Además de desvirgarme, me ha hecho cornudo?

Sin saber cómo, el joven que me ha desvirgado, gana la simpatía de mi esposa y de mi hija.

Es sábado. Este es el primer fin de semana que vivo con Ayrton, un hombre que me domina. Aún me duele el culo por haber sido desvirgado ayer. El día inicia yendo a correr al parque. Mi cuerpo está adolorido por la falta de costumbre al ejercicio. Él claro, va adelante, y detrás, Jaime y yo. Jaime es también sumiso de Ayrton. A pesar de que nos está prohibido hablar, la empatía nos permite comunicarnos a través de miradas y sonrisas furtivas. En realidad hay poco que decir, ambos tenemos claro que la felicidad es servir y obedecer a nuestro Dueño.

Luego de correr, hacemos media hora en el Gym casero. Resulta curiosa la diferencia entre los tres. Él , de 19 años, es alto, al menos 185, delgado ha de pesar entre 75-77, fibrado, es blanco con tendencia a enrojecer cuando hace ejercicio o se enoja; con cabellera negra,  rizada, y barba que se rasura cada semana; su pecho y brazos son  lampiños, pero del ombligo hacia abajo su vello es abundante; la forma de su cara y sus ojeras, le dan un dejo árabe; con una voz muy grave; es parco, sumamente inteligente, con carácter irónico e inquisitivo,  tal vez frio y hasta un poco cruel, pero de cuando en cuando llega a ser tierno.

Jaime es menor de edad, mide 160 y pesa 52 kilos, es de piel blanco lechosa, muy pálido, lampiño total. Con una melena lacia y rubia. Tiene ojos verdes, de grandes pestañas bajo unas tupidas cejas, sus labios son de un rojo subido. Tiene la mirada tierna, la voz suave, se mueve con cautela, si no fuera por su mandíbula angular, fácilmente podría parecer una chica.  Es de carácter contemplativo, no muestra mucha tendencia a la interacción, pero es adaptable. Cuando hace algo se concentra en ello, y se olvida del mundo. Solo Él es importante en su vida, y cuando se trata de obedecerlo deja el alma en ello.

Yo, de 39, mido 177, peso 78 kilos, soy moreno claro, velludo, cien por ciento varonil, con pelo castaño y canas incipientes, los lentes me dan una apariencia de oficinista clásico. soy impulsivo, caliente y fácilmente impresionable. Recién he descubierto mi lado sumiso y aunque no me considero pasivo, he sido penetrado por Él en una ocasión. Los tres parecemos de planetas diferentes.

Luego del ejercicio, Él nos manda duchar.

Resulta sorprendente que hoy, Jaime se muestre tan distinto que ayer. (Lo conté en El otro sumiso ) Se desnuda  como si yo no existiera. Nada en él revela el morbo y la pasión con que anoche se desenvolvió. En ningún momento voltea a verme y, aunque en más de una ocasión nuestros cuerpos se han tocado, dado que la habitación de la azotea mide solo 2 x 4, para él no soy más que un mueble.

Reflexiono y pienso que, en el camino de la sumisión, él me lleva mucha ventaja. Concluyo que anoche hizo lo que hizo porque tenía permiso de nuestro Dueño. Caigo en que en realidad no represento nada más que una circunstancia alrededor de su Dueño. Empiezo a admirar su entrega, es un mocoso pero tengo mucho que  aprender de él.

Terminamos de cambiarnos y bajamos al departamento. Él aún está en la ducha. Jaime prepara el desayuno y yo hago la limpieza. Cuando Él sale del baño, me apresto a secar su cuerpo y a vestirlo.

No puedo explicar la sensación que experimento mientras hago esto. No es solo el cuerpo de un macho vital e impetuoso, el de voz imperativa y ronca, la mirada taladrante y las manos de pinza, que ya de por sí debería ser suficiente. Es además, que en una misma persona se conjuntan el padre respetado, el amigo cómplice, el maestro sabio, el verdugo cruel. Mientras desayuna, ambos permanecemos de pié hasta que Él termina. Después, desayunamos nosotros, mientras atiende algunos asuntos en su ordenador.

Es notable, que siendo tan curioso y voyeurista no me interese ver, ni de chiste, lo que Él consulta en su pc. Descubrir esto, me indica el gran apego y respeto que en pocos días he llegado a sentir por Él .

