Adelgazar sí o sí. 1
Nuevo relato, un poco extraño. lo que hace beto para bajar de peso.
ADELGAZAR SÍ O SÍ.
Ésta historia bien podría ser real, la verdad es que no sabemos si sucedió, o es la imaginación de alguien muy fantasioso…
Voy a hablar/escribir en primera persona para que se entienda mejor, los nombres, lugares y algunos detalles fueron cambiados para que no se pueda identificar nada…
Toy de suerte…
Me había salido el divorcio, después de mucho discutir y para terminarlo había cedido casi en todo lo que me había pedido mi ex mujer Sonia…
Se quedó con la casa, me iba a pagar mi mitad en cincuenta cuotas iguales, se quedó con el auto…
A mí me tocó un terreno inmenso que teníamos…
Con lo que cobro de jubilación puedo vivir bien, mucho problemas no me hago, estaba viviendo con mi mamá, Clara se llama…
El año pasado me jubilé de docente, mi vieja también es jubilada y pensionada por mi finado padre…
Menos mal que no tuvimos hijos, con Sonia las cosas empezaron a andar mal desde que me jubilé y estaba todo el día en casa, además de engordar como treinta quilos, decía que le rompía las pelotas, que dónde iba, qué compraste, qué haces, con quién hablás…
Yo lo hacía de chusma nomás no porque quisiera averiguar, después me enteré que me metía los cuernos desde hace unos años…
Claro yo trabajaba de la mañana a la noche, cogíamos de vez en cuando, igual fue muy guacha, ella no trabajaba, iba al gimnasio, se vestía de lo mejor, celular de última generación…
El boludo de la mañana a la noche la bancaba, cuando me enteré y casi la cago a trompadas.
Me dijo, que era por mi culpa, todo el día trabajando y que cuando me jubilé engordé muchísimo que no me soportaba y si antes no cogíamos ahora con lo gordo que estás, me das asco…
Se me vino el mundo encima, menos mal que mi vieja me entiende, me cocina de mañana, al mediodía, tarde, noche, piensa que cuanto más gordo esté estoy más sano…
Decía que toy de suerte, fui al kiosco de la esquina, a comprar una coca y fiambre y el hijo de mil del quiosquero me encaró con un billete de lotería en la mano.
Mirá Beto es el último número que me queda, es el de navidad, el más grande sorteo, quedó solito, termina en 32 la suerte y si en ésta te toca a vos…
Claro qué mierda vas a hacer, el 32 me encanta…
Después me enteré que los vende todos así, con el verso del último…
Tenía razón el quiosquero…
ME TOCÓ A MÍ, GANÉ LA LOTERÍA…
Me quedaron limpios como doscientos mil dólares y qué iba a hacer con esa guita…
Soy…
Alberto Quiñones, maestro jubilado, cincuenta años, divorciado, con cincuenta quilos de más, mido un metro setenta y cinco, pelo blanco total, muy abundante, ojos marrones, soy bastante “fachero” si no fuera tan gordo… Decía qué voy a hacer con la guita…
Mi vieja me pidió que la gastara comprándole una Tablet, lo único que le faltaba para tener todo, así dijo…
Yo compré un auto, una surán de Volkswagen usada pero muy buena…
De la guita de la lotería no gasté nada, la tenía en una cuenta de ahorro en dólares en el banco donde cobro el sueldo, en un tiempo esa cuenta la compartía con mi ex…
Ja ja qué dirá cuándo se entere lo de la lotería ja ja…
Pensemos…
Qué podemos hacer con el dinero…
Fuimos con mi vieja a visitar a mi tía Francisca a Tandil, la hermana de mi mamá, está casada con mi tío Juan, tiene una hija, mi prima Elena de mi edad, separada y un nieta, Soledad, de dieciocho años, una potra infernal, quiere estudiar de maestra como yo…
Bueno mi prima también está muy bien, es profesora de educación física, trabaja en varias escuelas, no quiere jubilarse, dice que va a engordar como yo si se jubila… Estuvimos tres días, me compré salamines un montón, un disco de arado para hacer paellas, con tapa para hacer churrasquitos, ja ja siempre pensando en la comida…
Fuimos a la playa, un calor de cagarse, mi vieja casi no puede caminar, bueno yo mucho tampoco…
En casa con el aire acondicionado, la televisión y que podemos pedir por teléfono pizzas y helado estamos bárbaro…
Hacerme una casa, para qué si me va a quedar ésta, dentro de un tiempo voy a tener que ocuparme de mi vieja, así que voy a tener que estar acá sí o sí.
