Academia Wellington, entrégate al pecado 7

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latumbadelenterrador@gmail.com

Me hubiera gustado haberme centrado un poco más en las torturas y en las calamidades de la academia Wellington, pero no tengo mucha inspiración… Este es el antepenúltimo capítulo. Muy pronto escribiré el último capítulo. Me gustaría agradecer a todos los que me comentan y apoyan. Muchas gracias, de verdad. Espero que os guste.

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Academia Wellington, entrégate al pecado

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Un relato del Enterrador

Academia Wellington, Galicia. 20 de marzo de 1946, 3:00 AM.

Querido lector, mi nombre es… Espera, mejor digamos que mi nombre era, Mike Pérez. Aquel día me convertí en la bestia que soy ahora, te relataré la historia de mi muerte. La muerte más bonita del mundo.

Era una noche oscura, que tontería… Diréis, todas las noches son oscuras, solamente iluminadas por la Luna. Pues bien, aquella noche, incluso la Luna nos abandonó. Nuestro querido director, Hershel Torres, nos había dado una paliza de muerte y nos había arrastrado como vulgares sacos, hasta el patio trasero de la academia.

Mi amado, la única persona en el mundo que me importaba realmente, o eso creo recordar, estaba a mi lado, inconsciente. Ambos estábamos atados de pies y manos. Yo estaba despierto, y pude ver claramente a ese hombre cruel y su “espectáculo”.

El director gritó: “¡Ya podéis salir!” y aparecieron un montón de individuos en túnica, tapados por una capucha, y con una vela en la mano. Yo me quedé mirándoles, con una mezcla de miedo y furia. Pero nada de eso importaba, y yo lo sabía, pues iba a morir.

-Bienvenidos seáis todos, hijos de Dios, a la incineración de los hombres que tanto mal traen al mundo-dijo el director sonriente señalándonos.

Todos gritaban emocionados, aquella diversión sádica me dio mucho miedo. Quizá si me hubiera pasado todo esto ahora, me hubiera reído. El director se acercó a mí y me dió un cuchillo. Yo no entendía lo que pasaba.

-Si aquí y ahora matas a este pecador, serás perdonado por tus pecados-dijo el director serenamente.

Si no odiara tanto a ese hombre, puede que en la actualidad fuéramos amigos, su estilo es sublime. El caso es que en aquel momento, mi cabeza se llenó de voces, miles de ellas, cada una me decía una cosa. “¡Mátalo!”, “¡No lo hagas!”, “Es antinatural”, “Me das asco”, “JAJAJAJAAJAJAJAJAAJA, ¿A QUÉ ESPERAS? ¡HAZLO! ” Entonces le miré. Estaba profundamente dormido, casi parecía que todo esto no iba con él, estaba plácidamente dormido, no parecía nervioso. Su cara angelical hizo que desaparecieran todas las dudas. Le arrojé el cuchillo a la cabeza al director, pero fallé, es difícil atinar estando atado.

-Si esa es tu decisión…¡Despertad al otro!-dijo el director furioso.

Unos cuantos de esos hombres encapuchados se acercaron a Nelgax y con un palo le cruzaron la cara. Despertó inmediatamente.

-¡Aaaagh! ¿D-dónde estoy? ¿Qué pasa?-dijo Nelgax aturdido y dolorido.

-¡Serás juzgado por pervertir al mundo!-dijo el director.

El director nos dió la espalda y se dirigió al público.

-Sin más dilación, hijos de Dios, procederemos a la incineración-dijo el director animadamente.

Aquello parecía un espectáculo. Yo estaba muy asustado, y Nelgax comenzó a llorar, pero nadie iba a parar aquello. Nada iba a parar aquella tragedia que se cernía sobre nosotros. Dos encapuchados nos ataron a cada uno a una cruz, en mitad del jardín trasero.

-¿Unas últimas palabras?-dijo el director con sonrisa sádica y una antorcha en la mano.

-Créeme, viejo, si consiguiera salir de esta, mi muerte sería un juego de niños comparado con lo que te haría-dije yo sonriendo. Aunque evidentemente era una sonrisa forzada, no era como ahora, por dentro sentía rabia y dolor, mucho dolor.

