Adiccion a la infidelidad (1)
Una serie de eventos inesperados hacen que vuelva engañar a mi marido, convirtiéndome en una adicta al sexo, la infidelidad y la perversión.
LAS AVENTURAS EROTICAS DE UNA ESPOSITA FIEL.
Hola a todos, antes que nada quiero agradecer a los que han leído mis relatos y me han mandado sus comentarios, buenos o malos lo agradezco de todo corazón, algunos ya me conocen, en mis dos relatos pasados me eh descrito, me llamo Lorena soy de Guadalajara casada y ahora con 2 hijos, actualmente tengo 33 años y 6 de matrimonio, lo que les voy a contar me paso hace unos 2 o 3 meses y es básicamente mi vida después de mis infidelidades y mi embarazo.
Después de ese día
donde volví a engañar a Mauricio y de qué forma, la culpa y remordimiento de conciencia me mataban, realmente lo que más me preocupaba era el hecho de que me había gustado tanto, que me la pasaba pensando en sexo todo el tiempo, sentía que me estaba volviendo adicta a ese tipo de emociones inclusive un día estuve a punto de ir a buscar al Martin pero gracias al cielo me contuve y no lo hice,
me propuse no volver a hacerlo y así transcurrieron mis 2 siguientes meses de embarazo y 5 más en los que estaba entregada a mi maternidad, por tanto mi calentura la fui controlando con muchísimo trabajo y con ayuda de mi marido, posterior a eso yo que siempre he sido muy vanidosa regrese al GYM, a la zumba y demás ejercicios pues quería recuperar mi figura, así que dedicaba mucho tiempo a eso, a Mauricio le empezó a ir muy bien en el negocio al grado de poner una sucursal y contratar más gente, así que con tanto ajetreo nos comenzamos a distanciar un poco, yo me propuse salir del fango en el que me encontraba, me sentía deprimida por mis engaños y aburrida de la vida que llevaba, ya no quería ser solo la esposita de casa si no que pretendía hacer algo, alguna actividad que me mantuviera entretenida y así poder deshacerme de tantos malos pensamientos, tengo que decirles que soy Maestra de inglés
antes de casarme trabajaba en un kínder como profesora pero después
Mauricio me saco de trabajar y me dedique en cuerpo y alma a él, y así sin más un día platicando con mi amiga Andrea quien también es pedagoga de hecho estudiamos juntas y
que ahora es directora de un colegio, me comento que tenía una vacante de maestra de 3ro de kínder en su colegio, que era una buena oportunidad para ejercer y desarrollarme profesionalmente, además que como es guardería podía estar en contacto con mis hijos, lo pensé algunos días y me decidí a ser la nueva maestra, por supuesto que a Mauricio no le agrado la idea pero termino aceptando y apoyándome, así que entre al colegio, en un principio me sentía rara de tanta inactividad, pero poco a poco me fue agradando bastante, imaginen
en una buena zona, buen ambiente, pues comencé a tener mucho trabajo y a conocer mucha gente, desde los niños, los profesores, los padres de familia y todos los que allí trabajaban.
Siempre me había preocupado por mi aspecto físico, siempre trate de vestirme bien y un tanto sexy, pero desde el día en que tuve sexo con los desconocidos me sentía como más vanidosa, más deseada por los hombres y por ese motivo sentía que era más atrevida en mi forma de vestir, de repente las mamas de los niños me veían como mal pues según rumores algunos papas, el profesor de educación física y el conserje
me veían con lujuria
y es ahí donde la cosa se empieza a poner intensa, fue peor el remedio que la enfermedad pues el instinto de zorra que despertaron en aquella noche de copas, aún seguía vivo y parecía que volvería a encenderse y con más intensidad. Y así sin claudicar en
mi promesa de no caer en la tentación fueron pasando algunos meses y yo me sentía cada vez más a gusto en mi por así decirlo nueva vida, aunque Mauricio y yo por diferentes razones cada vez nos distanciábamos más, me costaba mucho trabajo tratar de olvidar y no calentarme cuando recordaba aquellos acontecimientos, comencé a salir más con mis amigas a bares y a tomar más, realmente me sentía distraída y en verdad que pensaba menos en sexo, pero más en diversión y conocer gente,
aunque por dentro sabía que todo era una bomba de tiempo y más por los acontecimientos que se fueron presentando.
