A un paso de tenerte III

Se pone intensa y complicada la situación...

Les daré una breve explicación de mi relación pasada. Todo fue entrega total, amor desbordante y juraría que como la quise jamás nadie quiere, pero el punto no fue el amor que sentí por ella, la cosa especifica fueron todas las veces que me engaño y que se burló de mí. Sin duda alguna venia de una relación absolutamente toxica, donde las mentiras, los engaños y las peleas eran el pan nuestro de cada día. Comprendí con ello que ni el físico, ni los buenos sentimientos y pensamientos valen para una persona tan mala. Mucho tiempo decidí permanecer sola, ya que me costaba internalizar la idea de que alguien pudiera hacer tanto daño y justo con una persona que lo termino dando todo, al menos así lo exprese. A todo esto, pocas veces tomaba a alguien en serio y jamás nadie volvió a interesarme tanto como lo estaba por Fernanda, era un interés genuino… Un interés que solo se fijaba en su protección y en demostrarle el sin fin de cosas que sentía por ella o que apenas iniciaba.

Volviendo a la historia… Me encontraba boca abierta, parada, estática y casi que botando baba cuando vi a ese monumento de mujer. Iba perfectamente vestida para la ocasión, conjunto de color blanco contrastando con una hermosa camisa color azul, zapatillas altas y el cabello suelto, sinceramente era hermoso verla. Nos saludamos rápidamente con un leve movimiento de cabeza.

Emily: Esto… Bueno. -Estaba en blanco, apenas estaba procesando la información-.

Sofía: Las presentaciones, Emily-Fernanda. Fernanda-Emily. Estará a cargo hoy del litigio porque estoy algo ocupada con unas cosas, no te preocupes que es tan competente o más de lo que yo pueda serlo. -Me aclare la garganta y actué como si nunca nos habíamos visto, aunque luego de la escena anterior creo que deje claro que me gustaba-.

Emily: Buenos días Fernanda. -Extendí mi mano y ella la sujeto con una sonrisa que deslumbraba-. Cualquier duda no temas en preguntarme, ya estoy preparada para representarte y asistirte.

Fernanda: Encantada de conocerla doctora. -Aún sostenía mi mano y me pareció súper tierno el cómo se le pintaba la cara de rojo, nos soltamos nerviosamente y procedió a sentarse al lado de Sofía-.

Dieron inicio al caso y entre una cosa y otra logré dejar bien parada a Fernanda, acortar el tiempo para el desalojo y evitarnos dos o tres juicios más. Estaba satisfecha con mi desenvolvimiento y sopese en mi mente el invitar a Fer a comer ya que Sofía salió como un relámpago de la sala, dejándome a solas con Fernanda.

Fernanda: No tenía idea de que volveríamos a vernos y menos en estas circunstancias. Estuviste más que brillante y terminaste reduciendo el tiempo que supuse llevaría todo el caso. Cada vez me dejas más perpleja. -Realmente hablaba con una alegría en su voz que me contagio y por breves instantes me sentí honrada al ser yo quien la seguía cuidando como un verdadero súper héroe, uno que sabía ella necesitaba-.

Emily: Bueno, no me halagues tanto que termino por creérmelo. -Reí y ella no pudo contener la sonrisa-. Estaba pensando, como ya es hora de almuerzo... ¿Te gustaría ir a almorzar conmigo? Digo, como estuve a prueba y salí bien parada en ambos lados creo que lo mejor es celebrar. Claro, que si tu no quieres yo no me molesto. Pienso, tu sabes – No me dejo terminar la oración ya que estaba muy nerviosa y con las manos sudorosas, coloco una mano sobre mi pecho y me miro con los ojos entre cerrados-

Fernanda: Doctora, es muy buen abogado… Pero que mala es con eso de las citas. -Pude sentir su pequeña risita-. Claro que es momento de celebrar, así que una vez más soy toda suya.

Emily: Cuidado con eso, que usted está casada y yo soltera y sin compromisos. -Me dio un pequeño codazo en mi costilla, me saco la lengua y comento-.

Fernanda: Ni lo uno, ni lo otro. No estoy casada, solo es un noviazgo tormentoso y usted tiene compromisos conmigo, ahora más que nunca así que no se desvié del tema. -Vaya, vaya… Era evidente que esta chica si estaba en el mismo juego que yo, estaba más que segura de que le gustaba y usaría eso a mi favor-.

Caminó hacia la salida y no pude evitar observar un momento su trasero, sé que es grosero y más en mi lugar de trabajo, pero era imposible no verla. Hizo un gruñido y supe que estaba al tanto de que tenía mis ojos en toda su bella y hermosa parte trasera, acelere el paso y me pegue a su andar. Llegamos a mi camioneta y le propuse ir por sushi a lo cual dijo un sí contundente. No sé en qué momento se apodero del equipo reproductor y coloco varias canciones de su ipad, el viaje se nos hizo muy placentero y juntas cantamos todas las canciones que iban sonando. Estar a su lado incluso cantando o simplemente guardando silencio era totalmente delicioso y reconfortante.

