Abogada, casada e insatisfecha .

Consumación.

Juan notó como vibraba el teléfono en su bolsillo, lo sacó y vio que era su mujer quien le llamaba, estaba comiendo en un restaurante cerca de su oficina.

  • Hola ...- dijo con voz temblorosa, la mañana ya había comenzado superándole, lleno de excitación y celos se encontraba nervioso y excitado por el devenir de los acontecimientos, el rápido emputecimiento de su mujer y como el mismo estaba asumiendo sus cuernos le€ asustaba y excitaba a partes iguales.

  • Hola cornudo, soy Laura, como estas pasando la mañana cabroncete? Seguro que te la has pelado ya más de cien veces, ya me ha dicho la putita de tu mujer que eres un pajillero.

  • Hola Laura, si... eeeh, como estas?

  • Pues como voy a estar... Con el coño encharcado viendo como la putita de tu mujer le come la polla a mi macho, la tendrías que ver, menuda zorra, abre la boca todo lo que puede y le encanta que la abofeteen antes de clavarle la polla hasta la garganta, sabias que eran tan puta?

  • Yoo es que..

  • Tú es que .. Nada, cornudo, no tienes ni idea, no has sabido cómo tratarla y ahora te jodes por cabestro, ¿Quieres que te cuente como la están follando?

  • Si, contestó el cornudo de Juan lleno de lujuria por la voz de Laura

  • Si qué cornudo de mierda?

Juan miro a su alrededor aunque estaba comiendo solo tenía gente en las mesas de ambos lados y un hombre de unos 50 años no le quitaba ojo, se encogió sobre sí mismo para decir:

  • Quiero que me cuentas como están fallándose a mi mujer.

  • Jajaja, rió Laura divertida, menudo cornudo pajero que eres, seguro que te gustaría a ti también estar ahora como está la zorrita hambrienta de tu mujer, escúchame bien, voy a colgar y te llamaré en 5 minutos, quiero que estés en un sitio tú solo y con los pantalones y calzoncillos por los tobillos, ok maricona?

  • Si, si

  • Pues bien, a ello.

Laura colgó el teléfono.

, después de la sesión que ellas tuvieron en el despacho salieron a coger un taxi para venir a mi casa, el trayecto es corto pero por orden mía, Claudia debía ir provocando al taxista y así fue. Le enseño su coño hambriento abriendo bien las piernas, el taxista no quitaba ojo del espejo retrovisor y nervioso se frotaba el paquete, no podía creer que esa mujer tan atractiva le estuviera dedicando tan magnifico espectáculo.

Al llegar a mi casa entraron las dos mujeres, primero Laura seguida de Claudia. Laura venia excitada, feliz, entusiasmada y se le notaba por al esplendida sonrisa que me dedicó, Claudia aunque igual de excitada estaba seria y supongo que nerviosa por lo que iba a ocurrir en breves instantes.

  • Hola caxorritas

  • Hola, contestaron al unisonó. Laura se abalanzó sobre mi metiéndome la lengua

  • Para para putita, que vienes más candente que el palo del churrero- La cogí del pelo con fuerza tire hacia atrás y le dije que chupara mi lengua como una buena mamona. Lo hizo como si fuera una polla, yo cada vez se la metía mas ante la atenta mirada de Claudia.

  • Te gusta chupar mi lengua verdad perrita? Seguro que te recuerda a la pollita del marica de tu marido

Nos reímos los dos mientras Claudia forzaba una leve sonrisa, seguí magreando a Laura, le levante el vestido y le di un par de azotes mirando directamente a Claudia a los ojos

  • Te gusta chupna? Le pregunté

  • Si, me gusta como la tratas y estoy ciertamente envidiosa, dijo haciendo un mohín.

  • Lo sé, con esa marica que tienes en casa no me extraña, arrodíllate bésame los zapatos y dame las gracias por lo que voy a hacer contigo.

A Claudia se le iluminó la cara, tenía ganas de humillarse ante mí, eso hacía que su coño se inundara, se arrodilló y comenzó a besarme los zapatos mientras me decía:

  • Gracias Oscar por hacerme tu puta, gracias por qué vas a enseñar al cabrón de mi marido como se trata a una mujer como yo, gracias por hacerme ver que mi vida era una basura y por descubrir mi verdadero yo.

