Actividad excitante
Ya tenia 20 años y llevaba mas de dos perfeccionando mi aspecto femenino.
Actividad excitante
Ya tenia 20 años, llevaba mas de dos años perfeccionando mi aspecto femenino con tratamiento hormonal, podía ya presumir un lindo cuerpo con cintura breve donde nacían unas bonitas caderas y nalgas levantadas, así como piernas largas y torneadas, mis senos aún pequeños, pero abultados y redonditos con pezones puntiagudos que resaltaban sobre mis amplias aureolas color marrón, mi piel morena clara suave y tersa libre de vellos que solo me salían en el pubis formando un lindo triangulito, la poca barba que me salía ya la había eliminado totalmente con un tratamiento de electrolisis, las facciones de mi cara siempre habían sido finas y delicadas que servían de marco a mis ojos grandes color miel con pestañas largas y enchinadas y nariz respingada, por el tratamiento hormonal mi pene se había hecho chiquito y ya no tenia erección y cuando me masturbaba llegaba al orgasmo pero no eyaculaba.
En ese tiempo vivía con mi madre que era soltera y yo era hijo único, como ella sabia de mis inclinaciones femeninas que había manifestado desde pequeño, muy comprensiva me dejaba ser como yo quería, como trabajaba en un banco tenia que conservar mi apariencia de hombre aunque cada vez me costaba mas trabajo ocultar mis formas, cuando estaba en la casa me liberaba y me transformaba en una linda jovencita llamada Carla, "que era el femenino de mi nombre masculino Carlos", para lo cual ya tenia un bonito y amplio guardarropa femenino, zapatos, cosméticos y algunas pelucas, me gustaba salir a la calle transformada a veces en compañía de mi madre y me daba cuenta como atraía las miradas de los hombres.
Como se vino una época de crisis me liquidaron en el trabajo y aproveche la oportunidad para realizar mis anhelos femeninos y vivir todo el tiempo como mujer, "como Carla", me deje crecer el pelo y las uñas de mis manos y por primera vez acudía a un salón de belleza donde me hicieron un lindo corte muy femenino y juvenil y manicura tanto de manos como de pies, mis visitas al salón de belleza se hicieron una rutina semanal, me gustaba estar siempre bonita y me sentía encantada y feliz casi toda una mujer.
Mi dinero se acababa ya que era el sostén principal de mi casa y necesitaba conseguir trabajo, cerca de la casa en una avenida grande y muy transitada había observado que por la noche se paraban travestís muy guapas a levantar clientes y hasta cola de coches había para llevárselas.
Yo fantaseaba pensando que no seria mala idea hacer lo mismo, ya que aparte de saciar mis sueños y fantasías sexuales, que ya pedía gritos, podría cobrar por mis servicios y resolver mi problema económico.
Me arme de valor y un viernes por la noche me arregle muy sexy como veía que ellas lo hacían, me peine, me maquille tal vez un poco exagerado pero como era de noche me veía preciosa, me puse una tanguita negra de encajes de hilo dental, un minivestido de likra negro súper entallado y escotado, como no llevaba brassier mis pequeños senos lucían en todo su esplendor, complete mi atuendo con unas medias negras con encaje en la parte alta que me llegaban a mi entrepierna y unas zapatillas de charol de tacón alto que resaltaban mis nalgas y piernas, cuando mi madre me vio me pregunto que adonde iba tan guapa y sexy, le dije que tenia una cita para conseguir trabajo y que no se preocupara, tome mi bolso y salí a la calle, eran ya como las diez de la noche ya no había gente en la calle, la avenida quedaba solo a dos cuadras de mi casa y caminaba moviéndome coquetamente con la desfachatez de una profesional y con la emoción que representaba el momento.
Cuando llegue a la esquina pude ver a dos travestís platicando y decidí acercarme a ellas, eran guapas pero la verdad yo estaba mejor, cuando me vieron una de ellas me pregunto "hola manita ¿vas a trabajar?" yo le dije que si y que era nueva en ese lugar que si no habría algún problema, me contesto "claro que no manita el sol sale para todas y además estas muy guapa, ¿Cómo te llamas?" me preguntó, le conteste que me llamaba Carla y siguió diciéndome "a veces no nos damos abasto para atender a los clientes, aquí cobramos $100.00 por un francés en el auto y $300.00 por ir al motel que esta aquí adelante, no vayas a cobrar menos, respecto a los clientes aquí en esta zona son la mayoría tranquilos, te deseo suerte" y camino hacia un auto que ya se había detenido, me quede observando mientras pensaba que la tarifa era buena y que además iba a recibir lo que siempre había deseado, el del auto bajo la ventanilla y unos minutos después de que platicaron ella se volteo a verme y me dijo "oye Carla que si quieres ir con el", nerviosamente me acerque y cuando me vio me dijo "súbete nena" abriendo la puerta del auto, no lo pensé dos veces me subí cerré la puerta y arranco rumbo al motel.
