Agradecimientos Precuela Mis días de sexo (Sorry)

Agradecimientos de la precuela. Ayer la puse en Otros Textos y no sé si habrá llegado a todos los que han leído la precuela. Por si acaso, la vuelvo a publicar aquí. Os pido disculpas

Buenos días, queridos.

Ayer, torpe de mí, publiqué estos agradecimientos en "otros textos", y no caí en la cuenta que esa categoría tiene muchas menos lecturas. Como lo que quería era hacer llegar mi gratitud a todos los que habéis leído este nuevo relato, me he permitido volverlka a publicar aquí, en la categoría de "infidelidad". Os pido perdón, tanto por repetirme, como por no caer en la cuenta al subirlo a "otros textos".

Como siempre, agradeceros vuestra presencia y apoyo. Los comentarios y los mails que me habéis enviado desde que he vuelto a publicar aquí. Os he contestado a todos con una sonrisa y me habéis hecho emocionarme. Os aseguro que todos esos detalles me llegan mucho y procuro responder y comentar siempre que puedo y uno a uno. A veces fallo y se me olvida, pero es que el trabajo, últimamente me quita muchas horas. Bueno, y que hoy es el santo de mi novio al que adoro y se merece toda mi atención. En fin, que me tiene loquita, tesoros.

Salvando a algún idiota, como viene siendo habitual, aprovecha para soltarme alguna majadería y un improperio, pero, generalmente, se llevan un buen zasca y una carcajada por mi parte, me encanta que me escribáis y comentéis vuestro parecer y opiniones sobre lo que escribo. Es muy gratificante comprobar que las cosas que una hace, gustan en la mayoría de los casos. Miles de gracias por ello, queridos.

Elsa es un personaje muy extremo. Eso está muy claro. Cuando conocía a Silvia vía mail y me pidió consejo y ayuda, leí la obra. Al principio tuve un acceso de rechazo hacia el personaje por el desenfreno y las barbaridades que se iban sucediendo. Sin embargo, había algo que me hacía seguir leyendo e intentando encontrar un atisbo de moralidad o de lo que fuera, para no rechazarle de plano. El caso es que un día Silvia me dijo lo que había detrás del personaje de Elsa. la historia tiene cosas reales. Ella trabaja en el mundo del periodismo, pero tengo la sensación, que cercano (al menos, en algún momento) de la televisión o el cine. Me contó, siempre por mail, porque no nos conocemos físicamente, que existió una especie de Elsa. Alguien que se metió en un mundo de sexo y adicción por estúpida. Un "si no es tan importante" o "no pasa nada por hacer esto o lo otro", o "no soy la primera ni la última que es infiel y se mete algo por la noche para divertirse", le llevó a un sinfín de problemas. Esa Elsa real, tuvo muchos problemas y de todo tipo. No sé exactamente qué sucedió, pero no fue bien.

En esas estábamos, cuando entonces vislumbré lo que Silvia pretendía. O creo que pretende con esta saga. Y es presentar una moraleja bastante simple, pero encerrada en un celofán de excesos y desenfreno. Una fábula que nos dice, de forma brutal, como un tortazo en la cara, que la vida no es solo divertirse y pensar que no hay riesgos al adentrarse en esos mundos. El final de la saga, que pido no se desvele ningún detalle ni se hagan spoilers, encierra algunos detalles muy interesantes. El confinamiento, las terribles consecuencias de esas adicciones... En fin, que hay bastante miga a mi modo de ver las cosas.

Esta moraleja o enseñanza o como lo queramos llamar, es lo que a mí me movió a colaborar con ella. Al principio fue con un prólogo y algunas correcciones o sugerencias. y a medida que avanzaba en la saga, estas últimas se hicieron un poco más fluidas y numerosas. Por eso, cuando me confesó que uno de sus lectores le había dado la idea de escribir una precuela, animé a Silvia a hacerlo. Me la pasó y volví a hacerle algún comentario... De una cosas, surgió la otra. Y este es el resultado.

Lo he hecho con todo mi cariño, y debo confesar, con ciertas ganas de volver por aquí. Se os echa de menos, aunque a veces sea complicado entender la inquina o el poco valor que algunos nos dan a los que por aquí escribimos y solo intentamos distraer. Una se hace a todo, pero es injusto muchas veces. Sobre todo cuando tienes detectados a varios que solo tiran a dar... aunque fallen y queden a la luz los verdaderos motivos. Otros son más sibilinos. incluidos autores que no quieren que haya relatos que destaquen por encima de los suyos. Eso existe, corazones. Lo sé, lo tengo comprobado y lo aseguro. Es una pena que varios autores que escriben bien y son muy creativos hayan dejado la página por estos motivos, entre otros.

En mi nueva novela "Futuro imperfecto" hay un guiño a uno de ellos que ya no se pasa por aquí. Él me explicó la razón y, por supuesto, tiene todo mi apoyo y comprensión. En su momento me envió una escena de algo que estaba escribiendo... y, de pronto, se me encendió una lucecita. Lo hablé con él y hoy es una de las escenas de esa nueva novela que ya está publicada. Es una forma de, en cierta medida, homenajear a esa gente que se va de forma silenciosa y que ya no vuelve. NO lo digo por mí, pero se debe cuidar a esa gente que de forma altruista genera relatos. Criticad, opinad y participad, pero de forma educada y cortés. Os lo ruego. Y si algo no os gusta, se puede decir de forma tranquila y simple, sin faltar al respeto, sin provocar y con serenidad. Es una cuestión de principios, ¡no os parece? Sois muchísimos más los que os comportaís adecuadamente, os guste o no lo que leéis. La gran mayotía sois respetuosos y hac´sis con vuestra participación más grandes los relatos. pero, por desgracia, unos pocos, hacen mucho ruido. Y lo saben. Es una pena.

Nada más, queridos. Que os adoro, que sois importantes para mí y que, si nada se tuerce, lo más probable es que algún día, volváis a leerme por aquí.

Un beso y muchas, muchas, muchas, gracias.

¡Muak!

De nuevo, os pido disculpas.