Adoptado (cap.7)

Pedro pasa por siuaciones molestas....pero con buen sexo las puede superar...

Llegó el día del cumpleaños, Vero recibió un par de importantes regalos de parte de Damián y un lindo ramo de rosas de parte de Pedro.

Desayunaron juntos y Vero se disponía a ir al gimnasio pero Damián le pidió que le averigüe en el taller si ya tenían el auto, él tenía una reunión importantísima y no podía ir.

A ella le extrañó…. ¿mandarla al taller? ¿Por qué no mandaba a Pedro?…

No protestó, como si supiera que le esperaba una sorpresa….

El muchacho se ofreció a acompañarla y juntos fueron para el taller.

Vero noto los nervios de Pedro y sospechó, intuyó que en el taller tendría una sorpresa y eso la calentó, sintió que se mojaba de solo pensarlo…acarició la pierna de Pedro y le dijo;

-¿Después tendríamos que festejar mi cumpleaños, no?

-Me encantaría  -dijo él,  correspondiendo la caricia y llegando con la mano hasta su concha, por encima de su calza y sacándole un suspiro.

Llegaron al taller, entró Vero y detrás el muchacho.

Era un taller moderno, con buena maquinaria…un galpón grande, no muy sucio pero con grasa propia del lugar, varios autos dispuestos en cada sector, algunos medio desarmados… gente trabajando en ellos, transpirados y engrasados.

Un gordo bastante sucio con medio cuerpo metido dentro del capot de un auto, un cliente enterándose de los desperfectos de su auto y en medio del taller el auto de Damián, que no tenía nada pero estaba ahí como señuelo, para atraer esa dulce carnada.

En el fondo, una lúgubre oficina del que salió el dueño del taller para atender a Vero. Tenía los ojos inyectados en sangre, eso le daba la imagen de vicioso, de lujurioso… Vero lo saludó y le preguntó sobre el auto, al instante, a oír su voz, todos dejaron lo que estaban haciendo para mirarla.

La calza negra que traía Vero copiaba a la perfección la anatomía de su cola y su remera corta y ajustada realzaba sus pechos…una locura para esos toscos hombres que ya sabían lo del jueguito y se estaban preparando para darle su fiesta de cumpleaños…

Pedro se había retrasado, vio la reacción de esos hombres y le pareció que sería bueno registrarlas, se acomodó en un rincón y comenzó a grabar. No tuvo problemas, nadie reparó en ese momento en el, toda la atención estaba puesto en esa perra en calzas que había irrumpido en su lugar de trabajo y a la cual debían dejarla satisfecha de leche y pijas.

El dueño del taller le decía que no era nada grave lo del auto y le hablaba de cosas muy técnicas que ella no entendía. Los hombres se comenzaron a acercar y esperaban la señal para actuar.

El dueño le dijo a Vero:

-Tu marido puede quedarse muy tranquilo, siempre vamos a atender como corresponde a la máquina que nos mande, siempre con la mayor dedicación.

Y diciendo esto se le acercó a escasos milímetros, haciéndole sentir su respiración y luego tomando su culo con su mano, apretando su cuerpo contra el de ella, haciéndole sentir su dura pija.

Vero entendió su juego y le dijo:

-¿Mi marido dejó pago el trabajo? – y ante la afirmativa del mecánico le susurro- porque la propina la quiero dar yo.

Tomo la cremallera del cierre de su mameluco  y la comenzó a bajar y mientras lo hacía se iba arrodillando… al llegar abajo la pija del mecánico saltó a fuera y ella la introdujo en su boca y comenzó a tragársela.

En un instante estaban todos a su alrededor con la pija en la mano…masturbándose, incluso el cliente…

El mecánico estaba  con los ojos entrecerrados por la chupada que le estaban dando y que duró solo unos minutos, hasta que Vero se percató de las ocho vergas que la rodeaban…comenzó a metérselas en la boca de a una, transpiradas y sucias como sus dueños…a ella parecía no importarle, incluso la del gordo, todo sudado,  era un asco y a Pedro le dio arcadas de verlo, pero ella también metió en su boca la pequeña pija….  Este no pudo contener su eyaculación precoz y acabó en su boca entre espasmos… algo muy tosco y feo de ver.

El último en sacar su pija afuera para que ella se la chupe era un mecánico alto y de espaldas muy anchas, tenía su camisa Ombú con las mangas cortadas y sus brazos muy musculosos, ella se acercó y lo miró para que la sacara y él bajando el cierre del pantalón sacó una descomunal pija que hizo que Vero se tirara para atrás instintivamente. Una pija muy larga, gruesa y venosa, su gran cabeza violácea brillaba y él se la pasó por la boca hasta hacer que ella se la chupe.

