Agatha

Relato de ciencia ficción y erotismo... introducción y primera parte (son siete puertas. Tiene dominación, zoofilia, lesbianismo, orgías, de todo un poco

Es la creación del siglo. En el año 2020 salió a la venta el perfume para hombre llamado Succubus, con una botella en forma de gota, y una presentación de etiqueta negra de 30 mL cuyo costo rondaba los $500 y la de etiqueta dorada de un costo de $1000. Pero antes de contarles mi historia me voy a presentar mi nombre es Agattha, nací entre una familia de católicos siendo yo hija única, familia de bajos recursos, pero llena de buenas costumbres, nací dotada de una belleza envidiable, ojos color miel, cabello lacio castaño, piel suave y blanca como la nieve, labios rojos como la sangre y unos senos y nalgas firmes, pero lo que mas llamaba la atención, era mi rostro, era la viva imagen de una virgen y es por esta razón que siempre fui elegida en mi comunidad para representarla, además de que en realidad era virgen de cuerpo y mente.

Cuando tenia 20 años un grave accidente ocasionó la pérdida de mis padres, mi única familia, a excepción de un tío por parte de mi padre que nunca había visto, lo único que conocía era que su nombre, Vassard, por lo demás quede sola en el mundo. Mis padres nunca pudieron pagar la Universidad, así que solo pude terminar la secundaria, viví durante 1 año con el poco dinero que mis padres tenían ahorrado para una operación que mi madre necesitaba. Pero el dinero se agotó, y yo no encontraba trabajo por ningún lado, a excepción de ofertas indecorosas de las que siempre fui víctima, pero siempre me negué. Al borde de un colapso financiero llegó una luz en mi camino, andando por la ciudad, encontré un volante en el suelo que decía:

"Los productores del perfume Succubus estarán reclutando personal femenino mañana en Villas del Este, los requisitos son: Una fotografía de cuerpo completo, dictamen médico, y lo más importante una excelente presentación, no es necesario experiencia de ningún tipo", una sonrisa se dibujo en mi rostro, ¿sería esta la oportunidad que estaba buscando?, La empresa era mundialmente conocida, y muy exclusiva, y no piden experiencia alguna, guardé el volante en mi bolso mientras me dirigía a casa, mientras caminaba llegó a mi mente el porque esa fragancia era tan importante.

Hacía unos 5 años atrás salió a la venta y no paraba su asenso, es más, con forme pasaba el tiempo más costosa era, su efecto es lo que la hacia el invento del siglo, un hombre por más feo, viejo, o pobre, podría tener en sus brazos a la mujer que desease con solo rociar un poco de ese líquido en su cuerpo, dicha fémina caía a sus pies como embrujada y con deseo incontenible de hacerle el amor a dicho hombre, claro por lo que había escuchado el efecto duraba solo cuando fuera perfectible el aroma del perfume, 100% garantizado, nunca había fallado, pero el efecto dependía de la etiqueta, si era negra la chica estaría loca por el hombre pero después del sexo nada mas, pero si era de etiqueta dorada era simplemente increíble, no solo lo deseba sino que hacía cualquier cosa por él, podríamos decir que se enamoraba, esto ocasionó un desenfreno en nuestra sociedad, lo único que impedía que todos los hombres la posasen era su precio, por lo que la mayoría que lo gozaban eran los hombres ricos, por supuesto muchos de clase media y hasta baja se endeudaban hasta el cuello por uno de esos famosos "frasquitos de gota".

Escuché muchas historias de hombres que estaban casados con la mujer que querían solamente porque usaban a diario el famoso líquido. Yo cuide siempre de no tener mucho contacto con muchos hombres principalmente temiendo caer en garras de algún degenerado. Se preguntarán porque nadie lo impidió, simplemente porque los gobernantes eran esos hombres de "etiqueta dorada".

Llegué al día siguiente a la dirección que mostraba el volante, el edificio estaba lleno de mujeres de todas las edades, me dirigí a información, donde me dieron una boleta que de debía llenar y adjuntar los documentos solicitados, me senté en una banca y comencé a llenar dicho papel, todas eran las preguntas de rutina que te hacen en un trabajo, pero cuando llegue a la numero 69 me quede de una pieza esta citaba " Es usted virgen ", yo por lógica llené que si, pero la pregunta me pareció fuera de lugar. Entregué la boleta llena, y la dama que la tomó me dijo la típica frase " No nos llame, nosotros la llamaremos" vi tantas mujeres allí que mi ánimo quedó por el suelo.

