Adolescentes gemelo y gemela (14) follan a menudo
Pasan el fin de semana con Diana, y lo pasan muy bien.
Una vez que Sandra obtuvo ese inesperado orgasmo que le procuró su prima Patricia, haciendo vibrar el móvil que tenía incrustado en su vagina, acabaron los tres completamente exhaustos, tuvieron un breve tiempo para adecentarse junto a la piscina, recobrar sus prendas de baño y posicionarse para tomar el sol, como si lo hubieran estado haciendo desde que sus padres les dijeron que iban a darse una vuelta.
Cuando estaban en “pleno descanso”, llegaron los adultos, charlando como siempre de los precios de los artículos que habían visto y lo que iban o no a comprar.
En ese preciso instante también comenzó a sonar el teléfono de Sandra, sin ganas de descolgar, o en estado somnoliento se puso al aparato.
Sandra: Mira, está llamando Diana, será para quedar, hoy no estoy para mucho quedar y hacer más cosas, realmente necesito descanso de veinticuatro horas, ¿guapa?
Diana: Hola Sandra, ¿qué te ocurre en la voz? ¿Has tenido el polvazo de tu vida? Jajaja, tu hermano es imparable por lo que veo.
S: No cariño, hoy le tocó a Patricia “sufrirlo”, yo he tenido otro elemento en mi interior.
D: Eso espero que no se te olvide contármelo, bueno, llamaba para quedar, tengo muchas ganas de conoceros... en profundidad... estoy muy encendida y quiero pasar un fin de semana a tope con vosotros y una amiguita que ha venido a pasarlo en mi compañía.
Eso era verdad, en cuanto escuchó el comentario de su amiga, y lo encendida que se encontraba, se abrió un poco de piernas, dejando que una “leve brisa” recorriera su barbilampiña vagina, suspiró con disimulo.
S: Cuando quieras, yo también tengo ganas de pasarlo bien en buena compañía y qué mejor que la nuestra y la tuya o vuestra.
Entre suspiros disimulados, que le estaban llegando debido a las leves brisas que le proporcionaba su pequeña vecina y que lo desconocía Sandra, seguía con la propuesta.
D: ¿Qué te parece... si os venís mañana sábado desde por la mañana... para pasarlo completamente en casa? Así podremos disfrutar... de una sesión de “tuppersex”, que es como de vez en cuando... consigo algún que otro dinerillo para mis gastos, aunque con vosotros será distinto..., os enseñaré otra forma de divertiros... al mismo tiempo que me divierto con vosotros, en fin, todos “en amor y compañía”, jajaja.
Y soltó una risa en parte nerviosa por lo que se le avecinaba, en parte cachonda porque estaba cada vez más caliente con lo que le proponía a su amiga Sandra.
S: Pero... nosotros no tenemos para comprar nada de lo que venderás en esas sesiones, además como nos pillen nuestros padres... no veas lo que se puede liar... lo entenderás, ¿no?
D: Claro guapa..., por eso digo que será dis-tin-to... –y respiró profundamente, porque sentía su orgasmo cercano, y todavía no le había rozado con la lengua su peculiar amiga– no habrá gasto de ningún tipo..., simplemente goce..., disfrute y sexo a tope, ustedes venid sin dudarlo más... y lo comprobaréis.
S: De acuerdo Diana, ahí estaremos a partir de las diez de la mañana, si no es mala hora.
D: Mmmm, –en parte sentía que iba a tener el orgasmo más original que nunca tuvo, pero por otra fingía solamente hablar con su amiga– sería un poco tarde pero como tenemos los dos días para disfrutar, no es mala hora, hasta mañana guapa.
S: Hasta mañana amor.
Mientras Sandra terminaba de cortar la comunicación, Diana, agarraba a su pequeña y aprendiz amiga, Rosa, que se le avecinaba un fin de semana a tope también, por la cabeza para que no cesara sus quehaceres, puesto que le estaba soplando en el clítoris, que mantenía a su vez descubierto, separando levemente los labios de la vagina de Diana con los pulgares de ambas manos, mientras hacía llegar la brisa suavemente haciendo que su amiga viera imaginarias luminarias inexistentes al tiempo que empezaba a temblar de puro placer, y su experto coñito comenzara a abrir y cerrarse sin que los dedos de Rosa pudieran hacer nada, se estaba corriendo con solo los soplidos de la pequeña pero experta boca de su amiga. A los pocos segundos, un brillo muy lindo inundaba todas las partes del interior del chocho de Diana, el orgasmo fue perfecto y con el mínimo contacto que se podía despachar.
