Ah de ser felicidad infinita 5

Ya no sabia si era cosa del destino o del karma la forma en que Victoria salía y entraba en mi vida, era tan frustrante  la manera en que jugaba conmigo y con mis estúpidos sentimientos por ella. Solo podía esperar a que la vida la colocara de nuevo en mi camino, pero esta vez si no dejaría que se fuera… A la tercera va la vencida.

Ya estábamos a mitad del mes de diciembre y muy pronto seria el cumpleaños de Antonia, pero sobre todo empezarían de nuevo las clases y eso significaba que existía un mínimo de posibilidades de volver a ver a Victoria. Para el cumpleaños de Antonia le pediría ayuda a Taylor ya que él es su mejor amigo y la conoce perfectamente, nadie mejor que el para ayudarme.

-¡Taylor! –grite lo suficientemente fuerte como para que cualquiera que estuviera en la planta baja me escuchara–

-Taylor: En la cocina Ev –su grito fue igual de fuerte que el mío–

-Necesito tu ayuda pequeño idiota –le sonreí mientras me sentaba a su lado–

-Taylor: para necesitar mi ayuda no me estas tratando muy lindo que digamos

­­-No intentes aprovecharte de mí.

-Taylor: Esta bien, dime para que soy bueno.

-Hoy tu y yo iremos de compras –en ese instante Taylor escupió sobre mi brazo el jugo que en es momento tomaba– ¡Asco!

-Taylor: ¿estas loca? ¿Qué vamos a hacer tú y yo de compras? Moriremos de aburrimiento juntos en un centro comercial.

-Eres un jodido exagerado y no seas idiota, iremos para comprar las cosas de la fiesta de Toni.

-Taylor: ¡oh! Ya entiendo –pude notar como su cerebro lo analizaba todo– En ese caso puedo acompañarte.

-En realidad no era opcional, iré a cambiarme por que un idiota escupió en mi brazo. Apenas baje nos vamos

-Taylor: lo siento Ev no era mi intención –me levante de la silla y solo le toque su hombro en señal de “no te preocupes”-

Dure un aproximado de 30 min en lavar mi brazo y cambiarme, baje y espere otros 20 min hasta que Taylor decidió que ya estaba listo. Para mi fortuna el viaje de camino al centro comercial fue divertido, a pesar de no vernos casi por nuestros estudios mi hermano y yo teníamos una muy buena relación. Compartíamos algunos gustos y no éramos de ser cariñosos, el contacto físico excesivo nos molestaba a los dos por igual. Al llegar duramos como una hora recorriendo todas las tiendas intentando comprar algo para la fiesta pero al final llegamos a una muy clara conclusión, no estamos hechos para las compras y no teníamos ni la menor idea de como organizar una fiesta.

-Taylor: ¿Qué haremos ahora? –Se notaba cierta preocupación en su mirada-

-Necesitamos ayuda –Tome mi teléfono, marque y escuche el típico tono de espera-

-Desconocido: Hola

-Hola, ¿Edward? Soy Evan Miller

-Edward: Evan querida ¿Cómo estas? ¿A que debo tu llamada? –Edward era el organizador de fiesta de la familia y el único que podía decirme “querida” sin luego partirle la cara-

-Bien, gracias. Necesito que me organices una fiesta al estilo medieval. -Era la época favorita de Toni-

-Edward: Fecha, lugar y hora.

-6 de enero, será en el club a partir de las 10 pm.

-Edward: Te llamo el 4 de enero, saludos a tu madre.

-Esta bien, con gusto –Así eran las cosas con el, mientras mas rápido fuera la llamada mas fácil seria continuar con sus asuntos-

Los días pasaron y lo último que me faltaba para el cumpleaños de Antonia era su regalo, debía pasar por la agencia para decidir la fecha del vuelo y retirar los pasajes. Tan pronto como los días pasaron, llego el fin de año y con el las típicas fiesta y cenas navideñas, a lo cual yo no era fanática ya que mi madre solía invitar a sus amigos mas cercanos para celebrar esa gran fecha que marcaba un final y comienzo de año, y el tener que relacionarme con tantas personas a mi alrededor me estresaba.

Sentí como alguien intentaba tirar la puerta de mi habitación a golpes, me levante lentamente de la cama y camine hasta la puerta respirando profundo, no quería molestarme con la persona que estuviera detrás de la puerta.