Llegué a casa a descansar y dormí profundamente. A las 8 de la mañana del siguiente día sonó el teléfono: "Buenos días" dijo una voz femenina, "Buenos días respondí media dormida", "¿Es la señorita Agathha?, si respondí de inmediato incorporándome de un brinco "Le hablamos de Industrias Succubus a sido seleccionada para optar por uno de nuestros puestos, pero primero debe asistir a una entrevista" claro respondí "deberá estar hoy a la 1 en Villas del Este la esperamos". No podía creer la suerte que tenía, me alisté rápidamente, y llegué a tiempo. Una mujer, muy atractiva me hizo pasar a una oficina donde me explicó que el puesto seria en la fábrica, donde debería envasar los perfumes, el salario era exorbitante para lo que desempeñaría, pero el único sacrificio sería que debería vivir allí, en la fábrica por cuestiones de seguridad, el contrato duraría 1 año, podría volver cuando quisiera si no me gustaba, además de eso me preguntó por mi familia, cuado le comenté mi situación la mujer no pudo disimular una expresión de agrado que me pareció extremadamente grosera.

Lo único que falta, dijo esa mujer, es que realicemos un chequeo médico, él es el Dr. Hanz, te realizará las pruebas, somos muy estrictos en lo que se refiere a la salud. Seguí al doctor quien me examinó, luego realizó unas pruebas para "verificar mi virginidad". Cuando salí de allí el Doctor le entregó los resultados a la mujer, "bueno todo en orden, debes estar mañana aquí a la 9 para que tomes nuestro autobús, lleva solo lo necesario"

Salí de allí con una breve felicidad mezclada con duda, era demasiado bueno, pero en fin, estaba a punto de perder la casa, pero con ese salario podría salvarla. Puse en una maleta solo lo necesario. Esa noche dormí profundamente. Al día siguiente, llegué puntual, había muchas mujeres allí, calcule unas 50, pero el factor común era que todas eran hermosas, todas jóvenes como yo, de sonrisa alegre y cuerpo exuberante. Partimos en el bus, me extrañaba que la fábrica se encontrara dentro de una montaña, como ha 5 horas de la capital. Después de esa 5 horas (y calculo que unos 3 para entrar a esa maraña de árboles), llegamos a una inmensa muralla blanca con 2 puertas de hierro como de 10 metros de alto, puertas que no vería abrir durante mucho tiempo. Las traspasamos, lo primero que pude ver fue una estatua de una mujer bellísima con alas de murciélago y en la base un nombre: "Lilit". Detrás de esta estatua una edificación inmensa. Al entrar al edificio fuimos guiadas por un pasillo bien iluminado y al final se abrió ante nuestra vista un salón circular de inmenso tamaño el techo era de formas cóncava y de vidrio, lo que permitía que entrara la luz totalmente, es inmenso salón había muchas puertas negras, quizás unas 25, a excepción de una dorada, estas tenían dibujos pero no pude ver bien de que se trataban. En el centro del piso de aquella habitación había una puerta en el suelo con una mujer dibujada, la había visto en alguna parte pero no recordaba donde. De esa puerta salió una mujer, pálida, delgada de cabello y ojos negros y una mirada espeluznante, parecía un fantasma. "Buenas tardes señoritas, mi nombre es Bielka dueña y creadora de Succubus" ¡Claro! Me dije, esa mujer la había visto muchas veces por la TV, pero en persona era más terrible. "Es un placer tenerlas aquí" continuó, "pero debo informarles que han sido engañadas, y a partir de este momento son nuestras esclavas".

