Acompañando a mamá

Un hijo consuela a su anciana madre tras una inesperada situación familiar.

Acompañando a mamá

La tarde había sido complicada. Mi padre había sido internado en el hospital de emergencia con un cólico nefrítico y mi madre toda asustada me abrazó cuándo llegué al hospital. Estaba llorosa y era un manojo de nervios. Mi madre es una señora de 71 años muy bien llevados y aún en su vejez se puede apreciar la belleza de otros tiempos pero ahora inspiraba más lástima que cualquier otra cosa.

No es nada, ya está en buenas manos - le dije para tratar de calmarla.

Qué me voy a hacer hijo?- se lamentó aún abrazada a mi.

Cálmate mamá y espérame aquí que voy a hablar con los médicos

Encontré al doctor que atendía a mi padre en la sala de estar y luego de decirme que tendría que estar al menos tres dias internado con medicamentos fuertes y luego ya veríamos me reuní con mi madre para darle la noticia.

Tengo miedo hijo - me dijo ella mirándome a los ojos.

No es de muerte mamá por Dios - le respondí para que se tranquilizara.

Ya sé pero tengo miedo de quedarme sola en el apartamento y pensar en sabe Dios cuántas cosas feas. -

Quieres venir a mi casa por esta noche? puedes compartir la cama con Luz mi cuñada...-

Ni pensarlo...yo tengo mis comodidades y no quiero crearte complicaciones ni a ti ni a tu familia. -

No es ninguna complicación, si quieres...-

Por qué no te quedas tu en mi casa?-

Por mi no hay problema si eso es lo que quieres, llamo a casa y le digo a Mercy -

Después de decirle a mi mujer que pasaría la noche dónde mi madre buscamos mi coche y nos dirigimos al apartamento de mis padres. Estaba algo distante del centro de la ciudad en un complejo residencial muy

tranquilo y elegante. Llegamos en unos veinte minutos por el camino de la costanera. Mi madre no había pronunciado palabra durante todo el trayecto y se había recostado como intentando dormir apenas tomamos

la vía rápida. Al llegar estacioné junto al coche de mi padre y despacio tomé a mamá por el brazo y avisarle que ya habíamos llegado. Abrió los ojos llorosos y me preguntó si ya estábamos en casa. En el ascensor se abrazó a mi de nuevo y mientras lloraba me decía lo mal que se sentía por mi padre y lo que estaría sufriendo.

No digas eso mamá, no te sigas torturando por el amor de Dios. Todo es cuestión de unos dias y el viejo quedará mejor que antes. -

Tu crees?-

Seguro ya verás. -

Entramos a la casa, ella se dirigió a su cuarto y me preguntó si me preparaba algo de comer porque ella no tenía apetito.

Si tengo hambre pero como solo si tu comes también, que tal? - le respondí.

No me hagas eso hijo, mira que me siento asqueada y no deseo probar nada.-

Tienes que hacer de tripas corazón y tragar algo si quieres que yo me alimente también -

Esta bien , tu ganas, que no haría una madre por su hijo?

Durante mas de dos horas estuvimos viendo televisión y entonces ella me dijo que tomaría una ducha antes de ir a dormir. Le dije que yo también

tomaría una para dormir fresco ya que mi dia había sido agotador.

Entonces mi madre dejando escapar un largo suspiro me sugirió que nos bañaramos los dos en el jacuzzi y asi nos ayudaríamos a enjabonarnos el uno al otro como cuando mi hermano mayor y yo eramos pequeños y ella se metía con nosotros en la gran bañera que había en casa. Me pareció simpático mas que morboso a decir verdad pero aún asi le dije entre risas:

Mira que ya no soy pequeñito y te podrías llevar un susto -

Susto? que dices? si no los habré visto a mis hijos crecer...-

Eso hace mucho tiempo mamá -

Tan solo habrás crecido algo mas, tan solo eso - y me dió una palmada en las nalgas.-

Tu espera aqui si quieres que yo te aviso cuando esté el agua a punto, asi aprovecho y me meto primero para que no me espíes bribón -

Que dices má? Yo no haría algo asi-

Vamos que yo se que tanto tu como el pícaro de tu hermano se desvivían por mirarme desde el pasillo cuando me desvestía -