Minutos más tarde llegamos al lugar, era mi favorito desde hace varios años y muy conocido por su excelente servicio. Salude cortésmente a los dueños que siempre se encontraban en la puerta dando cálidas bienvenidas a sus clientes y nos ubicaron en una mesa muy cómoda y bastante privada. Ayudé a sentar a Fernanda, deslizando su silla y le hice compañía justo al frente. La mesa era muy accesible así que era fácil quedar a centímetros de su cara con solo inclinarme lo suficiente, Dios ese día estaba de mi lado.

Fernanda: Entonces eres toda una caja de regalo, inteligente, hermosa, atenta, educada y una verdadera heroína. ¿Qué hare para retribuirte cada uno de los favores que me estás haciendo? Dentro de nada me acostumbrare a tu presencia y será complicado el separarme de ti. -Observaba como jugaba con la servilleta en sus manos, comprendí que le llevo mucho valor el darme esa agradable declaración. Levanto su rostro y me miró esperando un milagro-.

Emily: Fernanda, no voy a mentirte dadas las circunstancias. Por más que queramos, el destino, Dios, los ángeles o lo que sea, siguen uniéndonos y ya no podemos hacer como si aquí no pasará nada. Me gustas en serio, no dejo de pensarte desde ayer que te vi aferrada al volante. Simplemente que tenemos un problema y ese es tu pareja. -Suspiré con desdén y pedí con un gesto que nos tomaran nota de lo que ordenaríamos-.

Fernanda: Lo sé, pero también sé que cada vez es más difícil tratar de huirte. Apareces en todos los sitios a donde voy, no me había sentido así… -Hizo una breve pausa y continúo-. Creo que nunca me había sentido así. Con lo de Andrea, sé que es complicado… Solo te pido tiempo ¿de acuerdo? -Asentí sin nada más que comentar, eso del tiempo para mí era algo confuso, pero lucharía por ella-.

Fernanda: Y, Sofía… Ella es… -Nuevamente bajo su rostro hasta sus manos, ya me estaba acostumbrando a ese gesto suyo-. Bueno como nosotras.

No pude evitar soltar un grito de la risa que me dio ese comentario, logrando que todo el local volteara a vernos. -Lo siento, dije al darme cuenta de sus miradas-

Emily: Nada de eso, ella está casada con uno de los Jueces que trabajan en el Tribunal y tiene dos hijos preciosos. Aunque al final uno jamás sabe. ¿A qué debo tu pregunta? -Tomé un poco de mi copa de vino que llevaba unos segundos recién colocada a nuestra disposición, cosa que no pude notar ya que mi atención seguía clavada en Fer-.

Fernanda: Lo digo por la forma en que te observaba, parecía realmente interesada en ti. -¿Era mi imaginación o Fernanda estaba celosa? –

Emily: No, no, no. Ella es como una hermana mayor. Además, creo que el Tribunal en su totalidad se dio cuenta de que me gustas mucho ya que jamás pude quitarte la mirada, incluso cuando debía ver al Juez. -Estaba tan cerca de ella que podía sentir su respiración, tenía un olor a cítricos muy particular, me envolvía sin lugar a dudas.

Fernanda: Ujum, ¿tanto le gusto doctora? Déjeme decirle un secreto. -Me rodé un poco más hacía a ella para escucharla más atentamente-

Emily: Dígame. Soy más que oídos para usted. -Luego de esto, pronuncio lentamente muy cerca de mis labios-

Fernanda: Usteeed… Mee gustaa muchisimooo maas. -Las palabras en su boca parecían aterciopeladas y aproveche la ocasión para besarla. Al principio solo sujete suavemente su labio superior sintiendo como su respiración se agitaba, luego el inferior saboreándolo lentamente con mis labios lográndolo apretar un poquito, a lo cual ella respondió con un gruñido pequeñito y besó con más pasión mi labio superior hasta terminar mordiéndome un poco. Justo al separarse de mi boca hizo algo que termino por estremecerme al máximo, paso su lengua por sus labios justo frente a mis ojos, tan despacio que juraría que tardó minutos en recorrer cada centímetro. Todo esto lo hacía viéndome lujuriosamente, lo que me incentivo a acercarme nuevamente- Hasta que escuchamos un “disculpe” por parte de nuestro mesonero.

Emily: Propio. -Nos separamos rápidamente y sonreímos con complicidad, para luego iniciar con la degustación de nuestra comida. Yo moría de hambre y ella al parecer de igual forma. Comimos en un silencio muy cómodo y le propuse adelantar esas clases de manejo para pasar más tiempo juntas-.

