Abusando de Irene (II)

El odioso militar continúa los abusos contra la pobre chica que se presta a sus manejos para que liberen a su familia.

El cuartel estaba en lo que antes fue un hotel, no uno de los mejores pero sí muy adecuado a las necesidades de los oficiales, muchos de los mejores cuartos de hotel habían sido modificados, y ahora eran oficinas, bien provistas, para oficiales de rango y cargo como lo era Francisco. En la entrada principal del hotel había una muy buena seguridad, y toda persona era revisada, para evitar cualquier acto terrorista. Irene tuvo que soportar uno o dos manoseos de los soldados para poder ingresar "lo siento señorita, pero es por su seguridad y la nuestra" le dijeron. Ahora se encontraba sentada en una recepción que sin llegar a ser muy elegante, tenia lo necesario para una espera confortable.

Frente a ella tras un escritorio, había una secretaria. Ella la había recibido y tras pasar el recado le había indicado que espere. Diez minutos después le indica que podía pasar. Irene se levanta y arregla su pollera, tomando su pequeño bolso de mano abre la puerta de la habitación.

Francisco tenía una de las mejores habitaciones de aquel hotel, el cuarto había sido muy bien arreglado y tenía toda la apariencia de una oficina de alto nivel. Él se encontraba tras su escritorio con la cabeza apoyada contra el respaldo de su amplio sillón mirándola

· Adelante niña, acércate y toma asiento- le dijo a Irene señalando una silla frente a escritorio. Irene caminó despacio y antes de sentarse dijo algo así como "buenos días, capitán", pero lo dijo tan bajo que Francisco sólo pudo suponerlo. · Es muy grato poder verte de nuevo. Tu nombre es Irene ¿no es cierto? . · Sí Capitán Espindola . · Cuánta ceremonia, bien mantengámosla un rato más. Dime que te trajo por aquí tan temprano. Ya que mi tiempo no me pertenece. · Capitán Espindola, Ud. Me dijo que si necesitaba su ayuda se la pidiera.- dijo con lagrimas en los ojos y estrujando un pañuelo blanco · Lo recuerdo - dijo Francisco disfrutado la situación. · Pues lo necesito señor, mi padre y mi hermano fueron arrestados ayer y se los acusa de insurrectos - esta vez no contuvo las lagrimas y su llanto salió casi sin dejarla hablar - mi padre y mi hermano son panaderos, nada saben de política, hubo un error. · Oh seguro que si dime los nombres - Irene rápidamente les dijo los nombres y Francisco levantó el teléfono y dio unas ordenes. · Bien ahora esperemos, mientras dime cómo esta tu novio- dijo Francisco con una sonrisa amable. Irene fue tomada por sorpresa pero bajando la cabeza y secándose las lagrimas contestó. · Ya no tengo novio - · Oh, ¿y cómo es eso? - Irene tardó en contestar pero le contó que su novio vio las marcas en su cuello y pidió explicaciones, cuando supo todo se puso con una rabia, que ella temió lo peor, pero con los días se frenó. Pero la relación entre ellos se distancio y terminó por cortarse. · · Realmente desconsiderado, dijo Francisco cortando la historia y tomando el teléfono. · Señor, soy el sargento Martínez, sobre los hombres que me pidió averiguaciones, están limpios, posiblemente los dejen salir pasado el medio día. · Buen trabajo sargento. Espere mis ordenes.- Francisco colgó y puso sus manos en el escritorio y tamborileó como si pensara, esto causó el efecto de angustia esperado por él- bien al parecer tienes graves problemas, y no creo poder ayudarte.- a Irene le dio un salto en el pecho y se puso rápidamente de pie. · Qué ocurrió señor dígame, por favor dígame - Francisco inventó unos cargos y creó unos afiches con propaganda contra el gobierno. Irene escuchó y sus piernas la obligaron a sentarse, Francisco sirvió un vaso de agua y rodeando el escritorio se lo ofreció. · Capitán Espindola, por favor ayude a mi familia, son inocentes, lo sé, mi madre moriría si algo les pasa, por favor. · Mira niña esta vez es mucho más importante que la anterior, no sé si puedo hacer mucho. · Por favor, haré lo que guste, lo que quiera. · Sí que lo harías, pero son cargos muy importante, el costo sería muy alto, pero si estás dispuesta. · Haré lo que me pida - dijo con una sonrisa mientras se limpiaba lo ojos. · No te apresures, mira realmente me quedaste dando vueltas por la cabeza, lo que quiero es que seas mi puta, trabajarás aquí, y harás todo lo que te diga. Dormirás en mi cama siempre que yo quiera y serás mi juguete cuando yo quiera hasta que me canse de ti, qué dices.- Irene estaba desolada, claro que esperaba que él la tomara como la otra vez, pero esto nunca se dibujó por su mente. · Pppero, mi familia, qué le diré, qué pensarán de mí....-dijo en su angustia. · Va sólo miénteles y dile que te ofrecí un trabajo de "asistente personal", te daré sueldo claro está y tendrás techo y muchos de tus gastos pagados. · Me tendrá, me tendrá como una amante - balbuceó. · No bebé serás mi PUTA, entiendes cogerás sólo conmigo o con quien yo te indique. Piénsalo, mientras yo llamaré a la guardia.- Irene no podía pensar de tan espantada que estaba. Francisco levantó el teléfono y habló. · Sí sargento espere - miró a Irene esperando una respuesta, Irene bajó su cabeza y asintió- déjenlos salir lo antes posible. · Bien mi nuevo juguete, ponte de pie y quítate esa camisa- Irene se puso de pie y su bolso cayó al piso alfombrado, sus dedos le temblaban y tardó en desabrochar los primeros botones por lo que Francisco se levantó se puso frente a ella y siguió con lo demás, y sacando la camisa de dentro de su pollera la tira sobre el escritorio - tus pechos son tan hermosos como los recordaba - dijo acariciándolos por debajo del corpiño, el cual no tardó en caer al suelo. Irene sollozaba, pero la situación excitaba más a Francisco, quien le bajó el cierre de la pollera y esta comenzaba a bajarse por sus piernas, su mano bajó inmediatamente y se metió en su entrepierna, y comenzó a jugar con su vagina