S: Diana nos ha invitado a pasar el fin de semana con ella, y no sé quien más me ha dicho que hay en su casa, pero que lo pasaremos bien, me ha comentado de un tupersex, que así se saca un dinero para sus gastos, pero que no nos costará nada y nos enseñará cosas.
Andrés: Yo me apunto, seguro que lo disfrutaremos bien, y es un fin de semana completo, uau, además con una amiga, espero ser el único macho de la piara, jajaja.
S: Seguro que si, a Diana no le gusta tratar mucho con hombres realmente, lo hace pero en contadas ocasiones, ya sabes a qué me refiero.
Patricia: Entonces no lo dudemos más y hagamos las maletas.
Las maletas tenían poco trabajo que hacer, simplemente bastaba con llevar alguna toalla de baño, sus bañadores, bronceadores y un poco de dinero por si había que comer algo (cosa que dudaban) o tomar algún transporte, que sólo subirían al autobús que les llevara a la otra punta de la playa, que era donde vivía Diana.
El resto del viernes se dedicaron a reposar, tanto interior como exteriormente, estaban absolutamente aturdidos, tanto por el baño de sol como por las tomas de leche y otros disfrutes internos. Distinto a como ocurría otras noches, este viernes se fueron a dormir temprano, para despertarse totalmente repuestos el día siguiente, el gran día, o mejor dicho, el gran fin de semana, que aún desconocían qué les ofrecería.
A la diez en punto estaban llamando a la puerta de Diana, con dos golpes y sin tocar el timbre, ella misma les abrió la puerta y observó que Andrés hacía como que se guardaba su miembro viril mientras su hermana y su prima sonreían a carcajada batiente, por la parodia que habían protagonizado... simplemente golpeó con la mano, claro está.
D: Uauuu, mis amigos preferidos y tan esperados, Andrés, si es verdad que esos golpes han sido realizados con tu polla... ufff lo que nos espera entonces, ¿no?
Diana también participó con su risa de la parodia mientras los hacía entrar dándoles un beso en la boca a cada uno sin despreciar a nadie.
D: Acomodarse lo mejor que podáis, que la fiesta va a empezar desde bien temprano, no os preocupéis por nada, que sospecho que todo irá de lujo.
Mientras los invitaba a acomodarse, ella misma se dirigía a su habitación y se iba desprendiendo de su combinación, para descubrir la piel de su hermosa espalda descubierta y sin desperfecto alguno.
Los gemelos y la prima, se sentaron en la chaise longe que allí había y sin esperar a que nadie se lo dijera, comenzaron a desprenderse de sus prendas mostrando por lo tanto, sus cuerpos, que ya conocían bien en todos los sentidos y no había nadie ni nada a qué temer, y a Diana, menos que a nadie.
Fue entonces cuando apareció de nuevo la anfitriona, mostrando una espléndida desnudez, totalmente depilada por todos lados y presentando a continuación de ella a su amiguita Rosa, hija de unos vecinos que le habían dejado para que disfrutase de un fin de semana en la playa con ella, con la que tanta confianza tenían.
D: Esta es Rosa, la primera de las sorpresas que os tenía guardada, sobre todo para Andrés, que debe comportarse como un semental, no dudo para nada que lo haga, Rosa, preséntate tu misma.
El machote se sonrojó por unos segundos, tomó un almohadón que había cerca y se lo puso encima de su cintura tratando de esconder su pene, que todavía no había tomado consistencia, pero que no tardaría en hacerlo, porque Rosa, antes de comenzar a hablar, ya había empezado también a quitarse la única prenda que llevaba, una combinación, y mostrando sus bellezas sin vello alguno, puesto que Diana ya le había enseñado qué era lo mejor y qué más les gustaba a los hombres.
Rosa: Hola, mi nombre es Rosa, parece ser que tengo un año menos que vosotros dos, pero tengo una pasión de una chica de más edad, como dice Diana, y una experiencia que me gustaría mostraros y compartir mutuamente, soy virgen, y espero salir de este fin de semana dejando de serlo, Andrés, ¿me ayudarás? Dice Diana que lo mejor es un miembro bien caliente y apasionado para disfrutar a tope, eso espero de ti guapo.
