Agradeciendo la ayuda mecánica

Esto que es, una manera de querer corresponderme a la ayuda mecánica dada a tu coche, pues si esto es, te voy a tener que cobrar la ayuda mecánica cobrada en su día, baratita para nada fue, pero no te preocupes que a ti te lo voy a cobrar en carne.

Agradeciendo la ayuda mecánica

Hoy me he decidido a cambiar una pieza del coche por mi cuenta, tras dejar a los cri@s a las 7 y 45 de la mañana en el colegio, miro el reloj y veo lo temprano que es, decidiéndome por ir a desayunar en algún de los bares cercanos. Tras el desayuno, vuelvo a mirar mi reloj y decidiendo finalmente ir a buscar un lugar donde pueda ponerme, pues debe de ser un lugar amplio donde pueda estacionar el coche sin que moleste, pudiendo desmotar la parte del motor y arreglarlo.

Pues eso, me dispuse a buscar un lugar donde ponerme manos a la obra, desechando lugares como la explanada de la feria, quizás por la dificultad de poder acceder. Pero tras deambular de aquí para ya, no viendo lugar más por estar tranquilo, decidiéndome finalmente por ir al aparcamiento frente a la torre de Triana, aparcamiento llamado ‘Bancada Expo’… lugar amplio donde puedo ponerme mano a la obra.

Pues dada la hora fue fácil llegar, accediendo de la Av. Carlos III (Ctra. Cádiz-Huelva) hasta una rotonda la cual accedes a estos, tomando esa carretera de servicio hasta introducirme a dicha zona. Nada más acceder, me fije que al fondo había dos hombres canosos sentados sobre unas peanas de hormigos, hombres cuyos vehículos tenían al lado. Yo continúe en dirección a la ‘Vía Verde de Itálica’, dirección que detuve el coche mucho antes, dejándolo en paralelo al rio.

Abrí el capo y el maletero, cogiendo del interior de este último algunas herramientas que me ayudaran a desmontar la pieza, comenzando a ponerme mano a la obra. Levantaba la cabeza de vez en cuando, cuando por el rabillo del ojo veía gente de aquí para allá, bueno es algo normal más aun al ser ese lugar un aparcamiento. Pues eso, encorvado me puse y nuevamente me puse derecho, quizás más al notar nuevamente la presencia de alguien, pero no había nadie. Pues solamente eran los mismos, haya a lo lejos estaban esos dos hombres mayores canosos y poco más, pues había el otro lado, había algún que otro transeúnte que pasaba de haber dejado el coche o venía a recogerlo. Como aquel que me llamo la atención, no por algo especial sino por su forma de vestir, pues este a pesar de ser una persona mayor, mayor me refiero a que le podría echar entre los cincuenta y cinco y los sesenta años. Hombre que iba de vaqueros azules, camisa lisa blanca de mangas largas pero que las llevaba remangadas y que por cierto la llevaba por fuera del pantalón, y mocasines. Hombre que a pesar de su edad parecía que quería aparentar su jovial apariencia, pues eso fue lo que me llamo mi atención… J.

Bueno ver este desaparecer al fondo y volver yo a inclinarme, volviendo a intentar dar con esa pieza. Pues eso, estaba ahí inclinado con medio cuerpo dentro del capo, cuando escucho una voz proveniente de detrás de mí, decirme...

  • "¿Que, tienes problemas con el motor?".

Respondiendo sin sacar la cabeza y menos el cuerpo, diciendo...

  • "Pues sí, aquí estamos intentando dar con el dichoso fallo".

Noto como posan una mano en mi costado a modo de echarme hacia un lado, gesto al tiempo que me dice...

  • "A ver échate aún lado a ver si te puedo ayudar".

