Acabar el año, entre desconocidos

Al viejo se le notaba un buen bulto bajo su pantalón, por lo que pose mi mano sobre su miembro, frotándoselo al principio sobre el pernil del pantalón, para mas tarde sacársela de ese calabozo, y seguir masturbándosela fuera. Que bien me sentía, al notar como ese pedazo de carne se deslizaba por mi mano...

Acabar el año, entre desconocidos (Por cumplir con mis obligaciones)

Hola, me llamo Susana, ante todo gracias a todos los que me habéis leído, sobre todo aun más agradecida a aquellos que me habéis escrito. Agradezco de corazón, que os haya gustado e incluso que os haya sido tan placentero, como a mí relatarlos.

Soy una ardiente chica de 22 años del sur de Andalucía (Sevilla), morena, de ojos castaños, y bisexual. Soy conciente que mi forma de vestir, me hace ser más destacable para ser manoseada, aunque no soy ni fetichista, ni exhibicionista, simplemente me gusta vestir de forma que realce mi cuerpo. Me definiría como extrovertida, una sin vergüenza integral, simpática, muy buena gente, bastante loca... Vamos una chica con la que se puede pasar un buen rato. Me gusta conocer gente, lugares, descubrir cosas nuevas, divertirme, lo típico (tengo una manera especial de ver la vida).

Aunque se que me habéis pedido que acorte estas líneas, también os pido que seáis paciente, pues otros lectores me habéis pedido lo contrario (pero me tenéis que perdonar, que al menos me repita en mi prologo). He hecho cosas que ruborizarían a más de uno, pero he gozado haciéndolas de cada una, he disfrutado de lo lindo. Me considero muy joven, para no dejar de probar cosas, dicen que tengo un hermoso cuerpo (como decía mi abuelo, de pecado), me considero una mujer ardiente, de mente muy abierta, deseo ampliar mis experiencias y probar cosas nuevas. He de explicaros, que mis gustos en general, aunque lo niegue es la morbosidad que me produce, ser manoseada en publico, sentirme acariciada, siempre que sean lugares públicos (coño, es tal la morbosidad, que es difícil describirla, pero os la intentare relatar).

Solo recordarlo, es tal la calentura que me invade, que siento la necesidad de introducir mis manos entre mis muslos, con la necesidad de masturbarme. El solo sentir como mis dedos acaricia mi pubis, de sentir como mis dedos se enredan en escasa vellosidad, como presiona mi piel hasta alcanzar el inicio de mi vagina, rozar con mis yemas sobre mi vulva, sentir como mi piel se eriza, y explotar al sentir como mi primer orgasmo me deja casi aturdida. Ni tan siquiera darme tiempo ni a levantarme de la silla, e inevitablemente menos llegar a alcanzar ni tan siquiera la puerta del aseo (joder, quedo avergonzada ante las atentas miradas de mis compañeros, pues han sido ellos los que han disfrutado tanto como yo, pues la mancha de algunos en su entrepierna es la prueba).

Recuerdo los consejos que me daba mi abuelo, y no solo la manera que me los daba, siempre me comentaba que debía ser conciente, de que mi cuerpo puede provocar a cualquier hombre, la manera de andar, de moverme, e incluso la manera de expresarme. Se que sus cuidados no eran muy normales, pero no os voy a negar que me gustaba, incluso su manera de tratarme, siempre ha sido una persona muy especial para mí, desde mi niñez, me ha cuidado de una manera especial, a su manera me protegía., dicen que veía reflejado a mi padre. Mis experiencias que he mantenido con maduros, han sido totalmente satisfactorios, han llenado algo mas que mis expectativas (coño, he disfrutado de verdaderos macho, aprender chicos, si os ofendéis… os jodeis). Haber si lo pilláis, la edad no es lo que cuenta, no por ser mas viejo significa que esta uno acabado, sino que han vivido mucho mas, lo que significa que tiene mucho que dar y aun mas que enseñar.

