Agente sexual (3)

Andanzas de un agente secreto de lo más follador. He auto-censurado algunas partes. Tienen 46 capítulos, donde elegir. Relato en 72 trozos.

AGENTE SEXUAL

(3-72)

ESCRITA POR: SALVADOR MORALES

© Todos los derechos reservados

Seguidamente, suspiró de gozo toda ella, mientras el viejo me metía la lengua en mi culo, para luego encularme de nuevo. Así los tres follando y siendo follados, disfrutamos durante un rato eterno. La leche desparramada en los agujeros, fue grande.

Luego hice que el abuelo me la sacara y se sentara en el sofá junto a su mujer, entonces yo aún con la polla dentro de la abuela, la cogió por las posaderas, la levanté y la senté encima de la polla de su marido, clavándoselo en su ojete anal.

Cuando la vieja recibió las pollas por sus dos agujeros, creyó morir de dolor al principio, para después disfrutar de los dos sementales.

Los viejos habían follado y sido enculados más veces en un día, que en los últimos 25 años. No se esperaban este nuevo renacer del disfrute sexual.

Así estuvimos toda la tarde y buena parte de la noche. Finalmente nos retiramos a dormir los tres juntos en la misma cama, la cual era de las grandes.

Durante la noche siguieron los juegos amatorios por parte de los tres. Cuando quedamos exhaustos, fuimos quedándonos dormidos, amaneciendo totalmente desnudos al amanecer.

El viejo fue el primero en despertar. Se enganchó inmediatamente de la polla de un servidor, despertándome con un gustito inenarrable. A mi vez me puse entre las piernas de la abuela y le comí el chumino. Al final, quedamos todos despiertos y la mar de contentos. La fiesta se trasladó al baño donde continuamos hasta que decidimos parar un rato para reponer fuerzas.

Una vez desayunamos, los reuní en la salita para hablarles.

. - quisiera saber si deseáis aumentar las personas con las que poder relacionarnos, follar y ser follados, sin límites, solo con los límites que mande cada uno. Estas personas son conocidas nuestras y de toda confianza. El secreto sería total.

La abuela Lola se removió en su asiento, así como el abuelo Jorge, éste dijo:

. - creo que no estamos preparados para dar un paso tan grande, antes quisiéramos saber más detalles de quienes son.

. - mientras no me confirméis que estáis de acuerdo no puedo revelaros ese dato, puesto que entonces serían ellos los que no estarían de acuerdo que lo divulgue si finalmente no aceptáis.

La abuela dijo:

. - si tú nos prometes que serían personas honestas y de fiar, no tendría inconveniente de participar. A esta altura de la vida, que me queda ya poca, quisiera disfrutarla. Pero solo si son de confianza, no quiera ser el hazmerreír del pueblo.

. - yo os juro por lo que más queráis que son buenas gente. De hecho, los conocéis muy bien. Hasta ahora no os he perjudicado en nada, solo os he hecho disfrutar de una manera más satisfactoria que el estar todo el día viendo televisión. Pero no es obligatorio para nadie, solo lo decidiréis vosotros de mutuo acuerdo. En cuando al dinero, seguirá estando en el mismo sitio, es vuestro para lo que queráis, sin ningún compromiso por vuestra parte. Una cosa que quiero deciros, solemos añadir extras a nuestras relaciones, algún juguete, experimentamos con diversas cosas, como orines y con mierda y con lo que se nos ocurra, siempre poco a poco hasta acostumbrarnos a su gusto.

. - qué cojones –dice el viejo-, por mí, de acuerdo.

. - bueno si tú estás de acuerdo, querido, pues… yo también. Anda dinos quienes son, que aceptamos tu propuesta.

. - pues ahí va. Es vuestra hija y sus hijos, incluido yo.

. - ¿qué me dices? -dice la abuela- ¿qué nuestra hijita ha aceptado follarse a sus hijos y ser follada por ellos?

. - así es, llevamos ya algunos días y estamos muy agradecidos de la comprensión de todos. De hecho, ahora la casa está más armoniosa que antes, los chicos son modelos de hijos. Ayudan y estudian al Máximo, y eso, dicho por su madre.

El abuelo, con un brillo en sus ojos, dijo:

. - ¿eso quiere decir que me podré tirar a mi hija y a mis nietos sin problema ninguno, aun delante de los demás?

. - así es, con la única condición, vuestra nieta. No se le puede encular todavía, y tampoco se le puede eyacular dentro, aunque tome anticonceptivos.

. - veo que lo tienes todo pensado. ¿Cuándo nos vamos, cariño? –dijo la abuela-.

En un tiempo récord había conquistado y convencido a los abuelos para participar en el entramado amoroso de la familia.

No quise llamar a casa para así darles una sorpresa cuando llegara junto con los abuelos.

Al día siguiente montamos en el auto y nos dirigimos a casa de mamá.

Fin capítulo 3

Capítulo 4

De vuelta a casa con los abuelos

Cuando llegamos, el abuelo tocó el timbre de la casa, mientras yo descargaba el equipaje. Le abrió Luisita, que al verlos se alegró muchísimo y se enganchó al cuello de su abuelo besándolo. Luego hizo lo mismo con la abuela.

. - vaya, qué recibimiento más agradable –dijo la abuela Lola-.

La niña, al verme, se despegó de la abuela y se fue corriendo a abrazarme, casi no me suelto de ella. Al final pude separarme.

. - chiquilla, si solo he estado un par de días fuera.

Al final todos entramos en la casa. Mamá estaba en la cocina y Pedro veía la televisión. Los dos se acercaron rápidamente a besar a las visitas. Pasamos a la salita. La abuela fue la primera en hablar.

. - bueno hija, hemos venido a hacerte una visita y pasar unos días con los nietos.

. - me alegra mamá que hayas podido venir a vernos. Yo desde lo de Sebastián no he salido apenas.

Después hubo un silencio mutuo, solo cortado con alguna mosca que sobrevolaba a los presentes, al final, mamá me interrogó:

. - ¿le comentaste lo nuestro a los abuelos?

. - sí, lo saben todo.

. - es maravilloso que hayan respondido afirmativamente a nuestro llamamiento. Quisiera darles, a los dos, la bienvenida a nuestra casa, ofreciéndome para que disfruten de mí y de mis niños.

Ni corta ni perezosa, se sacó un pecho y se lo dio de mamar a su padre, que, sin pensárselo, se lo atrapó con la boca y comienzo a chupar.