Mis ojos se abrieron de par en par, apenas esta mujer hubo pronunciado estas palabras salieron muchos hombres que sujetaron a cada chica allí presente, obligándonos a bajar por aquel lugar donde había salido esa horrible mujer, entre llantos, golpes, después de descender por unas gradas oscuras se abrió ante nosotros otro salón, lo único que se interponía entre nosotros era un gran verja de gruesos barrotes, aquel lugar era increíble, adornado como los harenes árabes, lleno de almohadas camas hermosas, comida abundante y una fuente en el centro con la misma figura que estaba pintada entra la puerta de esa habitación, allí recordé donde había visto esa figura, cuando estaba en secundaria hice un trabajo sobre ella, era Diana la cazadora de la mitología griega símbolo de la castidad, ella pidió a su padre Zeus no tener hombre y siempre fue virgen. No había ventanas en ese lugar ya que nos encontrábamos bajo tierra, estaba muy bien iluminada por grandes lámparas que colgaban silenciosamente del techo. "Señoritas, bienvenidas al salón de Diana, disfrútenlo mucho porque este será su hogar por algún tiempo, para unas más para otras menos"

Dicho esto miró a su alrededor y señalando con su mano pálida a una chica de mas o menos 18 años de cabello rubio y ojos celestes como el cielo dijo "tú", esta pobre salto del susto y soltó a llorar inmediatamente, uno de aquellos hombres que nos había llevado hasta allí la tomó del brazo y se la llevó a la única salida que había (o sea la misma puerta por la que entramos) varias quisieron impedirlo pero al instante fueron sujetadas. Sin esperar más Bielka se fue junto como la chica y los hombres, solo 2 quedaron montando guardia al otro lado de la verja. El espectáculo era horrible, unas lloraban otras oraban y 2 se desmayaron del puro susto, nadie tenia idea de que hacíamos allí, ni si íbamos a poder salir, me senté en una de las almohadas y analicé un poco la situación, además de que no quería entrar en pánico como las otras chicas, algo que había aprendido desde la muerte de mis padres es que llorar no soluciona las cosas. Observé fijamente el lugar, en realidad no hacia falta nada, parecía más bien un hotel 5 estrellas que una presión, noté además que todos los hombres que había visto desde que llegamos eran muy guapos, y ninguno era la excepción, solo que en sus ojos podía ver un poco de melancolía o tristeza. Así pasó el tiempo sin que viéramos a nadie más que aquellos hombres que montaban guardia las 24 horas alterándose con otros cada 12 horas. A una semana exactamente de llegar, vimos bajar nuevamente a Bielka, miró de nuevo fijamente alrededor hacia el salón a través de la verja y señalo a una pelirroja llamada Ester, de inmediato uno de los guardias la tomó del brazo y se la llevó, la chica se desmayó al instante que aquel hombre la tomó del brazo, lo que no impidió que se la llevaran. De nuevo, gritos, oraciones y blasfemias.

Me mantuve durante todo el tiempo alejada de las demás, no quería participar de aquella histeria colectiva, si iba a morir (que era lo peor que yo creí que podría pasar) procuraría estar con la mayor calma posible, pasaron varias semanas, cada 7 días exactos una era tomada del grupo y jamás volvía. Al final quedamos solo 5, aunque el lugar era cómodo el temor de ser la siguiente estaba en el corazón de todas, hasta que al fin sucedió, Bielka bajó como de costumbre, nos miró, pero esta vez sus ojos se posaron en mi, no fue necesaria palabra, yo caminé hacia ella sin esperar que el centinela tuviera que llevarme, esto la sorprendió en sobremanera, abrieron la verja y pasé con la dignidad que me quedaba; subimos las gradas, fuera de la habitación estaba la mujer que me había entrevistado, de inmediato me reconoció y embozó una sonrisa, la cual respondí con indiferencia, "Nos queda solo un mes, ve a traer más, esta vez búscalas en la ciudad de Kant" dijo Bielka, "como ordene" respondió la mujer como un fiel lazarillo, partiendo inmediatamente.

