Aby: Conociendo a Xuxita (1)
La vi en una barra con un cóctel en la mano, parecía esperar a alguien, pero su belleza conformada por la combinación de un largo cabello rubio con unos ojazos celestes y un vestido de ceda, que dejaba prácticamente a la vista sus pechos.
Aby: Conociendo a Xuxita
Capitulo 1
Me encontraba en una exposición de cocina y vinos en el hotel Sheraton de Buenos Aires, Era un domingo de esos depresivos, donde estaba acostumbrando a convivir con mi reciente soledad. Un divorcio conflictivo con terceros en discordia, que no fue de mi parte, me dejo viviendo en un pequeño departamento dejando atrás las comodidades de mi casa y con ella a mi ex esposa y su amante.
Trataba de que la cocina y las bodegas me despejasen de mi malestar, pero la imagen de ella fue mi verdadera cura. La vi en una barra con un cóctel en la mano, parecía esperar a alguien, pero su belleza conformada por la combinación de un largo cabello rubio con unos ojazos celestes y un vestido de ceda, que dejaba prácticamente a la vista sus pechos, y marcaban el contorno de su hermosa cintura y cola. Me dejaron sin saliva en la boca. Siempre me gusto la cantante y animadora Xuxa y realmente esta mujer tenía un aire a ella.
Siendo un hombre muy tímido y más en las circunstancias que vivía, por primera ves en mi vida cobre valor y me acerque a ella.
Trate de buscar su mirada a medida que me acercaba, para poder entablar una conversación. Me senté a su lado y le pregunte si no le molestaba, ella solo movió la cabeza gesticulando un no, y siguió con la mirada perdida. Yo sabía que no tenía nada que perder, y comencé a entablar una conversación haciéndome referencia a la muestra y algunos chistes al respecto. Ella poco a poco fue prestándome atención y yo paresia tocar las manos con el cielo, estar al lado de ella me ponía la piel de gallina, se notaba que ella sabia muy bien que era la mujer mas hermosa del lugar y para mi del mundo. Su vos con tonada brasilera, era la de un ángel y me fui dando cuenta que también era muy intelectual. Hablamos sobre vinos, los distintos sepajes, cortes marcas etc. Parecía un libro abierto y cuando la conversación estaba poniéndose mas amena, sonó su celular. Me pidió permiso giro la cabeza como queriendo intimidad y contesto diciendo solo una palabra Aby . Después de escuchar la respuesta ella comenzó a hablar un perfecto ingles. Corto el llamado que fue breve con un gesto medio molesto y me dijo Tengo que hacer tiempo por una hora, estaba esperando a alguien y se atraso mas de lo esperado. Yo sin perder tiempo la invite a tomar algo en el bar del hotel, acepto sin ningún problema.
La hora pareció pasar en diez minutos, entre bromas y risas, charlas superficiales, volvió a sonar el celular. Ella contesto con unos OK secos. Corto el mismo, se paro y me dijo que se tenia que ir, insistí en que se quede un poco mas y me dijo que no podía. Le pedí si me podía dar su numero de celular así estábamos en contacto ella me miro a los ojos fijamente como tratando de descubrir mis intenciones, miro la hora y se sentó y me pregunto que era lo que yo quería de ella, con un tono muy serio. Le conteste casi al borde del tartamudeo que la quería conocer que realmente me había impactado su belleza pero además me encantaba su compañía. Lo pensó unos segundos abrió su cartera saco una tarjeta y me la dio, sin soltarla me dijo en tono dominador Dos cosas, Uno nunca preguntes por mi vida personal ni me reproches mis tiempos, segundo llámame y si no te contesto déjame un mensaje, y no vuelvas a llamar hasta que yo no te conteste el mensaje ok. Yo le dije Ok perfecto con una in disimulable sonrisa en mi rostro. Me dio un tierno beso en la mejilla y se marcho.
Esos días trascurrieron con una ansiedad terrible, de solo imaginarme estar con esa mujer me ponía muy loco. Solo espere dos días y la llame. Enseguida me atendió un contestador diciendo Te comunicases con Aby, deja tu mensaje. Un bajón repentino invadió mi cuerpo al tener que hablar a esa inevitable maquina y consolarme con esperar. Mi mensaje fue una pronta invitación para salir a caminar un domingo por Palermo. Algo que parece cursi, pero era lo que sentía.
Paso un mes entero y nunca llamo, ya pensaba que nunca lo haría. Hasta que un domingo por la tarde recibí el llamado tan esperado, diciéndome, -Podes venirme a buscar ahora-, deje todo lo que estaba haciendo y me largue en su búsqueda.
Nos encontramos en una esquina muy conocida de capital y nos dirigimos a nuestro paseo prometido.
Un domingo soleado de primavera nos acompaño, ella con un delicado vestido casi transparente que parecía apoyarse con delicadeza en su piel. Los hombres solos o no, no dejaban de mirarla, yo me sentía un poco incomodo pero ella parecía estar muy acostumbrada y hasta diría que lo disfrutaba. La salida fue como una de adolescentes, y la pasamos de maravilla, hasta que sonó su celular. Lo contesto, me pidió disculpas y que la llevara a una dirección que tenia una reunión urgente. No pregunte nada, la lleve, nos despedimos con un tierno piquito y se marcho.
Prometió que me llamaría, a la semana lo hizo y la invite a mi departamento, acepto sin dudarlo con una pequeña risa cómplice y sugerente.
Unas velas, luz tenue un muy suave vino tinto, una comida a base de pescado, música de jazz de fondo. Realmente era la noche perfecta. Aby llego puntual y sin dejarme decir "a" me agarro del cuello y me rompió la boca de un beso, su lengua traspaso mi garganta, parecía que me quería comer. Nos desnudamos sin llegar a la habitación, ahí mismo en el living de mi departamento nos comimos a besos. Ella supo recorrer bien todo mi cuerpo con su dulce boca sin dejar un segundo de mirarme a los ojos, esa mirada cómplice de sus ojos celestes, nunca mas se borrara de mi mente. Pensé en mil cosas desagradables para impedir tener una eyaculacion precos, porque en mi vida pensé poseer a semejante mujer.
Sacado un preservativo no se de donde lo coloco en mi pene e inmediatamente dejo caer sus labios en el mismo, deglutiendo como si fuera una serpiente, todo mi miembro. A la ves sus uñas se clavaban en mi pecho y yo acariciaba con mis manos su hermoso cabello.
Así estuvo unos minutos y mis pensamientos no pudieron evitar tener un increíble orgasmo, seguido por un grito desgarrador, como si liberara de mis años de tensión.
Ella retiro el preservativo lleno, y mirando que mi pene tenía unas gotas de semen en la punta saco su fina lengua bien afuera y la paso por mi cabecita retirando esas gotas.
Sin haberla penetrado fue la más apasionada relación sexual que tuve. Quería jurarle amor eterno, casarme con ella, quería darle una familia, quería darle todo. Sin embargo ella me dijo Tenemos que hablar -.
Continua