Adiós a la dama y su poeta. -Capitulo Final-
Definitivamente Dios sabe porque hace las cosas, y estas cosas él sabía porque las había hecho!
Capitulo final.
“veo a un niño caer al suelo y convulsionar no se que hacer pero alguien corre hacia a el rápidamente... Una mujer, que deja de atender a una pequeña con unas agallas en su piel, la Doctora Del castillo es lo que puedo leer en su bata auxilia al niño de la mejor manera”
“Pero siento que antes que médicos somos personas escuchar a las madres en su dolor, entender al anciano que se le olvida lo que ha sentido pero que sabe que le duele. No entiendo que clase de médicos somos, si aun cuando no hacemos nada por cambiar esa dura situación, desvinculamos el cariño de la atención a nuestros pacientes, entonces, que estamos haciendo?”
La perdi, me dije suave y despacio observandola “Dormida” desde el pie de la cama, ella parecia estar tranquila por fin parecia descansar. Y eso me reanimaba un poco, no importara lo que me pasara a mi pero ella debia aun después de muerta estar bien.
Sonrei secando mis lagrimas ya la habia llorado suficiente ya me habia decidido a decirle hasta pronto porque aunque quisiera el Adios no salia de mi boca.
Seque esa lagrimita que acompañaba de su primer “ TE AMO ” el que no pude olvidar jamas, “ Tu eres Alexandra Medina Mi Heroina...” fue pasando por mi mente toda una pelicula de recuerdos, que me hacian suspirar, pero no de dolor sino de felicidad... de saber que por mi vida habia pasado un ser tan maravilloso y especial como Estefania Del Castillo era motivo de felicidad no de tristeza, ni si quiera el grito de melancolia podia escucharlo, y ya... Como siempre me habia dicho, si era de llorar a alguien que lo llorara de una forma descomunal, como si la vida se me fuera en cada lagrima y que buscara la paz en mi llanto salado que luego comenzaria lo bueno justo cuando el llanto seco se cicatrizara de mi piel.
La lloraria una vez, una sola vez y luego me dedicaria a vivir recordando las cosas buenas y malas que habia padecido con ella.
Te Amo Estef... -Suspire sintiendo una punzada en mi corazon- Y aunque ya no estes -Se la estaba entregando a Dios de cierta manera- Mi Amor se ira contigo mi bella dama -algo se extremecio en mi interior- No se como aceptar que te has ido, pero le pido a Dios, a nuestro Dios, que te cuide, que donde quiera que estés ahora puedas ser feliz, puedas estar libre- Mi lagrima callo sobre su mano- Ya este sera mi ultimo llanto para ti. Sere feliz como siempre me lo pediste, pero no te dejare de amar este donde este. Me has -suspire ya estaba soltando la tristeza- rescatado del lugar oscuro donde vivia y junto a ti pude vivir lo que soñe por mucho tiempo. Salvaste mi vida, me devolviste de la muerte me enseñaste hacer inmortal pero no me enseñaste a estar sin ti. Sin tu sonrisa y brillo magistral- Vi un poco de su tatuaje. “Alexandra Medina Te Amo” sonrei- Sos una cobarde no se como pudisteis tatuaros eso. Jamas os lo dije pero me encantaba veros despertar por las mañana, veros salir con vuestro cabello suelto, y saber que os pasabas horas arreglando solo para sorprenderme- sonrei- si supierais, siempre me sorprendiais, y ahora? Ahora soy yo quien se sorprende. -Me incline despacio y bese sus labios pactando con Dios un momento de amor interminable, dejando caer una lagrima de mis ojos a sus mejillas- Para ti sera mi amor hasta el fin. Te Amare hasta que mi corazon deje de latir Estefania Del Castillo De Medina!
Tome su mano la apreté suavemente y quise besarla, besarla despacio y de la manera mas dulce que puedes tratar a un ser humano.
Ya no habia mas que hacer mi princesa habia fallecido.
Fue cuando toda nuestra historia surco mi mente como una gota de rocio que no pude olvidar, las locuras que tuve que hacer para encontrarmela en cada cruce, en cada avenida, en cada lugar, para poder pautar con ella.
El barco. Esa noche que compartimos en ese barco, tuve que pagar mucho dinero para que pudiesen alquilarmelo a ultima hora. Me costo llorarle por teléfono a medio estado y pedirle a un amigo ya sin nada mas que hacer que me alquilará su yate, no importaba para él el dinero, pero aun así le pague una generosa cantidad.