Casi todas las mañanas amanecía con el miembro erecto ”me despertaba con la pija parada”, fui al baño a cogerme a mi prima (paja) y ahí se me ocurrió una idea…
En el caso mío lo tengo reclaro, si no me obligan yo por voluntad propia no puedo adelgazar.
La historia es cómo obligar a alguien a que no coma, tendría que estar preso y darle la comida por la rendija de la celda, ja ja…
Como decía un antiguo maestro ”la letra con sangre entra”...
Si pero cómo uno se pone preso, si es uno el que se pone puede salir en cuanto le apriete el hambre…
Ojo que me está dando vuelta la idea, lo tengo que consultar con entendidos, al primero que voy a hablarle es al hijo de un amigo, es entrenador personal y me han dicho que es un verdugo, alguien así necesito…
Desde que era chico luché contra la obesidad, claro jugaba mucho al fútbol, también el que mi madre crea que si estoy gordo estoy sano no ayuda, siempre dándome de comer y a mí que me gusta…
Siempre fui ágil, bastante deportista, a pesar de mis quilos de más…
Cuando trabajaba mañana, tarde y noche mucho no podía hacer deporte y me fui quedando, aumenté muy poco anualmente pero aumenté…
Cuando me jubilé me fui al carajo, estoy pesando 130 quilos, para medir 1,75 tendría como máximos pesar 1.75X1.75X25= 76,5 quilos o sea que tengo 53,5 quilos de más, se acomoda un poco el peso por cómo es tu estructura, los años que tenés, algunas boludeces más pero estoy hablado de que es el peso máximo de la dichosa tabla, tengo adiposidad mórbida, estoy hecho un chancho…
Lo fui a ver a Matías, cuando se lo planteé me miró sonriendo, no creía que se lo decía en serio…
Cuando me vió firme y le dije que le iba a pagar su trabajo me empezó a dar bola…
Dejámelo pensar y lo volvemos a charlar…
En la próxima reunión me indicó todo lo que él necesitaba…
Fuimos corrigiendo algunas cosas mejorándola s , volví con una lista impresionante de las cosas que tendría que comprar…
Como siempre fui entendido en construcciones, calculé que entre los aparatos y los materiales y la mano de obra me tendría que gastar cien mil dólares, la mitad de lo ganado en la lotería…
Me embarcaba en semejante proyecto y si después no resultaba, bueno lo que tenía pensado construir se podría vender como departamento para un soltero o una pareja recién casada, era una inversión lo que iba a hacer…
En el terreno que me quedó de mi divorcio lo iba a hacer, como el terreno era de quince por sesenta tenía espacio…
La construcción será de diez por veintiséis, una casa toda cerrada, con muchas ventanas por cierto pero con rejas a cagarse…
Hablo de que todo es adentro, la idea es que el que estuviera en la casa no pudiera salir, pero que no le faltara nada, empiezo diciendo que atrás de todo una pileta de natación de cinco por diez, que tendría agua caliente, con una vereda perimetral a la misma de dos metros, con piso de goma, para poder correr dando vueltas a la pileta, un baño con ducha secundario…
Un salón en dónde estuviesen todas la máquinas para hacer ejercicios, una cocina, un comedor, living, habitación principal y baño principal…
Muy importante el tema de la electricidad, tendría por todos lados tomas corrientes, en el techo habrían paneles solares, que con la caldera se ocuparían de la temperatura del agua…
Contraté una buena arquitecta, que a su vez tenía a su gente para la construcción, nunca me dijo nada sobre mi alocada idea, basta que le pagara no, algunas ideas suyas mejoraron la cosa…
El tema de poder rajarte del lugar lo consulté con un experto en seguridad…
Me hizo instalar un control de apertura de puertas mediante el iris de la persona, de todos menos el mío.
