Adiestrador de esclavas (1/2)

Explicación de cómo un hombre actúa como adiestrador de chicas para convertirlas en sumisas esclavas, tras unos meses de muy duros entrenamientos, para luego venderlas.

Adiestrador de esclavas (1/2)

Capitulo 1.- Sus primeros duros entrenamientos

Tengo un hobby muy lucrativo al margen de mi trabajo habitual que me proporciona el placer de adiestrar a una mujer para convertirla en una esclava totalmente sumisa y el placer de ganar mucho dinero al venderla… Todo muy lucrativo.

Hoy bajo las escaleras escuchando crujir los escalones de madera bajo mi peso... Una bombilla encendida detrás de mí, proyecta una gran sombra sobre los escalones mientras me dirijo hacia abajo.

Llego hasta un sótano oscuro, sucio y húmedo, donde se amontonan cajas, viejos patines, esquís, y ropa que no utilizo… En una esquina hay una chimenea… Miro al lado de ella y encuentro un ladrillo suelto… Detrás de él hay un pestillo que despaso… Empujo una sección de la pared, y cede, deslizándose hacia dentro... Se enciende una luz y paso por ese hueco… Empujando la  pared de nuevo pero al contrario, se cierre detrás de mí.

Sigo caminando hasta llegar frente a una puerta acorazada… Veo un viejo teléfono montado en la pared... Tecleo algunos números y luego presiono #... Suena clic y luego empujo la puerta para abrirla… hay una antesala con monitor y un sofa… Al fondo esta la puerta blindada que da acceso a una amplia celda.

Ahí está ella, mi última presa capturada… Está acostada en una cama de metal hecha de barras… Su piel es lechosa y no tiene pecas... Dos pechos perfectos suben y bajan mientras respira… Escucho el sonido del aire silbando dentro y fuera del pequeño tubo en la capucha de goma que cubre su cabeza.

Estoy muy caliente y tengo la polla dura, pero no debo actuar apresuradamente… Una mujer es como un buen vino… Ella debe ser saboreada... Me tomó meses de preparación traerla aquí… No voy a arruinarla la primera noche que la tengo.

Mi mente es un torbellino de ideas… Pienso en todas las cosas que le voy a hacer para convertirla en una sumisa esclava... Ya puedo escuchar sus gritos… Puedo ver su cuerpo mientras se retuerce… Sus ojos mientras me suplica… Sus labios mientras tiemblan… Su cabeza mientras se inclina en sumisión a lo inevitable… Sera una pena que no puedas romperla poco a poco por precicitarme.

Ella está jodidamente hermosa, extendida de brazos y piernas, atadas por muy cortas cadenas, esperando a que venga su raptor.

Me inclino sobre mi impresionante presa, inspeccionando sus muslos musculosos, su cintura pequeña, sus grandes tetas… No es exactamente una figura de reloj de arena, pero hay mucho tiempo para corregir eso… Soy muy selectivo cuando cazo... Sólo un cierto tipo de mujer me gusta, y esta es casi demasiado buena para ser verdad… Ahora me duele la polla, pero la mantengo bajo control... El poder es peligroso cuando no hay control.

Huelo su coño, dejando que la parte superior de su pubis me haga cosquillas en la nariz… Ella todavía no está afeitada… Eso viene después... Ella sólo ha estado aquí esta noche.

Le paso la mano muy suavemente por el muslo… Ella salta, se pone rígida, lanza un grito que brota de su tubo de respiración y comienza a luchar violentamente contra sus cadenas... Froto mi polla mientras veo su cuerpo moverse… Ella está completamente bajo mi control.

Su respiración ahora es una sucesión de respiraciones cortas… Está despierta y muy consciente de su situación… Espero, dejando que se hunda y emita un gemido... Hasta ahora sólo ha tenido un miedo primario, pero en estos momentos su mente estará evaluando todas las cosas malvadas que le puedan suceder a partir de ya mismo.

Veo como ella tira de sus grilletes uno por uno y luego deja escapar un sollozo... La miro, sin hacer ruido… Emite más gemidos y su cuerpo se mueve lentamente, mientras trata de hacer instintivamente lo que ahora no ha hecho: pedir ayuda.

