Abusando de una inocente
-Saca la lengua y lame- Fue delicioso, ella no sabía nada de felación pero yo la educaría, la halé más hacia mi y le dije: chupa, obediente como siempre empezó a succionar mi glande
Siempre me ha excitado la idea de hacerlo con alguien que fuera totalmente inocente como nunca le haría daño una niña, esa opción estaba por fuera de cualquier posibilidad pero un día conocí a la persona perfecta
Al principio parecía una joven normal, excepto por su extraña mirada, era rubia y de ojos claros, y miraba como sin ver, se podía quedar atentamente mirándote a los ojos sin ninguna expresión eso era molesto para algunas personas. Resultó que padecía algún tipo de retraso, a pesar de tener un bien formado cuerpo de una joven de 18 años su mente era como de una niña.
Su familia había intentado educarla sin ningún éxito, así que ella ayudaba en las labores de la casa siempre que estas fueran simples y no entrañaran ninguna complicación. Sus padres eran los mayordomos en la finca de un amigo, y a él le gustaba divertirse con ella levantándole la falda cuando nadie los veía y ella hacía el aseo en su habitación, le levantaba la falda y le agarraba las nalgas a lo que ella respondía con sonrisas, pues pensaba que era nada más que un juego, otras veces la tocaba entre las piernas o le tocaba los senos, que eran grandes y bien parados Sin embargo el nunca fue más allá por miedo al padre de la chica, un hombre bebedor y violento. Precisamente esas características llevaron al viejo a morir en una riña callejera. Mi amigo y su familia se habían ido al exterior y desde allá me dijo que podía aprovechar mis vacaciones e ir a su finca y de paso contarle como la llevaban la chica y su madre
Cuando llegue allá, habían pasado dos años, la chica estaba en su 20 y estaba más provocativa que nunca, la madre tenía que ir al pueblo y me pidió que no la dejara salir de la casa porque tenía miedo que los trabajadores abusaran de ella, según me dijo era una de sus preocupaciones desde que la chica se convirtió en mujer, como prácticamente nos había visto crecer a mi amigo y a mí y como sabía que cada uno tenía novia nunca se le ocurrió desconfiar.
A la hora de haberse ido escuché la ducha del baño de la servidumbre y ese solo ruido me hizo tener una erección. Fui hasta allá y con el corazón saltándome del susto corrí la cortina de la ducha y allí estaba ella, con la piel brillante cubierta de agua y espuma, con un cuerpo envidiable, aunque demasiado poco bronceado para mi gusto (la mantenían prácticamente encerrada)
Ella me miro pero no hizo el menor intento de ocultarse o de vergüenza puse mis manos sobre mis senos y empecé a frotar su piel resbalosa por el jabón, de inmediato sus pezones se irguieron, bajé mis manos por sus caderas y acaricié su trasero, una mano se quedó atrás mientras la otra buscaba su vulva, la cual empecé a frotar, encontré su clítoris y comencé a acariciarlo mientras me inclinaba a chupar sus pezones sin importarme el gusto a jabón en eso oí el ladrido de los perros e imaginé a la señora llegando, le planté un beso y le dije
-No digas nada y ella me sonrió y siguió con su baño yo alcancé a llegara la habitación y encerrarme a quitarme la ropa mojada sin que el ama de llaves me viera
A la mañana siguiente la joven me llevó el desayuno a la habitación y aproveché para recordar los juegos de mi amigo, me deleite metiendo mis manos debajo de su vestido manoseándole las tetas y metiendo mis manos también debajo de su anticuada ropa interior comprobé que mis caricias la ponían húmeda tomé su mano y la puse en mi verga que estaba dura y grande, ella lo apretó por encima de la ropa observándolo con su extraña mirada La madre tal vez sospechando, apareció en mi habitación y apenas tuve tiempo de taparme con la cobija, con el movimiento tiré las tostadas en la cama y pareció como si la muchacha estuviera ayudándome a recogerlas
Así pasaron los días y cualquier sospecha terminó por desvanecerse, la madre me dejaba a su hija para mi servicio, sin que sospechara hasta donde llegaría para mí ese término Además de mi visita diaria a su baño, ayudarla a ella a jabonarla, la llamaba cuando era yo el que me estaba bañando y hacía que me jabonara, era evidente que le causaba curiosidad mi pene y como crecía al contacto con sus manos
Hoy vamos a aprobar algo nuevo -le dije un día- me senté en la cama justo después del baño, desenrollé la toalla de mi cintura y la hice arrodillarse frente a mi tome su cabeza y la acerqué a mi pene