Son minuciosos a la hora de dar placer, e incluso sus caricias son diferentes, mas tacto, sensibles, y no tienen prisa por acabar, se que algo difícil explicaros las sensaciones referente a ellos, quizás sea morbo, o quizás esa búsqueda de amor paterno como dicen (joder, menos palabrería, que lo mió es puramente sexo). No significa, que los chicos seáis menos amantes, sino que olvidan esos pequeños detalles, que lo importante no es como lo hacéis, sino que nos hagáis disfrutar. Dejar de pensar, mientras hacéis el amor con nosotras, pues paréis maquinas queréis que sea tan matemático, (joder, es que la jodeis cada vez que calculáis, cuando y como debemos llegar al orgasmos, ni tan siquiera lo sentís, cuando nos llega). Es para joderse, que cuando os desconcentráis perdéis vuestra erección, dejándonos a medias, y luego nos pedís volver a empezar (coño, como si fuera tan sencillo).

Muchos de vosotros, pensáis, que entre vuestras manos tenéis la consola de la Game, joder que somos personas, que somos frágil y con sentimientos, que ha veces nos tratáis peor que a un animal, demostrar que nos amáis. Haber si sois más sensibles, que tenéis más ternura con el puto móvil, que con nosotras, y menos correr que ni sois Alonso, ni nosotras sois Hamilton. Aunque mis confesiones parezca más de lo mismo, no me quiero repetir, puede ser las situaciones, pero os puedo asegurar que las sensaciones son totalmente diferentes, e incluso son tan profundas, que me enganchan a volverlas a repetir. Siempre me digo que será la última, pero es como una droga que no puedo dejar… la necesito (se que es difícil de explicar). Mis confidencia son reales, aunque siempre la digamos no me considero una hipócrita, aunque a veces si una cabrona. Os digo que no seria una confesión, sino relatara la verdad, ya que sino no me molestaría en confesarla, siempre podemos ver la televisión, la radio o los periódicos y ver lo que nos ocurre a diario a muchas de nosotras.

Por fin de semana o mejor dicho el ultimo fin de semana del año, aburrida en casa me sentada delante de mi PC, a chatear con la cantidad de chicos que me aparecían. Los parpados me pesaban, y entre las conversaciones de algunas chicas mas que de chicos, me estaba calentando y de que manera, pues mientras escribía con una mano, con la otra la tenia entre mis piernas acariciando mis labios vaginales. Estaba prácticamente casi dormida, entre el gusto, la hora y un poco la somnolencia del momento, que hasta pensaba que me habían drogado durante el almuerzo, en el primero que pensé fue en mi padre, pero por la hora no era costumbre en el, hacerme visitas a media tarde y más con tanta gente en casa. En ese momento, tuve una llamada de un buen amigo, el cual quería felicitarme las fiestas y de paso el nuevo año.

Me comento que me vistiera de una manera muy peculiar para el, aunque precisamente no daba el cante de buscona, sino mas parecía de ejecutiva, como normalmente voy a la oficina, pero en casa de mis padres no tenía el vestuario pertinente, por lo que abriendo el armario coji un vestido de mi sobrina, y una chaqueta mía. Antes de salir me comento donde quedar, y las señas de cómo llegar, por lo que salí en dirección a los aparcamientos de la expo, nada mas verlo se vino hacia mi, y sacándome con violencia del coche, comenzábamos a besarnos, mientras sus manos se posaban sobre mis pechos, me dispuse a quitarme la chaqueta que llevaba, quedándome con un vestido de tirantas. Colocando una de sus manos sobre uno de mis pechos, comenzó a llevárselo a su boca, yo por mi parte deslice mi mano, hasta llegar a su entrepierna en busca de su miembro. Nos dimos cuenta como comenzábamos a ser el punto de atención, que en vez de alejarse de nosotros, se colocaban en posiciones de manera que no perdieran su objetivo.