Una mañana antes de salir de casa Mauricio me comento que pronto tendríamos a un invitado en 5 días, pues su sobrino de Sonora Leo de 18 años se iba a venir a estudiar la Universidad a Guadalajara, por lo que se había comprometido con su hermano Fernando a que lo acogería en nuestra casa, la verdad es que no me agrado la idea para nada pues a pesar de que tenía casi 3 años de no verlo, Leo se me hacía un malcriado de primera, pues como era hijo único y lo complacían sus padres en todo siempre había sido un joven muy irrespetuoso, arrogante, presumido y sobre todo irresponsable, pero la verdad es que no me quedaba de otra. Así ese día me fui a la escuela y allí me lleve otra sorpresa pues me encontré con que un hombre de unos 40 años, alto, fornido, moreno claro, ojos grandes, muy bien vestido y perfumado de nombre Santiago me esperaba para hablar conmigo sobre su pequeño hijo también de nombre Santiago y que es compañero de mi hijo al cual le doy clases , me extraño bastante pues siempre veía a la mama de Santi, pero no conocía al padre, pues ya saben sobre el desempeño del pequeño, de cómo se comporta con los compañeros, desde que vi a ese hombre sentí una atracción muy fuerte pero no quería por nada del mundo volver a faltarle a Mauricio, así siguieron pasando los días y cada vez me visitaba más Santiago, nos empezamos hacer amigos, Vanessa su esposa ( alta, rubia, muy buena ya que esta operada, rasgos finos)
era de las de asociación de padres de familia y también comencé una linda amistad con ella, el problema era que yo empecé a ver a su esposo a solas y en horas después de clases en restaurantes o en algún café disque para hablar del desempeño de su hijo, el argumentaba que solo ese horario se le acomodaba y
yo como un tanto cómplice en mi papel de buena docente acudía siempre a las citas aunque ojo nunca se me había insinuado ni mucho menos, me emocionaba cuando tenía que verlo me encontraba como adolecente enamorada, el tipo me había atraído sobre manera
y aunque seguía firme con la idea de no tropezar de nuevo por dentro sabía que jugaba con fuego, realmente eran una serie de circunstancias ( yo había experimentado la infidelidad con hombres feos y me había gustado aunque me sentía arrepentida sabía que volverlo hacer sería más fácil y más con alguien como Santiago, otra cosa
era que Mauricio no sé si por su trabajo o porque una de sus secretarias la verdad es que era una mona y muy joven, ya no era el mismo de antes, en otros tiempos lo hubiera celado pero ahora como que yo vivía en mi mundo, así que todo se acomodaba, el otro punto era que Leo ya vivía con nosotros y que creen, era ya todo un hombre muy guapo por cierto) al otro día me quede de ver con Santiago en un café de la ciudad de los más alejados , me arregle como nunca ( para esos días yo me había teñido el cabello de rubio con mechas color plata, como soy blanca me veía muy bien)
así que me planche el cabello y me puse un coordinado de bra
y panties color turquesa de encaje, calzoncitos de los llamados cacheteros que van a media pompi, un shortcito de gabardina del mismo color que mi ropa interior y una blusa sin mangas blanca media transparente, zapatillas plateadas y por supuesto accesorios de ambos colores, me veía súper atractiva pero también
irradiaba elegancia, encanto y sex appeal, antes de salir vi a Leo desayunando a las 2 de la tarde, el llevaba ya 3 meses viviendo con nosotros ya había entrado a la escuela y parecía que se había adaptado perfectamente a la ciudad pues tenía ya muchos amigos y andaba de fiesta en fiesta casi diario, eso me molestaba bastante pues Mauricio lejos de llamarle la atención le solapaba todo, no respetaba ni la casa ajena y además de todo se sentía con derecho de hacer y deshacer lo que quisiera en nuestra hogar, además de que tenía una actitud de “yo las puedo con todas” que me molestaba bastante, seguía siendo un malcriado,
desde que me vio note que llame su atención pues a pesar de que no había mucha confianza y hasta cierto punto como que yo a él también le caía mal, en ese momento cambio su actitud y busco sacarme la plática además que me piropeo todo el tiempo diciéndome que me veía muy bien para mi edad, el imbécil me llamo vieja, no quise seguirle mucho el juego y me fui a mi cita.