Fernanda: Me parece excelente idea, pero primero podrías llevarme a que me cambie esta ropa… Si no es tanta molestia.

Emily: No supone molestia para mi señorita, yo estoy a sus órdenes. -Me levanté y le hice una imitación militar, sosteniendo una mano en mi frente y gritando “Firmes”. A lo cual ella carcajeo sin descanso-.

Fernanda: Estas loca Emily, cada día sales con cosas nuevas. Podría jurar que sirves de comediante. -Estaba roja de tanto reír y eso me hacía completamente feliz-.

Emily: Bueno, pensándolo bien con la situación del país eso de ser comediante en tiempos libres no suena mal, quizás y terminé conquistando aún más chicas. – Me reí a modo de chiste, pero ella de inmediato cambio su aparente alegría por una frente arrugada y una mirada muy desconcertante-.

Fernanda: Por mí, las puedes conquistar a todas. -Pretendía levantarse y me arrodille justo cuando se puso de pie-.

Emily: Señorita Fernanda, es usted una mujer hermosa y maravillosa a la cual pretendo hacerle un show privado de comedia cada vez que sea necesario. Me niego totalmente a demostrar mis dones con otra persona y por supuesto, me disculpo por la tontería que acabo de decir. Sepa que estoy algo… -Mire hacia el cielo buscando la palabra correcta-. Que estoy loca por usted y a veces digo cosas de locos. ¿Aceptaría usted seguir saliendo con esta loca que quiere más que un hoy, mañana y un siempre a su lado? – Ella miraba nerviosa a todas partes y nuevamente fuimos el centro de atención de las miradas.

Fernanda: Emi, levántate por favor. Te perdono todo lo que quieras, pero levántate. -Seguía roja y yo estaba satisfecha con haber logrado mi objetivo-.

La sujete por la cadera para pegarla a mi costado y salimos juntas del local, subimos al auto e íbamos por todo el camino comentando cómo las personas que se encontraban en el sitio sonreían y nos miraban con ternura, en menos de unos 15 minutos estábamos a las afueras de su casa y pensé que la esperaría ahí. Me baje corriendo de la camioneta y le abrí la puerta…

Emily: Bueno princesa, te espero. -Hizo un gesto con su nariz que no logre captar-.

Fernanda: Nada de eso, estaciónate dentro y pasa mientras me cambio. -Hice una reverencia y grité “Afirmativo capitán”. Entro riendo a su casa y me abrió el portón.

De un momento a otro se perdió dentro de la casa y decidí esperar en la sala, cuando de pronto escucho “Emily por favor podrías sacar del cajón que está al lado de la tv, una liga de color negro… No consigo otra cola por aquí”.

Emily: Vale, ya te la busco. -Grite de vuelta-. Efectivamente estaba donde me dijo y me adentre en la casa para dársela, cosa que hice mal ya que me fije que su habitación era la última situada a mano derecha porque estaba iluminada. Camine lentamente y justo cuando entro ella se voltea y está en tangas, pero sin sujetador, fue complicado ver hacía otro lado ya que sus senos son hermosos. Realmente soy morena clara, pero viéndola así fue fácil llegar al rojo sangre en la cara. Se tapó los senos con los brazos y yo me tape los ojos con una mano.

Emily: Disculpa en serio, aquí está la liga que me pediste. -Extendí mi brazo y sin querer le toqué la mejilla, ella correspondió sujetando mí mano. Se acercó a mí rápidamente, coloco su otra mano sobre la que tenía en mis ojos y me beso, me beso suave, intenso y rico. Me saboreo toda la boca, introdujo su lengua y jugo con la mía muchas veces. Estábamos perdidas en nuestro beso, ya íbamos por otro punto de excitación, el beso era más feroz, más intenso, mordía a cada momento mi labio inferior, pero jamás me quito la mano de los ojos y yo me aferraba a su cuello para hacer del beso diez veces más íntimo. No sé cómo, no sé cuándo, pero simplemente sé que me encontraba encima de ella besando su cuello… Justo escuchamos unos pasos y nos separamos bruscamente.

Fernanda: Ohhh mierda, solo una persona tiene llave de esta casa. ¿Qué quieres, enfrentar la situación o salir por la ventana del baño y hacer como si me esperaras en el jardín trasero? – Creo que los nervios me ganaron y prácticamente volé por la ventana, me sentía un gato en su máxima expresión-


Muchas gracias por leer y comentar.

GoldenRose pronto tendrás lo que quieres jajaja. Ya chocarán como es debido.

Liz Me alegra mucho que te guste y parezca interesante. Aquí esta la continuación, espero sea de tu agrado.

Nela Bueno, luego de esto creo que todo estará mejor para ese par. jajajaja

Saludos y abrazos desde Venezuela, no saben lo maravillada que estoy con sus comentarios.