Accidente en el baño

Fui a casa de mi cuñada a montar un armario pero al final se quedó sin armar.

Llamé al timbre que estaba situado al lado de la verja, mi cuñada vive en un chalet de dos plantas con un pequeño jardín bien cuidado, que bien vive esta mujer pensé.

La verja se abrió, al momento también la puerta de la casa tras la que apareció mi cuñada envuelta en un albornoz azul por encima de las rodillas.

  • Buenas tardes, no te quedes ahí, vamos pasa.
  • Buenas tardes-respondí.

Entré hasta llegar a su altura y nos saludamos con un par de besos en la cara, me dirigió al salón y me invitó a sentarme en el sofá.

  • Ya era hora que vinieras a ayudarme a montar el armario, pero vas a tener que esperar porque justo iba a darme una ducha.
  • Por lo que veo tu no tienes pensado mancharte mucho montando el armario - dije con una sonrisa. Hace días que prometí ayudarla con el mueble y no esperaba que ella hiciese nada más duro que pasarme tornillos y herramientas.
  • Me he manchado antes que tu, he estado toda la mañana limpiando la habitación para poner el armario. No me importa si luego tengo que volver a meterme en la ducha. ¿Quieres un refresco mientras esperas?
  • Que tonta, lo decía de broma mujer. Y si, ponme algo y te espero aquí.

Mi cuñada volvió de la cocina con un vaso de Coca Cola, al agacharse para dejarlo sobre la mesa no pude evitar que mis ojos fueran directos al escote que abría el albornoz, si ella se dio cuenta lo pasó por alto.

  • No tardo nada, será una ducha rápida.
  • No tengas prisa, seguro que no se tarda mucho en montar eso, y tenemos toda la tarde.

Se dio media vuelta no dejé de mirarla mientras se perdía escaleras arriba aún con la imagen de su canalillo en mi mente.

Varios minutos más tarde escuché un ruido y mi cuñada comenzar a llamarme, inmediatamente me levanté y salí disparado escaleras arriba, incluso corriendo y que era solo un piso parecía que no iba a llegar nunca. Cuando alcancé a llegar al baño la puerta estaba abierta, la cortina de la ducha cerrada y mi cuñada quejándose dentro, descorrí la cortina y me la encontré sentada en el suelo de la ducha desnuda con el agua aún saliendo y sujetándose con una mano la muñeca de la otra.

  • ¿Que ha pasado? - casi grité.
  • Me he resbalado y creo que me he torcido un tobillo y algo me he hecho en la muñeca.

Me quité las zapatillas para meterme en la ducha, la cogí por las axilas para tratar de ponerla de pie, lo conseguí no sin mucho esfuerzo porque ella no podía hacer apenas fuerza para levantarse. Una vez de pie trató de apoyar el pie que tenía dolorido.

  • Espera un momento creo que ha sido sólo el golpe, no me molesta tanto al poner el pie en el suelo - nos quedamos unos minutos quietos mientras ella probaba a apoyar bien el pie en el suelo hasta que levantó la cabeza y comenzó a reírse.
  • ¿Que? - pregunté confundido.
  • Te estas empapando - me decía riendo cada vez con más fuerza. Había olvidado cerrar la llave del agua con la tensión del momento y ahí estaba yo chorreando de arriba a abajo. Los dos nos reímos largo rato hasta que poco a poco el susto inicial desapareció.

Cuando se dio la vuelta para cerrar el grifo, ya tranquilos los dos, fue cuando me fijé en su culo, mi cuñada es algo gordita y tiene un culo grande, mirándolo comencé a excitarme. Se dio media vuelta y en ese momento la miré de arriba a abajo, con la tensión que habíamos vivido no recordaba si quiera que estuviera desnuda, como podía haber obviado esas tetas enormes, caídas por el peso, en ese preciso momento vi como sus pezones de los que caían gotas de agua se iban endureciendo de la misma forma que notaba como lo hacía mi polla, que comenzaba ha hacerse de notar bajo mis pantalones empapados, puso sus ojos en el luego levantó la mirada y me sonrió.

  • Gracias por venir tan rápido - me dijo en un susurro mientras se acercaba a mí. Me rodeo con sus brazos y apretó su cuerpo contra el mío a la vez que se ponía de puntillas y me besaba en la mejilla, la abracé yo también y nos quedamos apretados unos minutos.

