Agua y fuego
Un amor imposible en su totalidad (o eso creen muchos), la vida da cambios favorables o mejor dicho radicales, el mundo da muchas vueltas y esta historia que hoy les vengo a contar tiene partes totalmente reales y otras que simplemente escribí para hacer la historia un poco más interesante.
Antes de comenzar con mi relato les pido disculpas a muchas por mi tardanza, no he terminado una historia que comencé el mes pasado, pero les diré que esa historia aun no la puedo continuar, obviamente no le diré el porqué, puesto que se me hace más larga la cosa y ustedes en realidad solo quieren leer un relato y eso les he traído.
20/11/2011 Mérida-Venezuela. Las lluvias y el frio se hacían mucho más intensos, no se distinguía nada pues había amanecido nublado, los techos resonaban, las calles inundadas por el gran chaparrón, los truenos sonaban siempre en el mismo lugar, jamás se alejaban, la gente en sus hogares; Ella había llegado ese día de un viaje muy largo e intenso, la esperaba su abuelo en el aeropuerto, gracias a Dios la tormenta no alcanzo su vuelo y por lo menos estaban a salvo en aquel lugar de viajes, la bulla se hacía presente, el temor se reflejaba en los rostros de muchos.
Alexia Carolina Santiago Duran: Una joven de 20 años, sus ojos eran grises verdosos, su cuerpo era radiante y hermoso, sus rasgos eran finos, su cabellera era desordenada aunque le daba un porte totalmente diferente a aquella muchacha, Directora de orquestas y estaba en aquel lugar puesto que se presentaría con la orquesta de Mérida y el orfeón de la ULA, solo que le había tocado llegar una semana antes para poder hacer unos ensayos previos y arreglar los detalles que para ella fuesen importantes. Esta chica había crecido en un lugar de Venezuela donde los ríos y las sabanas son inmensos y esplendorosos, sus padres la habían dejado en aquel lugar junto a su hermana mayor quien falleció 5 años después; al regresar con sus padres la chica ya tenía 8 años y el mundo de la música lo conocía perfectamente, sus oídos se agudizaron y podía escuchar cuando algo o alguien estaba afinado o cuando ese ruido se hacía muy fuerte para sus oídos, su padre le regalo un Violín bellísimo el cual aprendió a tocar en menos de un mes, tuvo clases de canto, y veía clases particulares pues sus padres decían que no la soltarían a cualquier escuela, la chica tenia conocimientos de todo, los profesores le habían enseñado bien, y los maestros de música quedaban sorprendidos con todas las habilidades de esta chica, con tan solo 14 años ya dirigía orquestas, era inteligente en todos los sentidos, tanto en el mundo espiritual como en el científico, tenía capacidades geniales, y aun así con toda su culturización a ella le encantaban aquellos deportes extremos, que te hacen sudar adrenalina por todos lados.
Gema de los Ángeles Sulvaran Mora : una chica de 20 años, sus ojos eran marrón claro, su piel era suave y delicada morena obscura, su cabellera era total mente lisa, su porte era muy femenino, era muy refinada, inteligente, humanitaria y muy sencilla, la chica había estudiado en colegios públicos y se había graduado como la mejor de su clase, sabia tocar guitarra, cantaba hermoso y estaba en uno de los mejores coros de la región andina, ya con solo 20 años la chica se había graduado de ingeniería civil, y había podido ayudar a sus padres, aunque su trabajo fuese muy duro y tuviera que inspeccionar obras, ella no dejaba el canto, pues ella decía que su pasión era muy grande, siempre fue centrada en lo que quería, no les exigía mucho a sus padres, pues ella sabía que no tenían mucho recursos, pero siempre tubo becas para ayudarse y así ayudar también a sus padres, ganaba la beca por el coro y la otra por sus estudios, jamás descuido ninguno de los dos pues sabía que de eso dependía para poder comprar las cosas necesarias para sí misma y para ayudar a su hermanito menor que apenas se encaminaba al mundo de los estudios.
En el aeropuerto.
Alexia: Abuelo si hubiese sabio que el tiempo estaría así me vengo después, te aseguro que aunque me gusten mucho las lluvias, jamás me ha gustado ver a la gente tan asustada.
Abuelo (Juan Duran): Mi niña tranquila que estas lluvias van a parar, no te preocupes te lo puedo asegurar.