. - gracias hija, siempre he querido lamerte por todo tu bonito cuerpo y si encima tienes unas tetas lecheras, mucho mejor, así me beberé tu lechita todos los días. Tú también te puedes servir de mí cuando quieras.

. - ¿puedo abuela? –le dijo Pedrito- señalándole las tetas-.

. - claro que si Pedrito.

El chico le sacó, como pudo, una teta por entre su escote generoso y se la chupó con deleite. La abuela cerró los ojos por un momento disfrutando que su nietito le chupara con tanto cariño.

Luisita no queriéndose quedar atrás, se metió entre las piernas de la abuela, le bajó las enaguas y hundió su cabecita en la misma vagina, chupándole todo. La abuela empezó a soltar líquidos, que la nieta succionaba con deleite.

La abuela, mientras le chupaban sus pequeños nietos, sacó el otro pecho de su hija y decidió que también quería su ración de leche merengada.

Al chuparle sus padres las tetas, a mamá le corrían fluidos por las piernas. Al darme cuenta, me acerqué a ella y no desperdicié ni una gota de sus fluidos. Continué con la lengua dándole placer, mientras ella enloquecía.

En un momento dado, su padre se sacó su polla, bien empalmada a estas alturas y se sentó en el sofá, luego sentó de espaldas a su hija encima de su polla, ensartándola analmente. Quise aprovechar el movimiento del abuelo y me saqué mi rabo. Se lo clavé a mamá en toda su vagina. Joder, como disfrutaba mi vieja.

Pedrito, viendo que podía aumentar si cabe el disfrute de su madre, se sacó su polla y se la metió en la boca. Ya no había más agujeros que tapar. Mamá se corrió multitud de veces, los orgasmos venían uno detrás de otro, enloqueciéndola de placer. La nieta también quiso meter baza, se salió de la abuela y se fue hacia mamá, con su lengua recogía los fluidos que escapaban de la vagina de su madre cuando era empitonada por mí y su abuelo.

Después de correrse todo el mundo, incluida la abuela Lola, descansamos uno al lado del otro, cogiendo resuello por el esfuerzo realizado.

. - hijos -dijo la abuela- creo que lo pasaremos bien con nuestros juegos-.

La armonía en la familia era absoluta. Pasaron los días y cada día era una orgía para el disfrute de todos.

Unas veces el abuelo se follaba a Pedrito en la cocina mientras su madre hacía la comida, otras la abuela le metía la lengua a Luisita hasta que se corría de gusto, para después chuparle todos sus fluidos.

Cierta vez, comiendo la abuela un helado de vainilla, me corrí dentro de él y ella se lo tomó sin problemas, disfrutando de la corrida de su nieto.

Otra vez el abuelo le metió su polla aun lánguida a su hija en su boca, que comenzó a chuparla con deleite, para en ese mismo momento orinarse en su boca, su hija le dio la sorpresa de tragarse todo su líquido elemento.

Cierta ocasión, a un bocadillo de salchichón y vegetales que se iba a tomar la abuela se le añadió una capa de mierda muy fina. La abuela lo probó y acabó comiéndoselo todo. No sé si por agradarnos o porque le gustaba, realmente.

Se pusieron unas normas de convivencia o aquello sería un caos. Tenía que haber tiempo para todo, sobre todo para los estudios de los chicos.

Un día decidimos hacer un dulce con leche materna. Mamá fue ordeñada al máximo por el abuelo, quedando, colgando sus ubres, secas de leche.

La abuela también se intentó ordeñar, pero no se consiguió nada. Los chicos también pusimos nuestra lechita a disposición del rico manjar. Por último, se recogió los fluidos de las hembras y se añadió al dulce. Al final salió un dulce con diferentes sabores. Fue engullido totalmente. El sabor no disgustó a nadie. Se hicieron bastantes dulces de esta manera, salía más barato…

Fin capítulo 4

Capítulo 5

Visitando a mi hermana en Londres

Anuncié que me iba a Liverpool a ver a mi hermana Samanta por unos días. Todos me desearon buen viaje. Partí un lunes por la mañana y llegando por la noche, puesto que se retrasó el vuelo previsto.

Llegué a Liverpool en un día lluvioso y frío. Toqué al timbre y apareció una chica de unos 21 años, muy guapa, estaba seria y parecía preocupada por algo.

. - buenos días, ¿qué desea? -respondió la chica en perfecto inglés londinense-.

. - hola, ¿vive aquí la señora Samanta, una señora española casada con un señor inglés de Manchester?

. - así es. Soy su hija.

. - bien, parece que no me he equivocado de dirección. Soy su hermano, tu tío Julio, de España.

. - encantado de conocerle, tío Julio, pase usted, mamá está en su dormitorio.

. - gracias –entré a la casa detrás de mi sobrina, que tenía un bonito culo y una no menos bonita delantera-.

. - espere aquí un momento, por favor, que la aviso.

No hizo falta ir a llamarla, pues en ese momento salía ella, para ver quién era el que tocaba en su puerta. Al verme salió corriendo a abrazarme y besarme, entre lágrimas en los ojos.

Le respondí también muy efusivamente, besando ambas mejillas con cariño. Se notaba que había desmejorado notablemente desde la última vez que la vi, cuando partió para el Reino Unido. Desde entonces no la había vuelto a ver.

. - ¿qué haces por estos lares, hermanito?

. - ya ves, a visitar a mi hermanita, ya que ella no es capaz de visitar a su madre y hermanos.

. - perdona, pero no tengo suficientes recursos económicos para desplazarme hacia la casa materna. Por cierto, mamá me llamó cuando lo de papá. Tenía que pasar algún día, no paraba de beber el muy estúpido.

La chica estaba expectante. Su madre se dio cuenta de ello y nos presentó.

. - perdona, no te he presentado, ésta es mi hija Mary.

Me acerqué a la chica.

. - ¿no le das un beso al tío Julio? –dije-.

. - claro que sí, tío.

Nos abrazamos y besamos, sentí unos turgentes senos puntiagudos que se me clavaron en el pecho. Me gustó su contacto.

Me dí cuenta que mi hermana estaba embarazada de unos 7 u 8 meses por lo menos, tenía una barrigona preciosa.

. - ¿y dónde está el hombre de la casa?