-JAJAJAAJAJAAJAJAJAAJAJAJAJAJAJA. ¿En serio? ¡Que así sea!-dijo y pegó la antorcha a la cruz de madera.

Sentí un dolor fortísimo por todo mi cuerpo, era insoportable. Era como si millones de cuchillos diminutos atravesaran mi piel a la vez. El resto de lo que pasó ya no lo ví, incluida la muerte de Nelgax. Solo recuerdo a los encapuchados riendo. “¡JAJAJAJAJAJA, arde, pecador, arde!”, “¡Quémate en las llamas del infierno, puto maricón”, “Es el deseo de Dios”. Después me morí, junto a la persona que yo más amaba, quien por supuesto, lo vio todo.

“Sé que cuando estoy contigo, no me puede pasar nada malo”. Esa frase resonaría en mi cabeza para siempre.

Capítulo 7-:Ángel: helvetillinen viikko (una semana infernal)

QUEDA 1 SEMANA…

Mansión Bárcenas, Madrid. 12 de octubre de 1963, 5:30 PM.

Anoche volví a soñar otra vez lo mismo, pero esta vez, el sueño continuaba. Ví lo que realmente les pasó a Mike… Y a Nelgax.

Tras la muerte de Mike, Nelgax comenzó a zarandearse y a gritar, se le anuló el raciocinio, solo quería salir de ahí y salvar a su amado, aunque era inútil, Mike estaba carbonizado.

-Bien, bien, hijos de Dios. El demonio homosexual ya estará ardiendo en el infierno. Ahora es turno de su cómplice-dijo el director mirando a Nelgax.

-¡¿Por qué?! ¿¡Por qué lo has matado?! ¡No hacíamos daño a nadie! ¡¿Por qué?!-dijo Nelgax totalmente fuera de sí.

-Precisamente porque vosotros los homosexuales pervertís al mundo, ¡debéis ser aniquilados!-dijo el director mirando a Nelgax con asco.

-¡Yo no elegí ser homosexual! ¡Y créame cuando le digo que intenté huir de ello! ¡Pero no sé puede huir de lo que uno es! ¡Da igual a cuántos mate, la gente seguirá naciendo homosexual! ¡No puede detener una cosa así! ¡Algo que por otra parte es innecesario detener, porque no hace daño a nadie!-dijo Nelgax enfadado.

-Puede que no lo entiendas chaval, pero eso no tiene importancia. ¡Quemadlo!-dijo el director a los encapuchados.

Un encapuchado se acercó a Nelgax, y se quedó parado unos segundos… Después, le quemó. Nelgax fue igualmente quemado. Antes de morir pudo ver a los encapuchados riéndose. El que le había quemado, se descapuchó. Lo último que vió Nelgax antes de morir fue la sonrisa sádica y sórdida de Esteban.

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Todo esto me atormentaba… ¿Por qué tenía yo ese sueño? Algo me decía que todo eso era real, que pasó, y que yo estaba allí. Pero no entendía nada, si eso era cierto, Mike no estaba seguro con Esteban en la academia, ya que este era un cerdo y un traidor. En ese momento le decidí, debía volver a la Academia Welligton.

-Señor,-dijo Sebastián sacándome de mis pensamientos-su padre ha vuelto de Hong Kong, quería hablar con él desde que volvió de la academia, ¿no es así?

-Ah, claro, antes debo solucionar ese tema-dijo Ángel-dile que entre, Sebastián.

-Espero que sea importante Ángel, me has sacado de una reunión-dijo Luis, el padre de Ángel.

-Necesito una explicación, ¿por qué me enviaste a una academia para curarme la homosexualidad? Yo no soy...Ejem… Yo nunca te he demostrado signos de ser gay-dijo Ángel indignado.

-Como a tus 18 años jamás me has presentado una novia, decidí enviarte ahí, más vale prevenir que curar-dijo Luis metiéndose la mano en el bolsillo-¿Algo más?

-¡¿Cómo que algo más?! ¡¿Se puede saber qué te pasa?! ¡Me has enviado a un sitio de torturas!-dije yo alarmado.

-Pero a ti no te han hecho nada, ¿verdad? El informe de la academia era: heterosexual, solo un poco sensible, lo más a lo que podría llegar sería a metrosexual-dijo Luis-¿Cómo sabes que es de tortura?