así que llegue al lugar,
al entrar todos me veían con cara de tontos ,Santiago ya se encontraba, junto con 2 personas más algo que se me hizo muy extraño, el Ing. Antonio y el Arq. Eduardo, cuando me vieron se quedaron con la boca abierta, los tres eran muy atractivos como del estilo, hijos de papi, con dinero, dueños de constructoras. Me presente, se presentaron, me comento que les había hablado de mí y del colegio y estaban interesados en meter a sus niños al colegio, la verdad es que me sonó a pretexto pero me excito la idea de tener a 3 padres de familia así, hablamos yo la verdad es que lejos de mostrarme coqueta con ellos me comportaba un tanto indiferente, solo quería hablar de trabajo y nada más, no lo voy a negar que había momentos en que mi pensamiento se nublaba y por lapsos de la plática me imaginaba allí mismo en la mesa siendo poseída por los tres atractivos hombres con los que platicaba, me imaginaba el tamaño de su virilidad, sus torneados brazos abrazándome y tomándome por mi cintura, sus manos grandes acariciándome los pechos, las nalgas y arrancándome las bragas. el olor que despedían me encantaba me tenían como hipnotizada, colonias finas muy masculinas, su aliento fresco, barbas perfectamente delineadas y afeitadas, ellos muy caballerosos también solo hablaban de trabajo, aunque no dejaban de verme el escote y uno de ellos Eduardo no paraba de hacer chistes sobre lo linda que sería la maestra de su hija y que le gustaría volver al preescolar pero
sin insinuar nada ni faltarme al respeto,
pasaron 2 o 3 horas y por fin la reunión había terminado, nos despedimos quedaron en confirmar en los próximos días y yo me fui por mis hijos a casa de mi mama para posteriormente ir al club pensando todo el camino en Santiago, creo que me estaba enamorando de él, a mitad de camino recordé que no me había llevado mi maleta del GYM por lo que decidí ir a la casa, llegue y al entrar note algo muy raro, que el carro de Leo estaba en la cochera, así que entre para saber por qué no había ido a la escuela,
había música, subí las escaleras y cuál fue mi sorpresa al entrar a mi cuarto, ahí estaba el maldito totalmente desnudo y masturbándose con mi ropa interior, me quede helada, obviamente él no se había dado cuenta, así que me cubrí un poco con la puerta para ver que hacía, con uno de mis brassieres había envuelto su bien proporcionado pene y se lo jalaba, con la otra mano tenía una tanguita la olía y le pasaba la lengua por el área donde cubre mi vaginita, esta ropa era la que traía un día antes. La verdad es que estaba súper enojada, muy indignada y pensé en entrar en ese momento y reclamarle, pero también me sentía muy excitada por todo lo acontecido ese día, así que seguí viendo lo que hacía y decía, mientras se la jalaba decía como balbuceando “ pinche Lorena es una mamacita” “ya me imagino las cogidas que le da mi tío” “ si yo fuera el me la cogería diario” la escena me estaba gustando bastante además que Leonardo es muy bien parecido a pesar de ser un puberto, es alto, blanco, cabello corto quebrado y por ser un desobligado se la vive en el gimnasio y tiene un muy bonito abdomen marcado, piernas gruesas y un trasero bien formado redondo, me comencé a tocar mis senos por encima de la blusa y pensé en entrar cuando de repente se vacío sin más ni más en una de las copas de mi bra, al instante me fui saliendo de la casa y regresando hasta en la noche, ese día no pude dormir de la excitación y le pedí a Mauricio me hiciera el amor, al otro día busque mi ropa interior mi bra no estaba solo mi tanga, en un arranque de locura me la puse y esa fue la que me lleve al trabajo, ese día Leonardo salió muy temprano por lo que en mi cabeza me entro la idea de devolver el favor y antes de irme entre al cuarto de el para revisar sus bóxer obvio no había nadie en la casa, los levante traían restos de semen y olían a macho, me los lleve a mi cuarto y me talle mi rajita con el calzón un buen rato hasta que mejor me metí a bañar y me fui al colegio. Así siguieron pasando los días y la situación cada vez era más sexosa, pues cruzábamos muchas miradas como de complicidad.
En el trabajo el profesor de educación física Raúl (alto, trigueño, cabello corto lacio, fornido como de unos 35 años) cada vez me tiraba más la onda, pues me hacía mucho la plática, cada vez con más confianza , entre broma y broma me decía cosas lindas, el conserje Don Juan (señor gordito, chaparrito, moreno, bigotón como de unos 55 años) otro que me tiraba los perros sin ser tan directo pero me daba cuenta como me veía con ojos de depravado y trataba de ser muy amable conmigo aun cuando con los demás era un tanto déspota y por último los dos amigos de Santiago quienes inscribieron a los niños en el colegio, y lo que hacía con él de vernos fuera de la escuela, lo comencé hacer con los otros dos, una mujer en sus 5 sentidos sabría perfectamente de lo que se trataba, me querían cortejar para llevarme a la cama, yo lo sabía de antemano pero actuaba como si fuera algo normal, en las reuniones con ellos me arreglaba mucho pareciera que iba a buscar hombre,
no coqueteaba para nada solo hablaba de educación y los escuchaba a los tres quejarse de sus matrimonios, lo típico de un hombre casado que quiere tirarse a otra mujer, pero yo estaba en otro mundo sin querer les fui dando alas a los tres y sin querer estaba en una situación en la que era cuestión de tiempo para que la bomba explotara y yo terminara en un motel.