  • Que te parece Laura? Esta putita aprende rápido, me gusta.

A Laura no le gustó demasiado mi comentario, supongo que los celos le recorrían el cuerpo como la electricidad

  • Buenos pssss, contestó

  • Estas celosa putita, no te preocupes que siempre tendré tiempo para zorrearte mas y mas, abre la boca- Laura la abrió bien e inclinó la cabeza hacia tras, almacené gran cantidad de saliva en mi boca  y se escupí dentro de la suya.

  • Trágatelo caxorrita- ella agradeció el premio y trago todo lo que le día, a continuación le crucé la cara de un bofetón.

  • Y esto es para que entiendas que no quiero ver esa cara decepcionante nunca más, me has entendido perrita?

  • Si, si, no volveré a mostrar mis celos mi macho.

  • Eso es- le tiré fuerte del pelo doblándola y haciéndola arrodillarse- Ahora bésame los pies y dame las gracias por no abandonarte y dejarte sola con la maricona de tu marido.

Laura me besaba los pies con devoción mientras me suplicaba que no la dejara y que siempre fuera mi chupapollas, cogí del pelo a Claudia y de un tirón hice que se levantara hasta llegar a mi boca, no le dije nada, solo saque bien la lengua, ella instintivamente comenzó a chupármela mientras yo le daba cachetitos en el culo.

  • Te gusta chupar mi legua putita?

  • Si, me muero por chuparte entero y hacerte una mamada en la lengua me recuerda que estoy casada con un pichacorta cornudo

  • Jajaj, eres muy buena putita, ves Laura? Esta zorra merece hoy mi atención, no crees?

  • Lo que digas Oscar- y siguió besando mis zapatos

Puse mi dedo medio en la boca de Claudia y le dije que se lo metiera entero y lo dejara bien mojado, así lo hizo, su cara era increíble, mirándome fijamente a los ojos, con esa mirada que solo las zorras insatisfechas ponen y comenzó a juguetear con su lengua. Le día la vuelta, la hice apoyarse contra la pared, levante su falda y metí mi dedo de un solo golpe en su prieto culo, ella doy un respingo de dolor pero no dijo nada

  • Te gusta putita?

  • Si, contesto apretando los dientes

  • Estas muy estrecha chupapollas, acaso el marica de tu marido no te ha follado el culo?

  • Lo ha intentado pero siempre se le ponía blandita la polla

  • EL pito, ese marica no tiene polla, tiene pito y es flojo, verdad?

  • Siiii, es un pitoflojo, contesto Claudia moviendo el culo.

Imaginaros la escena, Claudia contra la pared, con las piernas abiertas, con una mano le sujeto bien por el pelo para que tenga la cabeza alzada y la otra en su culo, con mi dedo medio enterrado en su agujero, a la vez Laura arrodillada besándome los zapatos.

Saqué mi dedo del estrecho culo de Claudia y le di dos sonoros cachetes

  • Ahora vamos al sofá- cogí a Claudia del Pelo y le lleve conmigo mientras le decía a Laura- Tu perrita mantente arrodillada, toma el móvil de Claudia y llama el marica de su marido que ya debe tener la pilila desgastada de pajearse.

Me senté en el sofá e indiqué a Claudia que me descalzara y besara los pies

  • Quieres ser mía perra?

  • Si, quiero se tu chupona Oscar

  • Bien, ahora sácame la polla y comienza a chuparla lentamente mientras Laura localiza a la marica

Juan ya estaba en el baño, pero solo disponía de un urinario y un cuarto con una taza, pero este no disponía de cerrojo, así que allí se metió pero no se bajo los pantalones aunque su erección era ya prominente por miedo a que alguien le viera, de repente sonó el teléfono, era su mujer otra vez, bueno el ya sabía que estaría ocupada en otras cosas y Laura sería la que le llamase

  • Hola cabroncete, ya estás dispuesto a pelártela mientras tu mujer disfruta de un hombre de verdad?

