Adicta a mi primera polla negra (continuación)
Esta es la segunda parte sobre mi primera experiencia devorando una enorme verga afro... fue intensamente excitante, nunca había estado tan caliente y hasta ese momento nunca había gozado tanto. Me corrí una y otra vez, gemí y lloré por todo el inmenso placer que me provocó mi primer macho negro...
Don Aurelio tocó el timbre, le abrí, no dije nada, no era necesario, lo tomé de las manos, dejó las bolsas y me tomó de las caderas y empezamos a besarnos como si fueramos novios que no se han tocado en semanas.
Con una mamo le acariciaba su peludo pecho y con la otra frotaba su enorme verga. El apretaba mis tetas y mi culo... con fuerza, mostrando su deseo salvaje, su lengua aspera me enloquecía al jugar con la mía, me manoseaba muy muy rico mientras me decía cochinadas que elevaban mi calentura a mil.
"Desde la primera vez que te ví supe que eras una puta bárbara"
"Mira como gozas mamita" "necesitas comerte una buena verga" "te voy a llenar la concha de leche"...
Yo estaba mojadísma... sentía su olor a macho y sólo pensaba en tenerlo sobre mí, que me montara y me hciera su puta. Seguimos atracando largo rato, sentía su verga enorme y dura bajo su pantalón y necesitaba chupársela, tenerla en mi boca y luego ensartada en mi zorra. Me volvía loca sentir como me dominaba don Aurelio...
Yo también le decía cochinadas... "como me haces gozar papito rico" "hazme lo que quieras mi macho" "ya soy tu puta" "te voy a abrir mis piernas todos los días"... "enséñale a mi marido como hacerme sentir una perra"... "eres tan macho" "dame verga" "rómpeme en chocho"...
Mis tetas, que son bien grandes y duras, estaban a punto de explotar, necesitaba que me las chupara mi nuevo hombre... ´bajé el cierre de mi vestido y lo dejé caer a mis pies, quedé sólo con mi collales negro mojadísmo y mis botas bucaneras... la imagen de tenerme a su entera disposición lo puso más caliente. Chupó mis tetas con devoción mientras sus dedos corrían mi calzón para el lado y entraban en mi sapo mojado. "Adoro las conchas peludas y jugosas" me dijo... "te la voy a chupar enterita"...
Yo no podía más, me hinqué y le bajé el pantalón muy de prisa... su verga era descomunal, larga y muy gruesa, de un negro brillante, la más gigante y sabrosa que he probado en toda mi vida de puta, destacaba su prominente cabeza y sus marcadas venas, su olor intenso casi me hace acabar. De verdad nunca había chupado con tanta pasión un pico -y vaya que he chupado- don Aurelio me decía "que mamas rico mamacita, se ve que tienes experienci puta"...
Me duele el clitoris... seguiré mañana, ahora me voy a meter alfo en el culo para bajar la fiebre que siento...