Por fin, esos gritos de ayuda comienzan a intentar salir de su garganta... Son largos gemidos quejumbrosos... Gritos agudos que suenan casi cómicos a través del tubo... Intenta hablar, seguido de gemidos frustrados y golpes de cabeza de lado a lado... Miro sus pechos rodar mientras hace esto.

Pateo una lata vacia por la celda... Ella se queda en silencio, todo su cuerpo permanece quieto.

  • "¡Uuuoooo!", grita.

  • "¡Aaaaa!... ¡Aaaauoo!”, le respondo mirándola arrodillado a su lado.

Podría hacer esto durante horas, pero hoy no tengo ganas... Acaricio su pecho y ella se queda quieta de nuevo, preguntándose quién será.

Su cabeza se levanta en un hábito inútil para ver a su alrededor... La capucha de latex que lleva látex se lo impide totalmente... Una melena negra de pelo sedoso brota de la parte posterior de la capucha... Vuelve a dejar caer la cabeza con un gemido frustrado y luego respira hondo.

  • "¡Uuuooo!", grita de nuevo.

Sus extremidades se ponen a temblar, y casi me vuelvo loca mirando moverse su cuerpo perfecto.

Tranquilizándome, alargo la mano y agarro su pezón.

Ella grita… Luego deja escapar un gemido aterrorizado mientras giro el pezón entre mis dedos, excitándolohastaponelo tieso... Ella sabe que estoy aquí, que tengo el control y que no la liberaré… Con este toque, le he transmitido todo.

Todavía sueña con escapar, pero sólo es cuestión de tiempo que eso sera imposible y se rinda por completo a mí.

Libero su pezón... Ella tiene mucho en qué pensar, así que me voy al ‘ taller ’ al otro lado de la celda.

Estoy construyendo un nuevo tipo de cinturón de castidad. Ya tengo varios bocetos con piezas cambiables para poder atormentar su coño o culo de varias maneras innovadoras…  El ruido que necesariamente hago con las piezas metálicas siempre son desconcertante cuando estás ciego y atado... Cuando termino puedo escucharla llorar... La capucha que lleva oculta el tormento que se desarrolla debajo.

Ha pasado casi una hora… Preparo mi próxima línea de ataque... Una vez más, agarro un pezón, excitándolo hasta que se pone tieso... Luego lo aprieto hasta que cada respiro es un grito.

Observo su salida de aire y se la tapo con mis dedos… Ella comienza desesperadamente a intentar apartarse, pero yo sostengo su cabeza firmemente.

  • "¡Deja de moverte o te aguantaré hasta que te asfixies!"

Ella entra en pánico y se queda sin fuerzas… Su pecho se convulsiona mientras trata en vano de respirar.

  • "Yo controlo todo sobre ti, ¿entiendes?"

Silencio.

  • "¿¡Entiendes!?", le grito.

Ella asiente rápidamente.

  • "Ahora voy a afeitarte el coño ya que no me gusta un coño peludo... Te quedarás perfectamente quieta... ¿Entendido?"

Ella asiente de nuevo... Libero su agujero de aire y ella respira fuerte el aire silbando a través de la pequeña abertura… Observo su pecho agitarse por un momento, endureciéndose de nuevo sus pezones... Ella es muy hermosa y ahora es mía.

Tengo un pequeño botiquín en la pared para curar lesiones habituales y los problemas de higiene que ocurren en este tipo de entorno.

Cojo unas tijeras, una maquinilla de afeitar y un bote de crema de afeitar de viaje… Inclinándome sobre su coño, corté los pelos escuchando sus gemidos... Tiro crema y la froto… Ella solloza cuando la cuchilla de afeitar toca su piel y tengo que golpearla varias veces para que deje de inquietarse.

La navaja comienza a afeitarla, mostrando su carne virgen… Esta es probablemente la primera vez que su piel ha estado expuesta desde la pubertad… Sigo afeitándola hasta que un coño hinchado y enrojecido queda sin vello... Lo limpio con un paño húmedo y luego examino lo impresionante que está afeitado... Las palabras no pueden describir cómo me siento en este momento… Tengo hambre de ella, pero no es el momento adecuado... Tengo que esperar hasta que haya madurado adecuadamente.

