Adicta y pervertida
Nunca pense que llegaria a transformarme en una adicta al sexo y menos, con quienes termine haciendolo.
Adicta y pervertida
Iniciare mi relato, presentándome, soy Pilar pero me dicen Pili, todo comenzó, cuando contaba con dieciocho añitos de edad, ya hace bastante tiempo, era muy menuda, pero con forma, aunque mis pechos aun no se habían desarrollado totalmente, tez muy blanca, pelo castaño, altura media. En esa época no tenia mucho conocimiento sobre el sexo, a pesar de ser bastante curiosa al respecto, además era tabú para mis padres, quienes jamás me explicaron sobre el tema, por consiguiente mi incursión en el l sexo, fue de una manera muy poco ortodoxa y tradicional, al que no me arrepiento y recuerdo con mucha excitación.
Como empezó todo?, tratare de hacerlo en dos o tres entregas, para que no sea demasiado extenso. En aquellos días, tenia una gran devoción con mi prima Bety, tres años mayor, morocha y bonita, que como vivía a trescientos kilómetros de mi ciudad, nuestro contacto era dos o tres veces al año
Recuerdo que habían finalizado las clases y como premio por buena alumna, fuimos a visitar a mi prima que vivía con sus padres en una ciudad a tres horas de la nuestra. En el transcurso de la visita, nos habían propuesto de si queríamos quedarnos unos días solas, en la casa quinta que tenían.. Nos miramos con Bety y aceptamos enseguida realmente era una aventura, solas haciendo lo que nos plazca, seria mas que divertido. .
Al otro día partimos hacia el lugar, mis padres ya habían regresado a casa. Después de la hora de viaje, llegamos al lugar, una bonita casa con piscina, árboles, implantada en un lote de casa una manzana, rodeada de un alto y abundante cerco que le daba mucha protección e intimidad. Pero para protegernos mejor, llevaron a sus dos perros llamados Eros y Brutus, un ovejero alemán y un tipo doberman bastante grandes de 2 o 3 años, quienes me producían bastante temor, cada vez que se acercaban.
Esa noche después de cenar nos quedamos viendo televisión hasta tarde con mi prima. Pues mis tíos se habían acostado, pues a la mañana siguiente partían temprano.
Al día siguiente después de la ida de los padres de Bety, disfrutábamos de la pileta mientras los canes correteaban por el parque.
Esa noche estando acostada en mi cuarto, llegó mi prima, se acercó para darme las buenas noches y apoyo sus labios en los míos, me sobresalte ante su acción y un escalofrío invadió mi cuerpo al sentir ese contacto. No se porque me lleve mis manos a mi vagina y note que estaba húmeda. No entendía bien que me pasaba, pero una sensación extraña me invadió sin llegar a saber el por que.
A la mañana siguiente todo normal, desayunamos y estuvimos toda la mañana en la pileta. Después de almorzar, decidimos acostarnos para descansar un rato.
Estaba casi dormida, cuando algo me despertó, preste atención y oía como un crujir y un jadeo, No distinguía de donde venia, así que decidí levantarme para descifrar que era ese sonido. Camine hacia la pieza de Bety, la puerta estaba entreabierta, mire a través de la abertura, el espectáculo que presencie me dejo petrificada ante semejante escena, mi prima totalmente desnuda tirada en la alfombra, lamiendo sus perros con mucha devoción sus tetas y partes intimas, mientras Bety no dejaba de gemir y retorcerse ante el asedio de las lenguas de sus animales. Por el temor de que fuese descubierta, poco tiempo pude observar, así que regrese a mi habitación, corriendo. Me volqué sobre la cama, y de manera inconsciente lleve mis manos a mi excitadísima cosita, sin dejar de pensar en la escena vivida. Si bien no acostumbraba en esa época masturbarme, esta vez lo hice con desesperación, hasta obtener un calido y prolongado orgasmo, con mezcla de placer y pecado.