Eh..bueno es cierto pero eso eran cosas de niños, algo normal a esa edad -

Lo había sabido siempre y mi hermano y yo que creíamos que ella nunca se había percatado de nuestras vigilias. Bueno ya estaba, me lo había dicho de una vez y no hubo problemas, despues de todos habían pasado muchos años. Era verdad, mi hermano y yo nos turnábamos para espiarla siempre que podíamos y mas de una paja nos cascamos a su salud por aquellos dias. El timbre del teléfono me hizo volver a la realidad desde mis pensamientos. Era el Dr.Hidalgo para informarme que mi padre estaba bajo un fuerte sedante que lo haría dormir toda la noche y parte de

la mañana y que todo estaba evolucionando bien. Mamá no cabía es si misma despues de darle la noticia y me abrazó con fuerza. Ella estaba sentada al borde del jacuzzi con una de sus manos probando la temperatura del agua cuando le informe de las buenas nuevas. Se

había quitado el vestido y su delgada silueta se hacia notar tras la casi transparencia del refajo interior que llevaba. Algo en mi se disparó y ya mi entrepierna no fue la misma. Salí para que terminara de desvestirse y pudiera entrar al agua sin que yo la mirara y como a los dos minutos me dice que ya puedo entrar. El agua espumosa y con perfurme le cubría los

senos y sus delgados brazos se daban ya a la tares de mojar su cuello y espalda. Me metí en el agua tibiamenete agradable y me despojé de mi calzoncillo dejándolo caer al lado de la tina para que ella lo viera.

Asi está mejor si no como poderme lavar bien - dije yo para ver su reacción. No dijo nada al ver la prenda. Ella se volteó quedando de espaldas a mi y entregándome la esponja me pidió que le ayudara con su

parte posterior mientras ella se ocupaba de su frente. Para ese entonces mi erección era máxima y agradecí a la vida que estuviéra fuera del alcance de su vista. De pronto ella se impulsó un poco con sus pies puestos en la pared y sus nalgas quedaron justo al principio de mi miembro. Yo no hice ademán alguno de haberlo notado y me quedé allí mismo mientras mis manos frotaban su cuello y cuidadosamente humedecían su pelo cano. Conversamos.

Se que siempre has sentido celos de tu hermano -

Quien yo?- respondí.

No lo niegues lo se, siempre lo supe pero debes estar seguro que los quiero de igual manera a los dos.-

Ya lo se mamá y si alguna vez te lo he dicho ha sido mas por bromear que en serio.-

Las cosas mas serias se dicen en broma asi es que debes saber que una madre siempre esta dispuesta a hacer lo indecible por un hijo.- dijo mi madre ladeando un poco su cabeza para encontrarse con mi vista.

Ya lo se mamá y un hijo por su madre tambien haría cualquier cosa.-

Ya estoy vieja pero tengo derecho a ciertas cosas que ni los años debieran prohibirle a nadie. - dijo apesadumbrada y se cubrió los ojos donde ya el llanto comenzaba a brotar.

Tranquila madre - me apresuré a a decir rodeándola con mis brazos - aqui estoy para protegerte y mimarte.

Salió envuelta en una bata de casa y una toalla en su cabeza. Yo con una franela de papá que ella me había llevado hasta el baño antes de disponerlo todo. Llegué al cuarto donde pasaría la noche y luego de

acomodarme me disponía a apagar el velador cuando la veo en el umbral.

Pasa algo mamá?-

Tan solo quería darte un beso de buenas noches.-

Por supuesto - dije intentando pararme pero su mano me detuvo.

No hijo quedate arropado - y se sentó junto a mi para darme un beso en la mejilla. Ahora de nuevo comenzaba a erguirse mi hombría ante el

abrazo y el calor de su tierno beso. La reutve junto a mi mientras acariciaba su espaldas. Mamá empieza a acariciarme la cara mientras

me dice que no la deje esta noche. Estoy aqui madre a unos pasos de tu cuarto - le respondo.

No es eso, es la falta de tu padre en la cama nuestra -

El volverá en unos dias ya viste como todo esta bien -

No entiendes hijo, no puedo dormir tan insegura y sola en ese cuarto tan inmenso, en esa cama tan grande aun sabiendo que estas a unos pasos mios.-

Y que puedo hacer mamá dímelo tu -

Ven a mi cuarto y compartiremos la cama como cuando eras niño y con tu hermano dormíamos juntos cuando tu padre andaba de viajes. -

Nos acostamos. Ella con su ropón de dormir casi hasta las rodillas y yo tan solo con la camiseta de papá y unos boxers. Me arropó y me ofreció una de sus manos como cuando era un niño.

Que bueno que estamos juntos en esta noche tan triste para mi - me dijo casi en un susurro. - y es que echo de menos tu compañía tanto hijo...y a tu padre por supuesto. Mira ya te dije que haría cualquier cosa por mis hijos y quiero demostrartelo.

