Adela, una película porno

Veo a la madre de un compañero de clase follando con el cuidador de la piscina.

Introducción:

Quedaba poco para la entrada del verano, eso significaba el final del curso, pero aquel año no era mucho mas, el examen de selectividad, la nota de acceso a la universidad. Estábamos entrando en la recta final de los estudios. Mi amigo y compañero de curso Nicolás, Nico, me propuso ir a su casa de campo, para celebrar su 18 cumpleaños. Yo los había cumplido tres meses antes. Seria una semana, con dos fines de semana.

-         Te aseguro que estaremos totalmente aislados, es el mejor sitio para estudiar, será una semana. Allí estaremos solos – dijo Nico.

-         ¿Solos?

-         Bueno estará mi madre y los fines de semana mi padre.

-         Pues eso no es estar solo.

-         Digamos que casi solos.

Aquella misma tarde Nico me vino a buscar a casa. Yo vivía con mi tía Carmen. Desde mi habitación lo escuche.

-         Señora García, esta Rod en casa.

-         Creo que si, estará en su habitación. Entra.

Salí de mi habitación.

-         Nico estoy aquí, pero hoy no habíamos quedado.

Nico solía venir a casa a estudiar. Estaba seguro que lo hacia porque le gustaba mi tía, pero para mi tía solo estaba yo.

-         Lo se, pero mis padres me han preguntado sí vas a venir a la casa de campo.

-         Ya te he dicho que tengo que estudiar.

-         Pero si allí estudiaras mejor. Señora García, en nuestra casa de campo podrá estudiar mucho mas que aquí – dijo dirigiéndose a mi tía.

-         A mi no me metáis en vuestros líos, el ya es mayorcito para decidir.

-         Ves tu tía te deja, te aseguro que será una pasada. Aquello es muy tranquilo y si té cansas puedes despejarte tenemos una piscina que con el calor que esta haciendo debe estar estupenda.

-         Pero estarán tus padres.

-         Lo bueno es que tenemos una casa de invitados, en el jardín junto a la piscina mis padres me la dejan para estudiar.

Mire a mi tía. Ella sonrió.

-         Que dices tía. Me necesitas...

-         Yo no te necesito y será solo una semana. Tal vez te venga bien.

Me quede pensativo, Nico comenzó a hacer pucheros.

-         Vale, pero yo voy a estudiar. Tu puedes hacer lo que quieras.

-         Bien, pues el viernes por la tarde nos vamos – dijo Nico.

Se dirigió hacia la puerta.

-         Gracias, señora García, esta hoy muy guapa.

-         Anda tira zalamero – respondió mi tía.

Aquello, me confirmaba una vez mas, su posible atracción con mi tía.

Nico salió del piso, yo me fui a mi habitación y me senté en la silla. Tras de mí entro mi tía.

-         De verdad que no te importa que me vaya.

-         Claro que no mi hombrecito.

Desde que casi dos años antes me acosté con tía Carmen, había dejado de llamarme “muchachito” y me llamaba “hombrecito”.

-         Pero estarás sola.

-         Como crees que estoy la mayor parte del tiempo... ¿Y cuando te vayas a la universidad?

-         Vendré a verte muchas veces.

-         Eso lo dices ahora, pero cuando se te cruce una muchacha te olvidaras de mí.

-         Eso nunca.

Mi tía se acerco a mí, me beso en los labios, bajo su mano, hasta meterla por debajo del pantalón agarrándome la polla.

-         Mas os vale a los dos.

-         ¿A los dos?

-         Si a ti, y a tu amiga que estoy agarrando.

Sonreí.

-         Ven vamos a la habitación, nos relajaremos juntos.

Adela, una película porno.

El viernes por la tarde pasaron a buscarme, delante en el coche iban los padres de Nico, y atrás iba Nico que bajo para ayudarme a meter en el maletero mi bolsa de viaje y mi mochila con los libros y apuntes.

-         Buenas tardes, señor y señora Hernández.

-         Buenas tardes muchacho – dijo el padre de Nico.

-         Buenas tardes Rod – dijo la madre de Nico.

