A un paso de tener VII

Hay cosas que por más que desees son dificiles que predecir. Así es la vida, nosotros somos simples peones de ella.

Antes de continuar con mi historia un poco loca y nada convencional, quiero aclarar que todo lo que ha pasado en serio sucedió. Tengo una hermosa cicatriz en mi brazo derecho por la bala y un sinfín de amigos luego de ese día que hasta la fecha aún conservo. Como bien dije, Sofía era un imposible en mi vida y mi mundo estaba concentrado en Fernanda, pero eso no significaba que mis sentimientos se estuvieran moldeando a un nuevo querer. Jamás sabemos que sucederá, jamás contamos con saber el final de la historia y yo no escapaba de ello.

Mi reacción al ver a Sofía era totalmente nueva, tenía el corazón acelerado y una cantidad de incógnitas lo bastante contundentes. Mis sentimientos seguían intactos por Fernanda, pero el saber que Sofía estaba enamorada de mi me colocaba en una posición un poco extraña.

Note como Sofía pasaba lentamente alrededor de mi cama y se sentaba en otra silla a mi lado, sonrío tiernamente y se me quedo viendo con una mirada un tanto inquietante.

Juan: Fer querida, que te parece si vamos por un café y las dejamos a solas un momento. –Mi mano siempre hacia lo correcto en el momento correcto. Fernanda estaba evidentemente molesta, pero se levantó no sin antes besarme para marcar territorio-.

Ambos salieron sin mucha prisa de la habitación y ahí venia la hora de la verdad, estaba a solas con Sofía y estaba segura de que lo que tenía que decirme no sería convencional ni fácil. Guardo silencio un par de minutos y yo preferí no hacer ningún comentario ridículo, para que tuviera confianza en el momento que decidiera hablar. Estaba muy hermosa, llevaba el cabello recogido con una cola de caballo alta, tenía levemente maquillados sus ojos, para ser sincera ella no necesitaba de mucho.

Sofía: Asumo que estas al tanto de la situación. ¿Me equivoco? –La observe sin moverme ni un poco, esta era una nueva faceta, una nueva forma de verla y no quiera hacer nada tonto- Asumo que sí, así que te explicare lo que ha venido pasando. –Agarro una bocanada de aire y contuvo todo en su interior- Estoy enamorada de ti. Llevo meses enamorada de ti, al inicio se me hizo difícil aceptarlo y preferí mantenerte alejada de mí, pero después de lo que hiciste, después de que arriesgaste tu vida para salvarme… Esto, bueno esto era lo menos que te merecías, la verdad sobre mis sentimientos hacia ti. Se lo que vas a decir, que estoy casada, con dos hijos y un sinfín de compromisos tanto familiares como morales, pero ya me he decidido a luchar por ti. –No sé en qué momento paso a sujetar mi mano y ahí estábamos las dos, mirándonos fijamente con la respiración entrecortada por su declaración- ¿No tienes nada que decirme?

Emi: Quisiera tener un montón de cosas que decir… Pero la verdad es que no, no sé qué acotar a tu declaración. Siempre has sido una mujer muy hermosa y diferente, pero mis sentimientos no son iguales a los tuyos. En mi caso, estoy enamorada de Fernanda. No niego que siempre has llamado mi atención, que siempre he querido salir contigo, pero no Sofía, esto no es lo correcto. Tienes familia, tienes una vida que cuidar y yo bueno, yo aún soy joven para decidir algo tan importante, ya que si quisiera algo contigo seguramente sería formal. –Trate por todos los medios de ser delicada y cuidadosa, pero ya era caso perdido… Sofía tenía los ojos humedecidos-

Sofía: Al menos permíteme que seamos amigas, que estemos cerca y que podamos vernos fuera del horario de oficina. –No podía negarme, quería estar con ella. No como pareja, pero si como amiga. Siendo sincera ella me gustaba, siempre me gusto, pero estar enamorada era una cosa que solo despertaba Fernanda-.

