Adicta a tu sexo
Tratando de desenrrollar esta maraña me encontre con tu nombre y este poema esta mañana.
Adicta a tu sexo
No se que escondes entre tus piernas
Ni que me hace adicta a ti
lujuria liquida es lo que sale de tu adentro
y yo cual pecadora la quiero probar
Serán tus ojos oscuros nublados de deseo
O será tu nombre que me niego a nombrar
Serán acaso tus senos turgentes
o tu olor que asalta mis sentidos
Embriagada entera del sabor de tu vagina
Las horas no pasan yo perdida en ti
si son tus gemidos los que inundan nuestra habitación
dulce melodía ellos son para mi.
Piérdete conmigo mi preciosa ninfa
borra los esquemas de la realidad
dame de probar de la ambrosía pura
que sale de ti como un manantial
Tu pelo que me envuelve,
tu piel que me acaricia
¿qué me has hecho Leíla para desearte así?
Soy adicta a todo lo que a ti concierne:
a tus pasos suaves, tu mirada sabia,
a la seda de tus caderas,
a la dureza de tus pezones,
a la humedad de tu vagina...
A los restos de tu café en las mañanas,
a la tibia cercanía de tu cuerpo,
a tus conversaciones inteligentes
y a tus enloquecedores comentarios estúpidos.
A tu forma tibia de seducirme
y a lo adicta que me has vuelto a ti
como una droga potente y mortífera
de la cual no puedo prescindir.