Giro mi rostro hacia mi derecha, viendo y descubriendo a esta persona que verdad era uno de esos transeúntes de antes, uno de esos que había dejado su coche. Este comenzó a mirar el motor, tocando de aquí y haya, volviendo a colocarse derecho, para volver a colocar su mano en mi cadera y echarme hacia el otro lado. Extrañado estaba, pero más por su forma descarada de cogerme por el costado y echarme de un lado hacia el otro, no le dije nada más porque lo vi como una forma de ayudarme más que con otro motivo. Acabando por decirme…

  • “Espera ahora vengo, voy a mi coche por una linterna”.

Viendo cómo iba caminando en dirección hacia una hilera de coches, desapareciendo entre estos y a los pocos minutos volviéndolo regresar, venía con una linterna en una de sus manos. Cogió y ya al lado mía, alumbro hacia el interior, diciéndome…

  • “Mira hay tienes el fallo”.

Al no ver a que se refería, acabe por responderle…

  • “¿Dónde?”.

Cogiendo este y posando su mano derecha en mi espalda, me hizo inclinarme un poco más hasta poder ver el manguito roto, manguito que aproveche para quitarlo. Fue en ese momento en que note como su mano descendía desde mi espalda hasta mis nalgas, acción que me quede callado y le deje hacer, no solo porque me gustara sino como una compensación al haber dado con el problema. Este quizás al verme callado ante su acción, tomo mi silencio como un gesto de aprobación y consentimiento, ¡pues se envalentono ya que sentí como comenzaba a magrear mis nalgas… uuummm!!.

Dejando de magrear mis nalgas al tiempo que se puso derecho, cogió y se colocó detrás de mí, posando una mano en mi cadera al tiempo que con la otra seguía alumbrándome con la linterna. Notando como dejaba caer su cuerpo sobre el mío, sintiendo no solo su mano deslizarse por mi cadera sino como el bulto de su entrepierna presionaba mi culo… uuummm!!. Justificándose al momento…

  • “Puedes ver ahora mejor, creo que desde esta forma te puedo alumbrar mejor”.

Notando como presionaba su entrepierna, continuando su acción ante mi silencio, no llegando ni acortarse cuando paso un transeúnte por la parte junto al rio, transeúnte masculino maduro, persona que vi como sonreía al pasar. Vi como este ni se apartó a pesar de verme quitar el manguito estropeado y que el mismo me dio el nuevo, cuando cogió y engancho la linterna en el mismo capo, colocando ahora ambas manos en mi cadera. Soltándome…

  • “Uuuffff!!, qué bueno que estás cabrón”.

Apartando una de sus manos de mi cadera, colocándola ahora sobre mi glúteo, magreándomelo primero para continuar por deslizar su mano por mi cadera y muslo. Volviendo a soltarme…

  • “Uuummm!!, menudo culito que tienes, sabía que esto debía de gustarte… uuuffff!!”.

Manteniéndome callado y dejándome hacer mientras continuaba con mi reparación, dejando este de acariciar mi cadera y muslo, ascendiendo su mano para introducirla por dentro de mi suéter hacia mi pecho… uuummm!!. Volviéndome a soltar al tiempo que suspiraba…

  • “Joder tío… que bueno que estas, menudo polvo te voy a echar si me dejas”.

Claro está no hace movimiento de querer besar ni nada parecido, cosa difícil con la mascarilla puesta, pero sí que su mano acaricia mi pecho y pellizca mi pezón con fuerza, arrancándome un pequeño quejido y un suspiro. Soltándome…

  • “Hombre gracias a Dios… hablas, tu eres de esos que no suelen decir nada y se dejan hacer… verdad”.

Calla y sin dejarme responderle, dice…

  • “O caso esto es como una manera de querer corresponderme a la ayuda mecánica a tu coche, pues si es esto último pues como ayuda mecánica, te voy a cobrar como cobran estos… mucho, y como veras, me lo voy a cobrar en carne”.

Apartando su mano de mi pezón, desciende su mano hasta conducirla hacia mi entrepierna, magreando primero unos minutos y apretar fuertemente después… uuummm!!. Soltando…

  • “Te has empalmado cabrón, pero creo que yo la tengo más grande y gorda que tu… nenaza”.