Un día después de clases me quede de ver con Santiago para disque hablar de su hijo, obviamente después de tantas charlas él y yo éramos ya muy buenos amigos y existía mucha atracción entre nosotros, ese día me confeso que yo le gustaba muchísimo y que le encantaría hacerme el amor, yo me quede sin palabras no sabía que decir, me levante de la mesa y le dije que estaba loco, me retire del lugar y camino a mi casa me mando un msj de texto donde me decía que me esperaba a las 4 de la tarde en el Riazor un motel conocido de la ciudad, la verdad es que no sabía que hacer no quería volver a faltarle a Mauricio pero por dentro lo deseaba con todas mis fuerzas, llegue a mi casa y sorpresa otra vez estaba el auto de Leo, me imagine que estaría haciendo lo mismo por lo que me puse nerviosa y emocionada a la vez, entre sigilosa subí las escaleras y al llegar hasta mi cuarto vi una escena que me dejo helada, pues Leo estaba desnudo con una chica de unos 17 años más o menos pero muy linda, chaparrita 1.55 aproximadamente, delgada, nalgoncita, chichona con pezones chiquitos pero bien paraditos, de cabello chino, era morena clara pero estaba muy bronceada y se notaba la marca de su bikini que contrastaba con su bronceado y con el triangulito de vellos que tenía arriba de su puchita, se estaban besando apasionadamente mientras se tocaban sus partes, ella con sus manitas le agarraba la pija a mi sobrinito, mientras
la dedeaba y le agarraba la cara, maldito estaba en mi cuarto caldeando con quien sabe que tipa, sentí mucho coraje de que no respetara la casa, pero aparte tenía como celos no sé por qué, pensé en entrar e interrumpir aquella escena pero también quería seguir viendo el espectáculo, Leonardo agacho a la jovencita hasta que esta quedo frente a su miembro erecto ( 16 cm más o menos, con poco vello pues al parecer se lo recorta y debajo de eso una gran bolsa con unos testículos como rosaditos) y sin más ella le acerco su lengua y con movimientos circulares la ensalivo de la cabeza, posteriormente se la empezó a mamar, él le agarraba el cabello y las tetas ( grandecitas y bien paraditas, tenían un pezón respingón y una aureola rosita), me empecé a tocar mi vaginita por encima de mi tanga, estaba súper caliente y no lo voy a negar quería ser yo quien le estuviera mamando el pene a Leonardo, ella se levantó y se dieron un beso mientras él se recostaba en la cama y ella se acomodaba para quedar encima de él, agarro la pinga de Leonardo y poco a poco se la metió en su adolecente panocha, comenzó a darse sentones sobre su aparato, Leonardo le empezó a tocar los pechos y a jalarle los pezones, después bajo sus manos
le agarro las nalgas y se las abría, ella gritaba de placer:
-que rico pene tienes leo, me encantas bebe, te amo.
-ohhhhhhhh que rico, hazme el amor, decía.
-te amooooo bebe, meee gustttaaaa…
La temperatura se me había subido a mil, me metí los dedos a mi rajita cuando solté un pequeño gemido volví en sí y decidí entrar a mi cuarto y parar aquello, no solo por la falta de respeto, sino porque estaba ya muy caliente y de
no parar en ese instante no sé qué hubiera pasado, además que me hervían los celos. Así que entre decidida y grite:
-que está pasando aquí!!!!
Al instante los dos voltearon como despertándose de un sueño, pero ella sin dejar de complacerse. Leo dijo con la voz entrecortada:
- lore, que haces aquí?
-que hago aquí????? Grite, pues estoy en mi casa cabron que pregunta!
-así es como pagas la confianza que se te brinda, trayendo a tus putitas a cogértelas a mi casa, a mi recamara!
En ese instante se separaron, ella como instintivamente se tapó sus partes con la almohada, el con la verga bien erecta se incorporó de modo que quedo sentado en la cama.