Me inclino entre sus piernas y golpeo suavemente su piel recién expuesta y muy sensible... Ella gime y comienza a llorar de nuevo, agitando inútilmente sus manos esposadas… Tiene un coño increiblemente bonito... Saco mi lengua y comienzoa lamerlo... Ella está callada… Sus labios vaginales están abiertos y son acogedores… Entro en su coño con mi lengua... Escucho sollozos cuando le estoy haciendo esto… Sus caderas se mueven mientras tira de sus ataduras… Uso mi dedo para estimular su clítoris hinchado.

  • "Sólo las putas tienen el coño afeitado…¿Eres una puta?", le digo.

Ella mueve la cabeza de un lado a otro... La estimulo un poco más… Puedo sentir su clítoris endurecerse.

  • "Creo que sí… ¿Si no, por qué tu clítoris etá tan tieso?"

Ella grita, luego se disuelve en sollozos histéricos... Yo continúo.

  • "¿Eres una pequeña zorra sucia?"

Ella niega con la cabeza otra vez... Aprieto su clítoris entre el pulgar y el índice... Su chillido es música para mis oídos.

  • "No me mientas, zorra… Estás goteando jugo de coño por todo el suelo... Esto te está poniendo caliente, ¿no?"

  • "¡NOogg!", grita intentando hablar a través de su mordaza.

Le doy un golpe a su coño.

  • "Tal vez lo has olvidado porque aún no has tenido la oportunidad de correrte hoy… ¿Te gustaría correrte, zorra?"

Ella se queja moviendo la cabeza como queriendo decir que no.

  • "¡Por supuesto que si!... A todas las zorras les gusta correrse… ¡Lo sé!... Juguemos un pequeño juego... Tengo que salir por unas horas, así que veamos cuántas veces puedes correrte mientras estoy fuera".

Del ‘ taller ’ cojo un palo largo con un consolador montado en el extremo... Lo colocó al final de la cama, lo empujo hacia arriba hasta que se lo meto ligeramente en su coño.

  • "¿Sientes eso, zorra?... Voya meterlo todo dentro de ti."

  • "Aaaaaah!", grito y comenzó a luchar de nuevo.

No importa... Le pongo un poco de lubricante al consolador y luego lo meto lentamente en ella, que se pone rígida, gimiendo levemente mientras lo empujo dentro… Es su primera violación aquí.

Rápidamente, cojo un vibrador y lo coloco justo encima del clítoris, asegurándolo con cinta aislante.

Cuando lo enciendo, un jadeo de sorpresa se convierte en un grito, mientras ella comienza a temblar... Cojo unas correas de cuero y aseguro su cintura y su pecho a la cama, limitando aún más su movimiento... El virbrator zumba alegremente mientras ella gime.

  • "Me voy… Te veré dentro de unas horas, zorra."

  • "¡NOOGG!... ¡Aaaaaah!"

Ella comienza a sacudirse, tratando desesperadamente de escapar de su torturador mecánico… Un esfuerzo inútil… Silbo mientras me dirijo escaleras arriba y busco las llaves del auto… Habrá algunos buenos videos para verlos más tarde, cuando regrese.

Puedo escuchar sus gritos al abrir la celda… Ella es fuerte… Esperaba que se habría desmayado… Quizás ya se desmayó y ahora recuperó la consciencia... Tendré que revisar las grabaciones más tarde para ver que pasó.

Al volver veo que hay una gran charco en el piso debajo de su ‘ cama’ .

  • "¿Te divertiste mientras estaba fuera, eh zorra?"

Sus gritos se vuelven más desesperados cuando escucha mi voz.

La observo mientras se convulsiona y tengo que luchar mucho para no correrme en mis pantalones... Ella se queda sin fuerzas y luego comienza a gemir de nuevo… Yo mantengo mis impulsos primarios a raya, por el momento.

  • "Voy a permitirte hablar, pequeña zorra, pero tendrás que prometerme que sólo hablarás cuando te lo diga…. ¿Vas hacer eso, esclava?

Su cabeza se agita frenéticamente mientras respira pesadamente.