Echo mi cuerpo hacia atrás al tiempo que intento salir del interior del capo, movimiento que este ve y se aparta, cogiendo y miro primero hacia nuestro alrededor. Observando como los dos maduros canosos del fondo… ya no están tan lejanos, descubriendo como hay otro hombre a unos diez metros al menos o quizás más. Mire a este que me miraba sonriente con cara de vicio, mientras se magreaba su visible erección, hombre que me mira y me suelta…

  • “Bueno entonces que… me vas a devolver la ayuda o no”.

Respondiéndole…

  • “Claro que sí, intentare devolverle la ayuda que me ha dado”.

Coge este y rodeándome con su brazo por la cintura, me suelta…

  • “Bueno, antes vamos a ver como se escucha ese motor, vale… ve y arranca el coche”.

Cosa que fui a hacer, caminando hacia la puerta del conductor, puerta que mira hacia el rio. Puse el coche en marcha, pero no abriendo la puerta y sentándome, sino que lo hice introduciendo mi cuerpo a través de la ventanilla del conductor, estirándome hasta que mi mano con facilidad llego a la llave y arranque. Notando en ese momento unas manos en mis nalgas, magreando a placer y escuchando a este suspirar, sintiendo como suelta el cinturón, desabotona el botón y baja la cremallera. Tirando acto seguido de mi pantalón hacia abajo y descubriendo que yo en vez de llevar bóxer o cualquier tipo de calzoncillos, llevo un tanga de hilo puesto... prenda que me encanta llevar e incluso más que un suspensorio… uuummm!!. Diciéndome…

  • “Coño como vienes, menuda puta que eres, vienes preparado… joder”.

Noto sus manos magreando mis nalgas, ¡magrea mis glúteos y separa estos… ooohhh!!, deslizando varios de sus dedos entre estos… uuummm!!, escucho como escupe y siento sus dedos húmedos en mi piel… ooohhh!!. ¡Siento con algo de dolor… uuuhhh!!, notando como que intenta introducir dos de sus dedos… aaahhh!!, saca sus dedos al tiempo que le ofrezco un bote de vaselina. Este sonríe, dice…

  • “Veo que vienes preparada… eeehhh!!”.

Pregunta después…

  • “Y que más traes maricona”.

Enseñándole preservativos y Popper, diciéndome hacia el primero y comentando hacia lo segundo…

  • “Pues no se follarte con un condón o no, pues tienes un culito como para metértela a pelo”.

Y sigue…

  • “El Popper lo usas tu ahora, creo que te va a hacer falta”.

Sintiendo como unta mi orificio de vaselina… uuummm!!, introduciendo uno y dos dedos en mi interior… ooohhh!!, poniéndome más burro al comenzar a masturbarme con su otra mano… uuummm!!. Mientras yo diviso por el retrovisor del pasajero como hasta dos desconocidos aparecen, desconocidos que puedo descubrir que son esos dos canoso de la lejanía, desconocidos que se masturban… uuuffff!!. Yo pensaba…

  • “Joder como se están poniendo esos… uuuffff!!, y como me está poniendo este cabrón… ooohhh!!”.

Y acto seguido tras escuchar como algo se rasga, siento en minutos como su grueso glande se desliza por entre mis glúteos… ooohhh!!, como me golpea por varias veces este mis nalgas… uuummm!!, acabando por presionar mi orificio e intentar poco a poco metérmela… aaahhh!!, sintiendo como me entra poco a poco… uuuffff!!. Colocando ambas manos en mis caderas… una a cada lado, ¡este comienza a embestirme con fuerza… aaahhh!!, haciéndome sentir su glande golpear mi próstata… uuuhhh!!, comenzando a acelerar mientras gime, suspira e insulta…

  • “Joder cabrona… uuuffff!!, menudo culito tragón que tienes… aaahhh!!”.