Comencé a bajar mis manos por su espalda lentamente hasta llegar a su culo, con una mano en cada una de sus nalgas la apreté aún más fuerte contra mi, dejó escapar un gemido y la agarré más fuerte, separó su mejilla de mi pecho agarró mi camiseta para sacármela por la cabeza, comenzó a besarme el pecho con gran delicadeza dándome pequeños besos lentamente. Llevé mis manos a su cabeza y acariciaba su pelo mojado mientras ella me besaba bajando por mi cuerpo, se puso de rodillas y puso sus manos en el bulto de mi pantalón.

  • No esperaba esta respuesta de ti - y me bajó el pantalón junto con el bóxer dejando mi polla a centímetros de su cara, puso sus manos en mi culo y empezó a darme besos en la polla que yo tenía dura como una piedra, tras los besos comenzó a recorrerla con su lengua, desde los huevos hasta la punta una y otra vez, mientras me miraba a la cara y yo la acariciaba el pelo. Me la agarró con su mano derecha para metérsela en la boca, luego volvió a poner su mano en mi culo y me atrajo hacia ella, yo notaba como mi polla entraba en su boca lentamente, notaba su saliva envolviéndomela, hasta que le entró entera y fui yo quien empezó a balancearme metiéndola y sacándola suavemente. El placer de follarme su boca era inmenso, no podía parar, cada vez me excitaba más, pensé que me iba a correr en su boca pero me la agarró para que parara y se puso de pie.

  • Que polla más rica cielo, ahora me toca a mi darte a probar algo. - Salió de la ducha con mucho cuidado, de pie al lado del wc subió un pie sobre la tapa mostrándome su coño abierto, casi rasurado por completo, se pasó un dedo por él en una clara invitación a que se lo comiera, y yo lo estaba deseando, solo de verla acariciarse con el dedo se me hacía la boca agua y la polla me palpitaba, salí de la ducha y me puse frente a ella.

  • Menudas tetas tienes - dije llevando mis manos ellas, agarré una con cada mano para estrujárselas - son enormes..y bonitas. Se las manoseaba despacio sin poder evitar acercar mi boca poco a poco a una de ellas, me atraían, pasé mi lengua por el pezón duro y lo mordí suavemente, ella gimió y repetí la misma operación con el otro. Comencé a comérselas abriendo la boca cuanto podía para abarcar la mayor cantidad de carne posible apretando cada vez que notaba que alcanzaba más, a la vez puse mi mano derecha entre sus piernas agarrándola con fuerza todo su coño, ella soltó un gemido, noté su humedad en la palma de mi mano y empecé a masajeárselo en círculos suavemente.
  • Uff mmmm ¡no pares nunca!

Nada más decir eso introduje dos dedos en su coño ya empapado.

  • Aaahh sii así - gritó. Al sacarlos me los metí en la boca para saborear sus fluidos, ella me miraba sonriendo.
  • ¿Está rico?
  • Mmmm no sabes cuanto - respondí.

Me puse de rodillas y acerqué la boca a su coño, con la punta de la lengua se lo fui acariciando, ella miraba desde arriba y me imitaba relamiéndose los labios. Poco a poco iba apretándome más contra ella dando lametones cada vez más amplios.

  • Mmmm aaammm así así - ella jadeaba y gemía mientras no sabía que hacer con las manos, me agarraba del pelo, se manoseaba las tetas y yo no paraba de comerla el coño.
  • Aaaah aah mmmm me corro cariño, no pares, aaaammm aaahhh - note sus fluidos llenándome la boca pero no paré de chupárselo. Me agarró del pelo para separarme de ella.
  • Dios mío mmmm - se puso de rodillas y me besó, me comió la boca relamiéndose mi saliva y sus flujos. Nos volvimos locos entre besos y caricias.
  • Vamos a la cama - dijo, y nos levantamos del suelo. Ella salió delante de mi mirando hacia atrás para ver si la seguía.

Iba tras ella mirando como movía el culo al andar, ese culo enorme con restos de mi saliva y de sus flujos, no pude aguantar y antes de llegar a la habitación la agarré por la cintura, necesitaba sentir mi polla contra su culo, la besé en el cuello, gimió, llevé mis manos hasta sus tetas y se la apreté con fuerza, volvió a gemir. Alargó los brazos y logró apoyar las manos en la pared, me empujó con su culo echándolo hacia atrás, puso su mano derecha en una de sus nalgas, agarrándola, separándola de la otra y mostrándome el agujero de su culo.

No tuvo que decir nada, al verla en esa postura me agarré la polla y puse la punta en ese agujero que ella me ofrecía, fui poco a poco empujando, introduciéndosela muy despacio.