Samanta se echó en el sofá y se puso a llorar, también Mary. Entre sollozos, mi hermana mí informó:

. - nos ha abandonado, se ha ido lejos. No quiere saber nada de nosotros, encontró a una más joven que yo. Ni siquiera nos manda dinero. Vivimos de lo poco que gano yo cosiendo y de la caridad. Encima tenemos otra desgracia, esta vez no achacable a mi marido y es que Mary tiene un hermano gemelo que está en el hospital. Por suerte mi marido tenía un buen seguro médico y lo atienden lo mejor posible.

. - ¡hijo de puta!, mira que hacerle esto a mi hermana y encima con dos hijos que alimentar y cuidar, más otro en camino. Dame las señas de ese cabrón ahora mismo, que le voy a hacer una visita.

. - no vas a conseguir nada, ya le mandamos un abogado con el poco dinero que nos quedaba, pero no consiguió nada. Tiene todo puesto a nombre de otras personas.

. - no importa, tú dame sus señas, ya me encargo yo de ponerle en cintura, por lo menos que te pague la manutención de los chicos. Por cierto, ¿qué enfermedad tiene tu hijo?, y, ¿por qué no nos dijiste que tenías descendencia al resto de la familia?

. - mi querido hijo tiene leucemia, una llamada linfocítica aguda o también llamada linfoblástica. Lo malo es que nosotros no somos compatibles, ni siquiera la familia de mi marido. Están buscando donantes en los bancos de médula, pero no encuentran a nadie compatible con la que tiene él. Encima la quimio no le funciona. Ahora mismo tiene muy pocas posibilidades de salir adelante, se está apagando poco a poco.

Samanta continúo hablando:

. - no les dije nada para no preocuparlos con mis problemas. Quería llevar nuestra cruz nosotros solos. Ahora sé que no podemos hacerlo. Es demasiada carga.

Samanta se acercó a la pequeña oficina donde tenía los papeles del abogado y me los entregó. Les eché un vistazo y comprobé que ponía la dirección del susodicho cabrón.

. - si no te importa, voy a dejar aquí mis cosas, solo me llevaré lo imprescindible. De todas maneras, necesito que me des todas las facturas que tengas pendientes de pago, las abonaré de inmediato, también os daré un poco de dinero para que podáis vivir con desahogo durante un tiempo.

Las chicas se alegraron de mi llegada a su casa, besándome ambas en las mejillas muchas veces, cosa que agradecí, devolviéndoles algunos besos a las dos, alguno en sus labios. Ellas no protestaron.

. - gracias tío, te agradecemos mucho lo que haces por nosotros, ya no sabíamos qué hacer. Mamá está al borde de una depresión y yo también un poco, he bajado bastante en los estudios por todo esto. Estoy muy contenta de que estés aquí, espero que te quedes un tiempo con nosotros. ¿Verdad mamá?

. - claro que sí, se puede quedar todo el tiempo que quiera, que nosotros cuidaremos de él en todo lo que necesite, sea lo que sea.

. - os agradezco este recibimiento, procuraré solucionar en la medida de mis posibilidades los problemas que tengáis.

Samanta buscó las facturas y me las entregó. Pedí que me acompañara Mary, ya que así encontraría antes las direcciones de las tiendas a las que se le debía dinero.

Mary y su madre estuvieron de acuerdo.

Cogida del brazo de su tío, Mary y yo salimos a la calle a hacer los pagos. Mi sobrina iba muy contenta. Se dijo que por fin los problemas empezaban a solucionarse, encima tenía un tío guapísimo, que si no fuera de su familia lo besaría hasta quedarse sin respiración.

Mary estaba orgullosa de ir por la calle con su tío del brazo. Las mujeres que se cruzaban con ellos nos miraban con envidia.

Durante 2 largas horas estuvimos visitando establecimientos, cancelando las deudas de mi hermana. En una de las tiendas cercanas de lencería que vislumbré en nuestro camino, entré en ella.

. - tío Julio, aquí no debemos nada, ¿por qué entras en ella?

. - quiero haceros un regalo a ti y a tu madre.

La chica se puso más contenta si cabe.

. - elige lo que más te guste y después elegiremos algo para tu madre.

La chica no sabía qué elegir, había tantas cosas..., al final se decidió por un combinado que había visto en una revista, le pedí que se lo probara para mí.

Mary, muy risueña, fue inmediatamente al probador, saliendo poco después con un precioso conjunto que resaltaba su cuerpo. Estaba guapísima. Cosa que le dije a mi sobrina. Ella agradeciéndome el cumplido y que le comprara el vestido, me estampó un sonoro beso en todos los morros, cosa que le agradecí algo ruborizado, pues había gente delante.

. - ahora elegiremos el de tu madre. Pero por favor, no te quites el tuyo, quiero ir hacia casa de la mano de la chica más guapa del barrio.

Mary volvió a agradecérmelo con otro beso y empezamos a buscar algo para su madre.

Pidieron ayuda a la empleada, informándole que la señora estaba embarazada de 7 u 8 meses y que tenía una barrigona acorde.

La dependienta nos llevó a la sección de pre-mamás. Allí elegimos un bonito vestido que gusto por igual a Mary y a mí. Pagué los vestidos y regresamos a casa cogidos de la mano. La chica, muy orgullosa ella, no paraba de presumir de mí y de su vestido.

Al llegar a casa, Samanta nos estaba esperando y a al ver a su hija como iba vestida, quedó asombrada y muy contenta.

. - qué guapa estás querida.

. - gracias madre, a ti también te hemos traído algo, mira qué bonito.

Su hija sacó el vestido y su madre se ruborizó, era precioso.

. - vamos hermanita, ponte el vestido que vamos a comer al restaurante que vimos en la calle Enrique VIII. Después iremos al hospital a ver a mi sobrino.

Ella, toda coqueta, cogió el traje y se iba hacia su habitación a ponérselo, cuando su hija la detuvo.

. - mamá, no seas maleducada con tío Julio, estamos en familia. Puedes cambiarte delante de él sin problemas, después de todo no te vas a quitar las bragas.

Ella titubeó un momento.

. - bueno si a ti no te importa hermanito, por mí vale.

. - adelante hermanita, acuérdate que cuando era chico, eras tú quien me bañabas.

Samanta sonrió y empezó a desvestirse delante de ellos, intentó sacarse el traje por arriba pero no podía.

. - hermanito, ayúdame a quitarme el traje, que estoy muy gorda y yo sola no puedo.

Me acerqué a ella y con cuidado, le saqué el vestido. No llevaba sostén alguno, pero si unas bragas decoradas con bebés que resultaban graciosos.

Ella, ruborizada, se tapó los pechos con un brazo. Su hija se lo separó.

