Adoptado por una pareja liberal 2: Variantes sexua

Llega un amigo de mi padre a casa y les espío mientras hacen sus jueguecitos. Luego es mi madre la que me descubre a mi cotilleando sus juguetes sexuales en su habitación. Estoy aprendiendo variantes sexuales a toda velocidad

Adoptado por una pareja liberal 2: Variantes sexuales

Gracias a todos por los comentarios y por los mails. La verdad que me animan a seguir y sacar tiempo para contar más historias.

Mi nueva vida con mis padres adoptivos era fabulosa. Me cuidaban como a un verdadero hijo y estaban muy contentos conmigo. Incluso me estaban planteando que fuera a la universidad a continuar mis estudios. Fue un cambio radical, de mi anterior vida con una tia abuela solterona y puritana a mis nuevos padres adoptivos tan abiertos y liberales que follaban en su habitación sin cerrar la puerta.

Precisamente la noche anterior no había podido evitar la tentación de espiar a mis padres adoptivos mientras estaban follando. Habían dejado la puerta abierta y pude ver como hacían de todo, incluso yo mismo me corrí dos veces tocándome a escondidas pero viéndoles perfectamente. Cuando me desperté por la mañana no paraba de recordar las escenas.

Por un lado en mi cabeza todo eran tabús y prejuicios debido a mi educación puritana. Me sentía culpable por haberme quedado a espiarles todo el tiempo. Más aún, estaba convencido de que era pecado el haberme excitado pensando en que yo participaba en el sexo con ellos. No hacía más que pensar que tenía que ser un pecado gordísimo masturbarse deseando chupar los pechos y el coñito de quien era tu madre, y peor aún excitarse pensando que probabas a chupar la polla de tu padre, aunque fueran adoptados.

Pero por otro lado estaban despertando todos mis sentidos. Mi polla estaba en permanente erección desde anoche. Incluso pensando estas cosas inconscientemente me estaba tocando y jugando con las gotitas de liquido preseminal que ya me salían. No dejaba de recordar las escenas: cómo Marcos, mi padre adoptivo, le chupaba el coño a Karla. Cómo ella se tragaba la enorme y preciosa polla hasta la garganta, como follaban salvajemente y toda esa enorme polla entraba en el coñito de Karla haciéndola disfrutar al máximo. Yo quería probar todo eso, no sabía porqué pero lo deseaba. Incluso cuando vi como Karla metía un consolador en el culito de Marcos y este disfrutaba como loco.

Me masturbé de nuevo pensando todas esas cosas y deseando sentirlas yo mismo. Ni siquiera pude pensar en tener cuidado con el pijama, lo empapé con mi corrida y ya era la tercera. Tenía el pijama lleno de manchas de semen desde anoche. Incluso notaba el intenso  olor a semen que desprendía y que me gustaba.

Me quité el pijama y poniéndome otro limpio salí de la habitación para llevar el pijama sucio a la lavadora antes de que mis padres adoptivos se levantaran y me vieran que lo tenía todo manchado.

Nada más meter el pantalón del pijama en la lavadora oí el buenos días de Karla que recién levantada entraba en la cocina. Llevava un pequeñísimo camisón y se le trasparentaban sus enormes pezones. Era divina y aunque me puse nerviosísimo por si descubría lo del pijama la saludé con un buenos días cuando se me acercó.

  • Buenos días Karla - dije incorporándome y cerrando la lavadora.

  • Buenos días cielo, y llámame mami que a Marcos le llamas papí, y por supuesto los buenos días con un beso - me dijo mientras me besaba en los labios.

Fue un beso cariñoso pero me quedé petrificado. Noté perfectamente un extraño sabor en sus labios. Era claramente el semen de Marcos!. Karla tenía aún la cara y los labios con restos de semen de las corridas de Marcos y me había dado un beso en mis labios. No sabía que pensar, pero inconscientemente me pasé mi lengua por mis labios saboreando esos restos que me había dejado Karla. Hasta que sus palabras me devolvieron a la realidad.

  • No Dani, no mezcles colores en la lavadora - me dijo sacando el pijama que yo había metido - Uy está mojado, qué es esto?

Yo me quedé paralizado, Karla se había manchado la mano con los restos de mi semen al coger el pijama y lo estaba tocando una y otra vez mirándome con una sonrisa de complicidad.

  • Vaya, si ya eres un hombrecito  y has manchado el pijama, jeje. Bueno, no tienes que avergonzarte cielo, es normal y más a tu edad. Además de ser tu madre adoptiva, soy una mujer muy abierta y conmigo puedes tener toda la confianza del mundo y contarme todo. Ya me contarás en que piensas cuando te haces esas pajitas de adolescente.