  • Si, lo estoy, dijo Juan miedoso

  • Bien cornudo, porque tu mujer sigue lamiéndole el nabo a Oscar y ya lleva 10 minutos seguro que le duele la  boca a esa guarra, no tiene costumbre de comerse una polla, solo un pito verdad ?

  • Si, la verdad es que si- Juan se empezaba a poner muy cachondo con las palabras de Laura, esta mujer le estaba sacando los mas cornudo y arrastrado que había en su interior

  • YA tienes la polla en la mano?

  • Si, ya la tengo, mintió Juan

  • Bien Juanito, me reclaman, te dejo con Oscar

Le dije a Laura que dejara el móvil sobre la mesa, de tal forma que Juanito escuchara perfectamente lo que decía...

  • Laura chúpale bien el culo a esta zorra que le voy a follar duro, que si no a este paso y casada con un marica no lo va a catar nunca.

Claudia estaba a cuatro patas mientras le follaba la boca, la agarré fuerte con mis dos manos del pelo y le subía y bajaba la cabeza con furia, debía de ser, al menos, incomodo, pero yo se que a las zorras como Claudia mal folladas y mejor tratadas les encanta, Laura clavó su cara en el culo de Claudia y comenzó a chupárselo con maestría.

Saquela boca de mamona de Claudia de mi polla, con la intención de humillar mas al cornudo de Juan.

  • Te ahogas chupapollas?

  • Si, me contestó con la cara roja el rímel corrido y la cara llena de fluidos

  • Pero te gusta cómo te follo la boca?

  • Si, me encanta, me dijo con una sonrisa- Lo estaba deseando- Miré al teléfono sobre la mesa y mi nueva caxorrita comprendió al instante que no era a mí a quien debía hablarle.. - Me encanta que me ahogues con esta polla, no como el mierda de mi marido que no tarda en correrse cuando se acerca mi boca y además no tiene suficiente dureza para que me haga algo de cosquillas...

  • Jajaja que zorra eres Claudia

Levante mi cadera de tal forma que la puta de Claudia pudiera verme bien las pelotas y el culo

  • Lámeme el culo putita mientras hablo con el mierda de tu marido

Juanito en el trascurso de estos segundo escuchando como dominaban a su mujer y a el mismo se bajó los pantalones y calzoncillos hasta los tobillos instintivamente y se sentó en la taza

  • Hola cabrón, como están esos cuernos? Ya te estás sacudiendo la colita perra?

  • Hola Oscar si ya....

  • Pero que cojones mierda, le corté en seco - Quien te crees que eres para tutearme, eres mi puta? Contesta!

  • No , ehh lo siento, es que yo...

  • A lo mejor quieres ser mi putita, porque los maridos pichaflojas y pajilleros como tú me llaman Señor, quieres ser mi puta o quieres ser mi cornudo?

  • Su cornudo Señor, contestó Juanito humillado pero acelerando su paja.

Claudia me lamia con más fuerza el ojete, estaba seguro que parte de su excitación venia por el trato humillante que recibía su marido, seguro que si le hubiera preguntado ella me hubiera contestado que su marido también quería ser mi puta.

  • Bien Juanito, veras, la zorra de tu mujer me está lamiendo el culo, supongo que nunca te lo habrá hecho porque eres medio hombre, pero a esta puta la voy a meter en cintura yo, no te preocupes cornudazo, Quieres que le folle el culo cornudo?

  • Si Señor, folleselo

  • Porque quieres que lo haga, contesta maricona?

Juan escuchó que la puerta se cerraba, alguien estaba entrando en el baño pero estaba demasiado excitado para parar, miró entre la rendija de la puerta y se cruzó con los ojos del tipo de la mesa de al lado

  • Porque soy un pichaflija que no soy capaz de hacerle el culo a una diosa como mi mujer, soltó el capullo de Juanito.

  • Jajajaja, pues listo, ella quiere y tu quieres, así que va a ser mía ok cabroncete?

  • Si toda suya Señor déjemela bien follada, yo no sé hacerlo y ella lo necesita

  • Perfecto marica, cuando vuelva a casa le lamerás mi leche, ok, de dónde quieres saborearlo, del coño de su culo?