Dos puertas, si no cerrabas la primera no se abría la segunda y no había lugar para más de una persona entre puerta y puerta…
Un dineral me salió ese tema, la lotería pagaba…
Todo con aire acondicionado frío calor, la habitación con una cama impresionante por lo grande, con un televisor de no sé cuántas pulgadas, enorme, el baño principal con un hidromasaje espectacular…
El salón de ejercicio tenía todo tipo de instrumentos para la tortura como le digo yo…
Lo que no había ahí era una cinta para caminar ni una bicicleta estática, estaban en el dormitorio principal…
El hijo de mil del entrenador, si quería ver televisión tenía que darle o a la cinta o a la bici, para que prendiera y tenía cierto tiempo, por ejemplo si quería ver un partido de fútbol que son como dos horas, tenía que caminar o bicicletear una hora, así todo, por día no podía ver nada si no le daba a las máquinas…
Después más adelante voy a contar otro tipo de torturas que he sufrido…
La cocina era normal, claro si no había nada, todo estaba vacío, salvo en la heladera que había frutas, agua y alguna vez un yogur, se destacaba una parrilla portátil…
Las plantas y árboles de los costados de la construcción no se sacaron, desde adentro veía toda la vegetación…
La casa estaba retirada bastante, entraban los autos tranquilamente en el frente y por el costado para estacionar…
Entré con 130 quilos, tenía que bajar por lo menos cuarenta quilos, un primero de julio, afuera un frío de cagarse, adentro podías estar en pantalones cortos…
Gasté 103mil dólares en total con la construcción, de ahora en más con mi sueldo de jubilado y las cuotas que me daba mi ex mi iba a arreglar, en el banco me quedaron justo 100 mil…
El entrenador había contratado una señora, Carmen, para que todos los días me trajera la comida, los menús se los daba él…
En un principio no pasaba mucho hambre, me metía a la pileta y la pasaba joya, pensé que sí así voy a adelgazar, sería fenómeno…
La cagada era cuando quería ver televisión, tenía que darle a la cinta o a la bici…
Tenía una rutina prefijada, me tenía que levantar a las ocho, hacer ejercicios en la pileta hasta las nueve, desayunar (me lo preparaba yo) con lo que me habían dejado en la heladera o por ahí…
Todo escrito en la hoja que está pegada en la puerta de la heladera…
Para emprender ésta locura había ido a hablar con mi abogada, me dijo que tendría que firmar un acuerdo con mi entrenador personal, que en un principio todo resultaría fácil pero a pasar el tiempo se volvería difícil y complicado, y yo podría querer exigir, el profesional debería estar resguardado…
Sigo con la rutina, después de desayunar podía descansar como una hora, trabajos en las diferentes máquinas…
Al mediodía venía Carmen con la comida, a veces se quedaba a almorzar conmigo, va me miraba cómo comía, tenía prohibido ingresar con nada más que lo marcado en su planilla, que era igual a la mía…
A mí me daban para elegir sí quería una cagada de esto o de aquello…
Empecé a desear un chocolate, le dije a Carmen si me lo podía traer, no quiso saber nada, me le arrimé y le susurré…
Carmen vos me traes un chocolate y yo te lo voy a saber agradecer y le pegué una apretada, es una mujer de cincuenta años más o menos, con unos quilos de más, con culo grande, tetas grandes, muy simpática, de piel blanca, ojos claros, muy linda, tiene dos hijos, es viuda hace muchos años…
Salió espantada, no se quedó más a acompañarme en el almuerzo por un tiempo largo…
Por la tarde tenía igual que con el desayuno prepararme yo la merienda, para la cena venía Carmen, no trajo un carajo chocolate, pero lo pagó caro, bueno es lo que yo creo, si le preguntás a ella no creo que esté muy disgustada, me fui…
Es que cuando preparaba la comida yo me acercaba por atrás, la apretaba, le ponía el miembro entre su canaleta del culo, le apretaba las tetas, en un principio se resistió un poco, desde el día en que le subí la pollera le corrí la bombacha y se la metí, nunca más dijo nada, todos los días o al mediodía o a la noche le echaba un polvo…
Entre las máquinas de tortura había una balanza, de esas que le ponés una pesa en la punta y corrés una pesa hasta que esté a nivel la manija…
Ahí te marca el peso, una reliquia, una excentricidad de mi entrenador…
Después me explicó que las balanzas comunes empiezan a fallar después de cien, ésta puede pesar hasta 200 quilos me dijo, me fui…
Haaa, que a los quince días había bajado ocho quilos, toy en 122, falta poco….
Con Carmen ya éramos pareja, me la chupaba, le hacía el culo, ella ya venía a la media mañana, se pasaba casi todo el día conmigo, lo único que no hacía era dormir a la noche conmigo…
Cuando mi entrenador se enteró no la dejó venir más, que me siguiera cocinando, pero él me traía la comida y a veces me la hacía preparar a mí…
La que siempre venía era mi vieja, yo le decía Clara, claro si así se llama, lo digo porque no le decía mamá o mami o vieja o cualquier otra boludés, Clara esto Clara lo otro y tenía prohibido traer algo para comer, bajo pena de muerte Mi entrenador se pasó una semana haciéndole la cabeza, lo que más le pegó, la guita gastada para que adelgazara, o sea que si me traía comida íbamos a estar malgastando el dinero, no eso nunca…
Mi vieja es una señora de setenta años, tiene un cuerpo justo, no le sobra ni le falta nada, linda cola, las tetas un poco caídas, se tiñe el pelo de rubio, ella era rubia, tiene ojos claros y es muy pero muy simpática, enseguida se prende en conversaciones con cualquiera…
Había venido al principio de la obra, después no vino más, volvió con todo terminado, investigó a fondo todo, hasta se dio unas vueltas por el patio…
A mí eso me ponía mal, yo no puedo salir, la veía por los ventanales…
Los primeros días tomábamos mate únicamente, después trajo su malla y nos metíamos a la pileta, dormíamos la siesta, se iba bien tarde, después de cenar yo…
Varias veces la llevó mi entrenador...