  • Aaa aaa así métemela toda entera en el culo - ya tenía la mitad dentro.
  • Aaah ¿más, te la meto más?
  • Si si aaahj más - seguí hasta tenerla toda dentro.
  • Aaaaaah mmmm dame por el culo si - lo decía casi gritando y yo comencé a moverme, la saqué y la volví a meter, una y otra vez.
  • Aaaah aaah
  • Aaa hmm aaaah - sin soltar sus tetas me movía cada vez más rápido y dándola más fuerte, la carne de su culo chocaba contra la mía y me excitaba más.
  • Aaah aaah mi culo aaah
  • Aaaaah aaaah ¡me voy a correr!
  • Siii córrete dentro de mi culo aaah aaah
  • Aaaaaah mmm aaah aaaaaah - me corrí como nunca llenándola con mi semen, una eyaculación y otra y otra más.
  • Mmmmmm aaaah la noto, noto tu leche dentro de mi culo cielo.

Saqué la polla del agujero de su culo, vi chorrear mi semen desde el interior de ella. Con la misma mano que se había agarrado el culo recogió la leche que salía de el, se dio la vuelta y me la enseñó.

  • Esto ha salido de ti cielo, no lo quiero desperdiciar - y acto seguido lo recogía con la lengua sin dejarse ni una gota.
  • Mmmm que rico, me encanta, me tienes que dar más, vamos a la cama.

Entré yo primero en la habitación y me tumbé en la cama boca arriba, mi cuñada entró tras de mi y en ese momento comenzó a sonar mi móvil que había dejado en los pantalones que estaban en el suelo del baño, me levanté corriendo para ir a cogerlo.

  • ¿Si?
  • ¿Que tal vais con el armario? - era mi mujer.
  • Bien, es más complicado de lo que yo pensaba - mentía mientras andaba de nuevo hacia la habitación.
  • No quiero que se lo dejes a medias - me llevé un dedo a los labios para pedir silencio a mi cuñada que estaba sentada en la cama.
  • No tranquila esto se queda acabado - en ese momento mi cuñada se abrió de piernas y comenzó a acariciarse el coño y me pedía haciendo un gesto con la mano que me acercara.
  • ¿Es como el de casa o más grande? - llegué frente a mi cuñada que me agarró la polla y se la llevó a la boca.
  • ¿Cariño? - empezó a comérmela despacio metiéndosela entera en la boca.
  • Es más grande que el nuestro - acerté a decir aunque ya empezaban a temblarme las piernas del placer que me daba con la boca.
  • Ah vale, no te vayas a hacer daño.
  • No...bueno te dejo...que si no no acabo - ya casi no podía hablar del placer que me hacía sentir de como me la estaba chupando en ese momento.
  • Vale hasta luego.

Y colgué, ya no podía más, tiré el teléfono al suelo.

  • Aaaah así.

Paró de chupármela y se echó en la cama abierta de piernas, sus enormes tetas se le fueron cada una a un lado de su cuerpo y con una gran sonrisa en la cara.

  • Parece que te costaba hablar cariño. - me dijo para luego pasarse la lengua por los labios.

Me tumbé sobre ella sin decir nada con mi polla en la mano dirigiéndola al agujero de su coño rosado, empapado. No solo introduje la punta si no que se la metí toda entera de una vez, ella dio un grito de placer lo que me invitó a sacarla entera y repetir la acción empujando aún más fuerte, volvió a gritar de placer pero esta vez estuvo rápida para poner sus manos en mi culo y no dejar que la volviese a sacar mientras hacía fuerza para apretármela dentro de ella. Subió sus manos por mi espalda y yo aproveché para comenzar a moverme follándola cada vez más rápido.

  • Aaah aah ahh más más - no eran jadeos, eran gritos de placer - así fóllame cielo. Cada vez más fuerte ya no tenía control sobre mi mismo y la follaba como loco.
  • Aaah aaah me vuelves loco, te voy a romper el coño.
  • Aaah aah siii rómpemelo con esa polla que tienes aaaah me corro aaaah!
  • Córrete vamos aah!
  • Aaaaah mmmm siii tú también tú también córrete dentro.
  • Siii me corro aaah aaaah.

Me tumbé rendido sobre ella sin sacarla, ambos empapados en sudor, nos besamos entre gemidos.

  • En algún momento tendrás que volver a casa - me dijo.
  • Si, pero no quiero ahora salir de ti.
  • Quédate todo lo que quieras.

Más tarde una vez que nos habíamos duchado, por separado, sentados bebiendo un refresco nos preguntábamos como íbamos a explicar el armario aún sin montar.