Me llevaron a una habitación, esta no pertenecía a las puertas negras, sino ubicada cercana al pacillo, era un baño grande, o la hacia falta nada, aparecieron varias mujeres, que intentaron desvestirme, cosa que yo rechacé, pero mi revuelta duro poco, Bielka me apuntó con un arma en la sien y expresó: "tu decides", dejé que me desvistieran, me bañaron y lavaron mi cabello, a pesar de que en el salón de Diana teníamos baños y ropa limpia todo el tiempo, parecía que era necesario que estas chicas me asearan, después quisieron rasurar mi cuerpo, cosa que hice por mi misma, tratando de cuidar mi integridad, así que depilé mis piernas, axilas , vello púbico. Después me ofrecieron una cajita con ropa interior blanca, y una túnica del mismo color, mientras ellas me ayudaban a vestirme, pude observar a una de ellas detenidamente, sus ojos celestes como el cielo eran imperdibles, era aquella chica que había sido seleccionada primero, pero ahora tenía un aspecto deplorable: moretes, extremadamente delgada y con la mirada perdida, creí inútil preguntarle lo que le había sucedido, yo lo sabría por cuenta propia.

Ya lista Bielka me guió hacia el salón circular, pasando cerca de la puerta del salón donde había estado tanto tiempo, deteniéndonos frente a la puerta de color dorado, algo que llamó siempre mi atención de Bielka además de su aspecto era su ropa, aunque moderna tenía un sentido gótico indudable, cualquiera diría que es la mujer de Drácula, sacó del bolsillo de su pantalón un collar de plata, del cual pendía una cruz de la vida con 7 huequitos, lo colocó alrededor de mi cuello y dijo: "Entre menos te resistas, menos doloroso será", dicho esto sacó una llave de su otro bolsillo, abrió la puerta, entré, cerró la puerta tras de mi y cerró con llave. Después solo escuche como se alejada de la entrada de esa habitación.

Puerta 1

Miré detenidamente la habitación, estaba decorada de manera exquisita, todo de color blanco y con una iluminación perfecta, tenía un cierta similitud con el salón de Diana solo que más pequeño. De pronto apareció un hombre vestido todo de blanco con pantalón y camisa de manta india. Lo miré fijamente, era simplemente perfecto, hermoso en todos los aspectos, piel blanca, ojos verdes como la hierba y una voz de trueno. Simétricamente perfecto, cualquier mujer sucumbiría ante sus encantos.

Pareció sorprenderse al ver mi collar, pero inmediatamente dijo: "Hola", saludo que no respondí, "entiendo que te encuentras muy asustada, además que te formularas muchas preguntas, mi nombre es Edriam ¿y el tuyo? Por segunda vez el silencio fue mi respuesta. "Ya veo, ven siéntate aquí". Me senté de manera cuidadosa en el sillón que el había señalado, tratando de estar lo más lejos de él; " Yo también soy un esclavo de este lugar, no puedo salir de esta habitación en ningún momento, salvo ocasiones muy especiales que me permiten hacerlo, prácticamente este es mi hogar y lugar donde trabajo tiempo completo" entonces le dije interrumpiéndolo no eres servidor de Bielka como los que están afuera, "De cierta manera lo soy, ya que trabajo aquí y no tengo otra opción", su rostro y voz dulce me inspiraron confianza, provocando que me olvidara por algunos momentos en donde y bajo que circunstancias me encontraba.

"Mira voy a mostrarte donde dormirás", decía mientras se levantaba y se dirigía a una habitación, "aquí" dijo mientras tocaba una cama de sabanas blancas, a poca distancia de ella había otra igual, ¿y esa? Pregunte "es la mía, pero no temas, no haré daño, soy un caballero" ¿cuál es tu trabajo aquí? le interrogué sus ojos cambiaron un poco, quizá previendo esa pregunta " no puedo hablar de eso, lo siento" fue su respuesta. " Es hora de cenar, preparare la comida, ¿se te apetece unos camarones?", Yo asentí con un leve movimiento de cabeza.