  • "Espero que no me mientas, esclava... Odio a las mentirosas."

Ella sacude la cabeza, murmurando algo incomprensible.

  • "¿No?… No estás mintiendo… ¿No puedes quedarte callada?"

  • ¡Aaaah!"… Ella inclina la cabeza hacia atrás y se queja.

  • "¿Vas a hablar sólo cuando te hablen?", le repito

  • "¡Aag… Aoo!"

  • "¿Me estas mintiendo?"

  • "¡Oog… Oog!"

  • "¡Espero que no!... Vamos a averiguarlo".

Le desabrocho la mordaza del resto de la capucha… Se lame los labios grandes y carnosos y hace una mueca mientras su respiración se acelera... Los dos nos sentamos en silencio... El sonido del vibrador llena la celda.

  • "¡Oooh… Por favor… Apágalo!", me dice sollozanzo.

  • "Sólo debes hablar cuando te pregunten, esclava… ¿Lo cumples?"

  • "¡Lo siento!... ¡Estoy tan... Aaaaah!"

Ella se convulsiona de nuevo, apretando los dientes, al tener un nuevo orgasmo.

  • "Te dirigirás a mí como Amo”, le digo.

  • "¡Por favor, Amo… Apágalo!", me suplica con voz temblorosa.

Golpeo su teta.

  • "¡Por dos veces has hablado sin permiso!"

  • "Lo siento, Amo!"

Se da cuenta rápidamente, pero aún le queda mucho por aprender... Sigo dandole instrucciones:

  • "Cuando el Amo habla, su esclava escucha... Una esclava siempre muestra respeto por su Amo... Una esclava NUNCA habla a menos que responda la pregunta de su Amo, o cuando le suplica."

"¡Poor favooor, déjame salir!". solloza, interrumpiéndome.

Bueno, nunca esperé domesticarla en un día... Puse de nuevo la mordaza sobre su boca, y ella entró en pánico, revolviendose y manteniendo la boca cerrada… Agarro su pezón y lo pellizco fuerte... Cuando su boca se abre para gritar, empujo forzando la mordaza, de nuevo, dentro de su boca.

Sus chillidos son amortiguados una vez más, y con cuidado abrocho la mordaza en su lugar antes de dejarla así toda la noche.

Es una pena que aún no pueda follarla… Salgo de la celda y me siento en la antesala que hay para ver algunos videos antes de irme a dormir… La pared entre ella y yo está insonorizada, pero si vomita o deja de respirar por algún motivo, sonará una alarma.

Me despierto a la mañana siguiente sintiéndome renovado y miro el monitor de la antesala de la celda… Ella también está despierta.

Abro la puerta de la celda y me saluda con un gemido para llamar mi atención... Lo que pasa con los orgasmos es que tienden a ser dolorosos después de los primeros cuatro o cinco… Todavía no he verificado el conteo, pero apuesto a que ha tenido más de 30 desde que encendí su vibrador… Ahueco su teta y la aprieto.

  • "¿Cómo te va, zorra?", pregunto.

Ella se queja lastimeramente.

  • "¿Tuviste tiempo de pensar las cosas?"

Ella asiente enérgicamente.

  • "¿Estas lista para obedecer las reglas?"

La veo que hace más sacudidas de cabeza para decirme que sí.

Le quito la mordaza y esta vez se aguanta hablar, aunque noto que respira con dificultad… Su cuerpo desnudo brilla de sudor y el charco debajo de su cama no se ha vuelto más pequeño… Miro y veo que gotea más jugo de su coño.

  • "Dime… ¿Cuándo habla una esclava?"

  • "Aaah!... Una es-esclava habla cuando su Amo le pide que lo haga", responde con voz temblorosa y sin aliento.

  • "¡Bien!... ¿Y tú qué eres?"

  • "Soy una e-e-esclava, Amo!"

  • "Eso eres, pero también eres otra cosa… ¿Qué es?"

  • "¡Soy una puta, zorra, guarra, Amo!"

  • "¡Muy bien!... ¿Ves?... ¡No es tan difícil aprender cosas nuevas!", le digo dando un pequeño aplauso.