. Necesito un barco, grande, amoblado, comodo, que este en el lago de Maracaibo en unas 3 horas.
. Señorita pero...
. Tome nota, ya mismo le hare una transacción.
Estaba loca, yo lo se, lo sabía en ese entonces, pero desde el primer momento yo me enamore perdidamente de ella desde la primera vez que nuestros ojos se cruzaron e hicieron click.
O la vez de la cabaña... Como olvidar, observe su mano, fragil y palida.
. papá, Quiero y necesito ir a la finca en Maracaibo.
. Claro hija cuando gustes.
. En dos horas.
. Pero no esta ambientada para los invitados pequeña.
. No me importa padre, quiero saber quien puede recibirme.
. Nuestros caporales estan alla, ya mismo llamo para que te den paso y preparen todo a tu gusto.
. No se que haria sin ti.
La panaderia. -Solte una risita, secando las lagrimas con el dorso de mi mano-
. Salvatore, perdonadme, os juro que no he querido ocacionar todo el incidente que he ocacionado.
. Pero Alexandra, me has averiado media panaderia... Era solo una cita para tomar café, y algunas maquinas ya ni encienden.
. Lo se, lo se... Perdon! Ok, pasadme ya un numero de cuenta os tranferire para que podais costear vuestros sacos de harinas y litros de leche. Y las cosas que rompimos.
. Ostias Alexandra Medina. os habeis pasado de coña. Que os den una buena cogida por el culo. Pero aún así respondedme algo pequeña.
. Lo que queráis Amigo.
. Habeis podido conquistar a la chavala que os acompañaba?
. Si os digo que ella me ha conquistado a mi y hasta que no le conquiste a ella no me quedare quieta, me creerías?
. Saldada vuestra deuda, espero recibir la invitacion a vuestra boda.
. Pero Salvatore vuestra panaderia, es vuestro local.
. Es el mas pequeño, le debo mas de una a vuestro padre, esta industria igual le pertenece a vosotros.
. Papá esta orgulloso de vosotros.
. Al igual que de vosotras Alexandra, asi como yo hoy, por saber que habeis encontrado a alguien que os amara hasta el fin.
Tantas locuras, que hice por Estefania, tantos momentos, cuando salve su vida de que la psicopata de Lawan la arrollara -mi llanto se hizo mas agudo- Los años tortuosos y tormentosos que pase sin ella, llorando por su partida y la mia, ahora? Que era de mi! NADA! Asi me sentia, nada sin ella, sin su calor, sin escuchar sus sermones
-Alex, mi amor, debes comer cosas saludables recuerda que debes mejorar tu salud-
-Ven mi conejita adorable...- -
Come mas hortalizas y menos carne roja, sabes todo el daño que esto te causa?-
-Alex, Podrias comer algo decente? como tu neumonologa te prohíbo seguir comiendo esto, me lo comere yo por ti-
-Alex ese color de corbata no queda con ese cardigan-
-Mi amor, si sabes hacer el nudo de tu cobarta para que quieres que yo te la haga?-
Para poder besarte cada que te descuides. -esa era mi respuesta inmediata, y después la besaba-
La extrañaria tanto, mi vida o parte de todo lo que habia sido si quiera alguna vez mi vida se iba con ella, o ya se habia ido.
Me levante de la silla y limpiando mis lagrimas, sali por la parte trasera de la habitacion, justo por donde solia entrar y salir el personal autorizado.
Camine cabizbaja, con la agonia en mi pecho, debia sentirme feliz, debia estar triste... no lo sabia, solo me dirigí hasta la zona de pediatria, caminando di hasta llegar al area de maternidad. Tras el enorme cristal vi el nombre de nuestros pequeños -Medina Del Castillo0520- en una encubadora.
- Laura, Erik... -suspire con desdén en el alma- Laura Camila os parece tanto a vosotros Estefania -Me pegue contra el cristal que me separaba del área de encubacion una de mis manos se apoyaba al vidrio, mientras la otra me sostenía el estomago, me estaba muriendo- Erik sois tan parecido a mi, joder, como OS podéis parecer tanto a mi -Sonreí- OS amo mis hijos. Mi amor si fueses visto a nuestros pequeños... Son tan hermosos como vosotros.