Ahora de cerca pude ver con quien iba a perder mi virginidad, se trataba de un señor como de 40 años guapo, moreno claro, delgado, de barba cerrada bigote, bonitos ojos, cejas pobladas, vestido de traje y corbata, suspire de felicidad ya que había tenido suerte, y me dijo "acércate a mi muñequita, no muerdo, estuve tomando algunas copas con los amigos y vengo bien caliente", me acerque a el y como si fuera una experta pase mi brazo por sus hombros y puse una mano en su entrepierna sintiendo su tremenda erección y le dije "pues si que estas caliente papacito se siente que la tienes bien grandota" ni tardo ni perezoso me dijo "sacala cariño para que lo compruebes", baje la cremallera de su pantalón y su trusa y como resorte salto ante mis ojos una linda verga como jamás la hubiera imaginado que comencé a sobar, media como 20cm. y apenas la abarcaba con mi mano, me dio miedo ya que pensé que tal vez no me cabria en mi virginal trasero, el me dijo "te gusta cariño tu crees que te quepa" le conteste que haría lo posible al tiempo que me animaba a chuparsela, baje mi cabeza y le di un beso en la punta ya tenia unas gotitas cristalinas que limpie con mi lengua, sabían saladitas pero nada desagradables, ya estábamos entrando al motel de esos en los que el auto llega hasta la habitación, levante la cabeza pero el me detuvo y me dijo "mámamela cariño ya empezaste y tienes que terminar" me la metí en la boca lo mas que pude mientras que el bajaba el un poco el vidrio del auto para pagar el cuarto, como el vidrio estaba polarizado el empleado del motel no alcanzaba a ver lo que estaba haciendo, por lo que seguí chupando mi rico caramelo, cuando oí que bajaron la cortina del garaje me esmere con mas confianza en mi labor y no tardo en descargarse en mi boca entre gemidos de placer, sentía que sus chorros de semen me llegaban hasta la campanilla y no me quedo mas remedio que tragármelos evitando que no escurriera nada para que no se ensuciaran sus pantalones, me quede asombrada de mi habilidad innata en los artes orales, ya que era la primera vez que lo hacia, cuando quedo limpio levante la cara con una sonrisa picara de satisfacción pasando mi lengua por mis labios saboreando su rico semen al tiempo que me decía "que rico mamas cariño eres toda una experta", se acomodo los pantalones subió su cierre y bajo del auto para abrirme la puerta, me baje mostrándole mis piernas en toda su magnitud ya que mi vestido se había subido casi hasta el borde de mis pantaletas y me dijo "que lindas piernas mamacita vas a ver que te voy a coger rico".
Entramos a un bonito cuarto con espejos por todos lados, como toda una profesional le dije "me pagas papacito son $300.00", sin mas saco de su cartera tres billetes de $100.00 y me los puso entre mis senos, le dije que iba a pasar al tocador, en el baño guarde los billetes en mi bolso y me quite el vestido y me baje la pantaleta ya que quería asearme, me senté en el bidet dejando que los chorros entraran por mi ano hasta que me sentí limpia, luego me lubrique con un gel que llevaba para la ocasión y facilitara la penetración, me subí la pantaleta y salí del baño, luciendo mis medias negras con encaje y las zapatillas, el ya estaba completamente desnudo tendido en la cama con su aparato a medias, como gatita me acerque a el y comencé a chuparselo nuevamente hasta que se puso duro y parado en toda su extensión, me dio un condón que le puse como pude ya que no lo había hecho antes y decidí tomar la iniciativa, me quite la pantaleta y me monte frente a el enfilando su verga en la entrada de mi ano, como estaba bien lubricado y yo bien caliente poco a poco me fui sentando, al principio no lo soportaba y me detenía ya que sentía que me partía en dos, pero respirando profundo de un golpe termine metiéndolo hasta el fondo, me dolía mucho pero tenia que mostrarme como una puta experimentrada, ahora comenzaba a moverme de arriba abajo poco a poco, el dolor se convertía ahora en un delicioso placer que me hacia cabalgarlo frenéticamente, mientras el acariciaba mis senos jalando mis endurecidos pezones, al cabo de un rato se salió me puso de a perrito y ahora el controlaba la situación, pare mis nalgas y me lo metió nuevamente ahora sin dificultad, como me tenia de la cintura comenzó a moverse aceleradamente diciéndome "así putita que ricas nalgas tienes, muévete cariño así, así, mmmmhhh", por fin me sentía mujer completa capaz de satisfacer a mi macho, no tardo mucho tiempo en explotar dentro de mi, cuando termino se recostó satisfecho mientras que yo le quitaba el condón para limpiar con mi lengua en objeto del placer.
Nos vestimos, arregle mi maquillaje y antes de salir del cuarto me dio $200.00 mas como propina ya que me dijo que había quedado encantado con mi trabajo, me sentí muy halagada y le di un beso en la mejilla, me llevo nuevamente al lugar donde me había levantado y cuando llegue ya había varias muchachas y una gran fila de autos, al verme todas me recibieron de muy buen agrado dándome la bienvenida, esa noche había mucha demanda y trabaje sin parar hasta al madrugada y con el ultimo cliente llegue a experimentar los mas deliciosos orgasmos de mi vida, ya me sentía cansada pero feliz y satisfecha y además ya llevaba en mi bolso $1,500.00 libres descontando la gratificación de los polis que se suponía que nos cuidaban, mientras encontraba otra fuente de ingresos esta era muy productiva y excitante.
En ese tiempo conocí trabajando a Roberto, siempre me trataba muy bien y era muy cariñoso, el ya era un hombre maduro de mas de cuarenta, pero muy bien conservado, alto, delgado, musculoso, velludo, blanco, de cabellos castaños y ojos claros, además estaba muy bien dotado y me hacia el amor de una manera muy especial, con el tenia mis mejores orgasmos y me hacia sentir como verdadera mujer, era de los pocos clientes por los que me dejaba besar en la boca, el era divorciado y me decía que nunca había sido tan feliz en el sexo como conmigo y yo igual, como descansaba los Lunes aprovechaba para salir con el y me trataba como una dama, a el le confié que deseaba retirarme de puta, por lo que me ofreció un trabajo de secretaria en el bufete de abogados donde el era el socio principal y no lo pensé dos veces y me fui a trabajar con el.