Haciendo que?- le pregunté sonriente.

Lo que tu desees - me respondió entre las sombras.

Bueno unas caricias a tu pequeño no estarían mal no crees?-

Su pequeña mano ahora jugaba con mi cara y mi pelo. Mi miembro comenzaba a crecer poco a poco.

Te gustan mis caricias?-

Siempre mamá, mucho y tus olores -

Se rió levemente sin dejar de acariciarme, sus largos y huesudos dedos ahora estaban sobre mi estómago haciendo pequeños rizos en mi vello

abdominal.

Sabes que cuando eras niño y te alimentaba con mi pecho eras tan glotón que aún sin fuerzas tenía que seguir con mi teta complaciéndote?-

Nunca me habías dicho eso, es cierto?

Cierto es como que tambien es cierto que para vergüenza mia lo disfrutaba porque dejabas mis pezones enrojecidos durantes horas.-

Bueno eso porque de seguro desde muy chico ya tenía definido mi gusto sexual - dije entre risas. -

Pero lo mejor o peor es que me humedecía...allá abajo...ya sabes.-

Mamá por Dios que dices?-

Te alarmas? pues no lo hagas porque estaba tan solo reaccionando involuntariamente al calor de tus labios en mis pezones y...- Siento una de sus piernas sobre las mias. No pude contenerme por mas tiempo mi mano

acaricia su muslo y ella continúa hablando quedo. Poco a poco y de una manera muy sensual busco el triángulo de su entrepierna y ella dejó escapar un levísimo quejido. Su ropón de dormir subió hasta mas arriba de su estómago por el arrollador ataque de mis manos. La tocaba por encima de la tela que cubría su abultada vulva. Junto a su culo la prenda estaba en exceso mojada.

Mmmmm que satisfaccion hijo, sácame las bragas y recorre los pliegues de mi ya vieja vagina como he imaginado desde que se que mis hijos me espiaban y pensaban en mi cuando su leches brotaba - Su prenda

interior quedó a nuestro lado emanando sus mas íntimas fragancias.

Tenías esas fantansías desde que eramos niños?-

Si claro que que si - dijo con el aliento entrecortado. - y tu padre lo sabía y le daba gusto imaginarlo también. Házme la paja que necesito desde siempre.-

Su vello púbico casi blanco en en interior de sus labios vaginales contrastaban con algunos aun largos y negros que caian hacias ambos lados de su raja. Mi madre ahora se había deshinibido por completo y besaba mi glande son verdadera pasión, lo ensalibaba y lo mordía levemente haciendome respingar. La carne de sus tetas aunque

arrugadas aun estaban suficientemente firmes como para soportar aquellos largos y ahora enardecidos pezones. Tomé el izquierdo entre mis dedos pulgar e indice y comencé a aprisionarlo con cierta fuerza. Mamá gemía con mas complacencia ahora. Se incorpora y pone una de sus

tetas en mi boca.

Mamala hijo, desprende mi pezón hasta que brote sangre en vez de la leche que te alimentaba. - Sus pezones eran una delicia, tiernos y fláccidos, algunos bellos los hacían aun mas excitantes. Se situó sobre mi en un momento dejando esa inmensa y gastada gruta carnosa sobre mi cara. Su pubis me ahogaba pero si tenía que morir quería que fuera de esa forma, debajo de esa herida por donde había llegado a este mundo.

Chúpame hijo, chúpame por el amor de Dios -

Mi lengua ahora era dueña de cada una de sus sensaciones llegando a empujar hasta un angulo casi imposible su abultado clítoris. Mi fuerza al succionar hacía que sus carnes llegaran casi hasta el mismo centro de mi boca. Ella se empeñaba en tragarme por mi miembro que latía descompasadamente alla en lo último de su garganta. Sus caderas se empinaban mas cada vez y yo casi me corría.

Siiiiiiii, tómaaaaaa hijo , chupa ahora que te doy mi lecheeeee- gritó desenfrenada de lujuria - Sácamela toda porque toda es para ti -

Aumenté el baile de mi lengua y la fuerza de la chupada y me vi recompensado con una enorme llegada de sus fluidos agridulces que

rodaban desde mis labios hasta mi pecho. Cuando notó que mis movimientos trataban de acercar mi polla hasta su boca la tomó toda y tras un par de violentos chupones logró que mi caliente leche

brotara como un enorme surtidor. Tragó varias veces y luego de dejarme limpio suspiró con felicidad mirándome directamente a los ojos.

  • continuará si desean-