-Me lo dijo Sebastián en el coche, y además tuve un sueño premonitorio, creo…-dije un poco confuso.

-La palabra de un sirviente… Y un sueño… Conclusión: paparruchas-dijo Luis dándose la vuelta.

-¡Espera!-dije para que se parara-No creas que…

-Adiós, Ángel-dijo Luis.

-¡Soy homosexuaaaaaaaal!-grité, y no mentí, pues ahora lo tenía claro, aunque odiara a Mike, no podía sacármelo de la cabeza, tenía que verle, y contarle mi sueño.

-¡¿Qué?!-dijo Luis levantando el puño y dándose la vuelta.

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¿¿¿????. 12 de octubre de 1963, 6:00 PM.

-Llego tarde, llego tarde-dijo el conejo blanco descabezado, curiosamente, todos podían oírlo.

La joven Alicia se escondió, pues sabía que el conejo quería engañarla para que le devolviera su cabeza, ¡y no podía permitirlo! Alicia con la cabeza del conejo corrió y corrió desde su escondite hasta una pequeña cueva.

-T-tengo miedo… El conejito quiere robarme la cabeza… Tengo que encontrar a mamá-dijo la niña asustada.

- Alicia, Alicia, Alicia, Alicia, Alicia, Alicia, Alicia, Alicia, Alicia, Alicia, Alicia, Alicia, Alicia, Alicia, Alicia, Alicia, Alicia, Alicia, Alicia, Alicia, Alicia, Alicia, Alicia, Alicia, Alicia, Alicia, Alicia, Alicia, Alicia, Alicia, Alicia, Alicia, Alicia, Alicia, Alicia, Alicia, Alicia, Alicia, Alicia, Alicia, Alicia, Alicia, Alicia, Alicia, Alicia, Alicia, Alicia, Alicia, Alicia, Alicia, Alicia, Alicia, Alicia, Alicia, Alicia, Alicia, ¿DÓNDE ESTÁS? -se oía al conejo hablando con voz ronca.

-¡Oh, no! ¡Debo esconderme!-dijo Alicia escondiendo detrás de un armario, que estaba ahí en la cueva, en medio.

-Tienes algo que es mío… Solo quiero recuperarlo, si no me lo das… Se lo diré a tu mamá…-dijo el conejo descabezado.

De repente se oyó un reloj. “Tic, toc”,“Tic, toc”,“Tic, toc”,“Tic, toc”,“Tic, toc”,“Tic, toc”,“Tic, toc”,“Tic, toc”,“Tic, toc”,“Tic, toc”,“Tic, toc”,“Tic, toc”,“Tic, toc”,“Tic, toc”,“Tic, toc”,“Tic, toc”,“Tic, toc”,“Tic, toc”,“Tic, toc”,“Tic, toc”,“Tic, toc”,“Tic, toc”,“Tic, toc”,“Tic, toc”,“Tic, toc”,“Tic, toc”,“Tic, toc”,“Tic, toc”,“Tic, toc”,“Tic, toc”,“Tic, toc”,“Tic, toc”,“Tic, toc”,“Tic, toc”,“Tic, toc”,“Tic, toc”,“Tic, toc”,“Tic, toc”,“Tic, toc”,“Tic, toc”,“Tic, toc”,“Tic, toc”,“Tic, toc”,“Tic, toc”,“Tic, toc”,“Tic, toc”,“Tic, toc”,“Tic, toc”,“Tic, toc”,“Tic, toc”,“Tic, toc”,“Tic, toc”,“Tic, toc”,“Tic, toc”,“Tic, toc”,“Tic, toc”,“Tic, toc”,“Tic, toc”,“Tic, toc”,“Tic, toc”,“Tic, toc”,“Tic, toc”,“Tic, toc”,“Tic, toc”,“Tic, toc”,“Tic, toc”.

-Vaya… Voy a llegar tarde, y tú no quieres eso, ¿verdad? Tú no quieres que yo me enfade, ¿verdad?-dijo el conejito descabezado.

La niña tenía mucho miedo, pero no hizo ningún movimiento, sin esa cabeza, no podría ayudar a su mamá. Ella sólo quería ayudar a su mamá, para que pudieran estar juntas ardiendo en las llamas del infierno, para siempre.