Cuando Jaime y yo hemos terminado de desayunar y dejar limpia la cocineta, él sale al supermercado para surtir la despensa  y yo, con cierto temor, pregunto Él si me permite hacerle una petición.

Adelante perro , me contesta sin mirarme. Me pongo en cuatro patas y sin mirarlo a los ojos digo: Señor, este humilde perro le pide la gracia de poder visitar a mi  hija, a la que solo puedo ver una vez cada dos semanas, pero si Usted no lo autoriza,  le agradezco que me haya permitido hacer esta petición .

Suspende su actividad y luego dice. Podrás irte en cuanto termines de lavar mi ropa . De inmediato me agacho y beso sus botas, mientras repito, gracias, muchas gracias señor, Su perro le está agradecido por el permiso.

De inmediato subo a la azotea, y en menos de una hora tengo colgada toda la ropa de Él . Cuando estoy listo para partir, me asalta la idea de que no tengo dinero. Entonces bajo para consultar con mi Amo la posibilidad de que me dé algo del dinero de mi cuenta bancaria, da la cual tiene la tarjeta y la clave de acceso. Bajo al departamento  y con sorpresa veo que él está cambiado. Se quitó las botas, se puso zapatos, lleva un pantalón de vestir, un tweed casual y camisa sin corbata.  Se ha recortado la barba y su cabellera luce rizos brillantes y sedosos, se ha puesto una discreta pero fina loción, parece todo un nerd, guapo e interesante.

Vámonos, me ordena. Como estúpido  bajo las escaleras atrás de Él. Pasmado, sin saber a dónde vamos, ni que hacer. Caminamos hasta una tienda, donde me pregunta qué edad tiene mi hija, ocho años le digo, entonces elige un paquete de libros y una muñeca de trapo, que hace envolver para regalo,  compra además, unos chocolates. Luego vamos a la florería y elige un discreto arreglo de flores exóticas.

Tomamos el taxi y vamos a casa de mi ex, o mejor dicho a mi ex casa. Al bajar del taxi me dice escuetamente. Soy Ayrton, tu socio en un negocio de relaciones públicas . Me entrega el paquete de regalos, supongo que para mi hija, y él se queda con las flores.

Mi mujer nos mira sorprendida al vernos. Es mi socio, digo mientras él la saluda y se presenta, me permití traerte este presente , al recibir las flores mi ex enrojece y turba. Excepto el primer año de casados, nunca le envié flores. Nos hace pasar y mi hija se echa a mis brazos, le entrego sus regalos y me jala a su habitación. Yo me resisto por instinto y voltea a mirar a mi Amo. Con la mirada y un apenas perceptible movimiento de cabeza me indica que puedo ir.

Resulta novedoso el modo que me comporto con mi hija. Estoy atento a lo que me cuenta de su escuela, su maestra y sus amigas. Estoy empezando a sospechar que antes no le prestaba atención. De cuando en cuando le hago alguna pregunta para ahondar en lo que me dice. Me doy cuenta de que en realidad, mi orgullo y prepotencia anterior no me permitían interesarme en sus cosas.

No reparo en el tiempo transcurrido, hasta que mi ex entra y dice, vámonos chicos, Ayrton nos ha invitado comer. Cuando estamos en la cochera, mi Amo suavemente extiende la mano hacia las llaves que mi ex lleva, ella sonríe y se muestra agradecida por el gesto y de inmediato se las entrega. Él sonriente como un colegial, me las da diciendo: tú manejas . Mi esposa y mi hija se sorprenden. Luego añade, para que vayan adelante el papá y la hija . Todos sonreímos ante tan  buena idea.

Ayrton abre la  puerta para que mi ex pase, mientras mi hija feliz sube al asiento del copiloto. Antes, ni de broma le permitía ir en ese sitio. Cuando mi niña pregunta dónde iremos, yo elijo el restaurante al que siempre íbamos, el preferido de mi ex, pero Ayrton propone uno diferente, añadiendo, hay un área para niños estupenda . Mi hija salta de gusto y mi ex acepta.

Me confunde sentir un sentimiento de contrariedad que disimulo bien, hasta que, al llegar, me convenzo que el sitio de verdad es excelente. Éste si tiene estacionamiento , señala mi ex, aludiendo que el que acostumbrábamos no tenía. Mi hija de inmediato quiere ir al área de juegos, está fascinada. Luego mi ex alaba la elegante decoración del sitio. Y mientras ordenamos las bebidas y los platillos, mi hija grita y saluda desde el área de juegos. Él le sonríe y levanta la mano cada vez que ella intenta llamar la atención.