Emi: Por supuesto, seguiremos siendo amigas y podremos salir sin ningún problema. –No permitió que terminara mi oración y con algo parecido a la decepción se levantó y me dijo un “Hasta luego” junto con un beso en mi mejilla-.

Y ahí estaba yo, con un remolino de pensamientos. Tenía a Fernanda, que a pesar de su relación con Andrea –Que en ese instante no sabía qué relación llevaban- seguía estando conmigo, por otro lado se encontraba Sofía… Ella me gustaba en absolutamente todo, pero un gusto es un asunto y sentimientos como el amor es otro tema a discutir. De cualquier manera, había sido sincera con las dos y me sentía a gusto con mi decisión, era primera vez que me encontraba en una encrucijada parecida. Tenía dos mujeres enamoradas de mí, una era mi jefa sexy y la otra era una chica hermosamente dulce y con novia. Que injusta es la vida, pero así estaba la cosa y no podía cambiarlo.

Pasaron exactamente 11 días donde recibía visitas de Sofía y bueno, Fernanda se instaló en mi casa, hasta ropa había mudado a mi habitación. Algunas veces desaparecía unas 5 horas y luego volvía, yo hacía como si nada había pasado. Tenía una relación muy cercana con mis hermanos, ellos la adoraban y Juan no podía estar más cómodo, prácticamente Fer cocinaba y atendía a todos como si era su deber, peleaba con la señora Gloria por el mando de la cocina y nosotros hacíamos bromas sobre su pronta disputa con mi madre acerca de quien llevaba las riendas en la casa. En cuanto a la imponente señora Julia, jamás llego a hacer comentarios sobre Fer, tenían una cordial relación donde se saludaban, a veces tomaban café juntas y hablan sobre la vida. Todo hubiese podido ser perfecto, solo faltaba que ella terminara con Andrea, pero a esas alturas yo estaba consciente de que jamás sucedería.

Llego el día de que me quitaran los puntos, la cosa más dolorosa. Fer se había desaparecido desde temprano, Juan estaba muerto de la ebriedad en mi cama y le pedí el favor a Sofía de que me acompañara, no dudo en ir por mí. Aguante las ganas de llorar y de gritarle groserías a la enfermera, aún me dolía horriblemente mi brazo, pero me hice la fuerte y nadie vino más que arrugas en mi cara.

Sofía: Deja de hacerte la valiente que estas aguantando las ganas de chillar como niña pequeña. –Tenía una forma de hacerme sentir bien, estaba a gusto con ella-.

Emi: Y quien dice eso… Simplemente me hace presión en el brazo, además estaría dispuesta a recibir otra bala en tu nombre. –Me di cuenta que lo que acaba de decir era una declaración, una declaración muy obvia acerca de lo mucho que ella me importaba- Digo, bueno… Por defenderte claro. –Sofía sonrió y me dio un beso tan cerca de la boca, lo cual me hizo cerrar los ojos imaginando lo inevitable. Afortunadamente nada paso y en cuestiones de minutos estábamos a las afueras de mi casa-.

Emi: Te parece que salgamos por ahí… Digo, simplemente para comer afuera. Estoy cansada de estar encerrada. –Arranco el carro tan fuerte que falto poco para pegar mis dientes al vidrio- Sé que tenías ganas de ir, pero recuerda que venimos de un hospital. –Me pidió disculpas y continuamos nuestro camino sin más palabras, solo escuchando la música- Vamos al Jardín, me apetecen unos buenos sushis.

Pasaron dos minutos y llegamos, estábamos lo bastante cerca del sitio. Entramos y nos sentamos en una mesa un poco privada. Sofía tenía una cara un tanto preocupada, como si acababa de ver algo sumamente perturbador. No comprendía que estaba haciendo o a quien veía, pero para mi sorpresa no era más que Fernanda acompañada de Andrea. Estaban a cuatro mesas de nosotras y Fer no quitaba su mirada de la mía, yo apenas hice un gesto con mi mano y me concentre en Sofía.