Parece que está a punto de hablar, pero lo piensa mejor... Su cabeza cae hacia atrás contra el enrejado de metal que forma su cama… Con una sonrisa apago el vibrador… La lección 1 está completa, después de sólo 11 horas.

Froto dos de mis dedos en su coño y luego los meto en su boca.

  • "Bebe tu jugo de puta."

Ella obedece sin dudar… Sus labios carnosos chupan el jugo de mis dedos… Suelto la mordaza de mi mano, aunque se la dejo colgando como recordatorio… La dejo un tiempo para que ella descanse… Antes de irme le vuelvo a colocar la mordaza.

Vuelvo al mediodía… Está durmiendo… Me paro frente a la cama, mirando a mi esclava... Su cuerpo perfecto yace sereno y su respiración es regular... Cojo un cubo de agua  helada y se la arrojo… Ella emite un grito… Sus extremidades se tensan y respira pesadamente... Su cabeza cae hacia atrás mientras deja escapar un sollozo.

  • "¡Buenas, pequeña zorra!", le digo.

Ella permanece en silencio y lanzo el segundo cubo.

  • "Dije buenas, pequeña zorra!"

  • "¡Aaagg… Aaaagg!", gime ella... Su cuerpo desnudo brilla mientras se mueve… Me arrodillo junto a su cabeza, agarrando un puñado de su teta y le susurro al oido:

  • "¿Sabes qué día es hoy, esclava?"

Como ella no responde, la aprieto con fuerza hasta que grita.

  • "¡Te hice una pregunta, esclava!"

  • "¡Aaagg… Aaagg!", emite un sonido lamentable por su mordaza.

  • "¡Es tu segundo día como esclava!... ¡Sólo te quedan 29,998 días!"

Ella gime al escuchar esto.

  • "¿Qué?... ¿No eres feliz, esclava?... ¿No eres feliz?"

Escucho un sollozo a través de la mordaza... Le doy una palmada a su teta.

  • "¿No eres feliz, esclava?"

  • "¡Aaagg!"

  • "¿Lo eres?... Eso es bueno, porque tengo mucho que enseñarte... En este momento no vales nada, pero te enseñaré y, al final, seras una esclava muy cotizada y te venderéa buen precio."

Desbloqueo sus grilletes y la levanto… Ella tiene un cuerpo pequeño, pero sus tetas son de tamaño lo suficientemente grandes como para poder atarles 3 cuerdas a su alrededor si quisiera hacerlo... Ella se deja llevar, sin resistencia, a su próximo dispositivo de entrenamiento, mientras continua encapuchada.

El dispositivo de entrtenamiento  es básicamente un agujero profundo con una gruesa barra de metal que atraviesa el centro de la abertura… El agujero en sí es un óvalo, de 1,80 m de profundidad y aproximadamente 1 m. de diámetro en la parte más ancha… La barra central es triangular, con la arista  hacia arriba.

Le pongo un grueso cinturón de metal alrededor de su cintura… Luego la levanto y bajo sus pies y piernas en el agujero, hasta que todo su peso descansa sobre la barra central.

Ella comienza a quejarse, pero la ignoro, atandole pequeños tramos de cadena entre su cinturón y algunos puntos de anclaje en el suelo... Ella trata de levantarse con las manos, pero el cinturón la mantiene segura en su lugar... Luego me giro y me voy… Necesitará algo de tiempo para descubrir cuán doloroso es este dispositivo.

Pasadas dos horas, regreso... Su gemido es casi constante... Me inclino hasta que mi cabeza casi toca el suelo, examinando su coño rojo e hinchado… Cuando separo sus labios vaginales, sus manos bajan para apartarmelos.

Agarro su cintura y la empujo hacia abajo hasta que sus gritos adquieren un tono desesperado.

  • "¡NUNCA le pones una mano a tu Amo, imbécil!... ¿Lo entiendes?"

De alguna manera ella dice algunos ‘Gih… Gih’ entre gritos.

Reanudo mi inspección… Definitivamente es muy tierna en esa área, pero no hay peligro de daño permanente (todavía)… Puede que ella no lo piense, pero su cuerpo puede soportar un poco más de castigo.