En ese instante reconozco que definitivamente no fui ni buen esposo ni buen padre. Mirando solo a mi ex, digo, con su permiso, voy con la niña. Adelante , me responde él mientras mi ex, levanta las cejas divertida y señala: que ceremonioso te has vuelto, pareces otro .

Es increíble que esté aprendiendo todo esto a causa de Ayrton. Cómo es posible que no me haya dado cuenta antes. Doce años de matrimonio siempre lleno de soberbia, pensando que lo único que tenía que hacer era pagar cuentas.

Mis ojos se humedecen al ver a mi hija tan contenta. Dios , me digo cuantos años he perdido . La abrazo fuerte y me pregunta que tienes? , yo la miro y un nudo en la garganta me impide contestarle, otra vez la abrazo con ternura, entendiendo la suerte que tengo por ser padre.

Me siento en el jardín mientras mi hija va de uno a otro juego sin parar. A lo lejos los veo, ella habla  y ríe, el escucha, afirma y de cuando en cuando sonríe. Admito que yo no la dejaba que se expresara. Cuando ella echa la cabeza hacia atrás, al mismo tiempo que con una mano acomoda su pelo, la veo tan hermosa. Tiene ya 35 pero por su figura y cutis, luce al menos al menos, cinco años menos.

Cuando sirven los platillos regreso a la mesa. Mi amo se levanta para ir al sanitario. Mi ex me pregunta bajando la voz, de donde lo sacaste?. Confieso que no lo pienso, y a su pregunta contesto con otra: te gusta? Primero se sorprende y luego da una carcajada , cómo crees? Si es un niño. Yo sigo mirándola, es en serio, te gusta?. Ella mueve la cabeza riendo nerviosa. No inventes, ve, cuántos años tiene, Su cara enrojece. Por lo menos es 10 años menor que yo! . El lado más morboso de mi cabeza emerge, cuando veo que mi Amo sale del baño . A él le gustan maduras , miento. Estás loco? Dice para luego dar un largo trago a su bebida.

La llegada de Él  pone fin a la conversación. Comemos, mientras mi ex conversa animadamente, él sonríe, la mira a los ojos, y de cuando en cuando asiente con la cabeza. Pide nuevas bebidas sin que ella se oponga. Recuerdo que antes no tomaba más de una. A mi hija le pide un postre especial.

Estoy sorprendido por el modo que se esta ganando a mi familia, mi hija le dice tío Ayrton, y mi ex pone su mano sobre su hombro con una confianza insólita en ella. Paga la cuenta mientras mi ex, me mira esperando que yo pague al menos parte de ella, siento enrojecer mi cara, tartamudeo y digo que olvidé mi billetera. La verdad es que no tengo un centavo.

Subimos al carro nuevamente y mi Amo pregunta: quien quiere ir al cine? . Por supuesto que quien se entusiasma es mi hija. Yo invito! dice  sacando dinero de su cartera. Se lo entrega a mi hija preguntándole, o tu quieres invitar a tu papi al cine? . Mi hija da un sí rotundo, mientras mira incrédula la alta denominación de los billetes que le entrega. Confirmo mi insensibilidad e ignorancia sobre  cómo tratar a un niño. Mi ex, un poco achispada, mueve de un lado a otro la cabeza, mientras dice , no la consientas tanto,  la vas a mal acostumbrar .

Es una niña fabulosa, afirma él, mientras acaricia el pelo de mi hija, tiene derecho a eso y más. O no? le pregunta a ella. Y sin ocultar su gusto, mi hija afirma que si.

Manejo rumbo a una plaza comercial y estaciono el carro. Bajamos los cuatro, pero una vez abajo, con un gesto, mi Amo me pide las llaves del carro. Se las entrego mientras miro a mi ex, que se despide de nuestra hija, recomendándole no comas mucho dulce, nos vemos al rato en la casa . Luego, evitando mirarme se sube al carro, mientras Él sonríe orgulloso.

Mientras camino con mi hija rumbo al cine. Él arranca el auto llevando a mi mareada ex hacia rumbo desconocido. Cuatro  horas después regreso para dejar a mi hija en casa. Ahí están los dos tomando café.

Nos despedimos. En el taxi de regreso Él silba una canción de moda, mientras me pregunto si además de someterme, ahora me ha hecho cornudo...... la respuesta la sabria algunos días después.....