Rato después Kelly llegó a donde yo estaba, Sophia se abrazo fuerte a mi torso, la levante en brazos y rompió en llanto, ahí, sobre mi, frente sus hermanos.
-Mami, Estefania murió -su sollozo era crudo, era doloroso, era el sollozo de un hijo por una madre- -
Alexandra... Alexandra. Despierta. Vamos despierta.
Que ocurre? Que pasa? -respondí agitada restregándome los ojos-
Francisco quiere verte.
Había cerrado los ojos solo quince minutos después de que me sacaran del quirófano, a raiz de que el parto se había complicado y Kelly me diera un calmante. Estaba agotada ya habían pasado mas de 24 horas desde que había llegado a ese lugar, no había podido dormir, no me había tomado ni un vaso con agua, era muy jodido eso de que se complicara un embarazo, que un Doctor y amigo te preguntara a quien querías salvar, si a tu esposa o a tus hijos. A los dos, joder a los dos. Uno no va por la vida pensando que un puto parto se pueda joder tanto como se jodió el de Estefania.
Gracias al cielo me habían despertado, esa pesadilla que estaba teniendo no había sido nada... Nada alentadora. caminaba despacio con dirección al consultorio. Al estar muy cerca de el, salio Najera. Apenas me vio me hizo señas para que lo siguiera. Camine lentamente detrás de él que iba revisando una carpeta -La historia clínica de Estefania-
Medina... -Me saludo- Ya estas mejor?
Tengo cara de estarlo? -no tenia paciencia, ni siquiera podia sonreír, un dolor puto de cabeza menharia explotar el cerebro.-
Mas os vale que lo estéis. No ha sido fácil todo lo que ha ocurrido... -el hablaba pausado y yo estaba obstinandome, quería saber de mi esposa, y mis hijos-
Al grano Francisco. Al puto grano.
Calmaos. Ella a estado preguntando por ti.
Y... -quede en silencio esperando una respuesta, y luego entendí lo que el me intentaba decir- iré a lavar mi cara para poder ir a verla. -Francisco solo asintió-
Cuando llegue al baño. Vi mi apariencia. Daba asco, como me podía ver tan mal. Y mi olor no era el mejor, para mi buena fortuna Kelly apareció cuando iba saliendo del baño.
A donde crees que vas?
A buscarte, eso es mas que obvio. -le dije claramente nerviosa-
Hueles como si fueses salido de la cárcel solo un par de horas. Toma -me extendió una pequeña mochila- ve al final del pasillo a mano derecha, ahí esta un baño privado, duchate y cambiate, tienes diez minutos, ella no ha parado de preguntar por ti, y tu hija mayor quiere verte.
Solo le hice un gesto con mis hombros y salí del lugar, no tenia tiempo, me cambie tan rápido como pude. Hacia mucho no usaba esta clase de ropas. Un pantalón de jean negro, con una camisa larga, de tela de algodon. Y aquellos zapatos deportivos que me habían llevado a conocer el mundo entero. Salí dejando la mochila en el piso, y emprendí camino a la habitación de mi esposa.
Estaba nerviosa, tenía mucho tiempo sin verla. No se que haría. Cuando llegue, abrí la puerta despacio, no sin antes tocar, vi que salio una enfermera y quede a solas con Estefania. Se veía diferente, las marcas de los años ya le pasaban factura por aquellas línea de expresión sobre su rostro.
Mi poeta, -escuche que dijo en un hilo de voz- donde estabas? -me extiro su mano derecha, esa era mi señal para acercarme a ella-
Mi musa. -bese su mano cuando la tuve cerca de mí. Tenia una cánula, ninguna dijo nada solo estábamos tomadas de la mano observándonos, este era uno de los momentos mas felices de mi vida. me había enamorado de la mejor mujer y ella igual se había enamorado de mi. Cuan agradecida estaba con Dios por hacer eso. Sin perder contacto visual con ella, acaricie su rostro, y baje poco a poco hasta llegar a sus labios. Esto era felicidad. Esto era lo que me hacia feliz, ver a mi esposa, estar con ella, yo no necesitaba nada mas, en definitiva, yo, Alexandra Medina, pertenecía a ella, a esa mujer que ahora era mi esposa y me hacia inmensamente feliz. Ella, Sophia y nuestros gemelos.
Tres meses después...
Un llanto desenfrenado se hizo presente a las 2:56am de ese miércoles. Me moví con pereza, a penas terminaba de cerrar los ojos.