Pero nosotros continuamos, el chico me sujeto por una de mis piernas, levantándolas al tiempo que notaba como sus dedos rozaban mis labios vaginales, y me oprimían con las yemas de sus dedos. Al tiempo que me empujaba contra el coche, hasta colocar su cuerpo entre mis piernas y quitarme las bragas dejándolas caer sobre al suelo. Con una de sus manos comenzó a frotar mis labios vaginales e introduciendo sus dedos dentro de mi orificio vaginal, al tiempo que nos besábamos, uuummm como estaba de lo mas cachonda y caliente. No se por que se me ocurrió, pero le desafié, le indique que es capaz de chuparme mi vagina ahí, ni se lo pensó dos veces, girándome me echo sobre el coche, mientras se agachaba quedándose arrodillado ante mi, mientras notaba como su lengua recorría mi entre pierna, mientras que sus manos abría mis nalgas, chupaba mis labios vaginales desde detrás mi, haciéndome cosquillas y algo de "repelus" con sus cabellos, taladraba mi orificio vaginal con su lengua, se llevo al menos algo mas de un cuarto de hora.

Cuando se detuvo se incorporó, sin dejar de acariciar mis nalgas dejándome en la misma posición, notaba como desplazaba sus manos desde mis nalgas hacia mi cintura, y sin a tiempo esperarlo de un solo golpe me la introdujo, vale que estaba bastante lubricada de tanta lengua (joder, podría a ver a visado). Fue maravilloso, comenzó un mete y saca aunque estábamos nerviosos, pues no dejamos de mirar a nuestro alrededor, e incluso para darle facilidades, levante una de mis piernas a modo de facilitar sus embestida, no dejando de comentarme el muy cerdo "lo guarra" que era, hasta que note como comenzaba a hínchasele las venas algo notorio en los tío, significando que la saco tan rápido como la había metido, corriéndose al momento echando toda su leche en el suelo, entre jadeos y respiración acelerada, y tras estirársela un par de veces mas, a modo de quedarse seco de su néctar. Dejándolo caer al suelo, donde el muy cabronazo ni tan siquiera se dio cuenta, que mis braguitas estaban ahí, y ahora estaban toda llena de su pringoso liquido blanquecino.

Bueno tras acabar de vestirse, metiéndose su verga flácida dentro de sus pantalones, me beso deseándome unas felices fiesta, y tras girarse camino hacia su coche, desapareciendo el muy cabron entre el polvo que había levantado. Cuando me disponía a ir al coche para marcharme, se me acercó un hombre maduro, de cabellos blanquísimo, con bigote de igual color, con el físico de cuerpo delgado pero fibroso, nada mas acercarse me comento que nos había visto, y ante la excitado se había quedado observándonos. Que por mi aspecto podría ser su nieta, os debo admitir que nada ver a ese hombre me gusto, no se que tenia acaso su manera de hablarme o quizás su mirada. Comento que le había dado la sensación, que el chico me había dejado a media, y el sabe la sensación tan defraudarte que es quedarse de esa manera, mas creo que me tiraba los tejos que otra cosa, su manera de explicarse, sus insinuaciones al tiempo que comenzaba a acercarse cada vez a mi, al tiempo que con el pie desplazaba mis braguitas hasta esconderla debajo del coche.

Este acerco su cuerpo cada vez mas cerca al mió, hasta notar su bulto rozar mi muslo, notando su olor corporal. Me quede callada, dejándome hacer, una de sus manos la coloco en mi cintura al tiempo que la otra la poso sobre mi cuello, acariciándome acerco sus labios a mi rostro, pero volví mi cara. El maduro en vez de molestarse y muy lejos de enfadarse, comenzó a besar mi cuello ascendiendo hacia mi oreja, mis lóbulo. Mientras una de sus manos me acariciaba mi cintura, con la otra me tenia sujeta por mi cuello. La manera de tratarme me tenia entusiasmada, pero en minutos mientras ascendía una de sus manos desde mi cintura hacia mi hombro, al tiempo que la otra descendía, hasta estar ambas en el mismo sitio pero una en cada lado. Comenzaron al mismo tiempo sin dejar de besarme, deslizándolas por mi hombro al tiempo que tiraba de la cinta de mí vestido, arrastrándola hacia mi brazo, cayendo hacia abajo al mismo tiempo, que mi me despojaba de mi vestido.