Cuando nos encontramos con mi prima después de la siesta, no sabia que decirle, me sentía turbada por lo que había presenciado. Esa noche, algo volvió a despertarme, que no tarde en comprender que era, unos fuertes gemidos y jadeos provenientes de la habitación de Bety, como un relámpago me levante para poder ver nuevamente la escena del día anterior, pero esta vez mi sorpresa fue mucho mayor, que a pesar de la poca luz que había, vi estupefacta la silueta de mi prima arrodillada y uno de sus perros montada sobre ella, agitándose en forma desenfrenada. Los gemidos de Bety eran cada vez mas intensos, poseída por ese inhumano asedio, mientras su cuerpo se estremecía ante cada impetuoso empellón del animal, a la vez que el otro perro muy cerca, jadeaba a su lado como esperando su turno.
No podía creer que la estaba cogiendo, era algo morboso, sentía aversión, aprensión, pero fundamentalmente una gradual excitación empezó a invadir mi ser. En un momento el perro que estaba a la espera, giró su cabezota para mirar hacia la puerta, percibiendo mi presencia, quede paralizada, pero sin pensarlo corrí a mi habitación, cerrando la puerta. Estaba agitada y nuevamente mas que excitada, mientras recordaba la escena, quite mi tanga, levante mi camisón y inicie mi solitario placer.
Estaba casi a punto de recibir un orgasmo, con desesperación, en el preciso momento que se abre la puerta y se prende la luz, aparece Bety con uno de sus perros, trate de cubrirme, avergonzada por haberme descubierto., a la vez que intentaba taparme con la sabana.
- Primita, parece que algo te altero me dice
Quede muda ante su presencia.
Pero ella continuo hablándome, se sentó a mi lado, me acaricio la mejilla y beso mi boca, desplazo las sabanas y me quito suavemente mi camisón, estaba paralizada. Contemplo mi cuerpo desnudo de adolescente, comenzó a acariciarlo, intente impedirlo, pero realmente me agradaban sus suaves caricias. Me deje llevar, era muy placentero, su mano recorría mi cuerpo, que lo iba entregando poco a poco. .Llevo sus dedos hasta mi vulva, me estremecí de placer al percibir su contacto, instintivamente abrí mis piernas, para no tardar en recibir sus dedos que comenzaron a incursionar en mi interior, mientras su boca succionaba mi rígido pezón, No tarde demasiado en venirme, arqueando mi cuerpo y produciendo gemidos que trataba de contener, estimulando el accionar de mi prima.
Creo, hasta haber sentido la lengua del perro, lamiendo parte de mi cuerpo, aunque eso no fue impedimento para continuar con otra venida. Sentía que mi rostro se encendía, avergonzada y atónita por lo acontecido, miraba a mi prima, quien dándome un calido beso en mis labios, mientras acariciaba mi rostro, tratando de contenerme. Me tapó, para que me durmiera, estaba bastante extenuada por la serie de orgasmos que tuve, por consiguiente no tarde en dormirme.
A la mañana siguiente me había despertado bastante tarde como consecuencia de los acontecimientos de la noche anterior. Al levantarme, ya tenía preparado el desayuno, en el parque, mientras sus perros correteaban por el césped. Me sentía un poco retraída por lo sucedido durante la noche, pero apenas la vi, la bese en los labios. No se que me sucedía, pero comenzaba a percibir una deliciosa atracción hacia ella. La mañana estaba hermosa, y el calor aumentaba progresivamente. Aprovechando ese encantador día decidimos ponerlos la malla, y deleitarnos de la piscina.
Después de un reconfortable baño, nos echamos para disfrutar del sol. Bety se quito el sostén para broncear sus bellas tetas, sugiriendo que hiciese lo mismo. Me sentía un poco cohibida ante esa invitación, pero fue tan insistente que terminé haciéndolo. Me empezó a mirar mis pequeños pechos, para luego acariciarlos, mientras me decía:
- Me encantan tus pechitos, y fundamentalmente la aureola rosada que circunda tus pezones..
Sus palabras empezaron a estimularme, cuando su boca emprendió a chuparlos, comenzando su mano a buscar mi vulva a través de mi tanga, que ya comenzaba a emanar mis flujos. Cerré los ojos, disfrutando de sus sensuales caricias, dejándome llevar, humedeció sus dedos con mis jugos, llevándolos a mi boca para que los probara, a los que chupe con devoción. En pocos minutos me había llevado a un éxtasis, difícil de explicar, no tarde en emitir todo tipo de gemidos y exclamaciones.