. - mamá, no seas tonta, puedes enseñarle a tío Julio tus grandes y bonitos pechos.

. - pero es que los tengo tan feos y tan gordos…

. - no estoy de acuerdo –le comenté- tus pechos están preciosos y da gusto verlos, Si no fueras mi hermana, me acercaba ahora mismo y me daba un lote de teta, y te los chuparía sin descanso.

Ella se ruborizo más aún si cabe.

. - mamá, por favor, darle ese gusto al tío, anda no seas así, piensa que el tío ha sido muy bueno con nosotros y debemos corresponderle en lo que podamos.

. - bueno está bien, pero con una condición, que él y tú me enseñéis también algo vuestro que no se suele enseñar a todo el mundo.

. - por mí no hay inconveniente -ni corto ni perezoso, me bajé el pantalón. Quedé en calzoncillos, los cuales me bajé seguidamente, dejando pasmadas a las mujeres con la tranca que tenía entre las piernas-.

. - vaya, hermanito, que cosa más bonita que tenías guardada. Ahora me toca a mí cumplir mi parte del trato. Adelante, mama mis pechos a tu antojo.

Mary estaba más nerviosa por momentos, pues después le tocaría a ella. Su secreto sería desvelado y no sabía cómo lo iba a tomar el tío Julio, el cual cada vez le gustaba más por momentos.

Hice que mi hermana se sentara en el sofá, con los pechos al aire todavía. Acerqué una mano y acaricié la aureola de Samanta, ésta sintió un aire embriagador. Acerqué mi boca y chupé con delicadeza su pezón, dándome cuenta que manaba leche materna cuando chupé. Eso me hizo apretar más su pezón para chupar toda la que podía tragar.

Samanta disfrutaba como una niña. Sus partes bajas se estaban lubricando por momentos.

. - hermanito, creo que me estoy calentando en mis bajos, ¿podrías acercar tu boquita y limpiarme los fluidos que me salen del chichi?

. - claro que sí, hermanita.

Me puse a ello. Me metí entre sus piernas y apartándole las bragas, le pasé mi lengua por toda su vagina. Limpié todo recoveco que encontré. Ella, mientras tanto, disfrutaba con la mamada de su hermano, sufriendo varios espasmos orgásmicos de satisfacción. Se corrió varias veces. Ya no se acordaba cuándo había sido la última vez.

Decidí que por el momento ya estaba bien con mi hermana, ahora quería probar a mi sobrinita.

Me levanté y le coloqué las bragas de mi hermana, luego le ayudé a ponerse el traje nuevo.

. - hija, ahora te toca a ti cumplir con el pacto.

. - mamá no se… tengo miedo de que tío Julio me repudie como lo hizo papá.

. - esperemos que no sea así querida. Creo que el tío es diferente a papá y sabrá comprender que hay cosas que no depende de nosotros, sino de la naturaleza que es quien nos la da y nos la quita.

. - hermanita, ¿de qué estáis hablando?, ¿tan grabe es lo que tiene Mary que no se lo puede enseñar a su tío?

. - tío, es que me da mucha vergüenza.

Después de un rato de silencio, se decidió.

. - bueno, allá voy. Tío yo no soy igual que todas las chicas. Yo soy diferente, aunque yo me siento una mujer, tengo una particularidad.

. - vamos chica, me estás poniendo nervioso, sácame ya de ascuas y dime lo que quieres decir.

. - pues que soy hermafrodita. ¡Ya está!

Me quedé mudo un momento, pero reaccioné.

. - ¿eso quiere decir que tienes pene y vagina al mismo tiempo?

. - sí, así es. Los dos me funcionan perfectamente, puedo parir o hacer parir a otra mujer.

. - pues eso es maravilloso, nunca he tenido oportunidad de ver ningún hermafrodita. Quisiera ver cómo eres, ¿puedo?

. - gracias tío, creía que no lo querrías ver y me fueras a tratar como una apestada.

Mary se situó junto a su madre en el sillón y se desnudó primero de la parte superior, dejando ver unos granditos pechos, digno de su cuerpo curvilíneo. Preciosos, preciosos pechos se adivinaban bajo el sostén diminuto.

Luego se quitó la falda, dejando ver un principio de protuberancia que las bragas no acababan de esconder. Se quitó el sostén rosa que tenía dejándome ver las hermosas tetas que había adivinado.

Tenías las tetas deseadas por mí en mucho tiempo. Eran puntiagudas, pero hacían una curva hacia arriba. Ya tenía ganas de mamárselas, nada más verlas.

Finalmente se bajó despacio las braguitas hasta las rodillas. Quedé maravillado. Ante mí se veía un pene perfecto, bastante grande y totalmente empalmado por el momento y bajo él comenzaba a verse un principio de una vagina.

Me acerqué a ella y le cogí el pene de la muchacha y me lo metí en la boca sin más preámbulos. Se lo chupé con dulzura haciendo sentir extraños cosquilleos a la chica. Mientras la chupaba, le metía un par de dedos en su vagina. Ella empezó a soltar fluidos vaginales piernas abajo. Inmediatamente se los limpié con la lengua. Luego me dediqué de nuevo a la polla de la sobrina.

Al rato ella se corrió en un éxtasis nunca vivido hasta ahora por su virginal cuerpo. Toda la corrida fue a parar a mi boca que tragué sin miramientos. Sabía a pomelo algo verde.

. - gracias hermanito por el momento de placer que nos has dado a mi hija y a mí. Pero sobre todo gracias por ser comprensivo con el hermafroditismo de Mary.

. - no tienes que darme las gracias hermana, ha sido un sublime placer recibir de vosotras todo lo mejor que una mujer puede dar y si encima añadimos lo que puede dar un hombre, como lo de Mary, soy yo quien os da las gracias a vosotras.

. - querido tío, quisiera yo también darte las gracias haciendo que te corras en nuestras bocas. ¿Puedo?

Sin decir nada, sonreí y acerqué mi gorda polla a las bocas de las mujeres, que empezaron a mamar por turnos, mientras una se la metía en la boca, la otra me chupaba los huevos y así ambas disfrutaron de una súper polla para ellas solas.

Al rato les dije que me iba a correr, ellas prepararon la boca para recibir tan rico manjar. Cuando llegó la lechada, las bocas de ellas se llenaron de abundante leche merengada. Las chicas, haciendo como yo, se tragaron todo sin dejar rastro. Luego me limpiaron a lengüetazos la polla, dejándomela como los chorros del oro.