Quedándome solamente ante sus ojos, con mi sujetador de encajes, pero no me duro mucho mas cuando sus manos desde mis hombros, se desplazaron hacia el broche del sujetador abriéndolo, quedándome completamente desnuda ante el. Una vez separo sus labios de los míos, descendió sin dejar de besar mi cuerpo hacia mis pechos, comenzando a besar mis pezones para continuar por los senos (dios, como de encendida me tenia). Mientras sus labios continuaba en mis pechos, una de sus manos descendió por mi espalda hacia mis nalgas, y desde aquí sin dejar de acariciarme hasta mi pubis, no dejaba de gemir pero eso si en silencio, pues tampoco hacia falta convertir ese momento en una orgía. Mientras apoyada sobre la chapa de mi coche, desnuda y con mis piernas abiertas, dejándome hacer a su antojo, disfrutando. Sintiendo como sus dedos a juguetear en mi vagina, frotaba mi vulva alternándola con mi clítoris, me sentía en la gloria e incluso pasaron cerca de nosotros varios coches, y en mas de uno no solo iban hombres solo, sino hasta familias (joder, era de lo mas excitante).

Al viejo se le notaba un buen bulto bajo su pantalón, por lo que pose mi mano sobre su miembro, frotándoselo al principio sobre el pernil del pantalón, para mas tarde sacársela de ese calabozo, y seguir masturbándosela fuera. Que bien me sentía, al notar como ese pedazo de carne se deslizaba por mi mano, mientras ambos disfrutábamos, ambos nos satisfacíamos, hizo que alcanzara un par de orgasmo, sin haber alcanzado el ninguno, aunque también es verdad es que yo estaba mas caliente que el, o mejor dicho mas facilota. En un momento sonó su móvil y mientras contestaba, no dejaba de darme placer, hasta que se me ocurrió algo, mientras le eche a un lado me arrodille ante sus pies, colocándome en cuclillas delante de el. Para coger su miembro entre mis manos, mientras se la levantaba lleve mis labios a su tronco, pasándole la lengua hasta llegar a sus genitales (Dios, que puta me sentía, fui de lo mas golosa con su "chupa chup"), comencé a lamerle toda su carne, le mordisquee su diámetro, a chupárselos y en plan generosa. Para continuar lamiéndola de nuevo, desde sus genitales hasta esa cabezota rojiza para introducírmela dentro de mi boca, hasta atragantarme y mientras no dejaba de chupársela, hasta que salía de mi boca mi saliva por no podérmela tragar, recorriendo esta desde mis labios hasta mi barbilla, y caer hasta mis pechos, era una visión de los mas viciosa.

En eso el viejo, mientras colgaba el móvil, a modo con su mano de querer apartarme de el, pues me comento que se iba a venir, y aunque le hice ver que deseaba seguir, este rehusó mi ofrecimiento, y me pidió que si podría echármelo sobre mis nalgas, pero siempre que yo estuviera de acuerdo, pues podría parecer la propuesta de un degenerado. No me podía negar a lo que acepte, ofreciéndome su mano a modo de ayudarme a levantarme, se la acepte y mientras me giraba abrí la puerta del coche, el maduro no dejaba de pajearse para no perder su excitación. Eche mi cuerpo hacia delante, de modo que me tumbe sobre los asientos traseros, ofreciéndole mis nalgas para que este aprovechara, y al tiempo que sentía como se colocaba detrás de mí, sentí como escupía sus líquidos sobre mis glúteos, deslizándose hacia mis muslos, y de aquí hacia la tapicería del coche. Mientras le escuchaba respirar, eso si aceleradamente, minutos después note como se hundía el asiento, y al sentir como restregaba su miembro entre mis nalgas, pude adivinar el por que.

Que guarra me sentía pero que de satisfecha me sentí. Una vez finalizamos, me ayudo a vestirme, a limpiar la tapicería del coche con unas toallitas húmedas que saco del suyo, y tras despedimos para otro día, que le asegure que le tomaba la palabra, nos despedimos dándonos un tierno beso. Una vez me marche hacia casa, donde nada mas llegar me di una buena ducha, y tras ponerme el camisón me eche sobre la cama, quedándome dormida. El año va a su inicio, sobre todo hoy lunes 31 de diciembre, me ha llamado un viejo amigo, el cual nos conocimos en los aparcamientos y disfrutamos de un buen rato, no suelo intercambiarnos los móviles, pero me gusto y me caía bien, por lo que acepte a dárselo en su día. Hoy mea llamado, mea hecho una propuesta para gozar, me ha pedido que me vistiera de una manera muy peculiar, mea pedido que me pusiera una falda roja a cuadros negros, unas medias leotardos pero de esas que son 4 dedos por encima de las rodillas, bueno continuo una blusa blanca con botones por delante y una chaqueta negra.