A: Uauuu, tu cuerpo me está poniendo muy cachondo y todavía no he comenzado a tocarte, tuuu... ¿estás segura de lo que quieres?
Acercándose al cuerpo del único macho que allí había, acercó sus morros a los del chico, mientras hacía como que le iba a besar apasionadamente, introdujo su mano por debajo del almohadón y pudo sentir en su palma la consistencia que había adquirido el pene del chaval, sabía qué tenía que hacer y comenzó a pajearlo, en ese momento acercó sus labios y lo besó con algo de pasión, le puso el cuello mientras miraba hacia la almohada que había sobre su mano que la había subir y bajar con dulzura, con la otra mano la retiró sin dejar de mover la que pajeaba, mientras su piel se erizaba con los besos del muchacho en su cuello, y sus ojos se le abrían como platos al observar el primer pene bien erecto y con la piel bien retirada por la paja que le proporcionaba esa mano tan juvenil, su primera paja, bien ofrecida tras las clases teóricas servidas por su amiga Diana.
D: Rosa, eso que estás haciendo está muy bien, pero... no vayas tan ligera, todos disfrutaremos a su tiempo.
Tras decir esto, Andrés, quedó asombrado con su pene bien erecto, en espera de algo inesperado. El resto de amigas también estaban empezando a mojarse sus respectivos sexos por el pequeño espectáculo ofrecido por la joven Rosa, en ese momento fue cuando a Diana se le ocurre sacar una revista que ofrecía diversos artículos eróticos con los que saciar su sed de sexo, dando así comienzo a su tremendo fin de semana.
D: Amigas, como veo que ya estamos todas y todos en plena forma y “vestidos” para el disfrute de un buen par de días, con todo incluido, os voy a enseñar cosas que jamás olvidaréis y que podréis poner en práctica en cualquier momento y situación, aunque lo más cómodo es la intimidad de un sitio cerrado, claro está.
Mientras largaba sus discursos, sacaba de un bolso que tenía cerca un buen montón de preservativos nuevos, a los que iba a dar uso, el resto dudaba de lo que iba a hacer.
D: Aquí tengo un muestrario de elementos para disfrute sexual tanto masculino como femenino, ya previamente se lo he mostrado a Rosa, que es la que más tiene que aprender, pero vamos a dejarnos de palabrería y entremos en la práctica, observad este primer elemento, es un huevo masturbador, o como se conoce en inglés “egg spider”, no es exactamente su traducción, porque todos sabemos que “spider” es araña, pero estos ingleses son más diplomáticos, lo de “araña” es por el interior del huevo, el resto es huevo.
Y empezó a explicar como era, mostró el documento, iba calentando cada vez más el ambiente y... a continuación, sacó sus botes de lubricantes y un pliego de plástico con burbujas de aire.
D: Como sé que vosotros no os íbais a gastar dinero en estos enseres caseros para disfrute sexual, ni yo pretendo que lo hagáis, me he atrevido a enseñaros de qué manera podíais inventaros alguno...
Y comenzó a desplegar el pliego de plástico, lo enrolló alrededor de uno de sus propios consoladores y observando el miembro erecto de Andrés, trató de darle el tamaño para que entrase dicho elemento caliente en su “invento” y siguió hablando, mientras seguía calentando el ambiente...
D: Como bien sabéis, una paja necesita un tiempo para que se termine haciendo efectiva y fluya el semen que es el propósito final de dicho manejo, para ello es necesario bastante fluido porque el pene se va secando con la fricción, así que hay que añadir lubricante, ya sea salivar, que no a todas nos gusta lamer un miembro masculino, o artificial, como nuestra nueva amiga no sabe mucho de ello, le vamos a dar facilidades para que aprenda un poco más.
Mientras se perdía el consolador en el interior de su cubierta de plástico, comenzó a poner un preservativo sobre esa cubierta, sellando cualquier porosidad existente en el “huevo” que se estaba inventando, sacó el consolador de la funda y a continuación echó bastante lubricante, para que no se terminara secando el interior del “huevo masturbador” recién inventado, a continuación...
D: Rosa, ya tienes tu primera tarea –le dijo facilitándole la cosa que había recién fabricado.
R: Gracias Diana, esta va a ser mi primera paja verdadera y sin mancharme, como me dijiste ¿verdad?