  • Qué buena que estás puta, te voy a coger tanto que te pondrás a día por todo lo que tu marica novio no te hizo.- le dijo levantándole la barbilla y dándole un beso mientras su dedo empezó a entrar por su vagina. Irene no se resistía, pero no contestaba los besos, él en cambio tenía su lengua dentro de su boca mientras eran dos dedos los que entraban y salían por entrepierna. - - Bien mi amor ahora quiero que la lustres un poco - Irene no estaba acostumbrada a aquel vocabulario, pero entendió cuando él la hizo poner de rodillas. Francisco hacía casi todo el trabajo pero no le importaba, ya tendría tiempo para enseñarle. Se sacó los pantalones y dejó su gran miembro frente a ella, y tomándole la cara con ambas manos la trae despacio hacia él, Irene tenía sus ojos grises cerrados pero abrió la boca y dejó que aquel aparato entrara nuevamente en su boca. Tal vez fue por comodidad pero sus manos la agarraron y comenzó un lento ida y vuelta. Él la dejó hacer mientras se inclinaba y manoseaba como se le ocurría los hermosos pechos de Irene. Francisco sabía que no aguantaría mucho más por lo que se enderezó y le dijo:

  • Ahora voy a acabar en tu boquita y quiero no sólo que me mires, sino que te lo tragues todo, entiendes- Irene sólo pudo mover su cabeza. Él le volvió a tomar suavemente la cara y mirando aquellos ojos y como aquella boca tenía su verga entró y salió despacio, hasta que con fuertes chorros acabó. Irene contuvo su asco y trago y trago, aquel semen, y unos minutos después de haber terminado el siguió bombeando en su boca.

  • Bien amor ahora apóyate contra el escritorio que te voy a cepillara un rato la concha- ella se puso de pie y puso sus manos en el escritorio, él se puso por detrás y le separó las piernas. Aunque todo aquello le disgustaba y no lo estaba disfrutando, el cuerpo de Irene trabajó automáticamente y su vagina estaba húmeda esto la ayudó cuando él apoyó su verga y empujó.