Mea indicado donde quedar, hemos quedado en la salida que hay en la rotonda donde está RTVA, le comente que no se como llegar a lo que me contesto, que fuera en dirección aeropuerto por la ronda norte, en la segunda glorieta gire en redondo y que salga por una salida que aunque parezca cortada, no lo esta. Que por esa carretera hasta llegar a una intersección, donde después de pasar un paso sobre un riachuelo, me encontrare con un puente sobre una vía de tren, allí nos encontraremos. Después de esperarlo al menos una media hora larga, comienza chispear y en eso suena el móvil, era el muy cabron, el cual me comenta que le a salido un imprevisto, y le es imposible venir (joder, encima me deja plantada aquí). Por lo poniendo el coche en marcha, me adentro por esos caminos buscando donde poder dar media vuelta, como un reflejo vi como al final del camino, como un par de chavales caminaban hacia unos matorrales, no se que sentí acaso extrañeza o posiblemente morbo, el observar a dos chico y encimas muy buenos liados, o sea en plena acción.

Por lo que me baje del coche, caminando detrás de ellos sin hacer ruido, con prudencia y sigilo, me quede a una cierta distancia, donde sin perder detalle pudiera observar todo, y no me puedan descubrir. El morbo es total, estaba disfrutando y de que manera, aunque os admito que de cortita nada de nada, pues mi chica me explica con pelo y señales, sus experiencias, pero no es lo mismo. Continuo, en ese momento me siento observada, dándome cuenta no por la sombra que hay sobre mi, sino por que al girarme veo las piernas de un hombre detrás mía, tras darme la vuelta me doy cuenta que se trata de un hombre maduro por lo menos su aspecto lo parece, con bigote delgado y no muy alto, pero el cual se adivina que debe de tener un buen paquete (os digo, normalmente por aquellos parajes, son mas de esa edad que de jóvenes).

Mientras nos miramos los dos en silencio, comienza este a acariciarme sobre su muslo a la altura de su miembro, y tras acercarse aun mas hacia mi, comienza a acariciarme mis muslos y mientras me sugiere echar un ratito a solas ambos, lo miro y pienso por que no. Joder, el chico me había dejado plantada, y mientras llevo mis manos a su entre pierna, comienzo a frotársela por encima de su pantalón (creo que se dio cuenta que acepte su propuesta, verdad), hasta que este volviéndose hacia mi comienza a desabrocharse el botón del pantalón, para continuar con la bragueta e introducir su mano dentro para con cierta dificultad, sacar su flácido miembro fuera, pero coño nada mas verlo me quede algo sorprendida, le mediría al menos unos 17 centímetros, pero como estaba. Se tiro prácticamente sobre mí, o mejor dicho literalmente, en busca de mi boca, a besar mis labios frenéticamente, mas parecía que tenía prisa o acaso seria los nervios por tenerme no vaya a ser que me echara hacia atrás. Sentía su miembro resfregarce por mis muslos, sintiéndola cada vez más dura, mientras sus manos acariciaba no solo mis nalgas sino mi espalda y mis pechos, nuestros cuerpos cada vez mas juntos por no decir prácticamente pegados, causa por la que sentía su dureza.

Os digo mas, en ese momento yo misma me sentía impaciente por tenerla entre mis manos, o solo pensaba metérmela en la boca y degustarla, o acaso mejor que me penetrara. Mientras estábamos en plena caricias, note como descendió una de sus manos, hacia mi entre mis pierna a acariciarme el pubis, me manoseaba mi vagina, frotaba mi vulva, e introduciendo sus dedos no solo en mi orificio vaginal, sino ya prácticamente mi orificio anal, sus manos pasaban entre mis piernas hacia mis nalgas. Se llevaba sus dedos a la boca humedeciéndolos, para bajarlos nuevamente a mis nalgas, sentía como las yemas comenzaba a penetra mi orificio anal (eso si, os puedo decir que se notaba que era limpio, pues sus uñas estaban recortadas). Al principio notaba como entraban y salían, con cierta dificultad para ir acostumbrándome, gracias a sus dedos ensalivados hasta notar sus nudillos. Se notaba que iba controlando, pues notaba como me introducía un segundo dedo al estar mi orificio mas dilatado, y siguió de esta manera, cada vez mas profundo hasta sentir por introducirme, un tercer dedo acabando por resoplar.