Yo estaba rojo de vergüenza y no sabía que decir, pero noté que me volvía a empalmar y como iba en pijama no sabía como disimular.

  • Y ya veo que tienes ganas de hacerte otra pajita jeje - me dijo Karla mientras me tocaba el bulto que hacía mi polla en el pijama - pues tú sientete libre cariño, que el sexo tiene que ser una cosa natural. Ya seguiremos hablando de sexo y de otras cosas pero ahora tengo que irme que hoy tengo un poco de prisa.

Karla se fue a la ducha y yo me quedé en medio de la cocina totalmente empalmado y sin saber que hacer. Me sentía culpable por haberme excitado delante de mi madre, pero hubiera dado cualquier cosa porque esa caricia prolongada que me hizo en mi polla hubiera durado un poco más. Seguro que me hubiera corrido al momento.

Cuando terminé de desayunar apareció Marcos y se puso a desayunar él también. Me hablaba con total naturalidad aunque yo no dejaba de recordar las escenas de como follaba con Karla la noche anterior.

  • He quedado para montar en bici con un amigo, te quieres venir? - me dijo Marcos - aunque hacer cualquier cosa con mi amigo Carlos siempre es una incognita porque está super salido y sólo piensa en sexo jaja.

  • Voy a quedarme a terminar unos trabajos con el ordenador - le respondí aunque intrigado por cómo sería su amigo Carlos.

  • Muy bien cariño - dijo Marcos - com Karla se ha ido a la tienda a revisar las cuentas estarás solo en casa y podrás trabajar tranquilo. Yo en cuanto venga mi amigo Carlos nos iremos a dar una vuelta en bici. Pero a la próxima te tienes que apuntar que así haces deporte y se te pondrá más duro ese bonito culito que tienes - me dijo mientras me daba una palmada en mi culo.

Aunque cada vez me parcía más habitual esas confianzas, aún me costaba acostumbrarme a que el sexo fuera tan normal.

Me metí en mi cuarto y encendí el ordenador mientras mi tío iba a ponerse la ropa para montar en bici. En ese momento llamaron a la puerta, era Carlos el amigo de mi padre con quien había quedado para hacer deporte. No pude evitar la curiosidad y salí de mi cuarto sigilosamente para ver cómo era ese amigo. Marcos abrió a Carlos por la puerta del garaje para que entrara con su bici. Yo estaba asomado en el principio de las escaleras y podía verles a los dos. Carlos venía completamente vestido de ciclista, era un hombre bastante atlético y se le marcaban todos los músculos del cuerpo. Seguro que tenía mucho éxito con las mujeres. También me fijé en su paquete. Parecía como si no llevara calzoncillos (luego supe que los ciclistas a veces no los llevan por comodidad) y se le marcaba su polla hacia un lado.

Me di cuenta que cada vez veía más natural los temas de sexo y ahora ya no me daba vergüenza estar un rato mirando como se le marcaba la polla a un hombre. Unos meses atrás ni se me hubiera pasado por la imaginación y ahora sentía una abierta curiosidad por las pollas de otros hombres. Especialmente la de mi padre adoptivo porque la había visto en acción corriendose en el coño y la boca de Karla. Y porque me parecía grande y deliciosa. Estaba absorto en estos pensamientos cuando de repente me fijé en la conversación que tenían.

  • Aún no estás preparado, se te había olvidado q habíamos quedado? - dijo Carlos.

  • Que va, me ha costado madrugar porque anoche me dormí tarde, tuve fiesta doble con Karla que ya sabes lo fogosa que es jeje - contaba Marcos con total naturalidad - estabamos cachondos perdidos.

  • Pero no vivís ahora con un chico?, me dijiste que habíais adoptado a un joven pariente lejano porque se había quedado sin padres ni familiares cercanos.

  • Sí, así es, se llama Dani. Es encantador y se va adaptando muy bien a vivir con nosotros - dijo Marcos, mi padre adoptivo.

  • Y follásteis anoche?, a pesar de no estar solos en casa?. Lo digo porque sé que sois fogosos y escandalosos, no os oiría Dani y se despertaría? - preguntó Carlos con total naturalidad.

Yo escuchaba cada vez con más interés. Marcos se estaba poniendo el traje de ciclista y se había quitado su camiseta y sus pantalones y se le marcaba la preciosa polla que tanta curiosidad me despertaba.

