A veces la suerte cambia 2ª parte

A veces la suerte cambia……. Fuimos andando poco más de 15 minutos a buen paso cuando, llegamos a un portal Ainhoa, se puso a buscar las llaves en su bolso, abrió y entramos en el portal, nos dirigimos al final donde había un ascensor entramos en él y pulso el 7º.El viaje transcurrió rápido y llegamos a su planta, salimos del ascensor y nos dirigimos a la derecha a la puerta 7B.

A veces la suerte cambia…….

Fuimos andando poco más de 15 minutos a buen paso cuando, llegamos a un portal Ainhoa, se puso a buscar las llaves en su bolso, abrió y entramos en el portal, nos dirigimos al final donde había un ascensor entramos en él y pulso el 7º.El viaje transcurrió rápido y llegamos a su planta, salimos del ascensor y nos dirigimos a la derecha a la puerta 7B.

Entramos en su piso y dejo las bolsas y el bolso en la entrada, me cogió de la mano y me lo enseño todo, (no voy a entrar en por menores pero era muy acogedor, femenino y bien decorado con un gusto muy preciso).

Fue al salón cogió el teléfono marcó y encargó la comida, colgó y se volvió hacia a mí y me dijo:

-Sé que estas impaciente e intrigada, pero si eres paciente, hasta después de la cena y me dejas hacer y deshacer te contare mi idea y te hare la pregunta que debes contestar ¿de acuerdo?

-Sí, conteste yo rápidamente…

-Jajajaja se rio ella ¿estás muy excitada e impaciente verdad?

-¿Se nota verdad?

-Si la verdad es que mucho je je je.

En esto que sonó el telefonillo, era el chino con la cena.

Abrió ella le pago y el chino se largó, fue con la cena a la cocina y yo fui a ayudarla a preparar todo, además de la cena saco una botella de vino y dos copas, fuimos al salón y nos dispusimos a cenar. La cena transcurrió normal con charla amena, de todo un poco, sin tocar para nada la vida, de cada una…

Terminamos de cenar recogimos todos los servicios, fregamos, secamos y guardamos todo con su orden establecido.

No me dio tiempo a reaccionar cuando me llevo al cuarto de baño y me dijo:

-Comencemos, no dirás nada hasta que termine con todo ¿vale?

-Si…

-Desnúdate por completo y metete en la ducha.

Yo lo hice como me dijo, empezó a salir agua caliente y empezó a mojarme todo el cuerpo solo con el agua caliente, así estuvo por lo menos diez minutos hasta que comprobó que todos los poros de mi piel estaban abiertos, seguidamente me hizo salir me seco y me empezó a aplicar crema depilatoria por todo el cuerpo de barbilla para abajo menos axilas y pubis.

En silencio todo el tiempo hasta que pasados los minutos correspondientes me hizo meterme de nuevo a la ducha y empezó a pasarme la espátula por todo el cuerpo a la vez que con el agua me aclaraba. Tras varios minutos logro lo esperado, cogiendo una navaja de afeitar, me enjabono las axilas y procedió a depilarlas, cuando hubo terminado paso a mi pubis, en ese momento me excite y me dijo:

-Tranquila mi amor tranquila je je je.

Hizo lo propio, con la zona y cuando considero que había terminado, me enjabono enteramente y me lavo de arriba abajo. Me hizo salir me seco, me puso la toalla alrededor de mi cuerpo femeninamente y me dio una maquinilla de afeitar para yo hacer lo propio con mi rostro.

-Apúrate bien cariño, una mujer preciosa debe lucir un cutis estupendo ¿ok?

-Claro que si lo hare je je.

Hice lo propio y me deje la cara suave y apurada. Seguidamente me llevo al dormitorio, cubrió todos los espejos e hizo que me sentara en el borde de la cama, fue a por las bolsas, volvió con ellas y las vacío en la cama. Mi cara debía de ser el espejo de mi alma, allí encima de esa cama estaban los conjuntos de la mañana, medias, dos corsés, uno de ellos sobre pecho y el otro bajo pecho, yo alucinaba y empecé a llorar…

-Coral cielo no llores y recuerda que me dejes hacer…

-Si Ainhoa lo sé, pero todo esto es demasiado para mí no puedo pagarlo…

-Shhh calla tonta calla veras como no nos arrepentimos ninguna de las dos.

Le hice caso y me deje llevar.

Empezó con el liguero a juego del conjunto negro con flores bordadas blancas, luego las medias negras de seda, con costura trasera, las bragas y por último el sujetador.

La sensación fue indescriptible todo mi cuerpo era puro placer y comodidad con esas prendas….

Fue al armario, estuvo buscando algo y cuando lo encontró se dio la vuelta vino hacia a mí y en sus manos traía sendas prótesis de silicona realísticas que eran dos hermosos senos, los coloco en su sitio y la verdad que desde mi perspectiva me hacía un pecho precioso y a juzgar por la expresión de su rostro desde la suya también le parecía bonito.