Lo peor es que no podía ver a dónde iba, sólo podía oír su voz.

-Hagamos un trato, pequeña, si me das la cabeza, yo te daré la cabeza del sombrerero. Sé cómo acabar con él. Él no sabe lo que soy, pero yo sí sé lo que es él, así que si nos aliamos, podremos matarlo-dijo el conejito.

La niña tenía mucho miedo, pero si traicionaba al sombrerero, éste la mataría, a ella y a su mamá. No quería eso, solo quería estar con su mamá. ¿Tan difícil era eso? Entonces el reloj se paró. Alicia miró hacia arriba y vio al conejo subido en el armario: “Se te acabó el tiempo”. Dicho esto, pateó la cabeza de la niña y se la arrancó, después, se la colocó, sonrió, y se fue. Alicia volvió a perder la cabeza. Fue condenada a estar para siempre sin cabeza, condenada a no volver a ver a su madre nunca más.

-Es hora de volver a casa… Todo va según lo planeado…-dijo el conejo sonriendo con su cabeza recién estrenada.

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Academia Wellington, Galicia. 12 de octubre de 1963, 7:00 PM.

Como orientador del centro, estaba autorizado a usar la sala de tortura cuanto yo quisiera, y ese día así lo hice. Aquel día el jefe de estudios se fue de viaje, así que aproveché que se largó para usar la sala yo solo. Cogí a Jaime, el chico pelirrojo, lo drogué y lo dejé bien dormidito. Después lo llevé a la sala, lo encadené a una mesa de tortura y esperé.

-¿Qu-qué… Qué está pasando aquí?-dijo Jaime despertándose.

-Bienvenido a mi sala de torturas, vamos a pasarlo bien-dije acercándome a él sonriendo.

-¡¿P-pero… Si usted dijo que me evitaría las torturas!?-dijo el pelirrojo de mis sueños.

-Y lo he hecho, es solo que solo he evitado que los demás profesores te torturaran, pero no me iba a quitar esa diversión a mí mismo-dije agarrándole la barbilla.

-¡¿Por qué es tan cruel?! ¡Es un monstruo!-dijo él visiblemente enojado.

-Si te apetece,-dije solemnemente-te contaré la historia que me hizo ser así:

Verás, cuando yo nací había una moda mundial sobre un nombre que hacía furor en todo el mundo: Melastandrio. Fui bautizado con ese nombre. Sin embargo la moda duró 5 segundos, pero me pilló a mí. Después de esa moda mundial de 5 segundos, se consideró un nombre feo y horrible. Ya era tarde para cambiarlo, mis padres intentaron cambiarlo, pero el del registro les dijo que era imposible.

Incapaces de llevar una vida con un hijo marcado con ese nombre, se suicidaron. Yo acabé huérfano y me ingresaron en un orfanato católico, donde los niños se metían conmigo por mi nombre.

Todos los días, a todas horas, Melastandrio esto, Melastandrio lo otro… Intenté suicidarme varias veces, pero los curas me pillaban y me daban una paliza, pues decían que el suicidio era pecado. Finalmente, me adoptaron, pero cuando debía presentarme, no les dije mi nombre, ¡jamás he vuelto a decirle como me llamo a nadie! ¡Todo está vacío! Mi carnet de identidad, ¡sin nombre! Mi casa, ¡no está a nombre de nadie! Y lo que más me duele… ¡Mi buzoncito de los pitufos! ¡Sin nombreeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee! ¡Por eso estudié psicología homofóbica (por lo visto es una carrera…) y acabé aquí para violar a jóvenes homosexuales! Aunque no soy gay, disfruto de torturar jóvenes y después violarlos.

-Es la historia más ridícula que he oído en mi vida-dijo él seriamente.

-¿Verdad que sí? ¡Eso es lo que más me molesta! ¡¡¡Que es ridículo!!!-dije acercándome a él con un cuchillo.

-¿Qu-qué va a hacer con eso?-dijo él asustado.

