Adolescentes gemelo y gemela (12) follan a menudo
Es el alba de Andrés con su hermana... su prima... y lo ocurrido con Paulo...
Andrés, con un súbito despertar, queda desvelado, es demasiado temprano para levantarse, pero por lo que sea, tal vez un mal sueño, él se ha despertado ya, no tiene nada de sueño, y se ha despertado como lo hace normalmente, con la polla dura, se la empieza a pajear, pensando en todo lo ocurrido el día anterior, durante el partido de vóley, que en el fondo... no le importaría repetir... realmente.
Observaba a su hermana y su prima, cómo dormían plácidamente, abrazadas, le gustaba la escena, era evidente que se querían mucho las primas.
Estando como estaba no quería desaprovechar un solo minuto, consiguió deshacer el abrazo, hablándoles tranquila y relajadamente...
Sandra: Hola Andrés... ¿qué hora es?... ¿De noche aún?
Andrés: Sí, hermanita... sigue durmiendo... por favor, no te despiertes...
Y Sandra volvió la cabeza, ya estaba desenlazada de su prima, y recobró el sueño.
Patricia ni se inmutó, dejó que su primo le quitara el abrazo que tenía con su prima y se dio media vuelta.
A Sandra se le veía muy bella, con su cuerpo sin ropa, boca abajo, totalmente desnuda, y piernas un poco separadas, el hermano empezó a acariciar sus piernas, desde los pies hasta los muslos, con un dedo, veía como la piel se le ponía de pollo, ella sonreía, pero no decía nada.
A: Sandra, te voy a penetrar de nuevo, tengo la polla muy dura y me gustaría hacértelo otra vez, así que si despiertas... espero que sea cuando mi polla esté dentro de ti -le decía Andrés en un susurro a su dormida hermana.
S: Aaajá... -le dijo entre sueños, y a continuación, abrió un poco las piernas.
Tomó un poco de aceite corporal y se impregnó los dedos, los pasó por el culito y el coño de su hermana y a continuación, como si la cabalgase, se subió encima de ella.
A: Seguramente esto no te gustará... pero no sé como hacerlo... -de un pequeño empujoncito acertó con el agujero que tenía más cerca, el ano- aaahhh... qué gusto... -le había metido todo el capullo de su miembro.
Y despacio muy despacio empezó a moverse en su interior... cuando llevaba unos segundos dentro, Sandra se dio cuenta de alguna manera, apretó los glúteos y con ello el ano, atrapó la polla del hermano y este se quedó sin respiración.
Con un leve movimiento de caderas expulsó Sandra la polla que tenía dentro, se abrió un poco más de piernas y levantó las caderas, parecía que no estaba tan dormida la chica, y quería satisfacer a su hermano pero... por la zona más placentera.
En esa postura y estando así, comenzó a sobar la bien abierta vagina, roja, deliciosa y recién mojada, se le veía totalmente dispuesta para ser acariciada y lamida.
Puso sus dedos en los labios mayores de Sandra, y empezó a palparlos, ella se dejaba hacer o... seguía dormida, a Andrés no le importaba, sabía que le gustaba porque de vez en cuando se movía, y su polla seguía erecta.
En un par de ocasiones intentó follársela estando tumbada en la cama boca abajo, pero la polla no terminaba de llegarle en su totalidad como a el le gustaba.
A: Perdona que te moleste de nuevo pero tengo que acercarte al borde de la cama, así no puedo llenarte –le habló de nuevo al oído mientras sus dedos penetraban su joven coñito.
S: A...já -fue la única respuesta obtenida de la boca de la dormida que iba a ser follada en breve.
Tirando de las piernas delicadamente la arrastró hasta el borde de la cama, dejando colgando sus extremidades inferiores, pudiendo abrir así su coñito mojado por sus tocamientos y, estando dispuesta a ser penetrada por su hermano.
A continuación se volvió a situar detrás de ella, y la pudo penetrar a su antojo, colocó su duro pene en la chorreante rajita y... empujó...
A: Ooohhh, que ricooo... esto es mejor que lo de ayer... a mi me sigue gustando más...
Sintiendo el calorcito del chocho de Sandra en cuanto entró la cabeza de su polla, se detuvo, pensando que no era igual a lo ocurrido tras el partido de vóley...
Agarró a su hermana por la cintura, empezó a menearse hacia delante y hacia atrás, por fin estaba de nuevo entrando y saliendo de su hermana, que le gustó mucho cuando se lo hizo la primera vez cuando la desvirgó, ahora tenía más experiencia, no se detenía, sólo para apaciguar su movimiento, más lentamente la penetraba, cuando sentía que se iba a correr...
A: Ooohhh, Sandrita... me encanta... te dejaría todo dentro... pero no quiero destrozar tu vida... aaahhh...
Le metió la polla hasta que sus huevos alcanzaban los labios de ella, y ahí se quedaba, cesando sus movimientos, hasta que notaba que se calmaban las pulsaciones de su polla, para... unos segundos después... continuar penetrándola como el sabía y le gustaba hacerlo.
Pocos minutos después volvía sentir de nuevo que su polla se llenaba de leche, y volvía a detenerse, para disfrutar sexualmente de su hermana, que ya había tenido por los sonidos que salieron de su boca alguna vez, algún que otro orgasmo, en ese estado de semidormida.
Ya no podía más después de un cuarto de hora, tenía que correrse como fuera, pero no quería engendrar un hijo en el útero de su hermana, así que... cuando sintió que llegaba el momento de expulsar los cálidos chorros, decidió no correrse en la vagina...
A: Ah, ah, ah, hermanita, ah, ah, ah, voy a hacer algo que no te gusta del todo, ah, ah, pero será la mejor manera de que me des el placer que necesito... ah, ah...