Seguidamente cogió el corsé bajo pecho y se dispuso a colocármelo, me estuvo indicando como se abrochaba el cierre busk delantero, luego paso a mi espalda y empezó a acordonar le cierre, cada tirón me oprimía la parte baja de las costillas y el abdomen, se me cortaba la respiración y tenía que inspirar y expirar cada vez más rápido el pecho subía y bajaba, me sentía asfixiada y a cada tirón de las cintas de raso me decía:

-Inspira y aguanta la respiración porfa cielo.

Yo lo hice hasta que note como ataba las cintas en una lazada. La sensación era indescriptible, sentía mi cuerpo intensamente apretado y me faltaba el aliento.

-Ahora pasaremos a hacerte el maquillaje, cuando termine de ello volveré a ajustar el corsé a su estado final veras que cinturita femenina te deja y además tu figura será mucho más sexy je je je.

Yo me mantuve callada como prometí….

Me hizo sentar en un taburete delante de su cómoda comenzó a hacerme las cejas y cuando considero que había acabado (muy dolorosamente para mi) comenzó a maquillarme, cuando podía abrir los ojos la veía ir de un lado a otro de mi rostro, notaba brochas de varios tamaños en mi cara, lápices perfiladores, mascara de pestañas, un rizador de pestañas y por último el pintalabios, se separó de mi fue otra vez hasta el armario y saco una peluca de pelo negro largo la cual se dispuso a colocarme y peinarme, se separó de mi admirando su obra durante unos segundos, para luego hacerme poner de pies y reajustar el corsé, ahí ya si que de verdad me faltaba el aire, pero unos segundos después todo volvió a ser como antes del último apretón, volvió a hacer la lazada y me volvió a sentar.

-¿Tu número de pie? La verdad es que no me acorde del calzado vaya cabeza la mía grrrrr….. Dime que es un 40 y ya es lo más….

  • Pues debe de ser la suerte porque si es un 40 dije yo medio sonriéndome.

Su cara era una sonrisa enorme y se fue a su armario volvió a rebuscar y en sus manos traía unos salones de tacón de aguja y en charol de color negro preciosos que me coloco en un santiamén y me hizo ponerme de pies (yo ya estaba acostumbrada a los tacones altos pero estos eran escandalosamente altos me hacían poner mis empeines casi rectos con mis piernas en una postura tensa y casi de puntillas).

-Camina y acostúmbrate a estar cómoda en ellos tienen que formar parte de ti, mientras yo voy a buscar un vestido que te va a ir que ni pintado ya que tu talla es casi similar a la mía y el corsé ya hará que te quede bien…

Yo empecé a caminar y la verdad es que era difícil, pero tras unos minutos ya los dominaba un poquito, se acercó hasta mí y me mostro un vestido en color oro y negro precioso, la parte trasera de arriba tenia encaje negro y unos pliegues que hacían varios frunces a la espalda hasta la cintura en oro, la parte del pecho hasta la cintura en oro también pero lisa con el cuello de barco y de cintura para abajo liso en negro hasta la rodilla. Me lo puso cerro la cremallera lateral, hizo unos ajustes y se separó para admirar su obra, en ese momento recordó algo, fue a su cómoda y de un cajón saco unos guantes largos por encima del codo en seda negra y me los puso.

Yo no podía articular palabra, pero su sonrisa pícara y posterior mordida de labio me indico que había acertado en todo, yo ya no podía esperar la imaginación volaba, el ansia de verme estaba apoderada de mi mente y mi piel me daba a cada momento con el roce de las prendas y la expresión de la cara de Ainhoa me mandaba a mis nervios unos extraños estados que un poco más y me desmayo.

Saco un joyero de la cómoda y de el extrajo unos pendientes en oro largos que eran como lagrimas (suerte que tengo los lóbulos perforados) un camafeo de la misma forma que los pendientes con un lazo de raso negro que una vez en su sitio ocultaba lo último que quedaba de mi masculinidad (la nuez de Adán) y unos brazaletes anchos en oro también para mis muñecas.

-Llego el momento álgido de la noche, ¿estas preparada?

-Por favor ya no me domino más, necesito verme por favor……

Me llevo delante del espejo y cuando quito la tela que lo cubría, la imagen que dé él me llegaba, jamás la había imaginado jamás, lo que veía era una pedazo de mujer que ningún hombre podría imaginar en su vida, la cabeza me daba vueltas tuve que sentarme en la cama, ya que mis piernas no me sujetaban, entre en estado de shock, empecé a llorar de alegría y mire a Ainhoa, llorábamos como dos locas y nos abrazamos.

-Vas a arruinar el maquillaje tonta para ya de llorar que me va a costar retocarte.

-Gracias, gracias, gracias eso era lo que salía de mi boca…

Me retoco el maquillaje lo dejo perfecto y cuando acabo me dijo:

-Vayamos al salón estaremos más cómodas, para conversar y exponerte mi idea.

Fuimos al salón cogidas de nuestras manos y juntas nos sentamos en el tresillo, nos acomodamos una enfrente de la otra, nos miramos a los ojos y Ainhoa comenzó a decir…..

(CONTINUARA)