-¿Que quieres? –No había terminado de abrir la puerta cuando ella entro- Se pide permiso antes de entrar para tu información ¿acaso sus padres no le enseñaron modales Señorita Khedira?

-Camila: Modales fue lo que no te ensañaron a ti, todos los invitados están abajo y tu aquí encerrada en tu cuarto –su tono era de molestia-

-No entiendo cual es tu drama, sabes perfectamente que no me gustan estas cenas que organiza mi mama. –Volví a cerrar la puerta con seguro-

-Camila: lo se, pero abajo esta tu novia haciendo el papel de la idiota por estar sola mientras tu estas aquí arriba.

-Le dije muy bien que no pensaba salir de mi habitación esta noche.

-Camila: ¿y que esperabas? ¿Qué se quedara aquí contigo con tu comportamiento asocial? No digas estupideces. –su tono de voz era de molestia y bastante autoritario-

-Me jode que me hables así y lo sabes.

-Camila: Te jode por que soy la única que te trata de esta forma y te digo la verdad, así que me importa una mierda si no te gusta. Te espero abajo.

-Que te den por culo –Le grite mientras salía de mi habitación-

-Camila: Le hare saber tus deseos a Chris –luego de eso cerro la puerta y sentí como bajaba las escaleras-

Camila era la única que podía tratarme así aparte de mis padres, me cambie y baje como me había indicado Camila no quería que volviera a subir y me sacara a golpes. Mientras bajaba las escaleras casi todos se quedaron mirándome con cierta cara de asombro, ignore toda mirada y me pare justo al lado de Antonia, para todos ella era mi novia y debía hacer lo correcto en un relación, la tome de la cintura y bese delicadamente sus labios. Muchos esperaban un compromiso pronto entre las dos.

-lo siento, se que soy una idiota.

-Antonia: vale, si que lo eres.

-Estas hermosa como siempre Toni –me acerque y bese su mejilla- Sam moriría por estar en mi lugar justo ahora.

-Antonia: Gracias, tu igual –una pequeña sonrisa de complicidad se escapo de sus labios-

Mi madre se encargo de hacer la presentación formal de mi relación con Antonia <>y ofreció un brindis por la prosperidad. La noche paso muy lenta para mí, luego de la tradicional cena y la celebración por el nuevo año, los invitados se fueron uno a uno hasta quedar la casa vacía. Mis padres me agradecieron mi presencia y comportamiento en toda la noche y se fueron a dormir, Taylor se había ido con la hija de unos de los inversionistas de mi padre y Antonia estaba en la habitación desde que los invitados empezaron a irse. No quise subir de inmediato, así que preferí ir a la pequeña biblioteca que mi padre tenia en casa.

Necesitaba pensar con claridad, ya pronto Antonia cumpliría los veintiuno y eso significaba que dentro de poco nos visitaría el abogado encargado del testamento de sus abuelosy eso conllevaba a muchas cosas. Me senté en un pequeño sofá que estaba justo al frente de un estante repleto de libros, la mayoría era de poesía, a mi padre le encantaba y según él ese estante era su riqueza más grande e importante después de su familia.Sentí como alguien entraba ala habitación e intentaba no causar ningún ruido, pude reconocer el olor de su perfume, era el mismo desde su dieciséis y no pensaba cambiarlo por los momentos según me había dicho.

-Es el mejor recuerdo que tienes de tu abuela ¿cierto? –Dije sin quitar la mirada del estante, Antonia se sentó a mi lado-

-Antonia: Si, me lo regalo un mes antes del accidente. ­–sentí la tristeza en sus palabras- Evan, ¿Qué pasara ahora?

-Lo que tiene que pasar Toni, el abogado vendrá a verificar el cumplimiento de las clausulas y luego te concederá tu herencia. ­–la mire y note la preocupación en sus ojos-

-Antonia: siento que he vivido en una mentira toda mi vida, fingir ante mi familia y amigos no esta bien.

-Lo se, pero no pueden juzgarte por lo que has hecho. Nadie tiene que enterarse de la verdad.

-Antonia: ¿Vas a contarle a Victoria?

-No lo se, desde el día en que llegaste no la he visto.