Sofía: ¿No te molesta que estén tan cerca de nosotras? Podemos irnos a otro sitio si te parece adecuado. –Hice un gesto negativo con mi cabeza y le dije “Estamos aquí y no tenemos por qué incomodarnos, además me siento bien estando contigo” ella no hablo más del tema y empezamos a ordenar-

Estábamos esperando la comida y vemos como ambas se levantan, los mesoneros alzan su mesa y la juntan a la nuestra. Esto era lo que me faltaba, venir a pasar un rato agradable y que ella decida por mí para joderme el almuerzo.

Me levante rápidamente y me acerque a Fer.

Emi: No sé qué pretendes, pero te recomiendo que alejes a Andrea de mi mesa o me veré en la obligación de irme. –Estaba molesta desde los pies hasta la cabeza, la boca me temblaba y el brazo me estaba matando del dolor-

Fer: No permitiré que comas a solas con esa mujer. –Estaba decidida a comer conmigo y con Sofía, su mirada era penetrante, además de que sé que moría de los celos-.

Sofía me agarro la mano y decidí sentarme a ver el espectáculo. Se sentaron y yo quede al lado de Sofía y Fernanda al lado de Andrea, más que perfecto. Era la cita doble más genial del universo.

Emi: ¿Veamos, quieres que le cuente a Andrea como recibí el balazo o prefieren hablar de lo enamoradas que están? –Fer se movía inquietamente en su puesto y con su pie intentaba tocarme las piernas lo cual no permití alejándome un poco de la mesa-

Andrea: Sé que empezamos con el pie izquierdo y tengo necesidad de revelarte lo que en verdad pasa. –La interrumpí para hacer un comentario irónico “No me digas, es el fin del mundo y tú nuestra salvadora- No Emi, aquí la súper heroína eres tú, yo dudo mucho que pueda hacer ni la mitad de lo que hiciste por Fernanda y por Sofía, pero ya que estamos aquí las cuatro puedo comentarles porque Fernanda sigue a mi lado a pesar de no quererlo. Tengo cáncer, un cáncer tan avanzado que no sé exactamente cuánto tiempo podre estar aquí y solo deseo tener cerca a esta mujer, no como mi pareja sino como una amiga incondicional. El viaje que haremos me va a venir de maravilla y créeme que ella solo piensa en ti, lamento mucho ser yo quien se considere un obstáculo para lo que sea que ustedes tengan, pero me rehúso a pasar mis últimos días sin ver ese rostro. –Yo estaba aún formulando la oración en mi cabeza… Cáncer, viaje, tiempo. Juntas eran una cosa de locos, pero yo no era quien para decidir sobre la vida de una persona que estaba en esa situación-

Emi: Vaya, mira no tenía por qué enterarme. Te agradezco bastante tu sinceridad pero no por ello dejare de tratarte como lo mereces, lo que haces es sumamente egoísta de tu parte, pero para que veas que no te tengo lastima, rencor o desprecio, te dejare en paz. Dejare en paz a Fernanda y me gustaría mucho que hagas ese viaje, realmente lamento lo de tu enfermedad. Preferiría irme Sofía, sino tienes problemas. –Tenía la vista un poco nublada, mis ojos querían llorar pero era orgullosa, jamás permitiría que me vieran así. Mire a Sofía y ella me paso un brazo por la espalda, salimos de ahí cuanto antes- Fernanda no tenía nada que decir, ella se quedó muda apenas Andrea había iniciado su revelación y en lo que me levante ella solo me vio sin articular palabra. –Supongo estaba tan bloqueada como yo, por el exceso de información-

Logramos ir a un restaurant muy mono de comida italiana, realmente no hablamos mucho y se lo agradecí, ya que en serio tenia mil cosas rondando en mi cabeza. Ese día fuimos al cine, comimos muchísimos dulces y ya casi a las 9 estaba llegando a mi casa, la lluvia estaba tan fuerte que apenas veíamos por dónde íbamos. Sofía me dejo en la entrada de la casa, le di las gracias y cuando baje del carro mi sorpresa fue aún mayor, Fer estaba ahí en la entrada, parada esperando que yo llegara, mojada por completo y temblando del frio.