Cuando me di cuenta que llevo uno de sus brazos a su espalda, para ser mas exacta a su trasero, dándome cuenta que intentaba coger su cartera, que una vez la cogio comenzó a buscar algo, me estaba dando la sensación que buscaba dinero, joder que iba a pagarme por mis servicios, me iba a hacerme sentir como una puta, pero tras coger de un pequeño bolsillo de la cartera, un pequeño sobre, volvió a guardarse la cartera y al no darme dinero alguno, me fui tranquilizándome sabiendo que no me iba a sentir como una zorra. De este pequeño sobrecito saco un preservativo, que tras colocárselo note que su miembro, le sobresalía unas pequeñas protuberancias. Todo nervioso me coge por la cintura y tras sentarse sobre el asiento del conductor, me tira hacia abajo al tiempo que echando mis braguitas a un lado, logra introducírmela por mi vagina causándome algo de daño, entre quejidos de dolor le pido que se detenga, que me duele por lo que este me la saca un poco preocupado. Y entre comentarios me indica como debo de colocarme, por lo que siguiendo sus indicaciones me puse.

O sea, primero me indico que me introducirá dentro del coche, agachada sobre el asiento, de de manera que apoyando mis rodillas sobre la estructura del coche, la parte inferior del marco de la puerta, mi cuerpo quedaría semi flexionado echado hacia delante. Mientras el, con su miembro en la mano comenzaba a buscar desde atrás la entrada de mi orificio anal, palpaba con varios de sus dedos. Estaba de lo mas nerviosa… os lo juro. Cuando note que al fin había encontrado mi orificio, note como poso la cabeza de su miembro sobre mi orificio, para comenzad a presionar, de tal manera que sentí como eso me iba entrando. Dios, me estaba produciéndome tal dolor (joder, todavía no me la había metido entera, acaso pensé que intruso en mismo preservativo lo frenaba), me tuve que sujetar con ambas manos al asiento, y aun mas cuando tras sacarla no habiendo metido ni la mitad, para volverla a meter pero note como después de volvérmela a colocar en la entrada de mi orificio, me dio por escuchar como si soltara un saliva (joder, pensé que necesitaba lubricar, aun mas su cacho de carne). Recuerdo, como me pidió que aguantara con fuerza, pues iba a volver a penetrarme, sentí tal dolor en ese momento, que tuve que morder con fuerza el respaldar del asiento, casi arrancando un pedazo de lona, tela y por no decir, el acolchado de este.

Tal fue su embestida, que casi sentí sus genitales incrustados en mis glúteos, por no decir que me los sentí también. Sus embestidas eran cada vez rápidas y violentas, la segunda embestida apenas me dio tiempo de morder el respaldar, que incluso un poco mas me trago la palanca de cambios, volviendo a morder con rapidez a modo de aguantar mi dolor y silenciar mis gritos y jadeos de gozo. Una vez que fue incorporando su cuerpo al tiempo de sus movimientos, la sentía entrar y salir pero sin compasión, sus embestidas era primitivas, mientras me penetraba sentía sus manos se sobre mis nalgas, e incluso haciendo comentarios sobre mis glúteos, jactándose de su suerte por haberme encontrado y de estar perforando mi culo en vez de hacérselo a algún chico. Mientras se iba sintiendo cada vez mas seguro, soltó una de sus manos de mis nalgas para colocarla sobre la parte superior del marco de la puerta, mientras seguía apretando su cuerpo aun mas contra el mió, a modo que sienta toda su carne dentro, sentía chocar sus genitales contra mis nalgas.