  • AHHH, despacio por favor, ahhhh me está rompiendo, ahhhh, ahhhh , me duele, AHHHH, AHHAAA,. - Francisco la tenía totalmente ensartada. El espectáculo era grandioso, ella no dejaba quejarse y él desde atrás le tomaba las caderas y entraba y salía rítmicamente de su entrepierna, sobando sus nalgas o tomando ambos pechos por detrás, luego se enderezó, y poniendo saliva en un dedo lo llevó al ano de Irene, y presionó. Ella lo sintió, pero como él fue despacio y delicado, y porque la verga de él la estaba abriendo totalmente no dijo nada. De nada le hubiera servido, pues Francisco siguió haciendo presión hasta que entró y no paró hasta que metió su dedo índice completo. · · Qué buena hembra estás tan estrecha como cuando te cogí por primera vez, dime ¿alguien más estuvo contigo?- Irene no podía contestar.- ¡¡¡habla perra!!!.- le dijo pegándole con fuerza en el cachete del culo.- cuando te haga una pregunta me la contestas - dijo y le pegó dos veces más . · Ahh, no me pegue, por lo que ahh, más quiera ahhhh, ahhhh, ahhhh. · Entonces contesta mi puta.- dijo sin dejar de bombear en su vagina · No, nadie ahhh más estuvo ahhhh, ahhh nadie, por favor me duele, más ahhhh despacio ahhh. · Ya te vas a acostumbrar, como a esto- rápidamente sacó su verga y su dedo de dentro de Irene, quien sintió un alivio momentáneo, y un vacío en su vagina, pero sintió cómo empezaba a hacer presión para entrar por su ano, instintivamente, comenzó a moverse para los lados, pero Francisco la tenía bien sujeta y la herramienta bien dirigida. Por lo que hizo fuerza, y sintió cómo la cabeza se iba abriendo paso. Irene apretaba los puños y contenía un grito. Francisco la tomó con fuerza de la cintura , y presionó con todo su cuerpo, esta vez la cabeza de su verga entró. · · NO, ASÍ, NO AHHHHH, AHHHH, NO ENTRA NO, AHHHH, NO ENTRA, AHHHHHHHHHAHHHHHHHHHHHHHHHHH-. - No entra , ja ya casi voy por la mitad, la pija no me va función por un rato, pero este culo es mío

  • la pobre Irene tuvo que soportar aquello hasta que se dio cuenta que lentamente el dolor desaparecía, y se iba mezclando con otra sensación. Él siguió haciendo fuerza hasta que entró toda, mientras que Irene, ya no peleaba, y se dejaba hacer. Él la tenía totalmente empitonada desde atrás su mano derecha no dejaba de jugar con sus senos, mientras que la izquierda hurgaba a placer su entrepierna entrando y saliendo, cuando el cuerpo de Irene se estremeció, y de sus labios se escapó un suspiro.

  • Bien sabía que lo ibas a disfrutar - dijo acelerando las embestidas a su antes virginal ano y acabando bestialmente. No dejó de bombear hasta unos minutos después, sacando su aparato tan de golpe que hizo que Irene tuviera otro orgasmo y que sus piernas no la sostuvieran. - Bien bebé sólo te queda limpiarlo - le dijo acercándola y pasando su verga por toda su cara. Irene abrió su boca y él entró- hazlo despacio y bien - ella se arrodilló como pudo y siguió las indicaciones que él le daba, mamando o lamiendo hasta dejar el pene limpio. · · Buena chica ahora ve a aquella habitación, hay un baño, dúchate que yo ya voy. · Irene no decía nada sólo se levantó despacio, y caminó con dificultad ya que el ano y la entrepierna le dolían mucho, entró a la ducha y el agua caliente le empapó, casi no le quedaba llanto, pero lloró mientras dejaba que el agua limpiara la suciedad de su cuerpo, pero no la de su alma. Acababan de abusar de ella y ella tuvo dos orgasmos, los primeros de su vida. Aquel hijo de puta la manoseó y la usó en contra de su voluntad, y ella le había pagado con dos orgasmos.

La ducha se detuvo y ella se secó, luego su puso una bata que había en el baño, y salió lentamente. En la habitación estaba la cama en la que él dormía cuando se le hacia tarde, para regresar a su residencia, y él estaba en ella desnudo.

  • Bien bebé, ven aquí que aún tengo hasta el medio día para cogerte, y quítate eso.- Irene aún dolorida fue hacia la cama y se desnudó otra vez, él le sonrío, e hizo que lo montara- así te puedo admirar mejor - dijo mientras le sobaba los senos - ahora baja y haz que se ponga dura para poder cogerte.- Irene suspiró lentamente llegó a su verga y que flácida dormía y tomándola con una mano se la lleva a la boca. - - Acostúmbrate al sabor porque tienes mucha leche que tragar- dijo Francisco riendo y metiéndole un dedo en el culo. Irene sabía que no había alternativa, por eso cerró los ojos y mamó la verga de su dueño.

continuará