Tuvo que abrir muy grande la boca para tragarla, el tipo dejó que le chupe la cabeza para después agarrarla de los pelos y empujarle la verga hasta el fondo de la garganta…

Vero se atoró, tosió, escupió y casi vomita. Todos reían,  le abrieron la boca y comenzaron a escupir en ella, todos iban pasando, sus escupitajos bañaban su cara…Vero no respondía, estaba como en trance, Pedro no lo podía entender, como se rebajaba así, como dejaba que la traten así….

Uno la levantó y la puso sobre el capot de un auto, le arrancaron su remera, también su calza y su tanga, estaba totalmente desnuda ya.

El jefe del taller se recostó sobre el auto y agarrándola  de espaldas le enterró la pija en su concha y comenzó a cogerla fuertemente. Ella no llegó a gritar, una verga le tapó la boca, tomó dos más y comenzó a pejearlos y los otros se pajeaban mientras esperaban su turno para ponérsela en la boca.

Las pijas en su boca iban cambiando, el jefe dejó su lugar a otro y se la volvió a poner en la boca, solo unos instantes para después retirarla y acabarle con fuertes chorros en toda la cara, dos más estaban por acabar e hicieron lo mismo que el jefe, le llenaron aún más la cara de leche.

Pedro nunca había visto a Vero con tanta cara de puta.

Los mecánicos se turnaban para cogérsela y acabarle en la cara, la leche caía por sus tetas, bañaba su cuerpo.

También la escupían, los escupitajos y la leche corrían por su cuerpo y se mezclaban con la grasa que le iban dejando los tipos, pero ella parecía gozar con todo eso, su cuerpo no tenía reacción, estaba entregada, pero la leve sonrisa en su cara mostraba satisfacción por todo eso.

Dos de ellos la agarraron de los brazos y la recostaron boca abajo contra el capot, era increíble ver como ella se comportaba, no tenía reacciones, se dejaba hacer todo…

El pijudo musculoso se colocó detrás, abrió sus nalgas con las manos y comenzó a escupirla, Los que la tenían de los brazos no la soltaban, el pijudo apoyo la cabeza de su verga en el culo y empujó….la gran cabeza entro  y ella dio un leve grito. El salvaje mecánico dio dos topetazos y le enterró su tremenda pija de una, sin más lubricación que los escupitajos que le había dado.

El grito de Vero retumbó en todo el taller, desgarrador…

Pedro salió de su rincón y quiso impedir esa salvajada, enseguida dos mecánicos lo agarraron le sacaron el celular y lo metieron en un auto cerrando de afuera.

-Bien –dijo el jefe- de ese auto no va a poder salir, está trabado.

El que le sacó el celular siguió con la filmación.

Vero ya no gritaba, solo lloraba en silencio, mientras el mecánico la bombeaba sin parar.

Pedro intentaba zafarse pero las puertas estaba bloqueadas y no podía salir…gritaba y golpeaba los vidrios.

El grandote gruñó y sacudiéndose acabó dentro del culo de Vero. Cuando sacó su pija del agrandado agujero salió leche y sangre.

La muchacha exhausta no se movía, trajeron dos baldes de agua y se los tiraron para limpiarla, ahí Vero pareció reaccionar,  de adentro de su coche sacaron una toalla y se la alcanzaron para que  se seque, y ropa limpia, que había dejado su marido para que se vista.

Liberaron al muchacho y ella le pidió que conduzca. El intentó decirle lo desagradable que le había parecido todo pero ella le pidió que no dijera nada, que haga silencio.

Y así, en silencio llegaron a la casa.

Damián estaba allí, esperándolos, ella sonriente le agradeció la experiencia y Pedro se sintió muy estúpido por haber sido parte y por haberse hecho problema. Se encerró en su pieza, se bañó y se metió en la cama.

No bajo en el resto del día.

Cerca de las 21 hs, el matrimonio se fue a su habitación a continuar los festejos y ver el video,  Liliana llevó una bandeja a Pedro y le golpeó la puerta, este se había dormido y no le contestó, entonces la muchacha entro al cuarto y le llevó la cena.

Pedro estaba acostado, dormido desnudo, la sabana apenas tapaba su verga y Liliana suspiró con ganas de tirarse en la cama y comérsela, pero sabía que el chico había pasado un momento traumático y lo que menos necesitaba era eso.

Apoyó la bandeja en la mesa de luz y lo despertó suavemente.

Ante la sorpresa Pedro le dijo:

-Uh, no hacía falta que te molestaras….

-Sabes que no es molestia, se cómo te sentís,  yo ya lo pasé…. Ellos son así, no le des bola…disfrutá de esta vida que nos podemos dar y dejalos que hagan lo que quieran.