-         Cuantas veces te hemos dicho que nos llames por nuestros nombres, yo soy Nicolás y ella es...

Lo dejo como si no lo supiera.

-         Que gracioso, Adela, soy Adela – dijo la madre de Nico.

-         Esta bien, señor Nicolás y señora Adela.

Ya íbamos en marcha. Nico solo hacia que hablar del lugar a donde nos dirigíamos, era una casa heredada de los los padres de su padre que durante los últimos años la habían remodelado.

A Nico lo conocí cuando comenzamos el instituto, hacia cuatro años, él provenía de otro colegio. Y aunque había comido muchas veces en su casa, era la primera vez que iba a su casa de campo.

Los padres de Nico eran muy jóvenes, pues el padre tenia 38 años y la madre 36 años. Si no me fallaban las matemáticas, habían tenido a Nico con 20 y 18 años.

Yo seguí con mis pensamientos, y cada vez escuchaba la voz de Nico más lejana, hasta el punto de dejarla de oír.

De pronto volví a oír la voz de NCO

-         Despierta dormilón.

Mire desorientado a todas partes.

-         Ya hemos llegado.

-         No aunque nos queda poco hemos hecho una parada.

-         ¿Una parada?

-         Se nos ha hecho algo tarde.

Mire el reloj, eran las 9, habíamos salido a las 7, según me había dicho Nico la casa estaba a 3 horas, nos faltaba una hora para llegar.

-         Mi padre ha decidido que será mejor que comamos y después sigamos, cuando lleguemos nos acostamos, aunque no se si tu podrás dormir.

-         Vale.

Entramos en el restaurante de carretera, fue Nico el que escojio la mesa, después cada uno pidió lo que quiso, Nico y yo pedimos lo mismo.

El primero en levantarse fue Nico, que fue directo a  la zona de tienda, y lo siguió su madre.

-         Mama que te parece si compramos...

Escuche decir a Nico.

-         Rod, voy a pagar – dijo el padre de Nico.

Yo estaba terminándome la manzana. Escuche a unos jóvenes de la mesa cercana.

-         Tío vaya hembra, esta para metérsela y no sacársela en 5 días.

Los mire, y dirigí la mirada hacia donde ellos miraban, ¿Quién seria aquella hembra?. Era a la madre de Nico, por primera vez deje de verla como la madre de Nico. La visión por detrás era de una mujer espectacular, cintura estrecha y trasero redondo. La falda era tan ajustada que marcaba sus bragas, mejor dicho tanga, pues lo que marcaba era un tanga. Me levante y me acerque a Nico y a su madre, por primera vez veía en Adela a una mujer deseable con aquellos pechos que se marcaban en su camiseta, su media melena rubia, y unos labios carnosos. Por un momento sentí como mi polla aumentaba de volumen.

-         Despierta Rod, aun estas dormido.

-         Eh, no estaba pensando.

Si supiese que en lo que pensaba, como estaría su madre desnuda. Un escalofrío me recorrió el cuerpo. Por un momento comprendí lo que habían dicho los vecinos de mesa.

-         Vamos a pasar unos días geniales. Además dicen que el tiempo acompañara, podremos usar la piscina.

-         Ya te lo dije, tengo que estudiar.

-         Ok, lo que tu digas.

En seguida nos subimos al coche y nos pusimos en marcha, yo iba justo detrás del padre de Nico, y tenia en diagonal a su madre, no podía dejar de mirar los pechos de Adela. Por primera vez comencé a recordar el resto de madres de mis amigos y compañeros, y las comparaba con Adela.

-         No te duermas ya queda poco.

-         Casi una hora. ¿No?

-         No tanto, un poco mas de media hora.

-         Ahh.

Nico saco un libro de acertijos y adivinanzas, y comenzó a leerlas, algunas las sabíamos otras no cuando decía la solución todos reíamos, su madre se giro en el asiento, quedando sus tetas hacia mí, cada vez estaba mas caliente. Sentía como mi polla palpitaba.

Con una cosa y otra llegamos. Sacamos las cosas del coche.

-         Sígueme, te diré donde estaremos nosotros – dijo Nico.