En cuestión de 1 hora la cena estuvo lista, comimos sin intercambiar palabra, al llegar la noche y sentada en mi cama me sentía inquieta, temía que él quisiese algo mas de mí, de pronto apareció en la habitación y puso en mis manos una pijama de seda "que duermas bien" me dijo con una sincera sonrisa, se fue a su cama se acostó y no se levanto mas. Por mi parte me puse rápidamente el pijama y me acosté, no dejaba de pensar que él en cualquier momento vendría hacia mí, cosa que al pasar las horas no sucedió, lo me tranquilizó un poco; además que otros pensamientos inundaron mi mente, que hacia yo en ese lugar, porque me tuvieron meses encerrada en una habitación y porque cada semana una chica desaparecía, y la que reconocí parecía estar muerta en vida, ¿qué le paso?,¿peligraba mi vida? En estas cavilaciones me concentré hasta que el sueño domino mi cuerpo. Un olor a Waffle me alejó de los brazos de Morfeo y también despertó mi apetito, me levanté de un brinco siguiendo al aroma, en el comedor de la habitación se encontraba Edriam, se percato inmediatamente de mi presencia y dijo " buenos días, espero que hayas dormido bien, ya te he preparado el desayuno ojala te guste", me senté a la mesa. Y desayuné, mientras hacia esto no paraba de mirarlo. Pasamos el resto del día hablando cosas diversas, llegando rápidamente la noche lo que nos obligo a ir a dormir. Al tercer día, como esperé, el ya había preparado el desayuno, después de comer nos duchamos, ya listos nos quedamos en una pequeña sala. "Sabes, he pensado mucho en ti últimamente " le dije mirándolo a los ojos, en mis adentros no podía disimular el cosquilleo que me provocaba en mi estómago cada vez que lo veía y lo tenia cerca; "Yo también, solo que no sabia como decírtelo". Nos miramos fijamente, él acercó su boca a la mía, yo con un poco de miedo respondí haciendo lo mismo, rozo sus labios con los míos, su lengua se fue introduciendo en mi boca buscando la mía, cuando se encontraron jugaron delicadamente, su saliva entraba en mi boca, la que yo saboreaba sin cesar, mis mejillas enrojecieron, era mi primer beso, un calor recorrió mi cuerpo, colocó sus manos en mi cintura y me sujetó contra su cuerpo, sus manos recorrieron mi espalda, beso mis parpados, cuello mi frente, sus manos bajaron delicadamente a mis piernas recorriéndolas enteras, quitando luego la túnica que me cubría, dejándome en ropa interior, pude observar como su miembro crecía bajo el pantalón, sentí el calor de su cuerpo y su respiración agitada. "Te amo" dijo con la voz más hermosa del mundo, yo respondí de la misma forma. De manera casi mágica mis manos se apoderaron de su cuerpo, le quité la camisa y el pantalón, un hermoso pene salió a la luz, grande, grueso y muy caliente, podía ver las venas que se esforzaban por mantenrlo en pie. Yo quedé como hipnotizada hasta que sentí como él me quitaba mi sostén, para dejar al descubierto mis senos, firmes y grandes, con un pezón vulgarmente duro, los tomo entre sus manos, los besaba, y daba pequeños mordiscos para mamarlos como un niño, bajó a mi ombligo, siguió a mi monte de Venus que olió con placer sobre mis bragas, siguiendo a mis pies.

Seguimos besándonos apasionadamente, mientras sentía como mi sexo se calentaba cada vez mas provocando que me sintiera mojada, el cómo leyendo mi mente, metió uno de sus dedos y cogió un poco de ese liquido y lo chupó, esto lo enloqueció, porque inmediatamente me tomó y me llevó a la cama tumbándome en ella, quitando de inmediato el último vestigio de ropa que me cubría, ahora totalmente desnuda en la cama, y quizá por instinto abrí mis piernas, para mostrarle mi tesoro caliente y húmedo. ¿ Estas segura que deseas dármelo? Dijo, " Te amo y quiero que seas tu quien se lleve mi virginidad", el se posó sobre mí, jugueteando con su falo en la entrada de mi vagina, tenia mucho miedo estaba a punto de perder mi virginidad, mi corazón latía rápidamente "¿estas lista?" Si amor respondí; lentamente sentí como su pene se habría pasó entre mis labios, con cada centímetro que él metía en mi cuerpo aumentaba el dolor, de pronto un dolor intenso recorrió mi cuerpo haaaaaaaaa exclame " ya estoy totalmente dentro de ti" me dijo, poquito a poco inicio el mete y saca, adentro, afuera, podía escuchar el sonido de sus testículos cuando chocaban contra mi cuerpo, soporte el dolor lo mas que pude quizás el ver el rostro de placer de Edriam me ayudo mucho, conforme paso el tiempo el dolor se convirtió en placer, gotas de sudor caían por todas partes, las embestidas cada vez eran mas fuertes mi pulso se aceleró y como una corriente eléctrica llegó eso a lo que llaman orgasmo, un grito de satisfacción fue mi señal, al escuchar esto embistió mas fuerte, como un toro, y cuando estuvo a punto de eyacular saco su miembro y se dirigió hacia un frasco de vidrio donde eyaculo el liquido caliente y blanquecino, no me podía explicar su comportamiento, no debería ocurrir eso.