Desbloqueo y abro las cubiertas de sus ojos por primera vez… Sus aterrorizados ojos marrones se asoman por los agujeros en su capucha, mirando por primera vez a quien es ahora su Amo.

  • "¿Sabes escuchar, esclava?", le pregunto.

  • "¡Gih… Gih!", responde asintiendo.

-  "¿Vas a hablar cuando no debes?"

  • "¡Noog… Nog!", responde con grandes sacudidas de cabeza, como un niño.

  • "Si te quito la mordaza, ¿te portarás bien?"

  • "¡Gih… Gih!"

Desbloqueo y le quito la mordaza... Ella me mira como mis manos masajean su coño torturado.

  • "No quiero que te toques el coño", le digo.

Y pone, de inmmediato, sus manos a sus costados.

  • "¿Sabes lo que eres?"

  • "Soy una puta, Amo", dice ella.

  • "Eres una puta que se corre… Vives para chupar semen… Dilo."

  • "Soy una puta que se corre... Vivo para chupar semen", repite entre lloros.

  • "Eso no sonó muy convincente", le digo.

  • "Soy una puta que…", intenta repetir.

  • "¡Calla!... No te dije que hablaras."

  • "Lo siento, Am…"

Puse mi dedo suavemente en sus labios y le recordé:

  • "No debes hablar a menos que se te ordene… Ahora, dime: ¿Qué crees que hace una ‘chupasemen’", le pregunto.

  • "Tragar semen."

  • "¿Y de dónde viene el semen?"

  • "De su Amo."

  • “Bien!... Ahora llegamos al quid de la cuestión… ¿Y cómo supones que una esclava lo saca de su amo?"

Ella piensa en esto y al final responde:

  • "¿Ella le chupa la polla?"

  • "Sí, pero la polla de su Amo no está a su entera disposición, ¿verdad?... ¿Qué haría ella para conseguir la polla de su Amo?"

El sudor gotea por su frente mientras soporta el dolor.

  • "Ella,.. ¿le pregunta?"

  • "¡NO!… Ella jamás debe preguntar!... ¿Tu Amo es igual que tú?"

  • "No, Amo."

  • "Entonces, ¿cómo consigue la polla de tu Amo?"

Ella piensa en esto y al final  dice:

  • "Por favor, Amo, ¿puedo chuparte la polla?"

  • "Escucho tus palabras, pero no suenan sinceras", le digo.

Me levanto y me doy la vuelta.

  • "¡Por favor, Amo!... ¿Puedo chuparte la polla?"

Sacudo la cabeza y me voy.

  • "¡¡POR FAVOR!!... ¡POR FAVOR DÉJEME CHUPAR TU POLLA, AMO!", grita, sollozando.

En la pantalla del monitor veo que tarda dos horas y media alcanzar el punto de ruptura... Puedes verlo en sus ojos cuando están listos para hacer cualquier cosa, absolutamente cualquier cosa para aliviar su dolor… Vuelvo a entrar en su celda.

  • "P-por favor, Amo, ¿puedo chuparte la polla?", me dice, casi en un susurro.

  • "Puedes, pero tienes que demostrar cuánto lo quieres", le contesto.

Veo la desesperación inundar sus ojos, pero pronto lo reemplaza por una aceptación sombría… Ella hará lo que sea necesario... Dejo caer un cubo a su lado… Ella mira adentro y sus ojos se abren.

  • "¡Nooo!... Por favor, Amo", me dice implorante.

Me encojo de hombros y le señalo el cubo.

  • "¡Nooo..!", me vuelve a implorar.

  • "¿Me estás respondiendo, esclava?"

  • "¡No, Amo!... ¡Lo siento, Amo!"

Lo dejé pasar porque aún no es lo suficientemente fuerte como para soportar lo que normalmente le haría.

Ella saca una abrazadera del cubo… Es un dispositivo bastante doloroso... Aunque el extremo de la abrazadera está recubierto de goma, se aprieta por un tornillo, lo que proporciona más presión que una abrazadera accionada por resorte.