-Saca la lengua y lame- Fue delicioso, ella no sabía nada de felación pero yo la educaría, la halé más hacia mi y le dije: chupa, obediente como siempre empezó a succionar mi glande, aunque era muy excitante aprovecharme de ella así, sus torpes movimientos me estaban enfriando así que la tomé del cabello y puse mis dedos alrededor de su boca para asegurarme que no me soltara y comencé a mover su cabeza eso estaba mejor, sin soltar su cabeza, tome una de sus manos la puse en mis testículos mientras con mi otra mano empecé a pellizcarle los senos, cuando sentí la inminencia del orgasmo sostuve su cabeza con fuerza y le grité Traga traga y como siempre ella obedeció Esto se volvió una costumbre, su madre se iba desde temprano y ella me llevaba el desayuno, me masturbaba o me hacía sexo oral mientras yo desayunaba, luego nos bañábamos juntos y ella me repetía la felación cada vez yo tenía más ganas de poseerla pero me detenía la idea de que si nunca había estado con un hombre pudiera ser notado por su madre quien vigilaba especialmente este aspecto desde hacía años La chica cada vez se mostraba más interesada en el tema mis vacaciones estaban por terminar así que decidí ir al pueblo y conseguí algo de pornografía, a la mañana siguiente, mientras me hacía la mamada diaria se la mostré
Su mirada no parecía muy perdida sino concentrada, había una foto de una rubia a la que estaban penetrando por el ano que llamó mucho su atención, empecé a hacerle sexo oral a ella mientras metía mis dedos en su ano, poco a poco este cedió entonces la puse arrodillada en el piso y con el torso sobre la cama, le puse la revista frente a sus ojos y empecé a masturbarla y a meterle, de nuevo, los dedos en el ano, luego me puse un condón, puse mi pene en su ano y comencé a empujar, ella se quejó y se revolvió tratando de pararse pero yo estaba decidido y empuje hasta que la penetré, me gustaría decir como aparece en otros relatos que he leído aquí que al final a ella le gustó, pero en este caso no fue así ella trataba de pararse, de librarse de mí pero con mi peso le impedía moverse mientras la penetraba, se lo sacaba un centímetro y luego la penetraba más en un mete y saca delirante que terminó en uno de mis mejores orgasmos, caí en el piso mientras ella se levantaba y se iba corriendo y gimiendo.
No la vi en el resto del día y a la mañana siguiente no apareció con el desayuno, en su lugar llegó su madre con una expresión preocupante llevaba el teléfono en la mano y me dijo con sequedad
-El patrón quiere hablar con usted
Pasé un susto, pero mi amigo me tranquilizó, en pocas palabras me dijo que no planeaban volver y que habían decidido vender la finca, que le ayudara con el papeleo y esa era la razón del disgusto de la señora
La finca era una buena inversión así que convencí a mis padres de adquirirla, como era de mi amigo nos permitió pagarla de la forma más cómoda. El ama de llaves me rogó que les permitiera quedarse y yo acepté con la condición de que me permitiera llevarme a su hija a que nos sirviera en nuestra casa en la ciudad y ella aceptó gustosa pensando en que quedaba en buenas manos
Una vez en la ciudad y aprovechando la ausencia de mis padres volví por las andadas. Apenas pude me metí a su baño le hice de nuevo sexo oral y la acostumbré de nuevo a buscarme cuando mis padres se iban para hacerme la respectiva mamada a los pocos días mis padres se fueron de vacaciones y quedé solo con ella, entonces decidí rematar Me fui desnudo hasta su cuarto, la saqué de la ducha, la tiré sobre la cama y le empecé a hacer sexo oral, mientras tanto y sin que ella lo notará me puse un condón, cuando estuvo bien húmeda comencé a subir, lamiendo su cuerpo, su ombligo, sus senos y luego comencé a besarla, mientras, acariciaba su clítoris e introducía mis dedos en su vagina, cuando estuvo bien caliente apoyé la cabeza de mi pene y empecé a empujar, ella debió recordar su anterior experiencia y trató de resistirse, pero de nuevo insistí hasta que logré penetrarla y la desvirgué sostuve sus manos en cruz mientras la inmovilizaba con el peso de mi cuerpo y metía y sacaba mi pene de su precioso cuerpo a diferencia de la vez anterior el mete y saca se convirtió en un placer para ella porque terminó tomándome de las nalgas y guiando mis penetraciones a su gusto
Además de ponerla a mamármela cada vez que tengo el antojo (cuando estoy sentado comiendo en la mesa, ella está de rodillas debajo mamando, o cuando estoy viendo televisión ella está allí con chupándome la verga y acariciándome las huevas) tuve que cogerla a la fuerza dos veces más para penetrarla por el ano, tuve que echármele encima, levantarle la falda y bajarle su ridícula ropa interior, untar ese precioso culo con lubricante y penetrarla mientras ella forcejea, pero ahora ya no forcejea, hasta coge mi pene, me lo chupa y cuando está bien grande ella misma me pone el condón y a veces lo pone en la entrada de la vagina o del ano según su antojo.
Ahora me la como cada vez que tengo oportunidad, si mi novia está de mal humor o con el periodo u ocupada llegó a casa a meterme al cuarto de la empleada y me regocijo entre sus grandes tetas, y su vientre caliente y su vagina que siempre está húmeda y dispuesta para mi