  • “Qué zorra que eres… ooohhh!!, Dios como me gustaría preñarte… uuuffff!!, bueno como que para la próxima vez… eeehhh!!”.

Viendo por el retrovisor a esos dos tíos acercarse por detrás a este, cojo y yo mismo abro la puerta, tirando del tirador, viendo el que me está embistiendo como esta tira hacia atrás… uuuffff!!, disfrutamos de esa profunda embestida… ooohhh!!. Momento en que estos dos, cogen y colocan sus pollas delante de mi rostro, pollas que no voy a rechazar, pues deseaba tener una en mi boca… uuummm!!.

La escena es de morbo total, siendo cualquier día en esos momentos aquello hubiera estado hasta la bola, pero con esta pandemia del coronavirus hay mucho menos gente por la calle, pues como sabemos hay mucho miedo que nos hace estar en casita, suerte la mía ese día ya que disfrute de esos tres tíos y no habiendo más mirones… uuummm!!.

Tras venirse entre tremendas embestidas el empotrador, mientras salía de mí y se quitaba el preservativo, dejo su lugar a uno de esos canosos al tiempo que el aprovecho para que yo se la limpiara… uuummm!!. Limpieza que di con placer, saboreando el sabor de su leche aun cálida y algo agria, chupé y lamí al tiempo que le masajeaba sus grandes testículos, quejándose el otro canoso del trato de favor a este. Acabando pronto el canoso que me estaba penetrando entre sonoros quejidos, ¡sacándola con violencia para acabar por correrse sobre mis nalgas y espalda… uuuffff!!, aprovechando el segundo canoso por meterla, pues vio que no conseguiría mamada por mi parte… ooohhh!!.

Bueno tras acabar el segundo canoso y dejándome tan perdido como su antecesor, estos se marcharon mientras que el primero me ayudo a salir de la ventanilla, ayudándome también a limpiar los restos de estos dos canosos. No sabiendo los nombres de estos últimos, ya que ninguno se presentó, no en cambio el primero, quien yo haberme sentado en el asiento del conductor, se me presento como Carlos e intercambiamos números de móvil y correos, deseando un segundo encuentro. Pero mientras estábamos en esto, alargué mi mano hasta su entrepierna y comencé a masajeársela, viendo él lo puta que puedo llegar a ser, viendo como su polla volvía a reaccionar ante tales masajes. Masaje que cogió y tras sacársela nuevamente del interior de su pantalón, cogió y rodeando mi nuca con su mano, tiro de mi hacia su glande, soltándome…

  • “No me puedes dejar así cabrona, vas a tener que chupármela hasta que se me baje, menuda puta debes de ser tú en la cama, tienes sitio por casualidad”.

Decía mientras recorría su glande con mi lengua, este suspiraba y jadeaba no dejándome de insultar y humillar verbalmente, chupe su glande y recorrí su tronco hasta sus genitales… uuuffff!!, introduciéndome esos velludos huevos… aaahhh!!. Este no dejaba de gemir y de decirme…

  • “Por Dios no se te ocurra parar… aaahhh!!”.

Cosa que no hice y tras introducirme su polla en la boca, primero hasta la mitad y en la tercera atraganta hasta los mismos genitales, atraganta que hasta se me soltaron dos lagrimones, sintiendo arcadas y hasta nauseas, pero que este no me permitiría sacármela, fueron minutos en los que sin llegar a avisar, acabo por descargar y no quedándome otra que tragarme toda su corrida en toda su totalidad… uuummm!!. Luego nos marchamos cada uno por donde habíamos venido, eso sí, debo de decir que finalmente se me acercaron algunos que deseaban participar, e incluso chaperos que me insultaban y me decían…

  • “Maricona vete a buscar otro sitio, no vez que esta es nuestra zona”.

Bueno lo dejo aquí, espero que os haya gustado tanto como a mí recordarla, espero vuestros comentarios. Claro está, mi email es: jhosua 1974 @ gmail . com (obviamente… todo junto).