Después de coger resuello, las chicas se fueron al baño primero y luego al dormitorio a prepararse para ir al restaurante y luego ver a Johnny al hospital.

De camino al restaurante, mi hermana me comentó:

. - ha sido una suerte que vinieras hermanito, ahora vemos con más optimismo el futuro. Nos has alegrado internamente y externamente, ya me entiendes.

. - no te preocupes, era lo menos que podía hacer por mi hermana y por mi sobrina.

. - mamá, quisiera pedirte un favor.

. - lo que quieras hija, dime qué es y veré si puedo satisfacerte.

. - en lo que llegamos al restaurante, quiero sacarte un pecho y extraerte toda la leche que pueda para después bebérnosla en el restaurante, delante de toda la gente, eso me da morbo y me calienta.

. - adelante hija, sírvete.

Se sacó un pecho y la chica, que venía preparada con un pequeño bote, empezó a ordeñar a su madre dentro del auto.

Antes de llegar al punto de destino, decidí ayudar y me hice una paja. Mi leche fue a parar a la botella de leche de Mary. Ella me dio un besito en la polla y se tomó los restos de semen.

Al poco de llegar al restaurante, Mary ya tenía media botella llena. La tapó y se la guardó en el bolso. Yo le dí un largo beso al pezón de mi hermana y luego se lo guardé.

Cuando estábamos a medio almorzar, Mary, disimuladamente, sacó el bote de leche y echó en tres vasos la leche especial hasta vaciarlo, seguidamente se lo guardó en el bolso.

Los tres, con una sonrisa de oreja a oreja, nos bebimos la lechita de mamá y la corrida de un servidor.

Hacia las 16.00 horas, llegamos al hospital. Estaba en una habitación solo para él. Estaba decaído, demacrado. Cuando nos vio llegar se le iluminaron los ojos de alegría. Miró al hombre que venía con ellas, pero no lo reconoció, su madre se dio cuenta de ello.

. - hijo, este es tu tío Julio. Ha venido desde España a visitarnos.

. - tanto gusto, señor -dijo Johnny, con voz apagada.

. - hola sobrino, por mí no intentes hablar si no puedes, ¿cómo te encuentras?

. - fatal, me duele todo y no tengo fuerzas para nada.

Me acerqué a su madre y le susurró algo al oído. Ella se dirigió a su chico.

. - hijo, he dado permiso a tu tío para que te haga una cosita. Esperamos que te guste.

Lo primero que hice fue cerrar la puerta con llave. Luego me acerqué a la cama del chico, le levanté eléctricamente un poco la cabeza para que estuviera más cómodo.

Seguidamente le quité las sábanas al chico y le bajé los calzoncillos. Acerté, el chico también era hermafrodita como su hermana gemela, pero era al contrario que ella. Él era un chico con vagina de mujer.

El chico se removió y miró a su madre, que le dio confianza, apretándole una mano.

Me puse de rodillas entre las piernas de Johnny y le hice una mamada al chico. Este empezó a calentarse sobremanera. Cuando el chico estaba bien empitonado, le puse un condón, para luego avisar a su hermana, que de inmediato sustituyó a su tío y subiéndose a la cama, se clavó la polla de su hermano.

El chico no lo podía creer, sin embargo, disfrutó como nunca con pequeños gritos de satisfacción. Por fin se pudo correr, lo llevaba necesitando hacía mucho tiempo, y allí dentro, no podía, por vergüenza.

Su hermana también se corrió de gusto, no solo vaginalmente, sino por su pene, por lo que yo, que lo esperaba, ya tenía mi boca presta delante de su polla. Su leche fue a mi boca que no desperdicié nada. Luego le dí una mamada limpiadora a la polla de mi sobrina preferida.

Lo siguiente, fue que Mary le puso el coño a su hermano enfermo, que, mirando a su madre, ella asintió y el chico no volvió a preguntar nada más, le dio de lametones al coño de su hermana, hasta darse un atracón de sus fluidos vaginales, hasta dejarla bien limpia.

Una vez terminado, la chica se bajó y fue su madre quien le quitó el condón, le mamó la polla a su hijo encamado y después, volvió del revés el condón y se tomó todo el semen del chico.

Johnny quedó pasmado ante lo que había hecho su familia por él. Finalmente, yo volví a chuparle la polla, hasta dejársela hecha unos zorros. Después volvimos a subirle los calzoncillos y tapado con la sábana. Luego volví a abrir la puerta, por si aparecía una enfermera.

. - gracias, gracias, lo necesitaba. Estaba que me moría por una paja, pero aquí nunca estaba solo.

. - ¿para qué está la familia?, no hay nada que agradecernos -dijo su madre-.

. - gracias. También a ti Mary y a ti, tío Julio, os lo agradezco muchísimo. Ha sido un buen día después de todo.

. - bueno hijo, ahora nos vamos que la hora de visita ha acabado ya -le dijo su madre-.

Fuimos despidiéndonos cada uno con un largo beso en sus labios, cuando me tocó a mí, no fue menos y el chico me dio un beso en toda la boca, y, además, con lengua.

. - gracias tío. Espero verlo de nuevo por aquí. Si pudiera se lo agradecería como se merece por lo que ha hecho por mí.

. - no te apures, chico, que no me voy a ir en varios días. Aquí me tendrás a menudo a tu disposición en lo que pueda satisfacerte.

Nos dimos un segundo beso de agradecimiento que parecía eterno. Parecía que el chico no quería que se fuera su querido tío. La madre y Mary nos miraban con orgullo. Su hijo parecía que volvía a renacer de sus cenizas y ahora se le veía más entonado. Gracias Julio, se dijo para sí, su madre.

Cuando creían Mary y su madre que se marcharían a casa, les dí la sorpresa de que haría que comprobaran si mi médula era compatible con la del chico. Así lo hice, pero los resultados tardarían unos días, por lo que nos fuimos a casa.

Ya en casa, mi hermana me comentó:

. - hermano, con ese gesto que has hecho, aunque no seas compatible, has ganado mi corazón y espero que el de Mary. Tienes un corazón que no te cabe en el pecho de grande que es. Ven aquí.

Me agarró por los hombros y me estampó un largo beso. Dirigiéndose a su hija, le dijo:

. - hija, yo no sé tú, pero de ahora en adelante el hombre de la casa será el tío Julio. Me entregaré en cuerpo y alma a hacerle feliz, igual que él nos hace felices a nosotros. Aunque esté embarazada, quiero que me folle por el ano para así disfrutar y hacerle disfrutar a él también.