-La verdad –dijo Pedro- me da más bronca el haberme preocupado por ella al pedo que lo que pasó… me sentí un estúpido, esa es mi bronca.

Los jóvenes siguieron charlando, Pedro comió todo lo que Liliana le había preparado y después los dos sentados en la cama se contaron cosas de sus vidas, rieron, se besaron, e hicieron el amor con mucha pasión, y por fin Pedro pudo disfrutar.

Se durmieron abrazados y a la mañana siguiente Liliana se levantó temprano, debía preparar los desayunos y tener todo listo antes que el matrimonio se despertara.

Desayunaron juntos la pareja y el muchacho, casi no hablaron, solo lo necesario.

Durante el desayuno Damián le contó que ese fin de semana se irían de viaje a Miami con Vero, solo cuatro días, bromeó sobre la posibilidad de que el muchacho organice fiestas en su ausencia y solo logró sacar alguna risa de él.

Pedro sabía que no debía tensar demasiado la cuerda, no quería que la pareja se enojara con él y quedara en la calle, por eso se tragó el orgullo y se mostraba como si nada hubiera pasado.

Llegó el viaje, la pareja salió temprano para Ezeiza y Pedro se levantó para despedirlos, al parecer se le había pasado el enojo y no quería crear ninguna mala expectativa… al fin y al cabo, fue un madrugón pero después podría descansar…

Ayudó con las valijas hasta el taxi y los despidió.

Liliana le preguntó si quería desayunar ahora y él le propuso tener menos formalismos y tomarse juntos unos mates en la cocina.

Siguieron con la charla de la otra noche, había muy buena onda entre ellos, los dos eran del interior del país, con familias con las mismas carencias, mucho en común.

Liliana le propuso una cosa:

-Mirá, estos días no va a venir nadie….¿ Qué te parece si ya que todavía hace calorcito andamos desnudos todo el tiempo?.... total ya nos conocemos y vamos a estar muy cómodos así… me gusta verte siempre desnudo y que me veas a mi igual….

-Acepto –dijo el muchacho- me gusta estar desnudo, estoy desnudo en mi pieza cuando estoy solo y duermo desnudo…

-¡Ya lo pude comprobar!  - dijo Liliana y de inmediato se comenzó a desnudar, Pedro hizo lo mismo y así pasaron la mañana juntos, charlando.

Almorzaron algo liviano y comenzaron los toqueteos, no se podían aguantar, el la arrinconó y le besó las tetas, ella se escapó y el la comenzó a correr por la casa, la agarró y cayeron al piso…

Pedro no dudó en ir directo a su concha y empezar a comérsela. Liliana gemía a los gritos, y cuando pudo se escapó y volvió a correr, Pedro la perseguía de cerca…ella fue hasta la pieza de sus patrones y cayó boca abajo en la cama de ellos…Pedro se le tiró encima y se la empezó a poner en la concha por atrás…gozaban, reían, se divertían…ella volvió a escaparse…  él  la corrió por detrás.

Entró a la pieza del muchacho y también se tiró en la cama.

-Entrar a mi pieza tiene prenda  -dijo él

Ella aceptó la prenda y el comenzó a lamerle el culo, se lo llenó bien de saliva y le jugaba con la cabeza por el agujerito haciéndola desear

-¿La queres?

-¡Siiii!!!!  Por favor lléname el culo…rómpeme el culo

El muchacho no se hizo rogar más y le hundió su pija hasta el fondo…ella grito de placer y el comenzó a bombearla despacio.

Liliana arañaba las sabanas mientras Pedro la culeaba muy lentamente, ella gozó esa culeada como nunca y cuando vio que el muchacho iba a acabar se zafó y volvió a escapar.

Bajó las escaleras y Pedro corría atrás, salió al parque y se tiró a la pileta. El agua estaba fría, atrás de ella sintió el chapuzón  del muchacho y sus manos agarrándola.

Se dio vuelta y lo envolvió con sus piernas,  el muchacho la tomó por la cintura y le enterró la pija en su concha.. así cogieron por un largo rato hasta que acabaron casi juntos.

La tarde pasó tranquila y ellos siguieron desnudos tal era su consigna.

En la cena ella le preguntó por sus amigos y el sugirió que sería lindo invitarlos y hacer una pequeña fiesta.

A él le pareció bien y los llamó.  Ambos podían así que arreglaron para el día siguiente.

Después la saludó para irse a dormir. Ella lo miró y le dijo:

-¿Me vas a dejar ir a dormir solita?

-No

Entonces se fueron juntos para la pieza de ella, obviamente no durmieron por un buen rato, después si y abrazados.