Aparecieron mi prima y mi sobrina, Elena y Soledad, cuando se enteraron, por mi vieja, lo que estaba haciendo vinieron a chusmear…
Como estaban de vacaciones se quedaron en la casa de mi mamá…
Mi entrenador las enganchó para que me trajeran la comida…
A Carmen todavía no la deja acercarse a mí…
Además de traerme la comida compartían conmigo la pileta, yo las hacía caminar en la cinta y en la bici para ganar tiempo para ver la tv…
Ja ja tomá Matías, esa no la pensaste, soy un vivo bárbaro, engaño no adelgazando al que me cobra para hacerme adelgazar…
Las guachas, madre e hija se trajeron unas biquinis bien pero bien chiquitas, yo hace como dos meses que no cojo, hasta a mi vieja la estoy viendo que está buena…
También cambió su malla por una biquini, no tan chiquita como las sobrinas pero sí que me gustaba, toy caliente, a veces tengo que disimular cuando se me para…
La encaré a mi vieja y le pedí si mañana no puede pedirle a Soledad que la acompañe, que la lleve a algún lado para que tenga que venir sola Elena…
Querés hacerme ese favor Clara…
Me miró pícaramente y me dijo…
Con diplomacia Beto, no a lo bruto, que se pueda después, si la cosa no camina tener una disculpa…
Mirala vos a mi madre, sabias palabras…
Y que mierda, apenas me trajo la comida se lo planteé… Elena, puedo tratar un tema bastante delicado con vos, lo quiero conversar sin que te enojes…
No bolu, conmigo podés hablar de lo que quieras, me dijo…
Necesito tener sexo Elena, desde que me metí acá dentro que no lo tengo…
Y querés hacerlo conmigo…
Claro…
Pero boludo, siiii, yo también estoy a dieta en ese tema y siempre me gustaste, ahora muy gordo un poco menos pero ya nos vamos a arreglar vení vamos a la cama…
Así de sencillo, ella dirigía…
Y nos la pasamos toda la tarde en la cama…
Yo si de algo me puedo jactar es de ser buen cogedor, que aprendí a usar lengua, dedos, todo tipo de masajes para hacer gozar a mi pareja, es que por estar muy gordo me la tenía que rebuscar de otra forma…m
Mi prima quedó destruida y de lo más feliz…
Me dijo, la nena también quiere que le des…
Mirá vos y yo como un boludo sin darme cuenta…
Este Matías es un hijo de puta pero la tiene reclara, me trajo varias pastillas azules, se enteró de que estaba cogiendo con mi prima y que iba a hacerlo con su hija…
La hija de mi prima, Matías no tiene hija…
Desde la mañana la pasé con Soledad, desayunamos juntos, nadamos juntos, ella sabía a lo que había venido, yo sabía a lo que ella había venido pero ninguno dijo nada, íbamos dejando pasar las horas, a ver qué pasaba…
En la pileta no aguanté más y la abracé y besé, respondió al toque, nos empezamos a meter mano, mi panza no coincidía con el cuerpo perfecto de ella…
Igual le di para adelante, para la cama, para desnudarla, para acariciarla, besarla, mordisquearla, chuparla por todos lados, es una mocosa de 19 años, acabó dos veces antes de que se la metiera, me felicité yo solo, cuando acabó por tercera vez lo hicimos juntos…
La notaba jadeante, respiraba rápidamente y trataba de serenarse, había sido cogida como corresponde pensé…
Me lo dijo, que nunca había podido acabar más de una vez, que con un novio que tuvo nunca pudo, es más me dijo que muchas veces fingía…
Nooo como va a fingir, la de veces que lo hizo la conchuda de mi ex mujer ja ja…
Cuando se fueron porque comenzaron a trabajar quedé más solo que Adán el día de la madre…
Carmen me tiene que dejar la comida e irse…
Clara, mi madre, no quiere saber nada de traerme un chocolate…
Son todas iguales, unas ingratas…
Estoy pesando 117 kilos…
Continuará.