Estaba por tener un orgasmo, cuando detuvo su accionar para llamar a sus perros, quienes obedecieron inmediatamente, me sorprendí y a la vez me atemorice con su presencia.
Haré que te hagan gozar, como nunca lo haz hecho en tu vida.
Le rogué que sacara a los animales, pero me dijo que no temiera, que me harían disfrutar como loca, mientras desplazaba mi única prenda, para finalizar untando con dulce en mis tetitas y mi conchita apenas poblada por mi primer vello púdico.
Desnuda, acostada en la reposera y abierta de piernas por la indicación de Bety, no tarde en sentir unas calidas y ásperas lenguas, que no demoraron en lamer al unánime mi cuerpo. El temor no me abandonaba pero el goce me empezó a llegar, las lenguas de estas bestias se movían en forma frenética, que no tardaron en convulsionar mi indefenso cuerpo, mis pezones parecía que estallarían, y mi vagina se humedecía cada vez mas por el flujo y la saliva de los perros. Bety abrió más mis piernas y separo los labios de mi vagina para descubrirla mejor, para sentir como esa lengua se desplazaba sin detenerse, desde mi ano hasta mi sensible clítoris.
Nuevamente fui untada, parecía que me devoraban, era algo delirante y lo estaba gozando, a pesar del miedo, que no me abandonaba y la cantidad de adrenalina que engendraba. Al punto que un líquido calido, regó mis piernas, el temor y el goce hicieron que llegase a orinarme. Eso enardeció a los perros, que aceleraron sus lamidas. Traté de relajarme y disfrutar, poco a poco mi cuerpo se estremeció, mi cuerpo se convulsionaba, hasta descargar una serie de orgasmos. En un instante vi como a uno de los animales, le comenzaba a surgir algo rojo de su funda, era evidente que también empezaban a excitarse.
Mi prima miraba embelezada el accionar de sus perros, gozaba viendo como sus lenguas me lamían, se desnudo ante mí sin quitar sus ojos del espectáculo, y empezó a besarme. Respondí a sus besos, el temor se había disipado .En un momento se coloco en cuclillas sobre mi cara y su sexo cubrió mi boca, era tal la excitación que tenia, que se lo empecé a chupar, era algo delicioso, sentir su jugo en mi boca. Seguí hasta llegar a percibir como se venia Bety. Los orgasmos comenzaron a llegar, para volver a convulsionar mi cuerpo, mi respiración se agitaba cada vez más, hasta finalizar extenuada ante otra seguidilla de venidas.
Cuando los perros se retiraron, mi conchita palpitaba, mientras mis labios inferiores estaban completamente inflamados por semejante acoso. Bety me abrazo para aplacar mi conmoción, cobijándome entre sus brazos, a pesar de haberlo gozado me sentía culpable por haber hecho algo indebido y obsceno.
Por la noche después de una rica cena, nos tiramos sobre los sillones para ver algo de televisión, no había nada interesante, así que mientras hacíamos zapping, nuestras manos se entrelazaron y poco a poco comenzamos a acariciarnos. La excitación no tardo en invadir nuestros cuerpos, semidesnudas en la sala, estábamos en lo mejor, cuando Bety me dice.
Te gustaría ver un espectáculo?
No entendía bien a que se refería, pero le dije que si, no tardando en salir semidesnuda de la habitación, para aparecer con uno de los perros. A medida que se iba profundizando en el sexo mi inhibición desaparecía
Desplazo una manta en el suelo, mientras mi excitación iba en aumento. Comenzamos a besarnos, puse mi mano en su vagina, para notar lo húmeda que estaba. Empezó a excitar a Eros, para no tardar en ver, como surgía de su funda algo rojo y lleno de venas, para transformarse en una prominente verga que se proyectaba verticalmente.