Entramos en la casa, recorrimos un pequeño pasillo que nos llevo a una gran sala, era un salón comedor con una barra americana delante de la cocina, en la otra punta de la sala había una puerta junto a unas escaleras.

-         Por esas escaleras se va a la parte de arriba donde están las habitaciones, y por esta puerta se sale al jardín y la piscina, y allí al otro lado esta la casa de invitados donde nosotros estaremos.

Salimos al jardín, la piscina estaba perfecta.

-         Si no habíais venido desde enero como es que la piscina esta tan bien.

-         Un muchacho del pueblo se encarga de cuidar la piscina y el jardín, ya lo conocerás.

Llegamos a la casa de invitados, realmente no tenía puertas, eran grandes ventanales, que por dentro tenia unas cortinas verticales, pero además los cristales eran del tipo que dejaban ver el exterior pero no el interior. Nos paramos, el salón era parecido al de la casa principal pero mucho más pequeño.

-         Si tiene cocina – dije asombrado.

-         Si, en verano la usamos mas que la de la casa principal.

Había dos puertas a un lado del salón

-         Esta será tu habitación – Nico señalo a una puerta- y la mía es esta otra – se dirigió a la otra puerta.

Yo entre en la mía y deje mis cosas, la cama estaba sin hacer. Me fui a la habitación de Nico. La habitación era mas grande y la cama era doble.

-         Las camas están sin hacer.

-         Espera - dijo Nico.

Vino a mi habitación abrió el armario, saco sabanas y una manta.

-         Te ayudo hacer la cama, y luego me ayudas tu. La manta es porque por la noche suele refrescar en estas fechas.

Entre los dos hicimos la cama. Después fuimos a su habitación.

-         Esta es mas grande, si la quieres tu, a mi no me importa – dijo Nico.

-         No, estoy acostumbrado a dormir en la cama individual.

Abrió el armario, saco unas sabanas y una manta. Le ayude hacer la cama. Al terminar él deshizo su maleta y comenzó a meter cosas en el armario.

-         El armario es grande - dije.

-         Muy grande, es un buen sitio para esconderse, pero no se lo digas a mis padres.

-         ¿Por qué?

Nico sonrió.

-         Ven, entra dentro del armario.

Yo entre, era espacioso. Nico abrió un poco la puerta.

-         ¿Que ves?

-         Pues la cama.

-         Imagínate, cuando en verano, vienen los invitados, usan esta habitación para cambiarse o para ... follar, yo desde aquí los espío.

Comprendí porque le gustaba el armario.

-         Pero, ¿Si abren el armario?

-         Espera un momento, déjame entrar.

Salí y deje entrar a Nico, cerré las puertas del armario.

-         Abre – dijo desde el interior Nico.

Abri y efectivamente no lo veía, al fijarme bien lo vi en el fondo, cubierto con unas bolsas guardarropas largos.

-         Se tienen que fijar mucho o buscar detrás.

Sonreí, pensé en preguntarle si lo había hecho alguna vez cuando sus padres estaban follando allí, pero decidí reservarme la pregunta.

-         ¿El lavabo?

-         A sí, al fondo del salón, en una esquina.

-         Vale, voy a deshacer la maleta y los libros.

Comencé a sacar las cosas. Entro Nico. Cuando ya había puesto mis cosas en el armario.

-         Los libros y los apuntes será mejor que los dejes fuera, ven te enseñare un buen sitio que me prepare yo.

Salimos al salón, justo delante de los ventanales había una mesa larga, con dos sillas.

-         Desde aquí ves la piscina, ya sabes a las chicas en bikini.

-         Pero al abrir el ventanal.

-         Normalmente solo abrimos uno, la central. Vamos a dar las buenas noches a mis padres.

Fuimos a la casa grande, allí estaban tomando un combinado los padres de Nico. El padre llevaba un pijama, pero Adela si había puesto un camisón, aunque la cubría perfectamente, se marcaba la ropa interior, además tenia un buen escote. Nos despedimos. No podía dejar de pensar en Adela, me la imaginaba una y otra vez desnuda, se estaba convirtiendo en una obsesión.

Estuvimos un rato en el salón de la casa de invitados viendo la televisión. Pero el cansancio del viaje nos hizo ir a dormir.