Emi: ¿Pero, estás loca Fer?  Debiste pasar y esperar adentro, te vas a enfermar. –Me quite el abrigo que cargaba y se lo puse encima. Pasamos a la casa y me di cuenta que lo había nadie. Seguramente todos habían ido a comer o al cine, realmente no me importo mucho-.

Empuje a Fer al baño y le dije que se duchara, tenía los ojos hundidos por tanto llorar, yo sabía que ella estaba muy mal por lo que había pasado en el almuerzo, pero no imagine que le afectara tanto. Escuchaba la regadera y yo me dispuse a quitarme la ropa y secarme la herida, pintaba bien y no tenía rastros de sangre. La deje sin la gasa como me había indicado el médico, en lo que me volteo para buscar un poco de ropa apropiada para dormir, salió Fernanda… Enrollada en una toalla, con el cabello húmedo y una mirada muy picara, yo sabía a donde llegaríamos…

Se desprendió de la toalla y se lanzó encima de mí, empezamos a besarnos como si ese encuentro anunciaba ser el último. Nos tocamos, nos sentimos. Bese sus pecas, su cuello, sus labios. Estábamos idas las dos, no hablábamos pero la vi secándose una que otra lagrima de la cara. Subí a su cara y le bese los parpados, su frente y sus mejillas. Me quite la ropa interior con exceso de velocidad y ahí estábamos las dos, moviéndonos frenéticamente para llegar al clímax. Una que otra vez ella revisaba mi brazo y comprobaba que todo iba bien, volvía con sus movimientos y me besaba tan fuerte que supuse que mañana tendría los labios ensangrentados. Se situó en medio de mis piernas y con movimientos agiles me devoro completamente, esta era una nueva Fernanda, una que no tenía pena y mucho menos ningún tipo de impedimento en lo que respecta a hacerme el amor.

La sentía perder, sentía que ella se iba a ir, que este era un final, pero aun albergaba una esperanza remota en mi corazón. Tenía miedo, miedo de que luego de tanto, luego de haber pasado tanto, ella se alejara tan pronto.

Fueron tantas veces que sentía entumecidos los músculos y cuando alcanzamos el último orgasmo, cabe mencionar que al mismo tiempo, nos rendimos al sueño. Soñé con ella, con sus labios, su sonrisa, su mirada y su manera de demostrarme que me amaba. Desperté y ahí estaba, apenas con una braga puesta y el desayuno a su lado izquierdo.

Fer: Te he escrito una carta, quiero que la leas cuando yo me vaya. Iré de viaje a Madrid, estaré aquí en menos de un mes. Por favor, espero me entiendas y no me juzgues…

¿Que si quería decirle algo? Sí, quería decirle que se quedará, pero la quería y preferí quedarme callada. Preferí darle a demostrar que no me dolía, pero la verdad era otra cosa.


Hasta aquí este capítulo, les aseguro que el que viene es mucho más feliz y lleno de sorpresas sumamente agradables, chistosas y locas. Agradezco mucho sus comentarios y sus correos.

Natzi: Que bueno que haya valido la pena, espero que este nuevo capítulo también te guste.

Liz: Te aseguro que yo estoy dispuesta a eso y más por quien en verdad me importa.

Nela: Tu como que ya sabes mi historia, jajaja así no se vale.

HombreFX: Trate de añadir más información para que fuera de tu agrado.

Muchos besos y abrazos desde Venezuela. Cualquier sugerencia no duden en escribirme al correo.

XOXO