**ATENCIÓN

: A partir de aquí el relato, puede resultar, si cabe, más sórdido y retorcido que de costumbre, vamos a presenciar una escena sexual gore, en la que el sexo se relaciona con heridas, si son sensibles o simplemente no quieren leerlo, salten a la siguiente línea de en medio de la página.**

No respondí, simplemente le corté un trozo de piel de la rodilla con el cuchillo.

-¡Aaaaah! ¡D-duele!-dijo él con las lágrimas saltadas.

-Te voy a explicar en qué consiste esta tortura-dije yo limpiando el cuchillo de sangre-Te haré una serie de estímulos, si respondes correctamente, te daré un premio, si respondes mal, te cortaré una parte de tu cuerpo.

-¡E-eso es inhumano!-dijo él llorando.

Entonces le corté un pedazo de piel de la mano izquierda. Él gritó de nuevo.

-Has respondido inadecuadamente, veamos cuanto aguantas… No querrás que llegue a la cara, ¿verdad? No te preocupes… No te mataré… Ya que has sido tan servicial, los cortes no te matarán-dije, y después lamí la sangre del cuchillo.

Decidí que era el momento de empezar. Me bajé los pantalones y le puse la polla cerca de la boca.

-Estímulo número 1. Veamos cómo reaccionas…-dije yo relamiéndome.

La respuesta fue rápida. Comenzó a chuparme la polla. “Bien, tu premio es la propia mamada, que sé que te gustan”dije agarrándole del pelo. Iba demasiado lento, así que le agarré la cabeza y marqué el ritmo yo mismo. Empecé a follarme su boca a velocidad frenética, entraba y salía de su boca, mientras él, son las lágrimas saltadas, a duras penas podía asimilarlo. Entonces le dio una arcada. Eso...No...Me...Gustó...

-Respuesta negativa-dije-Conque no puedes abarcar toda mi polla en tu boca, ¿verdad? Pues entonces te ayudaré.

Le corté las mejillas agrandándole la boca. Él solo pudo gritar, pero daba igual, porque yo no me detendría ante nada. Cuando ví que se le había calmado un poco del dolor, le volví a meter la polla en la boca, le follaba la boca y de vez en cuando se la metía en los agujeros de las mejillas.

Cuando me harté, decidí pasar al estímulo número 2. Le desencadené y le volví a encadenar al revés. Se resistió un poco, pero yo soy mucho más fuerte, así que no fue difícil reducirle de un puñetazo.

Le pegué mi polla al culo, y entonces él solito se la metió.

-Respuesta correcta, adivina cuál es tu premio-dije sonriente.

Él no respondió. Simplemente empezó a gemir por el dolor. Eso...No….Me….Gustó…

-Respuesta incorrecta, no responde-dije yo, y entonces le corté un brazo.

Deberíais haber oído ese hermoso grito, no, mejor… Aullido de dolor. Sus pulmones parecían a punto de estallar de la intensidad.

-¿Cuál...Es….Tu….Premio?-dije enfadado.

-La...La...Penetración-dijo él llorando.

-Respuesta correcta, como recompensa, te follaré bien duro-dije yo preparándome para embestirle.

Taponé la herida de su brazo, no quería que se se desangrara y muriera...Aún. Comencé a embestirle con violencia, su cuerpo se estremeció con la primera embestida. No hay mayor belleza que la de un cuerpo siendo violado. Era excelente, era una experiencia soberbia, única, fascinante.

Comencé a masturbarle mientras le embestía. Él gemía sin parar, pero no se corrió al instante. Eso….No….Me...Gustó…

-Respuesta incorrecta, con el solo contacto de mis manos debiste haberte corrido-dije enfadado.

Después, le corté el otro brazo. Su grito fue tan hermoso como el anterior, pero se estaba quedando afónico, y no gritó tanto como la vez anterior. Eso….No...Me...Gustó…

-Respuesta incorrecta, grita más alto-dije enfadado, y le corté las dos piernas. En ese momento, mi dulce violación se convirtió en asesinato, el joven Jaime se murió. Así que aceleré mis embestidas y me corrí dentro de su cadáver vacío.

Todo terminó. Me largué de allí, ya le diría al director que se me fue la mano con la tortura… En fin… Fue divertido… Su cadáver hermoso se quedaría ahí reposando hasta que fuera mancillado con su conservación en un sucio estuche, para meterlo bajo tierra.