Mi corazón parecía a punta de estallar de la emoción, y mi inhibición iba desapareciendo a medida que se desarrollaban los acontecimientos. Se coloco en cuclillas, boca abajo, apoyándose en el extremo de la cama, no tardo el animal en montarla súbitamente, para descargar una endemoniada sucesión de vaivenes sobre los glúteos de Bety, hasta que de manera increíble la penetro, haciéndole pecar un grito de dolor a mi prima que transfiguro su rostro
Me instalé en posición de no perder detalle, extasiada veía como la empezaba a coger, era más que excitante ver con toda claridad como la verga de Eros, entraba y salía rápidamente de la vagina de mi prima, que no dejaba de gemir, ver esa masa roja y voluminosa penetrarla sin clemencia, mientras sus patas la abrazaban con fuerza, y la baba caía sobre su espalda. Su cuerpo se sacudía, bamboleando sus tetas al unísono de cada una de las envestidas que le propinaba.
Pero lo que mas me llamo la atención, fue ver como la bola del nacimiento de su verga, intentaba desplazar sus labios vaginales para acceder, que ante semejante impulso, sumado a los empujones que efectuaba mi prima, esa prominente pelota, cumplió su objetivo introduciéndose en su vulva. Los movimientos de Eros se apaciguaron, levanto una pata, y quedaron con los culos enfrentados, sorprendida, me percate de que se habían quedado prendidos. Bety no dejaba de gemir, me di cuenta que le era imposible separarse. Me maravillaba pensar como semejante verga se cobijaba en el intimo interior de mi prima.,
Ese acto me excitaba terriblemente, apareada con su perro, en circunstancias de no poder liberarse, cansada, transpirada, recibiendo el esperma del animal en su útero, gimiendo ante cada venida, arañada, era una escena llena de inmoralidad, perversión y morbosidad que gozaba y me estimulaba cada vez mas. Era alucinante verla en esa posición, poseída y apresada por el sexo de un animal, disfrutando cada vez más la escena que me aportaban.
Su rostro se veía muy lozano, me acerqué y empecé a besarla, a lo que respondió entre gemidos y agitación, me pidió que me acostara en el borde de la cama, que me abriera de piernas para poder lamer mi sexo. Termine de desnudarme y así lo hice, separando bien mis piernas, disfrutando de su lengua que trataba de llegar a lo más profundo de mi cavidad.
Cada tanto algo convulsionaba su cuerpo, como consecuencia de los orgasmos que no dejaba de producirle esa bestial penetración, mientras simultáneamente me ocurría lo mismo. No se el tiempo que estuvimos, 8 o10 minutos, hasta que el perro después de haberse descargado en la cavidad de Bety, saco su verga sintiéndose un ruido como de descorche, a la vez que emanaba un liquido acuosos desplazándose entre las piernas de mi prima, que exhausta, apoyó su cabeza en mi regazo.
Al día siguiente, durante el desayuno, me pregunto:
Que tal la función de anoche, te agrado?
Mas que eso - Conteste
Dado que hoy es tu última noche, te propongo una idea, que esta noche tu me des el espectáculo, si estas de acuerdo?.
Sentí un escalofrió que recorría mi cuerpo, que sin pensar demasiado consentí.
Bien esta noche será la ceremonia. Contesto Bety
Realmente a pesar del temor estaba curiosa de hacerlo, pero el hecho de tener que esperar hasta la noche lo hacia mas tentador.
Esa tarde bañamos a los perros y mientras lo hacíamos tratábamos de excitarlos, sin hacerlos evacuar, repetimos la operación un par de veces mas, muy cerca de la ceremonia los perfumamos.
Habíamos ambientado la habitación con velas que encenderíamos después, fragancias y otras locuras que se nos ocurrió.
Preparamos una rica comida, con buen vino, mientras la hora se iba acercando.
Eran las 8 de la noche cuando nos dispusimos a cenar, apenas dimos el primer bocado, cuando oímos una bocina, eran los padres de Bety que habían adelantado su viaje, para llevarnos de regreso. Nos miramos sorprendidas, así que mientras una corría a sacar lo que habíamos preparado, la otra fue a recibirlos. Esta de mas contarles que todo se frustro, el consuelo fue, que de haber llegado una hora después, nos hubiesen agarrado "in fraganti"
En nuestro viaje de regreso, apenas hablamos, mis fantasiosos pensamientos estaban abocados en mi encuentro sexual con esos animales.