Yo ire -Dijo Estefania- Descansa amor. -Ella me animo, pero me levante sonámbula, metí mis pies dentro de mis pantunflas y camine arrastrando mi alma.
Descansa Estef, yo iré. -Camine llevándome el marco de la puerta por delante, estaba muy cansada, ya iban tres meses y Mis hijos se despertaban haciendo cada escandalo, cuando Erick lograba conciliar el sueño de nuevo, se levantaba Laura. Ellos acabarían conmigo -Laura, en que habíamos quedado? Solo os despertariais a comer, ya parecéis una vaca. -ella me sonrió, o fue una mueca, solo se que me hizo sentir llena de alegría.
Mami, aquí esta el biberón de mi hermanita. -Sophia era muy atenta y comprensible con nosotras, y los bebés, nos ayudaba en todo, cada cosa que no sabia la indagaba, la buscaba, ella quería estar empapada de lo que era la crianza de un bebé, y que mejor que con sus hermanos. -Que paso Lau? -Le dijo a la bebé muy bajito- vos me habéis dicho que dejariais descansar a mamá -la bebe río mientras bebía su mamila- ay mami, así no la puedo reprender, se ve hermosa.
Ni yo mi amor. es tu hermanita. Es nuestro ángel. -pasaron solo algunos minutos para que Laura se durmiera. Luego de sacarle los gases, Sophia acaricio su mejilla, me enternecio ver el amor que le tenia a su hermana. -Descansa mi pequeña, Dios os bendiga. -la deje sobre su cuna, abrigándola con el cobertor y me incline para depositar un beso en su frente- vamos mi amor, es hora de que descanses tu también.
Si mami, ire a dormir, hasta mas tarde. Te amo. Recuerda que mañana hay escuela.
Kelly vendrá por ti amor. - La deje de igual manera en su cama, bese su frente- Dios te bendiga mi amor. -cubrí su cuerpo y con el mismo caminar pausado logre llegar a la cama que compartía con mi esposa. No lo pensé dos veces, mi cuerpo se dejo caer sin compasión sobre el colchón, Estefania me cubrió con sus brazos-
Ven aquí. Duerme un poco cariño, te hará bien.
Cuanto tiempo paso, no lo se. No se nada. No se que me dijo ella ni que le dije yo. Solo me deje a los brazos de la mujer que amaba, hasta mucho tiempo después.
Esta era la rutina de las personas cuando se casan, tienen hijos y son felices, esta es la parte de la vida donde se vuelven familia. Me estaba costando un poco la vida de madre responsable, mas aun ese septiembre 23 que Estefania se le ocurrió la brillante y grandiosa idea de dejarme sola con los niños. Un año y medio mas tarde.
Amor, ya todo esta listo... Me voy -beso mi frente y luego mis mejillas-
En serio te vas, y me dejas sola con los niños?
Si mi vida-lo dijo tan tranquila que mi cara no podía mostrar mayor incredulidad-
Estefania puede ocurrir un accidente. No espereis que alguien no salga ileso en esto. Serán tres años.
Alex, amor, solo serán cinco días los que pasare fuera, de los cuales tres los pasare con ustedes. Recuerda llevar ambas pañaleras, ya están listas, ahí deje todo. Solo debes revisarlas, te deje una lista de comida para prepararles a los niños, la comida de Sophi, ya sabes nada de dulce antes de las 12 y nada de dulce después de las 6. Deben estar en cama antes de las 9, Laura debe tomar una ducha a las 6, y Erick debe tomar una ducha a las 5:30, no pueden estar en la piscina después de las 5, o se resfriaran, recuerda darles sus jarabes de hierro, y vitaminas. Por las mañanas cereal con granola...
Estefania para que rayos habéis hecho la jodida lista si me estaréis repitiendo todo? -ella sonreía curiosa-
Necesito saber que estaran bien en mi ausencia. Que nadie perderá una pierna.
No lo estaremos, pero procuraremos llegar vivos a tu destino.
Alexandra... -no deje que continuara y bese sus labios, escuche un claxon- Han llegado por mí.
Esta bien. Ve, que todo salga bien. Te Amo. No dejes que nada te intimide.
Gracias mi poeta. Te Amo. En la nevera deje los números del hotel, mis números de emergencia, te sabes el de mi celular, deje todo al alcance de tu mano.