Le sacó la polla, que estaba a punto de convertirse en un surtidor... agarró sus glúteos, y, con delicadeza para no molestarla mucho introdujo su pene nuevamente en su ano, solamente el glande, donde se derritió totalmente.
Ella, al sentir el templado fluido dentro de su cuerpo, aunque fuera en esa zona, esbozó una leve sonrisa, porque también le había dado placer lo ocurrido, a continuación, Andrés, como todavía era de noche y se sentía absolutamente satisfecho, se volvió a su catre, donde recobró el sueño.
Al fin amaneció, Patricia, despierta, animó a sus primos a levantarse, estos, tras el disfrute que Patricia desconocía, querían dormir más, pero Patricia tenía armas, y no se le ocurrió más que acercar cada mano a los sexos de cada uno y empezar a acariciarles, Andrés no tuvo ningún problema en responder, y rápidamente volvía a tener duro su pene, a Sandra le costó un poco más pero su chocho empezaba a emitir el típico “chof-chof” señalizando que ya estaba mojadito, y así se llevó un rato hasta que el miembro masculino, todo tenso, iba a reventar...
A: Oh, no... prima... no... oh... en tu boca... por favor... en tu boca...
Patricia: Qué juguetón mi primo... que me quiere dar el desayuno... en la habitación... de acuerdo...
Abandonando la polla de su primo, dedicó todo el tiempo a su prima, que empezaba a dar señales de tener un orgasmo en breve.
S: Ah, ah, ah, ah, sigue, sigue...
Sandra ayudó a su prima con sus manos para que no se detuviese, y procurándose placer con sus manos y los dedos de su prima que estaban “desaparecidos” sumó un nuevo orgasmo a los que disfrutó esa mañana antes de amanecer.
Una vez calmada su prima, la dejó descansar y se dedicó a Andrés...
P: Voy a desayunar de tu leche, como me has pedido, pero mientras lo hago nos tendrás que contar lo ocurrido ayer por la tarde-noche y que tan perplejo te dejó.
A: Está bien Patricia, pero quiero que te tragues todo.
Ella empezó a mamarle la polla, tragándosela enterita, hasta los huevos, el empezó a hablar...
A: Mmm, bueno, en principio, me estaba orinando y se lo dije a Paulo...
Paulo: Yo también, voy contigo, ¿te importa?
A: No, para nada...
Aunque Andrés omitió que Paulo ya apuntaba alto porque en varias ocasiones se rozó con el y le miraba, Patricia intuía algo por lo que vio. Y empezó a contarle que mientras orinaban...
Paulo: Oye, juegas muy bien, me ha encantado tenerte de compañero, me gustaría que jugásemos en otra ocasión.
Mientras hablaba, le miró en varias ocasiones su pene, no podía disimular más... Andrés mientras tanto, orinaba y reía, y hablaba y orinaba...
Cuando Paulo terminó de hablar...
Paulo: ¿Me dejas que te toque tu pene? Nunca he tocado uno distinto al mío -era evidente que mentía.
Andrés, que por esos momentos estaba un poco excitado por lo raro de la situación, se dejó hacer, girándose hacia su nuevo amigo.
A: Ahí lo tienes, ahora está un poco duro, debe ser por el juego.
Paulo: ¿Te gustó que te agarrara el culo cuando metíamos un tanto?
A: Bueno, no pensaba que eso ocurriera entre chicos, pero en el fútbol lo he visto hacer y no me importaba.
Paulo, que empezó a pajear a Andrés, muy despacio...
Entretanto, su pene se había endurecido en la boca de su prima, que lo estaba escuchando todo, dándole al miembro de su primo una buena lamida y mamada, el continuaba contándole con la respiración entrecortada de cuando en cuando...
A: Paulo... ¿eres gay?
Paulo: ¿Acaso no te das cuenta?
A continuación se agachó, agarró el pene con la boca y le lamió, en ese momento observó Andrés el piercing que tenía en la lengua, que lo sintió donde el frenillo.
P: Uauuu, una vez me comieron el clítoris con un piercing, es fabuloso –le interrumpió Patricia mientras hablaba su primo y se deleitaban ambos con la mamada.
Andrés continuaba con su relato, mientras ella le interrumpía de vez en cuando pero...
A: ¿Me vas a comer la polla?
Paulo: Si tu quieres si, sino, me gustaría que me follases, o las dos cosas...
Y tras unos segundos de silencio, empezó con tu arriesgada tarea, no sabía como reaccionaría Andrés y se la metió en la boca.
A: Oooh, nunca me la comieron con un piercing, que gusto da eso...
P: Primo, me voy a meter un dedo porque esto se empieza a calentar bien, ¿no quieres que follemos?
A: No prima, una mamada, mientras te imagino que eres Paulo y así te doy mi leche.
Y continuó...
A: Paulo se la comió enterita, tenía experiencia.
Paulo: Qué rica tu polla Andrés.
Cada vez estaba más entusiasmado con lo que se estaba comiendo, y sin parar le hizo una felación increíble.
Patricia también continuaba mientras el hablaba...
P: Primo... es que tu polla es fantástica... me tiene chorreando... y me vas a llenar el estómago... me estoy corriendo... de solo pensar que os veo a ti y a Paulo... en plena faena...
Y así era... Patricia sintió un orgasmo... a su vez casi se atraganta con los chorros que Andrés empezó a emitir... y el mismo descansó tras decirle que la corrida en su boca, no era igual a la que tuvo en la boca de Paulo, siempre le superaba la boca de su prima.
P: Me gustaría veros, a los dos, intercambiando semen entre vosotros mismos.
A: Jamás verás eso prima, nunca jamás...
Y como bien dice el dicho “nunca digas... nunca jamás”, pero eso... es otra historia.