. - mamá, parece que me has leído mis pensamientos, yo también quiero compartir a tío Julio contigo y seguro que Johnny si estuviera aquí, estaría de acuerdo. Solo falta que tío Julio esté conforme y no quiera irse y alejarse de nosotros.

. - queridas, me habéis hecho el hombre más feliz del mundo con lo que habéis dicho. Por ahora me tendréis aquí para todo. Pero tened en cuenta que tengo un trabajo, ahora mismo estoy de vacaciones, pero me pueden llamar en cualquier momento. Tendría que irme inmediatamente, pero no os preocupéis, mi corazón y lo que tengo en la entrepierna, estarán a vuestra disposición siempre que queráis.

Los tres nos unimos en un largo abrazo con infinitos besos.

Durante el día siguiente disfrutamos los unos de los otros. Al tercer día les dije que me iba a acercar por donde vivía su maridito, para decirle un par de cosas, no obstante, que me avisaran si llegaban los resultados de los análisis de médula.

Salí hacia la dirección que me habían dado de Peter Mcnicols, el puto marido que las había abandonado. Observé la casa y me informé de las idas y venidas de los inquilinos.

Antes de actuar, me fui a un cibercafé y mediante mi clave de acceso universal que poseía por mi trabajo de agente del gobierno español, me informé de la vida financiera de Peter y sus familiares.

Después de imprimir la valiosa información, esperé la oportunidad de agarrar al capullo por las orejas. Lo estuve siguiendo un tiempo.

Al final decidí intervenir en una calle mal iluminada. Lo seguí y cuando estuve detrás suyo le dí un mamporro en toda la cabeza, dejándolo inconsciente. Lo introduje en mi auto alquilado y me fui con él a un alejado y solitario bosque para conversar con el cabrón degenerado que había abandonado a mi amada hermana y sus hijos.

Al despertar, Peter se vio desnudo y atado a dos árboles cercanos, de manera que ahora estaba de pie, pero luego tirando de un par de cuerdas podía quedar a cuatro patas, siguiendo estado atado.

Me senté delante de él en un tronco con una navaja y una manzana, la cual me estaba comiendo.

. - ¿qué me has hecho, hijo de puta?, ¿qué quieres de mí, cabrón? –fue lo primero que dijo cuándo me vio y se vio atado-.

. - ¿no me reconoces, Peter?

El tipo intentó recordar mi cara, pero no la recordaba en absoluto y es que 15 años son muchos años y mi cara cambió desde la última vez que nos vimos en la boda, yo tenía muchos menos, de los que tenía ahora.

. - no sé quién eres, desátame, ostias. Te denunciaré y se te va a caer el pelo.

. - cuida esa lengua, porque si no, la vas a perder.

. - ¿qué vas a hacerme, eh, cabronazo?

Sin previo aviso, me levanté y le dí un guantazo en toda la cara.

. - para que lo sepas capullo, soy Julio, hermano de tu mujer Samanta. Estoy aquí para que arregles el tema económico con ella. Te has largado de su lado y te estás follando a una cría, eso me importaría una mierda, si no fuera porque no les pasas ni un puto céntimo a tu mujer e hijos. Y luego está lo de Johnny, que sigue en el hospital esperando por una médula y tu aquí, tan tranquilo, sin preocuparte de ellos.

. - los abandoné ¿y qué?, no podía aguantar más en esa casa, no solo de Johnny y su enfermedad, sino encima me salieron raros. Así que me largué. Y en cuanto a la manutención, ya vino su abogado y no pudo hacer nada, ya que nada tengo. A joderse toca, joder.

. - ¿me estás diciendo que te desentiendes de tu familia?

. - sí, ¿qué pasa?

Acerqué el tronco donde estaba sentado un poco más hacia Peter, justo quedando mi boca al lado de la polla de Peter.

Me tragué de un golpe su rabo. Peter dio un respingo.

. - ¿qué haces, pervertido?, deja quieta mi polla.

Ni caso, seguí mamando tan rico manjar. La polla se puso tiesa, la cual era bastante larga, pero no muy gorda. Chupé y chupé hasta hacer que se corriera en mi boca.

Peter no pudo evitarlo y desparramó su lechita en mi garganta. Maldiciendo a grito pelado, no obtuvo respuesta por mi parte, al acabar, me lo quedé mirando.

. - ¿sigues sin soltar la pasta de Samanta? –pregunté-.

. - vete al cuerno –respondió-.

Tiré de un par de cuerdas y coloqué a Peter a cuatro patas, luego reforcé los nudos de las cuerdas para que no se pudiera mover ni un milímetro.

. - no serás capaz, cabronazo, de encularme. Si salgo de aquí, te mato, jodido degenerado.

Parsimoniosamente y delante del atado, me fui quitando los pantalones y los calzoncillos. Peter me la vio y le entró canguelo, pero aun así no quería soltar un céntimo a su esposa.

Saqué de una bolsa un bote con vaselina y la puse con el nombre bien a la vista de Peter sobre el tronco, pero no la usé, quería que sufriera. Peter, entre jadeos y maldiciones, quería evitar ser empitonado, pero no lo pudo evitar.

Me puse detrás de su culo y le metí la polla sin preaviso y hasta mis huevos. El dolor sentido al ser follado por su retaguardia fue enorme, tal que gritó como nunca lo había hecho, ni siquiera en el futbol, ya que era asiduo aficionado del equipo local, el Liverpool.

Sin hacerle caso alguno, me follaba el culo de mi aún cuñado. Yo sí que disfruté del enculado. Lo hacía con la máxima violencia posible, para hacerle el mayor daño que pudiera. Que sintiera el dolor como lo sentía Johnny con su enfermedad.

Después de correrme dentro del culo de mi cuñado Peter, lo volví a subir y dejarlo como al principio. Con su polla frente a mi boca estando sentado en el tronco. Peter tenía la cara en lagrimada por el fuerte dolor recibido en su ano. Tenía los dientes apretados por el dolor y el odio que me tenía, el cabrón.

. - ¿sabes a que me dedico, Peter?

. - ni lo sé, ni me importa.