Se acostó junto a mí, me miro y dijo "no preguntes nada", quede tan cansada que al poco tiempo me dormí. Los siguientes días tuvimos sexo a diario, pero el resultado era el mismo, cuanto estaba a punto de terminar depositaba todo en el frasco, yo estaba perdidamente enamorada de él. Al séptimo día nos dimos una cogida matutina, cuando terminamos tomó el collar que Bielka me había dado, y colocó en uno de los orificios de la cruz un diamante blanco que encajaba a la perfección, colocándolo luego en mi cuello. "Fue un placer conocerte" no había terminado de pronunciar estas palabras cuando 2 guardias entraron y me arrastraron a la salida, mis ojos desorbitados buscaron el rostro de mi amado y le pregunte que sucedía, "mira chica ingenua, nunca te he amado y nunca lo haré, ahora te diré cual es mi trabajo aquí, debía enamorarte para que me dieras tu virginidad voluntariamente y después cogerte lo más posible eso es todo", mis ojos se inundaron de lagrimas y mi corazón calló hecho pedazos, no podía creer lo que escuchaba, ya estando fuera, vi a Bielka que me esperaba, miró a los guardas y sin mirarme les ordenó llevarme a la siguiente puerta, de inmediato fui llevada a una de las puertas negras, apenas estuvo abierta me tiraron dentro y cerraron con llave.

Puerta 2

Me levanté del piso totalmente desmoralizada, no sabia que pensar, el corazón me dolía tanto que no, me percate donde estaba. Al cabo de unos segundos puse atención a mi alrededor estaba en una habitación como la anterior solo que un poco mas pequeña, era tanta mi ausencia que no habia percibido al hombre se encontraba en medio de esta, mirandome con ojos que despedian fuego, cuando me percaté de su presencia noté de inmediato que era un buen mozo como todos los hombres que habia visto hasta ahora en ese lugar, pero a diferencia de Edriam este despedia por la mirada un bajo instinto.

Se acercó a mi sin prisa, me tomó del brazo y susurro a mi oído "por lo visto te acaban de coger, que delicia" , con ambas manos me tiró violentamente contra una pared y me acorraló con ella, empecé a dar patadas como loca, no queria que me tocara, no hubo manera era demasiado fuerte para mi, después de luchar por unos minutos mi cuerpo no pudo poner mas resistencia, sus manos se apoderaron de mis muslos, los recorria sin piedad alguna, podia escuchar su respiración entrecortada como la de un animal cuando esta en celo, su cuerpo despedia un calor que me sofocaba " vas hacer mía, aunque no quieras puta", palabras que taladraban mis oídos, sus besos eran horribles mordía mis labios succionaba mi lengua, por mas que quice esquivarlo no pude, estrujó mis senos con ral fuerza que casi lloro, "si te gusta, " decía jadeante, "por favor no me haga daño" le supliqué " eso es exactamente lo que quiero" me replicó. Haló la túnica que me cubría y la ropa interior, dejándome completamente desnuda. Besó primero mis pezones, mamaba fuertemente, la saliva que salía de su boca era descomunal, succionaba, succionaba como un crío con hambre, yo estaba paralizada, tenia demasiado miedo, " tenga piedad, ya no me toque", el paro de chupar y miro fijamente a mis ojos, de pronto una palma golpeo mi rostro.