-Antonia: Sam al principio se lo tomo realmente mal, pensó que yo la había engañado en todo. –El cansancio se notaba en su voz. Coloco su cabeza en mis piernas y estiro su cuerpo por completo en el sofá-

-Si bueno, que de repente se aparezca una chica diciendo que es tu novia cuando se suponía que ella lo era, no es para tomárselo tan bien.

Antonia no opino mas sobre el tema y yo mucho menos, no justificaba sus acciones pero tampoco la juzgaba y menos por el hecho de que yo también estaba involucrada. Luego de varios minutos sentí como se quedaba dormida en mis piernas, la tome en brazos y subí a la habitación. La acosté suavemente en la cama, no quería que se despertara, me limite a quitarle la ropa y dejarle solo su ropa interior. Luego de arroparla, me quite de igual manera mi ropa y decidí dormir. Los próximos días serian algo tormentoso y Antonia iba a necesitar mucho mi apoyo.

Al despertar sentí el peso del cuerpo inerte de Antonia pegado a mi espalda. Su respiración chocaba contra mi cuello, eso me recordó a las pocas veces que terminamos en la cama, aunque eso había acabado hace más de 6 meses. Sentí un pequeño cosquilleo por mis costillas.

-Ni se te ocurra Antonia Souers –Sus manos se habían posicionado en mis costados y ya sabia cuales eran sus intenciones-

-Antonia: Y si no ¿Qué?

-Sabes que a la final vas a suplicar que me detenga.

-Antonia: siempre me ha gustado tu seguridad. –Dijo de manera rápida y comenzó a hacerme cosquillas-

Mi cuerpo reacciono y de inmediato estalle en risas. En un momento de descuido por parte de Toni logre moverme y colocar todo mi peso sobre ella, ahora era yo quien aplicaba la tortura. Empezamos un pequeño forcejeo para ver quien le hacia cosquillas a quien, al ser yo mas alta y fuerte que ella, mi cuerpo termino sobre el suyo y mis manos sujetaban sus muñecas por sobre su cabeza.

-¿Qué harás ahora? –Mi respiración igual que la de ella, estaba agitada-

-Antonia: Nada amor, ¿y tu? –Su mirada era de malicia y un impulso me llevo a besarla. Al principio era lento pero luego el beso se torno algo mas apasionado, empezó a morder mi labio inferior y lo chupo un poco, su lengua me dio la bienvenida cuando introduje la mía en su boca y solo nos separábamos para tomar un poco de aire. Mi mano derecha dejo sus muñecas y se poso en su cintura, empecé a presionar mi cuerpo contra ella. Mi mano subió hasta unos de sus pechos y empecé a tocarlos por sobre su brasier, apenas me percataba que era de encaje y al mirar levemente a su entre pierna confirme mis sospechas, su panti hacia juego. En un hábil movimiento logre quitarle esa tela que no me permitía tocar sus pechos con toda libertad, mis besos fueron bajando por su cuello hasta llegar a unos de sus pezones, el cual me dedique a chupar y mordisquear de vez en cuando. Sus caderas se comenzaron a mover en un vaivén y empezaba a aplicar cierta presión en mi entre pierna, el roce de nuestros cuerpos era rítmico. Pequeños gemidos empezaron a salir de la boca de Antonia- Sam –pronuncio con voz entre cortada.

Ese simple nombre me hizo volver en si. Abrí de golpe mis ojos y me encontré con los de Antonia mirándome fijamente, su mirada era entre confusión y sorpresa. Me levante y salte fuera de la cama rápidamente, tome algo de ropa y salí de la habitación en un segundo. Al bajar por las escaleras todavía iba poniéndome el jean, tropecé con el último escalón y maldije mentalmente, al caer al suelo pude ver como Taylor entraba por la puerta principal. No le di importancia a mi caída y me levante.

-Dame tus llaves –no espere respuesta y se la quite de las manos. Las mías estaban en algún lugar de la habitación y no pensaba subir para buscarlas-

Salí impaciente y me subí al auto de mi hermano, lo puse en marchar y mientras me alejaba pude ver por el retrovisor como Antonia salía y gritaba algo que no logre escuchar por el rugido del motor. Últimamente las cosas no me estaban saliendo muy bien y al parecer no iban a mejorar muy pronto…

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