  • De su coño Señor, deje el coño de mi mujer lleno para que yo pueda disfrutarlo

Según decía esto, la puerta se abrió y apareció el hombre maduro con la polla en la mano dándose frenéticamente en la polla, corriéndose y llenando la cara del cornudo de Juan llena de leche. Salió al instante, despidiéndose de Juan con un- Adiós cornudo de mierda!.

Bien Juanito, ahora correté, te dejo voy a calzarme a esta zorra que está hambrienta.

Juanito se corrió nada más escuchar el pi típico cuando alguien te deja colgado, se sintió terriblemente humillado y excitado, sentía la leche de otro hombre caer por sus mejillas y la simple imagen de su mujer chupando el culo a otro tipo le hizo estallar.

Salió del baño se limpio la cara y se fue a su casa, llamo a la oficina no iría a trabajar por la tare, se sentía terriblemente humillado, pero a la vez su polla le pedía más.

Después de colgar cogí de los pelos a Claudia

  • Menudo cabestro tienes en casa, no me extraña que vengas suplicando polla, Laura, como va ese culo

Laura saco la cabeza de su culo y mirándome a los ojos le clavó tres dedos, Claudia dio un pequeño aullido

Plazz, un tremendo azote le propinó Laura - Cállate zorra, mas te va a doler cuando te folle mi macho, y siguió fallándole el culo con los tres dedos

Cogí la carita de Claudia..

  • Quieres ser mía putita?

  • Si quiero que me uses y me folles por todos los lados

  • Bien, vamos a mi cama, ponte a cuatro patas y espérame allí con la cabeza pegada al colchón.

Salió de la habitación y que quedé a solas con Laura

  • Ven aquí caxorrita, y Laura mimosa se acurrucó conmigo - Te estás portando muy bien, le dije mientras le acariciaba la cara- este nuevo juguete me encanta, pero quiero que no olvides que eres mi puta favorita y no pienso renunciar a ti, lo sabes verdad?

  • Si mi macho, te necesito, me confirmo arrullándose contra mi pecho.

  • Perfecto, pues vamos que me voy a calzar a esa puta, cuando le meta la polla en el coño quiero que me chupes el culo, así me correré más y mejor.

Claudia esperaba con el vestido por las caderas, los tacones puestos a cuatro patas y la cara pegada al colchón como se le había ordenado, puse a Laura a lamerme la polla mientras azotaba a la putita de Claudia que movía el culo con excitación, me subí en la cama y puse mi polla en la entrada de su culo.

  • Como me gusta este culo, suplícame que me lo folle chupapollas!

  • Oscar fóllame el culo, por favor, te suplico que lo hagas para que mi marido sepa como se usa una puta como yo

Cogí sus caderas y apreté mi polla, se la clave hasta la mitad, Claudia abría la boca con un gesto de dolor, pero no se quejó, me quede quieto para que su esfínter se acostumbrara a mi polla.

  • Quieres mas perrita?

  • Si, pero con cuidado, te lo pido por favor.

Al escuchar esto de un golpe de riñones le clave la polla hasta los cojones sacando un grito de dolor de la putita de Claudia

  • A mi no me digas como tengo que follarte nunca más puta

Claudia gritaba, y se le caían las lagrimas, pero no pedía que le sacase la polla

  • Vete y ponle el coño a tu amiga en la boca, que deje de gritar la muy puta

Laura se acerco a ella, le atuso el pelo cariñosamente, seguramente le dio un bofetón, le escupió en la cara y se abrió de piernas para que le comiera el coño, cogió su cabeza y la empezó a mover pasando su cara por toda su raja.

Empecé a bombear cada vez con más ritmo, el culo se empezada a dilatar y los gritos de Claudia se iban tornando gemidos de placer, ya estaba disfrutando la muy zorra.

Te gusta cómo te follo el culo putita?

Claudia levanto la cara ya que Laura la había liberado y contestó

  • Si, me encanta nunca he sentido nada igual, muchas graciassss, graciassss, gracias por hacerme tu puta

Dicho esto se lanzó a mamar el coño de Laura, estuvimos así más de media hora, se la sacaba, le escupía dentro, le daba cachetazos, a cada azote en su culo, ella se levantaba y me daba las gracias, creo que se corrió más de 5 veces.