-Lore cálmate y discúlpame, me dijo como nervioso
-mira Leonardo para empezar no seas igualado, soy tu tía no una de tus putas para que me hables así, y no te voy a disculpar, Mauricio y tus padres se van enterar de esto.
-y tu niña estúpida cámbiate y vete de mi casa ya, que piensas que dándole las nalgas a un bueno para nada como él te va querer más, date a respetar, al rato sales con tu domingo 7 y que? No piensan!
Todo eso lo dije sin recordar que yo meses atrás había quedado embarazada por una calentura.
Ella muy nerviosa y casi llorando tomo sus ropas y se empezó a cambiar, minutos después salió del cuarto junto con leo.
-tu no vas a ningún lado Leonardo, que ahorita mismo voy hablara con tus padres para que te regreses a Sonora
Con una risa como burlona y ya sin nervio se regresó y dijo voy a estar en mi cuarto, mientras la jovencita se iba de mi casa.
Cuando subí para hablar con Leonardo, este se encontraba acostado sin camisa y me dijo ya les hablaste a mis papas o ya te arrepentiste?
-por qué crees que me arrepentiría, lo que hiciste no fue bueno! Le conteste sin dejar de ver su pecho desnudo y bien marcado, así como el bulto que se le marcaba entre las piernas, acción que por supuesto el noto.
-tampoco es para tanto, no seas tan intensa!! Que nunca tuviste relaciones en casas ajenas o en algún lugar público. Me dijo con un tono de seguridad
-qué te pasa Leonardo, yo siempre eh sido una dama y quiero que me trates como tal, tu comentario me ofende.
- está bien Lorena, solo te pido que no la hagas tanto de pedo y que no le digas a Mau y menos a mis papas. Y te doy lo que quieras!
-Y que me podrías dar Leonardo para no decir nada, no me vas a convencer pues no me interesa nada de ti.
-pues si no le dices nada a nadie te puedo hacer lo que le hacía a Jessy!
-queeeeeee estas idiota o qué?
-ya Lorena no te hagas la santa si me he dado cuenta como me miras, sé que te gusto y te voy a confesar algo tu a mí me encantas!!!
-estás loco como te he de ver si eres de las pocas personas de la familia que me caen súper mal, porque eres un malcriado y no me gustan los mocosos como tú!
-y por eso entras a oler mis bóxer cuando yo no estoy?
No supe que contestar en ese instante, me quede petrificada pues no sabía cómo se había enterado. Con nerviosismo conteste:
-eeeeestas loco! Yo nunca haría algo así…..
-no me digas que no Lorena, sé que entras a oler mis calzones usados, te gusta como huelen, te gusta el olor a pene o qué?
-estas tarado yo nuca haría algo así, mas sin en cambio tu si, sé que agarras mi ropa interior y te masturbas con ella.
Ahora él se quedó pensativo un momento y me dijo con una sonrisa en su rostro,:
-como lo sabes? También me grabaste como yo a ti….. Yo te tengo grabada Lore quieres ver de que hablo?
No sabía qué hacer ni decir, solo que me Salí de su cuarto, advirtiéndole que no quería que se repitiera porque de lo contrario se lo contaría a sus padres. Antes de salir Leo se levantó de la cama se bajó el pants que traía y quedo en puro bóxer, yo estaba petrificada se acercó a mí y me dijo en el oído, si quieres seguir oliendo mis calzones te doy permiso, es más quítame este y te lo regalo, estuve a punto de ceder y entregarme ahí al sobrino de mi esposo pero
muy nerviosa
y muy caliente me fui a mi recamara. Me lave la cara tenía que ir por mis hijos e irme al club, pero también estaba indecisa entre quedarme toda la tarde en la casa con Leo a ver qué pasaba,
o ir a la propuesta de Santiago, como buena esposa que pretendía ser mejor decidí ir de sorpresa con Mauricio a su trabajo e invitarlo a comer tal vez así me olvidaría de tanta tontería, en verdad amigos que no es mentira pero todo se acomodó perfectamente para que ese día yo me transformara definitivamente en una verdadera golfa, pues cuando iba llegando al trabajo de Mauricio lo vi saliendo del negocio muy bien acompañado de Susana su secretaria, pues le abrió la puerta y todo, obvio él no me vio, así que le marque al celular y al nextel y que creen que no me contesto ninguno…… no sé si me dieron celos o realmente era el pretexto que necesitaba para poder saciar mis bajos instintos con Santiago o regresar a la casa para ver qué pasaba….
continuara
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