Ya en la cama, no dejaba de pensar en Adela, y me acariciaba la polla, hasta que termine corriéndome. Tuve que ir al lavabo la carrera, cuando volví Nico estaba durmiendo, mire al exterior, y se veía la piscina perfectamente. Por fin decidí irme a dormir; pero sin dejar de pensar con Adela, estaba seguro que aquella noche tendría sueños muy calientes.

-         Rod, estas despierto – escuche desde la puerta.

-         No, estoy dormido – dije tapándome la cabeza con la almohada.

-         Vamos a desayunar.

¡Ya era por la mañana! Me levante, Nico estaba en la puerta, iba vestido de sport.

-         Y esa vestimenta.

-         Vamos a ir a jugar al tenis con mi padre al club.

-         Ya te dije que yo voy a estudiar.

-         Vístete, y durante el desayuno te lo piensas.

Me puse unos pantalones cortos y una camiseta. Y salí fuera que me esperaba Nico. Eran las 10 de la mañana.

En una mesa del jardín estaban desayunando los padres de Nico, el padre de Nico iba como Nico parecían una calcamonía. Adela, la madre llevaba puesto un pequeño albornoz, que le cubría muy poco, enseñando sus contorneados muslos. Nuevamente note como mi polla crecía.

-         Buenos días  - dije.

-         Buenos días Rod – dijo el padre de Nico.

-         ¿Has dormido bien? – pregunto Adela.

Mas que bien, había dormido caliente.

-         Si, aunque extrañe algo la cama.

-         Es, normal. Os vais a jugar al tenis.

-         Si – dijo el padre de Nico – reservare mesa en el restaurante del club. Comeremos allí, vendremos a cambiarnos y a recogerte.

-         Bien, voy para arriba, luego os veo.

Y Adela tomo un ultimo sorbo de zumo. Nosotros recogimos.

-         Nos vamos a jugar a tenis – dijo Nico.

-         Yo prefiero quedarme y estudiar.

-         Pero Rod – dijo Nico.

-         Esta bien que quiera estudiar, creo que tu deberías hacer lo mismo – dijo el padre de Nico.

-         De eso ni hablar, nos vamos a jugar a tenis.

Y se fueron, yo volví a la casa de invitados, entrecerré algo las cortinas para que no entrara el sol de lleno, y me puse a estudiar.

Un cuarto de hora después vi a Adela, iba paseando por el jardín en dirección a la piscina, llevaba una toalla en la mano, la coloco en una hamaca. Se quito el albornoz, quedándose en bikini. Como era de esperar me dio un subidón. Me toque la polla por encima del pantalón, estaba dura. El verla moverse me estaba poniendo caliente, cuando coloco bien la toalla en la hamaca, se puso de espaldas a mí, se agacho para ofrecerme una visión espectacular de su trasero. Se coloco bien la parte de arriba del bikini y el bañador pues algún pelillo le sobresalía. Termino tumbándose.

Yo seguí con mis estudios, aunque no podía concentrarme, solo hacia que mirarla y tocarme la polla.

Había pasado un rato cuando se levanto, se acerco a la ducha cercana, y se remojo, el agua debía estar fría pues enseguida se le marcaron los pezones. Sin ningún disimulo, como la que se sabe sola, se toco los pezones.

Y con una pequeña carrera se tiro a la piscina, se movió por la piscina como una sirena, hasta que decidió salir, con la toalla se seco un poco. Miro a los lados, como si buscase algo o alguien. Entonces se quito la parte superior del bikini, dejándolo en un lado de la hamaca, volvió a coger la toalla, para pasársela por los pechos y terminar de secárselos. Coloco la toalla, se volvió a tumbar sobre la toalla para tomar el sol.

Nuevamente me puse a estudiar, no había pasado media hora. Cuando comenzó a moverse, fue el ruido de la hamaca la que hizo que mirase con mas detenimiento. Mientras con una mano se masajeaba los pechos, la otra mano se deslizo hacia abajo, entrando por debajo de la parte inferior del bikini y acariciándose el coño, su cuerpo se estremecía. Yo metí mi mano por debajo del pantalón y comencé a tocarme la polla. CREI que estaba haciendo aquello porque no había nadie, cuando de pronto por detrás de la casa de invitados apareció un joven, en bañador y camiseta.