Ella descubre cómo abrirla, luego la mira como hipnotizada… Me mira brevemente y luego la coloca sobre su pezón derecho... Cerrando los ojos, aprieta la abrazadera… El grito que da es tremendo... Ahora respira pesadamente, tratando de no desmayarse… Observo la abrazadera mientras se mueve hacia arriba y hacia abajo con su pecho.

  • "Estás perdiendo el tiempo, esclava", le digo.

Ella gime, mientras abre los ojos y saca la otra abrazadera... Se la coloca sobre su otro pezón, respira profundamente y aprieta la abrazadera, dando otro tremendo grito desgarrador.

Ella sostiene su teta, atrapada entre querer quitársela y enfrentarse a las consecuencias.. Después de tomar algunas respiraciones profundas, saca los elementos restantes: dos bolas de plomo de unos 200 gramos cada una... Ella los cuelga cuidadosamente de sus abrazaderas, haciendo una mueca de dolor cuando la gravedad surte efecto.

  • "Por favor, Amo, ¿puedo ser afortunada por mamarle su polla?"

  • "¡Si puedes!"

Dejo caer mis pantalones... Está un poco baja, pero se las arregla para agacharse lo suficiente como para agarrar mi polla y meterla en su boca, chupando frenéticamente.

  • "¡No tan rápido!... ¡Esto no es una carrera!", le digo.

Ella disminuye la velocidad, meneando la cabeza. Miro cómo sus pesas se mecen y golpean... Ella no es muy buena, pero al menos sabe mantener sus dientes fuera del camino, y estoy demasiado jodidamente cachondo para preocuparme ahora... Agarro su cabeza y la golpeo con mi polla, follandomela de este modo.

Ella se ahoga y farfulla, tratando de apartarme… La golpeo en el costado de la cabeza hasta que se detiene… Le saco mi polla de su  boca y la golpeo de nuevo… Luego vuelvo a follarla así.

Ella está llorando, por supuesto, pero acepta lo que  le hago... Pronto seenseñaráa soportar esto... Disparo mi carga de semen por su garganta y disfruto de ello... Ella está sufriendo en su esclavitud… Aunque no se atreve a hablar, sus ojos ruegan y ruegan… Puedo sentir mi polla que se endurece de nuevo.

  • "¡Esta es la peor mamada que he tenido, estúpido coño!", le grito.

Ella está llorando en silencio… Su labio inferior tiembla, y estoy tentado de volver a follarla por la boca.

Saco un par de esposas… Ella no ofrece resistencia mientras suavemente coloco sus brazos detrás de ella.

  • “Voy a darte un poco de tiempo para pensar cómo puedes usar mejor tu agujero bucal."

La llevo ante un espejo de pie, colocándolo directamente frente a el.

  • "¿Ves eso?... Así es como se ve una tragasemen."

Ella cierra los ojos y yo le doy una bofetada en la mejilla.

  • "Abre tus malditos ojos, perra... ¡Mira en lo que te has convertido!"

Necesita un toque final… Saco mi polla, me masturbo y disparo un montón de esperma sobre sus tetas pinzadas.

  • "¡No puedes ser una tragasemen sin el semen!"

Le froto el culo mientras sonrío junto a ella en el espejo.

  • "Hiciste un buen trabajo apretando tus tetas… Creo  que te gusta."

Ella estalla en sollozos, así que me levanto para irme.

  • "Cuando termines de llorar, hay una tarea final para ti… Quiero que te mires en el espejo y digas 'Soy una puta loca' una y otra vez… Lo estaré viendo en video. Cuando lo hagas bien, te sacaré de aquí… Está claro”, le digo.

Ella asiente, todavía llorando.

  • "Bueno… Cuanto antes comiences, antes terminarás"… Y me voy.

Subo las escaleras, tomo una cerveza y me siento en el sofá… Poniendo el televisor en AUX2, sintonizo el canal de la mazmorra... Mi esclava está allí, mirándose directamente al espejo… Parece una diosa, desnuda, con las piernas separadas, los pechos pinzados con pesas colgando y esposada a la espalda… La escucho decir:

  • "Soy una puta loca... Soy una puta loca..."

Es importante que se mire a sí misma mientras hace esto… Es demasiado fácil para ella distanciarse de lo contrario… Le doy una hora de esta tortura antes de sacarla.

Continuará....