Alexia: abuelo me has dicho lo mismo desde que empezó a llover y eso ya fue hace más de 2 horas.
Juan: Lo sé, pero debo calmarte de alguna forma, además tu estas aquí por un compromiso no?
Alexia: si se abuelo, pero también estoy por ti pues ya había pasado mucho tiempo y no te había visto.
Juan: es que como te volviste famosa y directoras de las mejores orquestas, tanto aquí como en el extranjero, pues pensé que ya no me querías (con una cara muy tierna)
Alexia: Por dios abuelo no digas boberías, mira que yo te amo y la fama no se me sube a la cabeza, eso es para gente poco racional y tú sabes que yo me dejo llevar por la música.
Mientras ellos dos charlaban de muchas cosas, y se preguntaban que habían hecho, en Santa Juana:
Gema: Mama que haces?
Mama (Yenisbel): aquí intentando coser este edredón, pero creo que la aguja se rompió otra vez.
Gema: Ven mama yo te ayudo, y claro si está colocando la aguja que es para tela suave (Se hecho a reír la muchacha)
Yenisbel: Claro búrlate de tu madre (dándole una nalgada a su hija y riendo también) anda ve y pásame los lentes.
Gema: mamá no ve (riéndose mucho) toma aquí tienes viejecita.
Yenisbel: mira muchacha!, oye y tu hermano donde esta?
Gema: lo vi en su cuarto estudiando, pero estaba triste el pobre pues hoy parece que había quedado con sus amigos para salir al zoológico, me da cosita con él pues imagínate él se esfuerza mucho y cuando quiere salir a algún lugar siempre pasa algo.
Yenisbel: si igual que tu mi amor (su madre la miro a los ojos) amor y cuando será el día que te guste una persona y que quieras algo serio?
Gema: mama yo lo que quiero en estos momentos, es seguir trabajando labrar un buen futuro para mí y mi familia eso es lo único que me importa.
Yenisbel: te preocupas mucho por nosotros pero por este que está aquí no (su madre haciendo una negación con la cabeza y señalando el corazón de su hija)
Todo el día se estaba pasando muy rápido, las lluvias fueron cesando, la gente por fin veía de nuevo la luz, y así los que estaban en el aeropuerto pudieron trasladarse hasta sus respectivos destinos.
Juan: Ves cómo te dije que ya todo se calmaría (con una sonrisa de triunfador)
Alexia: Si abuelo, ven mira allí está la camioneta que nos llevara al lugar.
Juan: si vamos.
Se dirigieron a la camioneta que los llevaría al hotel donde se hospedaría la muchacha, se montaron en ella, saludaron al chofer, y su abuelo y ella conversaban de los asuntos que ella tenía que resolver ese mismo día; Mientras en santa Juana:
Gema: Madre voy a bañarme y a vestirme pues tengo ensayo a las 6, y creo que hoy conoceremos el director que va a dirigir la maravillosa obra que hemos montado (en su cara se reflejaba una total alegría)
Yenisbel: me alegra mucho saber que estas tan emocionada, lo único que te voy a pedir es que le des la cola a tu hermano para que él vaya a jugar donde Jorge un rato, y si puedes lo pasas buscando luego, es que no me gusta que pase todo el día encerrado en casa.
Gema: Tranquila madre, que si es por eso ya lo hable con él.
Gema dejo a su hermano en la casa del amigo, ella siguió hasta el centro de ensayos, y allí en ese mismo momento al entra su piel se erizo completamente, había visto esa figura antes, solo que en revistas y televisión, se quedó embobada pues aunque la había visto ya, nunca la vio tan hermosa como ese día.
Alexia ya había ido al hotel, y después de arreglar todo se dirigió hacia el lugar donde por fin conocería nada más a los chicos y chicas del coro que eran demasiados; Sintió esa mirada de parte de todos, pero su corazón se le había acelerado demasiado, ella no sabía por qué y al darse vuelta vio la silueta de una mujer muy hermosa, para ella fue la mujer más hermosa nunca antes vista, ambas miradas se cruzaron, sin roces ni nada sintieron como sus miradas se quemaba y al mismo tiempo apagaban el fuego (pero no un fuego de calentura, no al contrario era un fuego que reflejaba amor y atracción) ninguna de las dos lo sabía.