sólo cuando él quisiera eyacularía. Era un amante maravilloso. Pero entonces decidí hablar, calentarle, como a su hijo. No se lo iba a poner tan fácil.

-          ¿Te gusta mi culo? ¿Te estás quedando a gusto?

-          Si, tienes un coñito estupendo… Súper cerrado…. Y eso que tienes que haberte follado a media universidad… uffffff

-          No… ayyyy… no te creas…. A nadie con una polla como la tuya…. Es enorme… ufffff.

-          Voy a tener que venir más a Valencia… A ver cómo está mi hijo… uffff… y su profesor….. Por qué te has follado a mi hijo, ¿verdad?

Por un lado me sorprendió la pregunta, pero creo que la idea que su hijo también me follase, le excitaba. Xuxo comenzó a gemir y suspirar, a moverme con mayor rapidez. Notaba como su polla se ponía más y más dura en mi interior.

-          Folla fatal….. uffffff… Nada que ver contigo….

-          ¿De verdad?

-          Siiiiiii….. Pero, ¿sabes una cosa? A tu hijo le encanta correrse dentro de mí, sin condón, preñarme….

-          En serio…… ufffff…… el muy cabrón….. agggggg

-          Y tú, que eres su padre…. ¿No vas a hacerlo también?...

Xuxo paró de golpe sus embestidas. Dudó unos segundos, pero inmediatamente salió de mi interior, quitándose el condón y arrojándolo contra el suelo. Me arrojó a la cama, boca abajo. Y se tumbó sobre mí. Colocó su enorme polla en mi ano… y la metió de golpe. En esa postura, la penetración era más profunda. Notaba su pesado cuerpo sobre el mío, y mi polla a punto de reventar entre mi pecho y las sábanas de la cama. Estaba a punto de correrme.

-          Dios, qué culito tienes….. El cabrón de mi hijo…. Uffff…. Puede disfrutar de ti siempre que quiera…. Aggggggg.. qué suerte!

-          Tú también puedes hacerlo…. Siempre que quieras…. Puedo ser vuestra zorrita, para los dos….. ufffffff….

Xuxo gemía y resoplaba, mientras me embestía con brutalidad. Estábamos cubiertos de sudor y seguro que los vecinos de la habitación de al lado nos estaban escuchando. Se iba a correr. Nos íbamos a correr. Me hubiera gustado estar en la postura del misionero, ver su cara mientras me preñaba. Me agarró fuertemente del pelo y lo noté en mi interior. Cuatro o cinco chorros muy profundos y abundantes, que me llegaron hasta la tripa. En ese momento, entre el roce de las sábanas y la polla de Xuxom, palpitando en mi interior, me corrí. Noté como pringaba parte de la cama y la colcha, sin parar de gemir. Era su putita. Me había follado como a una perra en celo, y me había encantado.

Desde luego, Xuxo dejaría terminar el curso a Carlos en Valencia…

Continuará….