Su otra mano la dirigió hacia mis pechos, encontrándose con mi camisa aun abotonada y tras sujetarla tiro de ella, con fuerza hacia el, rasgándola y continuo con el sujetador. Continuo, cogiendome los pechos, de manera tosca, amasándolos con fuerza hasta que me los enrojeció, presionando su pelvis contra mis glúteos, por cada embestida a modo como si estuviera jugando a una partida de esas maquinas de bolas, tuve que soltar una de mis manos a modo de llevarlas hacia mi pubis hasta introducirla en mi vagina, e ir calmando mi ardor, no muy difícil por lo caliente que estaba. Este comenzó a dar gritos a golpear mis nalgas hasta que dejo caer por unos minutos su cuerpo sobre el mió, hasta que recupero su aliento, para luego de colocar sus ropas y de comentarme a ver si otro día nos vemos se marcho teniéndome que quedarme yo allí a acabar la faena. Me marche hacia casa, con tal dolor de culo, que nada mas entrar por la puerta principal fui desnudándome hasta llegar a la cocina, donde abrí el frigorífico.

Joder, no sabéis ni el dolor que sentí, en ese momento al agacharme a coger la bolsa de cubitos de hielo, sentí un pinchazo, que mas creí que fue la estocada de un picador. Bueno continuo, coji unos cubitos y los eche sobre un trapo, que después de envolverlos, me los lleve hacia mi cuarto, donde tendiéndome sobre la cama, colocándomelo sobre mi orificio anal, a modo de calmar el tremendo dolor. Os digo más, cuando he ido a hacer mis necesidades, no solo he visto estrellas, sino que al limpiarme me he fijado, como alguna gota de sangre había. Haceros a la idea, las dimensiones de ese pedazo de tranca que me sodomizo, bien es cierto que como dijo el muy hijo de puta, que me acordare de el en semanas, pero eso si, al menos ha sido una experiencia de lo mas satisfactoria. Días después, me llamo el chico con el cual había quedado para ese día, notablemente rehusé el quedar nuevamente con el, joder después del planto que me dio aunque entube con un buen ejemplar.

Mi nueva confesión a llegado a su fin, pero solo es un capitulo de mi diario. Acabo normalmente con mis braguitas muy húmedas por no decir encharcadas. Pues a la hora de plasmar mis confesiones, es tal el calor que me invade, que siento un picor entre mis piernas, que tengo la necesidad de meter mis manos entre mis muslos, de calmarme hasta quedarme placidamente satisfecha. El solo sentir como mis dedos, se introducen dentro de mis braguitas, como van descendiendo hasta mi pubis, como roza mi escasa vellosidad, hasta sentir como mis yemas tocan mi vagina. Como explicaros la necesidad, que tengo de sentir como mis dedos presiona mi vulva, mientras las sensaciones que siento en esos momentos hacen que con la otra mano araño mis muslos (por no decir que me quedo presionando una tecla del teclado). Mientras uno de mis dedos frota mi vulva en círculos, mientras que con el dedo corazón presiono sobre mi clítoris, y entre espasmos siento como mi cuerpo le invaden torbellinos de sensaciones, que me hace ausentarme por unos minutos del teclado, para acabar de masturbarme. Y tras reponerme pensar en una nueva confesión que contar.

Bueno ante todo, debo deciros referente a los comentarios de mi forma de explicaros mis historias. Que si mi escritura, no esta bien redactada, que apenas es legible, que tiene dificultad a la hora de leer o incluso que da mal sentido, a la hora de explicar los placeres obtenidos o sentidos. Lo siento enormemente, pero intentare redactaros lo mejor que pueda mis experiencias, me cuesta a veces escribir todos mis sensaciones, pues el plasmarlas creo que es lo mas difícil. Espero que os haya gustado, si queréis que siga contaros me lo comentáis pues me gusta mucho recibir vuestros email. Aquellos que queráis contactar conmigo hacedlo a mí dirección de email: susanabix@hotmail.com , otra cosa e creado mi blogs: susanabix-misconfidencias.blogspot.com, de momento no hay mucho, pero iré agregándole fotos mías y de amigos y amigas que me den su permiso para agregarla, quisiera que me dierais vuestra opinión, y sobre todo vuestros consejos.