Adolescente embarazada

Sin dejarla de besar fui poco a poco recorriendo su cuerpo, le quité su sostén y bese sus pechos y al succionarlos salió insípida leche de ellos.

Adolescente embarazada.

Este relato lo escribo a escasos cuatro meses de ocurrido, créanme que es singular.

Soy profesor de educación secundaria en al Cd. De México me nombraré BP, soy delgado, mido 1.75, pelo castaño claro y me encantan los deportes pero no tengo una gran figura atlética, pero me defiendo con el sexo opuesto. En mí trabajo se topa uno con situaciones fuera de lo común, que existen en nuestra vida.

Resulta que cierto día del mes de septiembre, a la hora de salir del plantel me topo con una ex–alumna, a la cual de momento no reconocí. Cuando era mi alumna era de las más inteligentes, bonita y de las más desarrollada físicamente de todo el plantel, le gustaban los deportes y la verdad era una calienta pitos entre sus compañeros. A mi en particular me gustaban sus nalgas bien paraditas y redondas, al igual que sus piernas que muchas veces tuve la oportunidad de ver.

Ella me saludó

Hola profe, ¿Cómo esta?

Hola Blanca, no te había reconocido, como te va, supongo que bien, ya

hasta bebe esperas.

Pues si, quien me manda a no saber decir "NO"

Pues ni hablar, ahora tienes que ver por él. ¿Cuantos meses llevas de

embarazo?

Acabo de cumplir 5

Que bueno, me despido que te vaya bien.

Como buen profesor no le di mucha importancia a este hecho, pues no era la primera adolescente que salía embarazada a la edad de 18 años.

Pasó como dos meses y volvió a visitarme pero ahora me encontró en un cubículo de estudio dentro del plantel.

Hola profe ¿Cómo esta?

Hola Blanca, estoy bien y tu ¿Cómo vas?

Bien profe, más gorda, con casi 7 meses

¿Que se te ofrece?

Se que usted es ingeniero civil y quería ver si puede ver una construcción en la casa

de mi mamá, pues dice mi papá que esta algo mal y me acordé de usted.

¿Cuando quieres que vaya?

Cuando tenga tiempo. No quiero echarle a perder algún día.

Mañana tengo tiempo por la mañana, temprano.

¿Qué tan temprano?

Como a las 8 de la mañana, ¿te parece bien?

Me va desvelar pero está bien. Vengo por usted a las 8.

Al otro día estaba esperando a Blanca a las afueras de la escuela dentro de mi auto. Llegó y salí a saludarla, le dije que subiera a mí auto para irnos a la casa de su mamá. Venia con el pelo mojado, pues tenía poco tiempo de haberse bañado, vestía una playera grande azul y un pantalón amarillo, que parecía de pijama muy delgado.

Me guió por diferentes calles hasta que llegamos a la casa de su mamá. Me invitó a pasar, aunque me que estuviera sola la casa.

Siéntese profe, vamos a desayunar primero, me dijo.

Durante el desayuno platicamos de cosas que pasan por los rumbos de la escuela cosas sin mucha importancia. Terminamos y le pregunté que es lo que quería que viera. Seguí a Blanca por un pasillo y luego por la escalera. Al ir delante de mí era inevitable que observara aquellas formas redondas de su cuerpo, sus nalgas, más grandes por el embarazo, no dejaban de estar apetecibles y a través del pantalón se marcaba una diminuta tanga de color negro. Sus pechos estaban muy grandes y se recargaban en su voluminoso vientre, como si no usara sostén. A pesar de su estado su cuerpo conservaba esa gracia de adolescente.

Al llegar a la parte alta entramos a una recámara y me explicó la supuesta falla Salí de la habitación por la parte de la ampliación y revise lo que Blanca me indicó, pero no encontré nada anormal. Regresé y encontré a Blanca sentada en la cama leyendo una revista y le dije que todo estaba bien. Continuamos conversando.

Perdona la indiscreción Blanca pero, ¿Por qué te embarazaste?

Por tonta profesor, nada mas por tonta.

Pero si tú eras de las más listas en la escuela.

Pues si, pero cuando uno descubre el sexo, deja uno de pensar en las consecuencias

y yo que soy tan caliente me dejé llevar. Ahora llevo 5 meses sin tener relaciones.

¿Y supongo que ahora las extrañas?

Si las extraño, pero tengo miedo de dañar al bebe.

No le pasa nada, solo cuida que no se ponga encima de ti tu marido o que no te

oprima el vientre, yo así lo hacia con mí esposa cuando estuvo embarazada.

¿Me enseña como, Profe?

Me quedé de una pieza, no esperaba esa pregunta, pero la sola idea de hacerle el amor estando embarazada, me excitó. No terminaba de asimilar su pregunta cuando se me acercó, me abrazó y empezó a besarme en la boca, el cuello; una de sus manos la metió en mi entrepierna dándole masaje a mi pene que empezó a ponerse duro. Yo en un principio no sabia que hacer, pero como ella dijo "me dejé llevar"; correspondí a sus caricias besando su cuello, su boca, con mis manos acariciaba sus voluminosos senos sintiendo como se ponían erectos sus enormes pezones. Nos pusimos de pie y fui quitándole su playera, traía un sostén de tela transparente muy delgada que dejaba ver toda su oscura aureola muy crecida y pezones. Baje mis manos a su pantalón y lo fui bajando descubriendo su abultado vientre y la pequeña tanga negra que llevaba puesta, la cual apenas cubría la zona de sus vellos púbicos. Ella me quito la camisa y el pantalón con una verdadera desesperación quedando esparcidas en el piso.