A continuación, se acercó a la polla de Andrés, pero antes de poner el juguete recién inventado, quería conocer el sabor de ese miembro que tenía a su alcance, abrió un poco la boca, la puso en forma de “o”, y se introdujo todo el glande, paseando su lengua delicadamente por el frenillo, eso empezó a enloquecer a Andrés, que casi se corre en ese momento, como sentía que el pene empezaba a pulsar, cesó rápidamente de mover su lengua y liberó el capullo de su boca, el siguiente movimiento, mientras se paseaba su lengua por los labios y todo estaba en pleno silencio salvo algún que otro suspiro que llegaba de las otras bocas femeninas, que disfrutaban de lo que la revista le mostraba respecto al “egg spider”, puesto que había fotos de un tipo masturbándose con el huevo, Rosa, afianzó el “juguetito” recién montado por Diana alrededor del pene de Andrés, que incrustó dentro de dicho elemento de plástico...
A: Ooohhh, pero si esto es como... un coño de verdad... ooohhh, que rico...
Rosa, que ya había enfundando bien el pene, comenzó a pajearle sin temor a que escupiese sus gotas de semen a ningún lado más que en el interior de la vagina recién inventada.
Andrés se retorcía de puro gusto con la paja que le proporcionaba aquella mano novata, y aguantaba todo lo que podía, trataba de agarrarse a las casi inexistentes tetas de Rosa, cosa que Diana le negaba con fuerza a su amiga, que no se dejara, y que seguía con la paja, a veces más lentamente, a veces más rápidamente, Patricia se acariciaba lentamente, observando el casi precipitado placer que iba a obtener su primo, Sandra también se encontraba al inicio del trance, pero no quería correrse porque todavía no le correspondía, como les dijo Diana a ambas, que les deparaba más sorpresas, y Diana disfrutaba como una loca por su recién inventado utensilio de placer casero.
Rosa, que había aprendido bien, manipulaba el elemento a su antojo, cuando sentía que los huevos de Andrés iban a reventar se detenía, observando como esos testículos cesaban de subir y bajar antes de los previos chorros que anunciaban su salida, de nuevo, comenzaba a pajear esa maravillosa pieza que tenía entre manos, en un momento de cansancio tuvo que tomar ambas manos para pajear al casi exhausto Andrés, que estaba loco por correrse, pero que al mismo tiempo no quería hacerlo, sino que ansiaba disfrutar de esa paja novata. En un momento inesperado, Rosa se puso de rodillas, pero no para lamerle el pene al machote sino para acomodarse mejor, se abrió un poco de piernas y siguió con su paja, deteniéndose de vez en cuando para retrasar la eyaculación del chico.
En un momento que nadie esperaba, Andrés con disimulo entremetió el pie entre las piernas de la joven Rosa, y con el dedo gordo, intencionadamente, comenzó a acariciar el clítoris de su nueva e inexperta amiga, que empezó a sentir cosquilleos y a mojarse como loca, ya Diana no decía nada, sabía que iba todo terminaría pronto, para pasar a otra fase de su espectáculo.
Rosa seguía con su paja, y a su vez se movía tratando de conseguir satisfacer su caliente pasión despertada por un dedo gordo del pie, cosa totalmente nueva y desconocida para ella.
R: Ufff, no sabía... que eso... también daba tanto gusto... ooohhh, -se derrumbó abatida junto al muslo del joven al que pajeaba- no aguantaré mucho, no... aguantaré... más...
Y se dejó caer un poco, haciendo que el dedo penetrase un poco dentro de su juvenil vagina, en ese mismo instante, bajó ambas manos, que agarraban bien el miembro de Andrés, y lo hizo correrse casi al mismo tiempo que ella, todas tenían los ojos puestos en la punta de aquel miembro, que empezó a manar semen, como a borbotones, pero como estaba herméticamente cerrado el “huevo masturbador” recién inventado, nada ensució ninguna parte del salón, ni a la chica que le había recién pajeado, lo que ocurrió fue que simplemente se dejó caer hacia atrás, mientras su estómago cesaba de subir y bajar por la respiración acelerada que acompañó a la corrida...
Todos se relajaron un poco, tras la eyaculación de Andrés, y Diana continuó con sus cosillas... hablando de consoladores de diversos tamaños y haciendo mil conjeturas, todas con artefactos caseros y sin que ninguno tuviera necesidad de gastar una sola moneda para su adquisición... pero eso... será otra historia.