. - soy agente del gobierno español. He hecho cosas que le pondría los pelos de punta al más pintado. Esto que te he hecho a ti, no es nada con lo que he llegado a hacer. Así que tú no eres más que una mierda que me está importunando y haciendo perder el tiempo. Me he informado, ya sabes que los agentes tenemos medios de sacar información de cualquier sitio que queramos. Así he averiguado que tienes muchas propiedades puestas a nombre de otras personas, aparte de dinero en efectivo en diferentes bancos. El abogado que mandó mi hermana no tenía mis medios, pero yo sí. Te doy tres minutos para que te decidas. Aquí dejo a tu vista los datos que he encontrado sobre tu patrimonio en solo una hora, para que veas que no te miento.

Peter ahora sí que estaba aterrado, veía en el papel la mayoría del patrimonio repartido en muchos sitios. Se dijo que este cabrón le tenía cogido por los cojones, tenía que capitular o el menda lo mataba.

. - de acuerdo, no me maltrates más, haré lo que me digas.

. - estas son las condiciones y no habrá cambios en absoluto, pues estaré atento a que lo cumplas a rajatabla y si piensas escaparte a otro país, como Brasil, olvídate, mi mano llega muy lejos.

Saqué una hoja de papel y empecé a leer las condiciones, Peter se ponía por momentos lívido, pues iba a hacer rica a Samanta con su dinero, pero, aun así, el dinero y patrimonio en su mayoría se lo quedaría él. Después de todo no saldría mal parado, porque si yo quiero le hubiese quitado la mitad de su fortuna.

Le limpié el culo con una servilleta y lo dejé presentable, luego lo desaté y le dí su ropa, una vez vestido, le dije:

. - te espero mañana en el juzgado para que arregles los papeles de los traspasos. No faltes o te iré a buscar.

Lo llevé a la ciudad y lo dejé cerca de su casa, luego me fui al apartamento que tenía alquilado.

Al día siguiente aparecí a las puertas del juzgado. Me estaba esperando. Tramitamos el papeleo. Los revisé y quedé conforme. Allí incluía el divorcio de Samanta. Así, cada uno por su lado y Dios con los dos.

. - por favor, ni una palabra de que me enculaste, no quiero ser el hazmerreír de todos. Dile a tu hermana y a mis hijos que me perdonen, pero que no deseo tener nada que ver con ellos de hoy en adelante, y que Dios me perdone. Ahora tengo una nueva familia.

. - esto solo son negocios. Por mi parte, no saldrá ni una palabra de mi boca.

Recogí todos los legajos oficiales y me dirigí a casa de mi hermana, la cual se llevaría una grata sorpresa.

Al llegar a la casa de Samanta, fui recibido con un gran revuelo.

. - tiito, tiito, tu médula es compatible -gritaba Mary-.

Se agarró a mi cintura sin quererla soltar, allí estaba Samanta que se me acercaba. Me abrazó toda llorosa y me confirmó lo dicho por Mary.

. - nos han llamado ahora mismo, has dado positivo, cuando quieras podemos ir.

. - querida hermanita, iremos ahora mismo, pero yo tengo también otra sorpresa para las dos.

De mi bolsa saqué el manojo de papeles del juzgado y se los entregué a mi hermana.

. - ésta es tu parte del patrimonio de Peter. Están firmados ante notario y listos para ponerte a manejarlos. También hay dinero en una cuenta. Todo legal. Firmado por tu ya ex marido y ante notario en un juzgado de Liverpool.

. - oh, Dios, no lo puedo creer, ¿cómo lo has conseguido?

. - hablando se entiende la gente -le dije con una sonrisa-.

Samanta no me creyó, pero puesto que estaban firmados ante notario tuvo que creérselo. No quiso saber cómo lo había conseguido su hermano.

Los tres nos volvimos a abrazar y besar largamente.

De inmediato nos dirigimos al hospital, allí me prepararon y me extrajeron médula, la cual fue introducida en mi sobrino Johnny. Hubo de pasar varios días, hasta que la intervención fuese o no un éxito.

Su madre no se separó nunca de su lado después de la intervención. Mary y yo veníamos de vez en cuando.

Una tarde, Johnny despertó y vio a su madre dormida a su lado.

. - mami, mami, despierta, mami.

Su madre se llevó una gran alegría, abrazó a su hijo. Seguidamente llamó a la enfermera.

Los médicos le hicieron una batería de pruebas y confirmaron que la cosa iba estupendamente. Tendría que seguir por un tiempo en el hospital, pero la cosa marchaba por buen camino. Inmediatamente su madre llamó a casa para decirnos la buena nueva.

A escondidas, llevé una pequeña tarta con una vela. La saqué delante del chico, prendí fuego a la vela y pedí al chico que la apagara después de pedir un deseo, y que no era otro que ponerse bien, definitivamente.

Así lo hizo. Pero debido a las medicinas que tomaba no pudo probarla, pero lo principal era celebrarlo entre los cuatro. El chico agradeció el detalle.

Mary no quiso ser menos, cerró la puerta y se acercó a su hermano por la cabecera. Mientras yo vigilaba, ella le tomó la mano y se la puso entre las piernas. El chico enseguida la llevó al pene de la chica, la masturbó un rato hasta que se iba a correr, entonces la chica le retiró la mano y le puso la polla en la boca, para luego correrse en ella. Él saboreó con deleite una nueva corrida de su hermana.

. - bueno ahora nos retiramos, ya vendremos mañana –dije-.

. - vete tú también, mamá, ya no es necesario que te quedes toda la noche, ya estoy un poco mejor.

. - ni hablar, yo me quedo el tiempo que estés en el hospital. Así te contaré las buenas noticias de estos días. Todo gracias a tu tío Julio.

. - hasta mañana hermanito, adiós mamá –dijo Mary-.

Ya en casa hicimos algo de comer. No teníamos mucho apetito. Solo nos apetecía leche, mucha leche. Mary me pidió que durmiera con ella en su cama. Acepté el ofrecimiento.

En el dormitorio, ella se desvistió totalmente y yo hice lo mismo después. Nos acostamos sin taparnos nada, directamente encima de las sábanas. Allí estábamos los dos, como nos trajeron al mundo, mirando cada uno el cuerpo del otro.

Fui el primero en romper el hielo.

. - querida sobrina, estoy deseando chuparte esa polla que tienes y romperte el culo con la mía.

. - pues no te prives querido tío, yo deseo tener esa gorda polla en mi culo y en mi coño también. También quisiera meterte en tu culo mi polla, quiero saber qué se siente. No te preocupes por correrte en mi conejo, estoy tomando pastillas.

Me incorporé y la besé largamente, luego fui bajando a base de lengüetazos y llegando a los pechos tipo embudo con ángulo curvo. Me tragué la mitad de la teta. Me supo a gloria. Estuve un buen rato chupándoselas.