Chao Mami. Que te vaya bonito. -Dijo Sophi antes de empujar a Estefania para que se fuera.
Chao mi amor. -beso su frente- te deseo mucho éxito en tus defensas de la universidad.
El claxon siguió sonando, Estefania se fue resignada. Solo iría a dos días bien merecidos de presentación. Algo que tenia que ver con medicina, la habían ascendido. La verdad no estaba segura que rayos iría hacer. Estefania se fue. Y sophia tomo sus libros,se quedo mirando un folleto y me lo entrego.
Y esto? -le pregunte mientras lo leía- presentación "Mujer de Mujer" en el atelier...
Es sobre mi exposición de cierre de semestre. -Me interrumpió ella-
Sophia con su corta edad, ya estaba en la universidad, cursando sus últimos años en la carrera de medicina. Estefania le había lavado el cerebro con esas cosas, solo ellas se soportaban así.
Como te sientes para esto? -Le pregunte, aunque ya sabia su respuesta-
Sin importancia. Es algo tonto. Tonto.
Sophia...
Mami, lo se, lo se. Debo ser mas humilde, mas amable. Pero - ella suspiro fastidiada- espero verte ahí. Sera mañana. Me fuese gustado que Estefania estuviese ahi, pero era injusto que por mi se perdiera su conferencia. Merecía ya ese piso.
-sonrei- Esta bien amor, yo iré. -me coloque a su altura- tus hermanos también irán. Estamos orgullosos de ti. -ella se encojio de hombros-
- No me abochornes madre.
La verdad cuando me entere que Sophia pertenecía a ese pequeño circulo de los niños índigo, me senti inmensamente feliz pero automáticamente me invadió la nostalgia, estaba comprobado, había hecho varios reportajes al respecto, los niños índigo usualmente solían quitarse la vida en sus primeros años. Sentían que no podian vivir en una sociedad tan incompleta que no se adaptara a ellos. Aparte de estar terminando la carrera de medicina, tomaba clases de alemán y frances en las mañana de los días jueves y domingos. Como si eso no fuese poco ya manejaba gran parte de tierra de todos, a raiz del nacimiento de los chicos decidimos incorporar un área de medicina y entretenimiento infantil, del cual ella se hacia cargo.
Mi mayor preocupación es que ya había visto apatía en sus ojos. Nada la complacía, nada era suficientemente un reto para ella. Todo la aburría muy rapido. En ocasiones sentía que hablar con nosotras aun siendo sus madres la aburría.
Sophi que tal los proyectos para los médicos sin fronteras?
Ya los termine, los envíe hace dos semanas. Fue bastante sencillo.
Esos putos proyectos a cualquiera nos fuese llevado un mes estructurarlos de forma correcta, de hecho estefania los había dejado sobre el escritorio de mi oficina buscando que la pudiese ayudar con ellos, pero cuando los busque ya no estaban ahí.
Me atormentaba el hecho de que sophia pudiera quitarse la vida, pero luego esa idea se apartaba cuando la veía jugando con sus hermanos y el gran canino en el jardín de la casa. Ellos y Estefania eran por quienes vivía, mi ilusión. Mi verdad. Mi amor.
Tranquila madre. -me dijo Sophia tomando mis manos-
Estoy tranquila amor. -Le dije sonriendo-
No lo estas... Te veo triste, has estado extraña durante varios días.
Mi niña -la tome en mis brazos y bese su frente- Jamás te vayas de mi. Eres una Alejandra en todo el esplendor.
Madre no te abandonaré.
En eso Erick llego llorando a donde estábamos nosotras, Sophi bajo de mi regazo y lo sujeto a él.
A ver mocoso, que te pasa?
Io no oy mocoso -Sonreí al verlo, estaba echo un moco-
Ven para acá mi príncipe, -sonre con el niño en mis manos- que paso? -le pregunte limpiando con una toallita su nariz-
Laua me pego -Sophia se echó a reír viendo como se escondía Laura de nosotras-
Madre mira a la escuincle con que le pego.
Laura... -Sophi la tenia tomada de la mano, le extendí mi mano para que se acercara sin temor- ven.
Mami -bajo la mirada- io... Io... -su tonito era adorable- estamos jugando. -se vio sus pies, estaba arrepentida- sin queder le pegue, pero poquito -me contuve la carcajada, Sophia me veía y sonreía queriendo reir- el no levantaba da dodilla.