Aunque yo no lo había visto ella tenia que verlo claramente, pero no dejo de acariciarse los pechos y el coño, estaba claro que no había sido casualidad, lo de acariciarse y la aparición del joven.

El joven de unos 25 años se acerco a ella, se quito la camiseta y se sentó al borde de la hamaca, metió la mano por debajo de la parte inferior del bikini de ella acariciándole el coño, le beso los pechos y lamio los pezones. Poco después ella se sentó en la hamaca, el se levanto, quedando frente a ella.

Entonces ella le bajo el bañador quedando su polla del joven enfrente, la comenzó a tocar, primero con una mano después con las dos, le dio pequeños chupetones a la polla para terminar metiéndosela en la boca, le estaba haciendo una mamada. Por mi parte, no podía estar mas caliente. Entonces ella se levanto, se besaron, él le quito el bañador a ella, quedando los dos desnudos. Mi imaginación iba por delante, ¿Se meterían en la piscina?. Pero no fue así, ella le cogio de la mano y se dirigió hacia la casa de invitados.

No me podían ver allí, pensé, recordé lo del armario de la habitación de Nico. Corrí hacia allí, para esconderme.

Escuche como se abría el ventanal.

-         Parece que hay alguien – dijo el joven.

-         Si mi hijo y su amigo van a estudiar.

-         ¿Dónde están?

-         Se han ido a jugar con las pelotas – dijo riendo.

Escuche como entraban en la habitación, y como crujía la cama. Abri la puerta del armario, lo justo para ver sin ser visto. Ambos estaban en la cama, él encima de Adela, acariciándola, ella se abrió de piernas dejando que el se pusiera entre ellas, y le metiera la polla. Enseguida comenzó a gemir y jadear. Pidiéndole que no parara, que siguiera y él seguía empujando una y otra vez. Ella jadeando dijo que estaba llegando, hasta que alcanzo el orgasmo.

Poco después era el que decía que estaba a punto de correrse, y se corrió.

-         Vamonos quiero darme un baño desnuda.

Entre risas salieron de la habitación. Fueron directamente a la piscina y se metieron, primero ella, después él. Dentro de la piscina parecían jugar, ella se fue hacia el borde de la piscina, él la siguió se puso detrás. Entonces ella se giro, alzo las piernas el se metió entre ellas, y ella las entrelazándolas en su espalda. Él la cogio de los muslos y se acerco, penetrándola nuevamente, los gemidos iban en aumento, de pronto resbalo, se fue hacia abajo, metiendo la cabeza bajo el agua. Salió dando arcadas, cogiéndose al joven, él la apretó contra el borde sin sacar su polla, dando empujones haciendo que ella subiera y bajara.

-         Ya, ya, ya – dijo ella.

-         Yo también llego – dijo el joven.

Unos segundos después se separaban, Adela dio unas brazadas y salió. Se puso de pie al borde de la piscina, sonriendo.

-         Sera mejor que te vayas en cualquier momento puede venir mi marido.

El joven se puso el bañador y la camiseta, Adela solo se había puesto el bañador, el joven se acerco a ella y mientras le daba un morreo le sobaba los pechos.

-         Vale – dijo Adela separándose bruscamente del joven.

-         Es que ha sido mucho tiempo, desde enero.

-         Me lo vas a decir a mí, la ultima vez fue mi mejor regalo de reyes – dijo riendo Adela.

Se puso la parte superior del bikini y se dejo caer en la hamaca.

-         Mañana...

-         Él sé ira temprano, pero se quedan mi hijo y su amigo.

-         Ellos estarán en la piscina, nosotros podemos estar en la casa.

-         Ya veremos, pásate como si vinieras a... arreglar algo.

El joven se marcho. Adela quedo tumbada en la hamaca.

Lo que había visto era mejor que una película porno . Ahora solo hacia falta que ella supiera que yo la había visto. Pensé mil maneras de hacerlo, entonces Adela se levanto y se fue a la casa principal.