La llevé nuevamente a la cama y nos acostamos uno al lado del otro, sin dejarla de besar fui poco a poco recorriendo su cuerpo, le quité su sostén y bese sus pechos y al succionarlos salió insípida leche de ellos, seguí bajándome, besando su vientre hasta llegar a su pubís, le quité su pequeña tanga, le abrí las piernas y me dedique a besar sus grandes labios cubiertos de finos y rizados pelos, los separe para lamer su clítoris, sus casi invisibles pequeños labios y meter mí lengua en su pequeño orificio, que a fin de cuentas era el de una adolescente. Ella me quitó los calzones, con sus manos no dejaba de jalar mi verga como si la quisiera arrancar de mi cuerpo. Seguí con mi boca en su coñito sin parar ella me decía

Siga profe, se siente delicioso, siga, siga.

De repente se empezó a retorcer, gritando:

¡Me voy a orinar, me voy a orinar!. Déjeme ir al baño

No son ganas de orinar, solo déjate ir, le conteste.

Tuvo un orgasmo tan intenso que le salió una buena cantidad de sus jugos y por un momento sintió que iba a nacer su bebe. La tranquilice y le explique que lo que había sentido era un orgasmo y que era normal. Sin embargo ella me dijo:

Nunca había sentido uno, se siente que pierde uno la cabeza.

¿Nunca has tenido un orgasmo?.

No nunca, yo no sabía bien lo que eran los orgasmos, solo lo que leí en los libros, pero no sabía que se sentía tan delicioso. Pero ahora me toca a mi, acuéstese profe.

Me acosté y me empezó a acariciar mi pene, subiendo y bajando su mano muy suavemente pero con ritmo. Ella me preguntó.

Su pene es diferente al de mi novio, es mas grueso y tiene ese pedazo de piel en la

cabeza.

Mi pene no tiene la circuncisión –le explique- por eso se ve diferente, pero baja la piel

y lo veras más parecido al de tu novio.

Así lo hizo y lo empezó a besar, a chupar, me estaba poniendo muy caliente y no quería terminar en su boca. Le dije que se subiera en mí y así lo hizo, abrió sus piernas y puso su pequeño coño en la punta de mi verga, que rápidamente se mojo con sus jugos que salían de su vagina. Fué acomodando mi verga en su hoyito adolescente, ella sentía que no cabía, pero poco a poco lo fue metiendo hasta que no dejo ni un milímetro fuera de su vagina.

Nunca he estado arriba profe, ahora como me muevo. Peso mucho ¿no?

Muévete de adelante hacia atrás y en círculos

Se empezó a mover como le indiqué, aquello era fantástico, pues su vagína estaba muy apretada y debido al peso de su bebe apretaba aun más, sus enormes nalgas masajeaban mis piernas sus movimientos eran muy lentos y podía sentir cada palpitación de su vagina. Con mis manos le acariciaba sutilmente sus senos, que dejaban escapar un poco de leche que resbalaba por su estomago y vientre. Los movimientos de Blanca se hicieron más rápidos, jadeaba, sudaba, con sus manos separaba sus grandes labios para que su pequeño clítoris chocara con mi peludo pubis. No aguantó más y nuevamente tuvo su segundo orgasmo, pero esta vez fue más fuerte que el anterior, se quedo quieta dejando escapar una gran cantidad de fluidos vaginales que mojaron toda mi pija, mis testículos llegando hasta mis nalgas y mojando la cama.

Que buen maestro es usted –me dijo- me siento llena completamente.

Me gusta como aprieta tu coño Blanca, se siente delicioso.

Usted si aguanta un buen rato, mi novio se venía rápido no duraba ni 5 minutos.

Reanudó sus movimientos, sus jugos y los míos hacían que mi verga se deslizara fácilmente dentro de ella. Provocando que se corriera otras dos veces. Yo no aguante más y después de 30 minutos de mete y saca me vine dentro de ella con varios espasmos lance mi leche en lo más profundo de su vagina. Terminamos agotados, ella no se quería bajar hasta que mi pene flácido se salió de su cueva emitiendo un ruido y saliendo leche por todos lados.

Fue una experiencia inolvidable, esa vagina de adolescente y embarazada hace que uno tenga sensaciones que no se pueden describir. Nos vestimos, me despedí con un largo beso acariciando su voluminoso vientre y antes de que me retirara me dijo al oído "que no fuera la ultima vez, que hiciera lo posible por volvernos a encontrar".

Subí a mi auto y me aleje de su casa. Como tiene poco que sucedió, (lo mencioné al principio) Blanca, si las cuentas no me fallan, su bebe ha de estar por nacer. ¿Será posible un nuevo encuentro?