"Cállate, estúpida, ahora por ser tan necia te voy a destrozar", quise llorar pero comprendí que lo mejor era colaborar, por lo que había vivido estos tipos eran capaces de cualquier cosa. Agotado de mis tetas, paso sus dedos en mi entrepierna, traté de cerrarla pero desistí de inmediato, no quería otro golpe; ágilmente encontró mi clítoris, le dió unos masajes que provocaron que mi cuerpo se mojara poco a poco " no muñeca, mojadita no, quiero que sufras", dijo esto y me tiró al piso y de un golpe abrió mis piernas, se quitó el pantalón, un pene gruesísimo, con un capullo descomunal, con un color rojizo que parecía que iba a estallar, con un ágil movimiento de caderas increíble y una excelente puntería lleno mi hoyito con su carne, lo hizo tan fuerte que grite desgarradoramente, " suélteme maldito, ya no me toque mas, me duele" el pareció no escuchar, paralizo mis manos para tener mas control sobre mi, me la metía cada vez mas duro, sus caderas empujaban ese pedazo de carne lo mas profundo que podían, sus nalgas se endurecían cada vez que me penetraban.

"Estas tan caliente, mmmm, rica, mas duro mami, se que te gusta que te la meta toda en este huequito", no pude mas, solté a llorar como una niña, estaba siendo violada y nadie podía ayudarme, cada vez que me la metían sentía que me llegaba hasta el cuello, "me riego, me riego" sacó rápidamente su herramienta llena de mis fluidos, se dirigió a una de las esquinas de la habitación, después de 2 jaladas, salió su liquido en forma explosiva, cayendo en un frasco de vidrio igual al de Edriam, mientras el hacia esto lo único que acate fue correr a una de las esquinas, temblaba como una hoja al viento, esto me traumaría de por vida (bueno eso fue lo que yo creía por el momento).

"Que bueno, ya llene la cuota, ahora voy si voy a disfrutarte mas, va a sentir como mi leche va a recorrer su cuerpo" dijo en vos apenas perceptible, "pero antes el deber que el placer" dijo mientras se acercaba a mí, cuando estuvo cerca solo cerré los ojos esperando lo peor de ese animal. Sentí como tomaba la cruz de mi cadena y el sonido de un ligero clic, entre abrí mis ojos y pude ver un diamante negro colocado en uno de los orificios. "Ok muñeca, ahora disfrutare mas de tu cuerpo" en ese instante los 2 hombres que me habían llevado a ese lugar entraron sin previo aviso. ¡ Vístete! Me ordenaron "Un momento" exclamó mi violador " "Acabo de llenar mi cuota, ahora la puedo disfrutar, es el trato!, "Ya pasó un día y ella no puede quedarse mas, pero no te molestes, te taremos a una de las tuyas para que hagas lo que quieras". "¡Maldición! Refunfuño, al menos déjame darle una chuapadita", "De acuerdo" le respondió el guardián.

Mientras ellos estaban con estos diálogos, noté que el aquel hombre tenia razón, había pasado casi un día entero y yo no lo había notado por el miedo que me invadía, quizá faltarían un par de horas para completarlo. Ya lista me coloqué junto al custodio que hablaba, lo que menos deseaba era estar allí un segundo mas, "Abre las piernas" me ordenó este, obedecí de inmediato ( no estaba tan segura como yo pensaba),el individuo de esa habitación se introdujo bruscamente bajo mi túnica, corrió mi braga y posó su lengua en mi clítoris suavemente, bajo a mi vagina y siguió con mi ano, intento introducirlo en el, lo que hizo que cerrara con mis glúteos , " ojala que al que le toque, te lo perfore bien rico". ¡Vámonos!, me haló el vigilante, en la puerta me topé con una mujer, que era llevada a ese lugar, tendría unos 25 años, ojos tristes y con una actitud de resignación total, por lo visto no era la primera vez que iba allí, al final solo escuche como se cerraba la puerta tras nosotros. Fui llevada a la habitación donde me habían bañado la primera vez, "tienes 2 horas para bañarte, depilarte, perfumarte y dormir, tu sabrás como distribuir el tiempo, todo esta sobre esa cama, 2 horas exactas". En cuestión de 30 minutos ya estaba lista, me acosté en la cama, sentía el dolor en mi sexo, me habían lastimado mucho. A pesar de eso me dormí en pocos minutos. Una fuerte sacudida me volvió a este mundo ¡Despierta es hora que sigas! .

De nuevo fui llevada a otra puerta negra, que por la experiencia sabia, no había nada bueno tras ellas, esta se abrió fui dejada dentro y el inconfundible clic de cuando fue cerrada por fuera.