La visión de esas dos putas a mi disposición empezó a hervirme las pelotas, tenía ganas de descargar toda la mi leche en el coño de la muy emputecida Claudia, se la saqué de golpe, ella al notar le vació se giró con cara de niña, como pidiéndome mas.

  • Bien Claudia, es mi hora, voy a llenarte le coño de leche, algún regalo tendré que hacerle al cabron de tu marido, no?

  • Si Oscar, a ese pichacorta porque a mí ya me has regalado los mejores orgasmos hasta ahora en mi vida.

  • Bien dicho zorra , hasta ahora, porque no voy a dejar de follarte, sabes?

  • Siii, quiero ser tuya mi macho.

  • Ben, Laura perrita ven aquí, quiero que me lamas el culo mientras descargo en el coño de esta puerca

Laura se coloco tras de mí, me abrió los cachetes y metió su cara lamiendo mi culo, que jodida zorra, como sabia hacerlo. Le metí la polla del tirón a Claudia y entró sin ninguna dificultas, estaba empeñadísima, parecía un mar la muy guarra, mientras me la follaba le azoté unas cuantas veces recordándole que era mi puta y que su marido un idiota redomado, entre la follada y al lamida de culo que me hacia la otra guarra notaba como mi leche estaba empezando a salir, cogí fuerte del pelo a Claudia que no tuvo más remedio que levantar la cara y arquear la espalda y me empecé a correr llenando su coño, joder que gusto, que buena zorra había encontrado.

Me corrí abundantemente, antes de sacar la polla de su coño le dije a Laura

  • Dame un tampón, vamos a ponérselo a esta puta para que no pierda una gota.

Laura se puso a mi lado y cuando saqué la polla rápidamente le metió el tampón - Ya está, la puta rellena de leche merengada.

  • Límpiame la polla Laurita, ella no lo dudó ni un momento y se zampo mi polla limpiando los restos de semen y flujos

  • Y tu putita vete a lavar esa cara de zorra, te arreglas el pelo y para tu casa, quiero que el cabrón se tome pronto su zumo que si no pierde vitaminas, Claudia empezó a reír, le hizo mucha gracia, me dio un beso y se fue al baño. Cuando salió Laura seguía  dándome una mamada deliciosa

  • Ya estoy, me voy rápido que quiero darle de comer al nene, jajaj nos partimos de risa los tres, Claudia se acercó a mí y me dio un beso en la polla con el permiso de Laura

  • Muchas gracias, me has hecho muy feliz, espero verte muy pronto macho mío.

  • Claro que si zorrita, tira para tu casa y mañana me llamas, por cierto que el cabron no te folle, ya sabes que debe pedir permiso

  • Si, los e, jaja y salió divertida.

Me quede tranquilamente en mi casa con Laura haciéndome cariños.

Claudia llegó a su casa aun excitada, cuando entró encontró a su marido en el salón, nada más verle le dijo.

  • Traigo un regalo de mi macho, ponte de rodillas y ven hacia mi

Juanito no lo dudó un instante, se acerco como un perrito a los pies de su mujer.

  • Sácate la pilila, quiero que te la sacudas mientras pruebas este manjar

Juanito obedeció al instante, se saco la pilila y comenzó a darse, su mujer abrió las piernas cogió del pelo a su cornudo marido y le llevo a su coño, tiro de la cuerda del tampón y toda mi leche cayó sobre la boca y cara del cornudo, ella comenzó a frotarse con la cara de su marido

  • Come cabrón, a ver si se te pega algo de mi macho, te gusta ser un cornudo lameleches?

  • siii, dijo Juan y al momento se corrió como un quinceañero

Claudia se arrodillo con su marido, le limpio leche de su cara con la lengua y le dio un profundo morreo.

  • Cariño, soy la mujer más feliz del mundo, tengo un marido atento que me quiere y un macho que sabe usarme, te quiero y siempre te querré.

Se fundieron en un beso compartidnos mi leche.

Esto ocurrió hace dos años aproximadamente, desde entonces me follo y domino a Claudia tres o cuatro veces al mes, solo una de ellas ante el cornudo de Juanito, creo que aun sigue pajeandose con las imágenes de aquel día.

En cuanto a Laura.... imam eso ya es otra historia