-suspire, a este paso todos mis hijos querrían ser medicos, Estefania ynsus odiosas técnicas de aprendizaje- mi niña, debes comprender que no todos tienen los mismos reflejos. -sophi me paso el martillo de juguete- esto es un juguete no un arma para golpear a tu hermano si no reacciona como tu gustas. -ella asintió-
Dicupa hemanito -beso la mejilla de erick-
Príncipe, que se dice? -el había dejado de llorar-
Te discupo hemanita. -y salieron corriendo de nuevo a sus juegos-
Sophia me miro y de nuevo me hablo.
- Crees que yo me perdería de esto, quitándome la vida? -Le escudriñe la mirada- jamas preferiria morir antes que elegirlos a ustedes. Son mi familia. Los amo.
Los dos días siguientes a ese fueron tranquilos, los niños me hacían mucho caso a diferencia de Estefania, yo solo tenía que echarles una mirada a los muchachos y ellos ya sabrían que se debían comportar.
Eso me hizo gracia al pensarlo, porque si, necesitaba a Estefania pero es que ella era mas atenta, mas madre, sentía cosas que yo ignoraba. Eso me hizo recordar meses atrás. Un recuerdo amargo, gracioso, pero una anécdota al fin.
-Amor... No te detengas. -gemía ella- sigue... -ver a Estefania correrse entre mis dedos eran algo inigualable. Me apetecía, la deseaba tanto. Suspire al ver como se movía encima de mí, se veía tan perra, tan atrevida.-
-Te Amo Estef... -logre decir sintiendo calambres en mi vientre, teníamos meses sin sexo, después de los niños todo había sido para ellos y poco era lo que me quedaba hasta que..
Laura, Erick -Grito Estefania bajándose de mí, en pleno acto, a segundos de un maldito orgasmo. ella corrió al armario, saco un mono azul y me lo tiro con una playera de mi equipo de Béisbol favorito. Mi esposa se vistió con una ropa deportiva- Levante, algo le ocurrió a los chicos.
Pero si están en la escuela Joder! Estoy a medio clímax y a ti se te ha pegao la jodida gana de ir a supervisar el trabajo de los profesores -reproche cabreada colocándome el mono, esto no podía ser real.-
Las llaves de la moto, donde están? -preguntaba ella exasperada- siempre sales en esa cosa y hoy no aparecen las llaves.
Joder, que ostias andas diciendo!? Odias ese aparato. -reproche levantándome de la cama.
Es mas rápido. -me sorprendí, tome las llaves que guardaba en el ultimo cajón de la mesita de noche y me levante, cabreada, exitada, aturdida, a quien coño se le ocurría formar una pelea por que creía que a sus hijos les pasaba algo, si, ya se, Estefania Del Castillo, ella estaba loca... baje las escaleras, y agarre los cascos de seguridad, y fui al garage, levante la tela impermeable que cubría la moto, ahí estaba... Mi hermosa moto BMW F800 R, color negro con plateado. Subí en ella y la encendí. Rugió su motor, el sonido hizo resonar todo en el lugar. Hacia que sonara lo mas fuerte posible, ella me las pagaría.
Espera... Deja de hacer ese ruido. -me suplico entrando.
Esto es solo el comienzo de lo que OS espera, sube al puto aparato este y vamos a ver a los mocosos.
Alexandra, que nonles digas así, son tus hijos también.
Y porque son mis hijos, los llamo así -Sonreí- ellos saben que los amo, pero no les quita lo mocoso.
Entre ellos y tú, quedare calva uno de estos días.
Entre la falta de sexo, y tus arranques a medio clímax, me saldrá una ulcera -ella me golpeo- ya, deja de reprochar, y sube.
Tengo tu licencia, papeles e identificación. Vámonos. -dijo Estefania terminando de acomodarse el casco, salimos del garaje a una velocidad de vértigo, por la avenida principal camino al instituto infantil donde estudiaban los chicos.
Aprietame con las piernas, si sigues agarrando así la parrilla chocaremos. -le grite subiendo la velocidad a 220km, era difícil soportar la brisa a esa velocidad.