Parecía que Carlos tenía tanta confianza que, no sólo se cambiaban de ropa delante sino que hasta se contaban intimidades sexuales. Y hasta hablaban de mi como si Carlos también fuera de la familia.

  • Seguro que nos oyó, jaja - dijo mi padre - y seguro que se excitó porque me ha contado Karla que tenía el pijama lleno de semen jeje, ha sido toda su vida un niño puritano y ahora se va a volver muy sexual ya lo verás.

  • No me extraña que se vuelva muy sexual porque contigo al lado siempre dan ganas de sexo - dijo Carlos mientras se acercaba a Marcos y le acariciaba su paquete.

  • No empieces Carlos que tenemos que irnos a montar en bici - dijo mi padre pero sin rechazar la caricia de Carlos.

  • Claro, tú has tenido tu ración, pero yo llevo dos días sin sexo y me muero de ganas de comerme una polla como la tuya que es deliciosa - dijo Carlos mientras se acercaba a mi padre y le sacaba la polla del calzoncillo.

Yo estaba viendolo todo agazapado arriba de la escalera. Y me estaba quedando de piedra.

Carlos dio un enorme y sensual beso en la boca a mi padre mientras sacaba su polla del calzoncillo y se la empezaba a masajear.

  • Quieto Carlos que al final no montaremos en bici, ya sabes que en cuanto me pones caliente no paro porque me encanta el sexo contigo - le decía mi padre pero devolviéndole el beso en la boca.

  • Calla Marcos, dejame sólo probar tu polla un poco y ya verás que relajados montamos luego en bici.

Marcos se bajó del todo el calzoncillo y Carlos se agachó hasta ponerse de rodillas delante de esa preciosa y empalmadísima polla. No había duda de que ya habían tenido sexo juntos muchas veces. Carlos empezó a chuparle la polla a mi padre y este cerró los ojos disfrutando del momento y acariciándole la cabeza dulcemente, para transmitirle lo bien que se la estaba chupando y el cariño que se tenían.

Yo no sabía que pensar. Mi padre y Carlos eran gays?. La noche anterior había visto a mi padre follando con mi madre salvajemente como si fuera el más macho de la tierra y ahora le veía disfrutar de la mamada de un amigo suyo que sin duda era muy gay. No entendía nada, pero claramente mi padre disfrutaba de todas las situaciones y yo me quedé de nuevo hipnotizado como la noche anterior mirando su enorme y empalmada polla.

La veía entrar y salir en la boca de Carlos y cómo este cada vez más aceleraba la mamada y trataba de meterse toda la polla dentro hasta la garganta. Marcos agarraba cada vez con más fuerza la cabeza de Carlos apretando para meterle toda la polla y haciéndo que este se ahogara pero la pasión de ambos estaba desatada.

  • Me corro Carlos, que bien me la chupas, me encanta amor, voy a llenarte la boca de leche aggggg- gritó Marcos mientras se corría en la boca y cara de Carlos.

Ambos estaban disfrutando al máximo. Carlos no dejaba de chupar y masturbar la durísima polla como queriendo sacar hasta la última gota. Incluso cuando la polla de Marcos ya fuera de la boca soltó las últimas gotitas de semen con dos espasmos más, Carlos sacó la lengua y los chupó para no perder ni una gota. Aunque por la comisura de los labios se le salía la leche y le goteaba hasta manchar el mallot de ciclista.

Carlos se levantó y le dio un beso en la boca a Marcos. Jugaron brevemente con sus lenguas y luego Carlos se separó y se tragó todo el semen que tenía en la boca poniendo una cara de vicio increible.

  • Que delicia, me encanta como me la chupas cielo - dijo mi padre con una enorme cara de satisfacción.

  • Y a mi me encanta chupar esa deliciosa polla tuya Marcos, lo estaba deseando. Además me gusta el cariño que transmites. Se nota que eyaculas tu semen con amor.

  • Claro cariño. Para mi el sexo es puro morbo pero también amor. Estoy muy feliz con Karla, mi maravillosa mujer, pero eso no impide que pueda disfrutar de un novio guapo y sexi como tú,  Carlos. Y ya sabes que te quiero mucho y que me encanta el sexo contigo, y te debo una mamada jaja, que a mi también me gusta chupártela - dijo mi padre.

  • Sí, a mi también amor. Y tengo ganas de que follemos y mientras me corro poder decirte que me gustas mucho - dijo Carlos - pero vamonos a dar esa vuelta en bici que veo que no saldremos del garaje en toda la mañana y tu hijo Dani nos va a acabar pillando jaja. Te imaginas?