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Llevaba varios días buscando al artífice de mi locura, el viejo que nos mató a mí y a…¡Que no! ¡No pienso decir su nombre! Entré en la sala de torturas, ya que me abrió la puerta una de las asistentas, Mary, la prostituta, con su tanga de cebra… El caso es que me encontré con algo interesante… ¡El cadáver de Jaime! Un chaval de mi clase. Me acerqué a él y le dije:

-Jaime, soy Mike, puedo resucitarte, pero a cambio, serás mi sirviente para siempre. Y harás lo que yo te diga. Además, te dejaré vengarte de la persona que te ha hecho esto. ¿Estás de acuerdo?-le dije al oído.

-......Aaaaah...Sí-dijo él escuetamente.

Levanté los trozos de cuerpo de Jaime que había por el suelo telepáticamente con mis poderes y se los fui uniendo al cuerpo. Además, le dí poderes sobrenaturales.

-Excelente, ahora te ayudaré a vengarte-dije yo deseando ayudar, como siempre, jeje.

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Después de recuperar mi cabeza en el infierno, desperté en la Tierra en el despacho del director, él estaba en su asiento, sin pulso, estaba muerto. Tampoco me importaba.

Todos estos años había estado preparando mi plan para acabar con esos dos por robarme la felicidad. Si, es cierto, Nelgax me robó la felicidad que debió haber sido mía. Yo amaba a Mike, desde el primer día:

Academia Wellington, Galicia. 29 de noviembre de 1944, 8:00 AM.

Todos los niños se apartaban de mí porque mi primo se llamaba Melastandrio, ¡me odiaban! Solo porque mi primo tenía un nombre extraño… Ni siquiera era yo… ¡Era mi primo!

Un día, mientras estaba apartado de todos en el recreo, mirando a las musarañas, oí una conversación.

-Mirad a ese chico, Esteban, ¡tiene un primo que se llama Melastandrio! ¡Es patético! ¡Jaajajaja!-dijo uno de los chicos.

-¡Nadie quiere compartir cuarto con él, así que esta noche vamos y le damos una paliza!-dijo otro de los chicos.

Yo arranqué a llorar, me enterré la cabeza entre las rodillas, quería esconderme del mundo. De repente, oí que una voz me llamaba.

-...ban… Esteban…-decía la voz.

-¿Eh? ¡¿Quién eres tú?! ¡¿Has venido a reírte de mí!?-dije yo llorando.

-Por supuesto que no, solo he venido a ofrecerte una piruleta, ¿quieres?-dijo el chico sonriente.

-¿Eh?-dijo Esteban.

-Me llamo Mike, Mike Pérez, encantado-dijo Mike dándome la piruleta-No te preocupes, yo tampoco tengo compañero de cuarto, puedo ser tu compañero, así no se atreverán a meterse contigo.

-¿En...En serio? ¿Aún sabiendo que mi primo se llama Melastandrio?-dijo Esteban.

-No me importa cómo se llame tu primo, o como te llames tú, lo único que me importa es que quiero ser tu amigo-dijo Mike sonriente.

Desde ese día, siempre lo amé en silencio, ¡debía ser mío y de nadie más! ¡Si no podía ser mío, no sería de nadie! ¡¡¡De nadieeee!!!

CONTINUARÁ…

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El nombre Melastandrio ha traído muchas desgracias… Por cierto, igual me he pasado con la escena gore-sexual… Lo siento si no os ha gustado, pero es que quería poner alguna tortura realmente cruel. Y… Más cruel que eso… Poco hay. Bueno, eso es todo por hoy. ¡Nos vemos!

OS SALUDA

EL ENTERRADOR

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-¿Ya está listo el árbol de navidad, Johnatan?

-Así es, señor, pero…¿Puedo hacerle una pregunta?

-Adelante.

-¿Por qué ha hecho tanto hincapié para que el árbol estuviese perfecto?

-Porque es el reclamo para atraer a mi presa.

-¿Eh? ¿A qué se refiere?

-Johnatan, vamos a capturar a Santa Claus.

-Je. Parece que estas navidades van a ser interesantes…

¿AMOR O MALDICIÓN? MERRY CHRISTMAS!

EL 25 DE DICIEMBRE EN TODORELATOS.COM