Medina, me caigo, me caigo. -repetía ella cortándome la respiración.- Medina!!! Baja la velocidad que nos mataremos en cualquier momento. -me intentaba gritar ella-
Joder! Pero si vas a estar así de llorona porque jolinés quisiste tomar esta cosa? -parecíamos un par de estúpidas intentando discutir Miéntras el sonido de la brisa me ensordecía- Estefania afloja que no respiró tía - logre decirle medio apretada, faltaba poco para llegar,veía el portón de la institución, empecé a bajar la velocidad drásticamente, y aunque No había terminado de estacionar la moto ella se bajo trastabillando y entro corriendo al instituto.
Ella estaba loca, pero si creía que a sus hijos les pasaba algo... Ahí estaba. A sus hijos les pasaba. Cuando logre alcanzarla, tenia a Erick en brazos que no dejaba de llorar. La maestra le explicaba no se que cosa, y ella solo mecía al terremoto ese en brazos.
Por tal motivo, me temo que no seguiremos trayendo a nuestros hijos a esta institución. -se veía tan graciosa aun con el casco puesto. Pero que rayos, ella iba a sacar a los niños del maldito instituto que me costaba una pasta muy grande y les enseñaban hasta como masticar sus alimentos, debía intervenir.
Sra Medina, buen día. le explicaba a su esposa que el niño se comenzó a sentir mal, les íbamos a llamar, pero la doctora se estaba haciendo muy bien su trabajo. -ella se veía nerviosa, y Estefania muy alterada-
A ver, mocoso,ven acá -le dije a Erick, cargándolo- que te paso? -el se seco las lágrimas y me lo dijo al oido- eso fue todo.? -asintió- vamos a casa, todo estará bien, y ya no dolerá. -vi a la maestra- tranquila, mañana los traerá nuevamente el chofer. a la otra cosa que tengo por hija, la pasaremos buscando a su hora de salida. -Estefania me dio una mirada asesina, no le gustaba que yo llamara así a los niños. - despidete mi príncipe -el agito su manito- hasta luego. -así salímos los tres.-
Que termina de ocurrir allá adentro? -pregunto mi esposa luego de que salimos-
Le dirás? -le pregunte a Erick-
Es vegonzoso mamá, no quiero.
Esta bien hijo, lo importante es solucionarlo, vamos por un taxi, llegaremos a casa y todo estará bien. -Respondió Estefania.-
Pequeño mocoso, solo le había costado ir al baño, y el no poder hacer sus necesidades, le proporciono un dolor, muy poco soportable para un niño. Suspire, espere que ellos tomaran el taxi acordado, maneje tras ellos, Laura, llegaría a casa con el chofer, ese día ambos tendrían que tomar un buen laxante.
Mis hijos, mi esposa, y el perro que le había regalado a Sophia cuando era solo una niña eran mi familia, ellos eran el timón, la brújula, el barco, mi rumbo fijo a cualquier dirección.
El día que llegamos al evento todo conspiró en nuestra contra, sencillamente todo. Eso tenia que ser un jodido mal chiste, Estefania se molestaría mucho por eso.
Laura Camila joder hija, que haces con las greñas así. -había tomado un cepillo de cabello y se lo había enrollado en toda su melena castaña.- Sophia ayudadme.
Madre Erick no quiere vestir de traje. -me repicó Sophia entrando a la habitación de Laura-
Erick -dije con tono firme, mientras me dirigía a su dormitorio-
Ya me visto, ya me visto -Lo observe mientras se colocaba su camisa azul rey-
Te ves hermoso -el bajo la mirada y sonrió terminando de arreglarse-
dos horas después íbamos saliendo de casa, muy tarde.. sophia con las pañaleras, yo llevaba a los niños.
Al auto, -les dije mientras los dejaba en el piso- sin perder el rumbo.
Mami pero... Nos vemos bien?
Están preciosos.
El día del diablo llegaríamos a tiempo, había una puta cola asquerosa para entrar al puto centro ese. Que jodido día se me ocurrió para darme toda la bomba del mundo. Suspire frustrada. Esto no podía ocurrir en el día mas importante para Estefania.
Mami se va a molestar -Dijo Laura suspirando-
-Ya esta molesta. -Le respondió Sophia.
- Ay cadamba. -Dijo Erick- Estamos en poblemas... Muchos poblemas. No tuvimo que llega tade.
-golpee el volante exasperada porque la gente no se movia de prisa para estacionar su puto auto, que tan difícil era eso- Sophia,a que altura del evento habla Estefania?
- Justo ahora, ya comenzó su discurso.
