Accedió al cabo de los años ( Primera parte)

Como después de 15 años de matrimonio, mi esposa accedió en un club liberal, entró como un ama de casa y salió como una autentica puta

Este es un relato real, sucedió una noche ahora hace cinco años. Yo le había planteado a mi mujer, Angie en este relato, acudir a un local liberal.

Angie  una hermosa mujer madura,  en los cuarenta, ancha de caderas y con unos buenos  pechos aumentados con una operación de estética, era un poco reticente a estos temas de practicar sexo con desconocidos.

Madre de familia, su educación católica  le hacía considerar el sexo como algo sucio, que había  que realizar a escondidas de los demás, sin expresarlo libremente.

Yo no quería que nos pasara como a otras parejas que mantenían unas apariencias de quererse mucho y , por detrás, se ponían los cuernos el uno al otro, mi intención era hacerlo los dos juntos.

Estaba excitado con la idea de ver a mi esposa en brazos de otros hombres, en casa mientras manteníamos relaciones sexuales la hacía fantasear con que estaba follando con otro hombre, o si le gustaría estar chupando otra polla , sentir como la empapaba el semen calentito por sus tetas……

Con mi polla en la boca le introducía un consolador por su vagina simulando que estaba con dos hombres a la vez, me llamaba guarro, pero estaba excitada, empapada y se corría con más fuerza que nunca....

Así que un día nos fuimos a un local que conocí por Internet,  con la promesa de que no pasaría nada que no quisiéramos los dos. Lencería sexi,  un vestido negro, depilada completamente, se había preparada a conciencia.

Entramos, nos enseñaron el local, las taquillas, pista de baile oscura, jacuzzi, había parejas de diferentes edades, una luz tenue, música suave…estabamos algo nerviosos. Pedimos unas copas en la barra nos tranquilizamos y  empezamos a movernos por el local, una sala con sofás y pelis porno nos llevó a la pista de baile oscura y la zona nudista.

Empezamos por la pista de baile, tras una cortina gruesa había música muy suave, apenas había luz, en el techo unos leds que simulaban estrellas oscilaban con el ritmo de la música dejándote ver tenuemente unas sombras, un par de parejas estaban bailando. Allí tu intimidad estaba asegurada, nadie podía reconocerte.

Parece que la cosa prometía, le besé el cuello mientras deslizaba mis manos por su cuerpo, su espalda, su culo….

Nos pusimos cerca de una de las parejas, casi pegados, mi mano se deslizaba bajo el vestido de mi esposa notando su humedad, ella se frotaba contra el bulto de mi pene , al momento noté otra mano al lado de la mía, bajo su vestido acariciando sus nalgas.

Las dos manos acariciaban, amasando ese culo,  abriéndolo, apartando las bragas para entrar en su cuerpo cada uno separaba el culo por un lado  abriendole el coño que hacía un ruido como de ventosa al separarse, produciendo unos pequeños espasmos en su cuerpo.

Mi esposa estaba entregada, se dejaba y abría  suavemente las piernas facilitando nuestras caricias.

Su mano   estaba acariciando la polla del hombre por encima del pantalón y su boca me besaba con fuerza. Me puse a acariciar a la chica de al lado, estabamos los cuatro abrazados bailando juntos,  se agachó y sacó mi polla, que estaba durísima en ese momento y empezó a chuparla, labios gruesos y una boca cálida.

Con una mano acariciaba el coño de mi esposa, en un momento le sacó las bragas y mientras me pajeaba lamía y comía ese coño empapado y totalmente depilado.

Su pareja no perdía el tiempo, le había sacado las tetas y las chupaba con ganas, Angie se puso cachondísima,  es capaz de correrse si le chupan bien los pezones, los tiene supersensibles, estaba meneándole la polla a un tio, abierta de piernas, con una mujer comiéndole el coño mientras yo la besaba intentando no correrme todavía con el meneo que me estaba dando la otra chica.

La puse agachada y quedaron las caras de las dos mujeres con las dos pollas delante de ellas, nos chuparon con ganas, se turnaban, se cambiaban las pollas, a veces las dos chupaban la misma, besándose, jugando con sus lenguas.

Me encantó verla con esa polla en la boca, entrando y saliendo, chupándola con ganas, ya no podía más, me corrí a lo grande, en sus bocas y cara, llenándolas de leche, siguieron con la otra polla que follaba por turno sus bocas, un par de golpes en cada boca y cambiaba, terminó pajeándose encima de sus bocas abiertas repartiendo la leche entre las dos, por su cara y sus tetas, que morbazo.

La abracé, masajeando sus tetas llenas de semen, repartiéndoselo bien y le di un beso profundo, aún tenía leche en la boca.

Habíamos disfrutado muchísimo, y no llevamos más de una hora en el local.

Buscamos las bragas y salimos a beber algo y recomponernos. Las bragas las guardé en el bolsillo, ya no iba a necesitarlas.