  • No creo, se ha quedado arriba trabajando con el ordenador encerrado en su habitación. Aunque le vendría bien hacer deporte, a ver si un día de estos le animo que se venga con nosotros.

  • Siiií, traetelo y así le conozco, seguro que tiene también un cuerpo bonito como el tuyo - dijo Carlos.

  • Jaja, Carlos, siempre estás deseando conocer chicos nuevos - dijo mi padre mientras le daba un último y breve beso en la boca - Pues la verdad es que es delgadito pero muy guapo. Y tiene un culo y unas piernas muy bonitas. Siempre que le abrazo me encanta apretarle el culito, lo tiene muy bien puesto y aunque es muy puritano me pone cachondísimo.

  • Mmmm que ganas tengo de conocerlo, ya verás que poco le dura el puritanismo viviendo con vosotros jeje. Vamos a dar esa vuelta en bici y me sigues contando cosas intimas de tu hijo adoptivo, que seguro que ya le habrás visto desnudo.

Salieron y cerraron la puerta del garaje yo me quedé un buen rato en la escalera totalmente confundido. No entendía nada pero todo me parecía muy bonito. Mi padre disfrutaba del sexo hetero y del sexo gay pero lo importante es que siempre lo hacía con amor. Y por lo que veía disfrutaba muchísmo. Me di cuenta de que tenía mi polla empalmadísima. Era mucho más pequeña que la enorme y deliciosa polla de mi padre que no me la quitaba de la cabeza, pero aún así me dolía el tenerla encerrada. Me la saqué del pantalón, la tenía totalmente empapada de líquido preseminal, y me puse a masturbarme pensando en cómo sería chupar la deliciosa polla de mi padre.

Fui a mi habitación y me senté delante de mi ordenador, pero apenas pude trabajar, no podía quitarme de la cabeza la escena que había visto. Había morbo y sexualidad a tope, pero también mucho cariño en los besos que esos dos hombres se dieron. Incluso me pareció muy bonito como comparieron el sabor de la leche con un último beso.

Pasé toda la mañana pensando todas esas cosas y como estaba solo en casa, de manera inconsciente y con la polla en la mano fui hasta la habitación de mis padres adoptivos. Me recordó a las escenas que vi la noche anterior cuando follaron en esa cama como locos. Aún había ropa interior super sexy tirada en una butaca de la habitación y no pude evitar tocarla, acariciarla y olerla. Pero en seguida fui hacia la cama y sentándome en ella abrí el cajón donde la noche anterior vi que guardaban sus consoladores. Había un montón de juguetes distiintos, consoladores de varios tamaños, vibradores, arneses y algunas otras cosas que no sabía para qué servian.

Sin dejar de masturbar mi polla cogí uno de los consoladores, el que tenía una forma de polla más realista, con su prepucio perfectamente hecho y con unas venas que le daban un aspecto de polla muy varonil. La acaricié pensando en la polla de Marcos, sin duda la de mi padre era más grande y real, pero esta polla de latex me hacía imaginar cómo sería tener la de mi padre cerca de mi boca. Sin pensarlo dos veces abrí la boca y empecé a chupar el consolador. Al principio tímidamente, pero luego fui acelerando la mamada cada vez más y más, como se lo había visto a mi madre la noche anterior y como había visto hacerlo a Carlos hacía un rato.

No sabía porqué pero cada vez aumentaba más el deseo de mamar, era como un vicio, cada vez quería tenerla más dentro de mi boca hasta q me producia yo mismo arcadas, pero seguía chupando sin parar. Mi boca salivaba como nunca empapando todo el consolador y mi mano. Y a la vez mi polla había mojado totalmente mi otra mano porque no paraba de soltar líquido preseminal.

Estaba a punto de eyacular, sin importarme que iba a manchar la cama de mis padres de mi corrida cuando oí la puerta de la casa. Era Karla que ya había regresado. Me quedé de piedra. Tenía el semen a punto de salir. Deseaba correrme ya, sentía el deseo sexual como nunca pero el miedo me hizo dejar el consolador debajo de la almohada, meterme mi polla en el pantalón como pude y salir de la habitación a toda velocidad. Pero mi madre ya estaba en la puerta de la habitación. Nos chocamos e incluso me golpeó sin querer en mi polla empalmada en el pantalón, por lo que sin duda se tuvo que dar cuenta de que la tenía totalmente tiesa.

(continuará)

Seguiré contando esta morbosa aventura en cuanto pueda. No duden en enviarme sus comentarios (buenos o malos) y puntuar este relato en la web o simplemente saludar. Un beso