-Y por que coño hay tantos autos aquí.? - pregunte al borde de un colapso. Erick jugaba con su pequeño carro y Laura subía y bajaba el cristal del la ventana. Me estaban exasperando. Pero no podía descargar mi estrés contra mis hijos, al final de cuentas habíamos llegado tarde por estar jugando play.
- Por que estos son los choferes que ya han dejado a los invitados.
-Saben qué? Nosotros también dejaremos al chofer aquí. Sophi toma las pañaleras. Yo tomare a los niños... Nos vamos a ver a su madre. -Estefania JAMAS llegaba tarde a mis eventos y este que era el más importante de su vida, TODA su familia llegaba tarde.
y decididos salimos de ahí, tome a mis hijos en cada brazo, los mocosos esos no se con que rayos los alimentaba Estefania, pero pesaban como el infierno.
- Mami es muy fuete. Po eso nos lleva. -dijo Laura Agarrándose de mi cuello-
Estaba desesperada, muy desesperada, ya era la hora y Alexandra no estaba aquí. Ni los niños, me estaba comenzando a preocupar mucho. Ya casi era mi momento y todo seguía siendo igual. Que horror. Esto no podría ser peor.
Estefania, te toca. - Suspire, si que podía ser peor, ellos no llegarían para verme.-
Y con ustedes Estefania De Medina.-Los aplausos se estremecieron en un rugido muy fuerte por todo mi cuerpo-
-era ahora, aquí estaba yo, dándole la cara al mayor honor de un doctor, Iñakyn se retiraba de la clínica, dejaba la medicina por su avanzada edad, y para mi era un honor ser su sucesora, me había nombrado a mí su sucesora, que emoción sintió mi alma. Mi ser y todo mi cuerpo cuando me nombraron así, pero mi emoción tuve que afrontarla sola, ellos no estaban ahí.- Muchas gracias a todos... Muchas gracias por estar aquí hoy conmigo. Les agradezco su infinito apoyo, y la ayuda que día con día me brindaron. A mis colegas, esos que me vieron crecer desde que aquí comencé. Las enseñanzas de Yñaky, mis profesores, ustedes en su momento hace muchos años atrás me enseñaron que este era el camino correcto para ayudar a las personas, mis mas grandes anhelos los he logrado con la medicina, cada día. He descubierto que sin importar que haga, quiero seguir creciendo maqui, ayudando a las personas, mostrándoles mejor el camino a continuar. - mis ojos se llenaron de lagrimas- también agradezco a alguien que creyó en mi desde el principio. A una mujer que me enseño a seguir pese la circunstancia, la adversidad, o la falta de confianza en tus sueños, ella creyó en mí, y aunque hoy no este aquí por otros motivos, su calidez siempre me ha acompañado, por eso a ella y a mis hijos que son mi motor e inspiración, A ella, Alexandra Medina, mi esposa.
- Sophia, por aquí, creo que es esta puerta -llevaba a Laura de la mano mientras que me acomodaba la pañalera que tenia colgada del lado derecho, Sophia abrió la puerta y me dio paso a mí, mientras yo terminaba de acomodar la pañalera que me había colgado atravesando mi dorso, no me percate a que salón entraba solo termine escuchando sus palabras- Alexandra Medina, mi Esposa y Sophia, Erick y Laura Medina, mis hijos, ellos mi inspiración cada día, para ellos este ascenso.
Estefania al vernos salio corriendo hacia nosotros, y me abrazo fuertemente... Al igual que a los niños. Definitivamente Dios sabe porque hace las cosas, y estas cosas el sabia porque las había hecho! Ella lo había dicho todo, yo no deseaba nada más, Estefania y mis hijos lo eran todo, y ahí estábamos, adelante para seguir afrontando los obstáculos que la vida nos deja cada día. Su ascenso era el nuestro, este era un triunfo conjunto al cual no nos podíamos negar.
RcAdriiTorres
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Les extrañare, y aunque he tardado, este es el fin, para esta dramática historia. Algo mas sereno, mas frío, mas cálculador. Mas fresco a toda esta maraña incontable de cosas que no podíamos dejar de vivir, les recuerdo desde mi pequeño lugar, mi razón de ser, mi forma de andar, gracias por ustedes existir, por llenarme de paz en momentos tan críticos, los Amo!!!
Cuidense, desde mi nuevo hueco en el mundo, les digo hasta pronto.