A ella se le puso el pito bien duro. Me dí cuenta y me fui directo a él. Lo chupé con deleite, luego me puse de espaldas para que la chica me empitonara el culo.

Ella se incorporó y se me acercó por atrás, me lamió el ojo del culo. Se puso saliva en su polla y también en el agujero. Luego lo acercó y lo fue metiendo despacio primero, para luego apretar hasta el fondo. Dí un respingo, pero me gustó, puesto que mi culo ya estaba acostumbrado a recibir pollas más gordas que la de ella.

Mary me follaba sin descanso y a toda velocidad, sudando a chorros del gusto que le daba metérsela a alguien por su culo. Al rato la sacó y me la dio a mamar. En ese momento se corrió. Su leche fue a parar a mi garganta. Estaba muy rica.

Más tarde la puse de espaldas a la cama y le chupé su polla, ella sintió que se moría. Su tranca se quedó flácida y vacía de leche. Aun así, seguí chupándosela, viendo la satisfacción de ella. Seguidamente me dediqué a su vagina, que chupé y limpié en profundidad.

Después le dí a mamar mi propia polla para que me la pusiera bien dura. A ella no le cabía toda en su boca, por lo gorda que era. Luego le dí la vuelta a la chica y le comí el orto con mi lengua bífida.

Primero metí un dedo, luego dos hasta que la abertura era la adecuada. Después saqué un agranda-culos eléctrico que cogí de mi bolsa, lo embadurné de lubricante y se lo metí poco a poco.

Era de los de tipo embudo, especial para agrandar culos estrechos como el suyo. Una vez dentro de su culete, lo encendí y comenzó a hacer su trabajo, pues era a pilas y lo hacía todo él.

Ella sintió dolor, pero se aguantó. Al final le hice un buen agujero a Mary en su culo y lo dí por terminado para meter mi polla.

. - te voy a meter mi rabo en tu culo. Te va a doler un rato. Espero que aguantes, si no puedes, me avisa y paro.

Fui introduciendo mi polla poco a poco, primero la cabeza. Ella respingó. Continué un poco más. El dolor era intenso, pero no quiso defraudar a su tío, ni a su culo.

Cuando iba por la mitad, empujé hasta el fondo mi gorda polla. Ella dio un grito espeluznante. Paré para que Mary se adaptara a mi miembro.

. - Dios, no sabía que podía doler tanto.

. - por lo general duele bastante, pero es que mi polla es más gorda que la de la mayoría. De momento dejaré mi polla donde está hasta que me des el visto bueno y pueda continuar.

Pasaron unos segundos interminables, hasta que ella avisó de que continuara.

Empecé el mete y saca suavemente al principio, pero al ver que ella empezaba a disfrutar de mi herramienta, comencé a moverme más rápido.

. - más rápido tío, más rápido. Me gusta tu polla, me estás llevando al cielo…

No me hice de rogar y aceleré el enculado de mi sobrina. El éxtasis de ambos estaba próximo.

. - correte tío, ya no puedo más. Me corro, me corro.

Me corrí al mismo tiempo que ella. El disfrute mutuo fue bestial. Salimos sudando cantidad. Saqué la polla y se la dí a limpiar a la chica. Ella la recibió y mamó con deleite. Yo estaba en el paraíso de los folladores de chicas hermafroditas.

Después le limpié el semen que le salía por el culo a la chica. Decidimos darnos un baño rápido y luego nos metimos en la cama, no sin antes cambiar las sábanas.

Acostados uno al lado del otro decidimos hacer una cosa más. Hicimos un 69 para poner nuestras pollas tiesas y metérnoslas en el culo del otro. Así, acostados juntos con las pollas metidas, yo en su vagina y ella con su polla metida en mi culo, así en una postura algo complicada, nos dormimos hasta el día siguiente.

El tiempo de convalecencia en el hospital llegó a su fin y el chico regresó a casa.

Una vez descansado, lo primero que pidió fue un completo de follada con los miembros de la familia. El deseo iba a ser saciado de inmediato.

Estando en el sofá, su madre le presentó una teta para que cogiera fuerza para lo próximo. Mientras mamaba, su hermana le chupaba la polla, la cual engordaba por momentos.

Yo me pajeé mi polla, poniéndoseme bien dura, luego se la clavé a Mary en su vagina. Un rato después se la saqué del agujero. Ella dejó de chuparle la polla a su hermano y llevándola a su vagina, se la ensartó toda ella, disfrutando su hermano de su sabroso coño.

Yo me acerqué a mi hermana y le chupé el chumino, luego le agrandé el ojo del culo con un par de dedos. La preñada de mi hermana sabía que iba a recibir un muy buen regalo en su culito, así que puso su trasero a disposición mío.

No me entretuve en más preámbulos y se la clavé, despacio, pero se la clavé hasta mis huevos.

Ya disfrutábamos ambos de lo lindo cuando de repente la preñada dio un grito y rompe aguas.

Era lo que esperábamos, pero no para hoy, precisamente. Estaba previsto para dentro de 15 días, pero no quiso esperar tanto. El niño ya venía de camino.

Todo el mundo dejó de hacer lo que hacía. La preñada era quien tenía las cosas más claras, puesto que ya había sido madre antes.

Les había dicho a los chicos que esta vez tendría el hijo en casa y eso es lo que iba a hacer.

. - Julio, llévame a la bañera. Tu Mary, encárgate del agua caliente y coge toallas limpias y llévalas al baño. Tú, Johnny, busca las tijeras que compré en la farmacia, están esterilizadas, y acércamelas al baño.

Todos hicimos nuestra parte del trabajo. La embarazada fue metida en la bañera. Después le saqué toda la ropa, que lancé a una esquina del baño.

Se abrió el grifo del agua caliente y de la fría, mezclándolas. Cuando el agua estaba a la mitad de la bañera, cerré los grifos. Estaba a unos 37 grados centígrados, comprobados con el termómetro. Echaríamos agua caliente extra, según se fuera enfriando.

El baño era bastante grande, la bañera era de esas de aluminio de cuatro patas que se ponen en medio de la habitación. Era larga y brillante.

Allí estaba ella totalmente desnuda y espatarrada dentro de la bañera, las piernas las puse por fuera de la bañera, con el chumino bien a la vista y un par de almohadas en su espalda, preparada para cuando empezara los dolores del parto.

(Parte 3 de 72)

FIN