A través de los ojos azules 6

Cuando todo parece ir bien en la vida de Pamela y Lisa, viene la vida a demostrarles lo contrario.

Me desperté al día siguiente y el brazo de Lisa seguía rodeándome, cuidadosamente lo retiré y antes de pararme de la cama, me quedé observándola por unos segundos.

Se veía tranquila y plácidamente dormida, tan solo de verla me transmitía paz y quería dormirme de nuevo en sus brazos, pero ya era muy tarde y deseaba aprovechar el día para hacer algo con ella.

Me levanté, me puse mi tanga y una playera y me dirigí a la cocina para hacer el desayuno. Piqué un poco de fruta y comencé a preparar unos waffles, mientras tanto, encendí la cafetera para hacer un poco de café.

Llevé todo a la recámara y con un tierno beso, desperté a Lisa.

P: Despierta dormilona, es hora de levantarse. ¿Quieres café?

L: Si hermosa, gracias. Dijo algo adormilada.

Me dirigí a la cocina, traje una taza de café para cada quien y cuando regresé, Lisa se encontraba en el baño, a lo que yo me volví a meter a la cama.

Cuando la vi salir, me quedé admirando su cuerpo desnudo, tenía una figura muy hermosa. El ejercicio marcaba sus músculos en el grado perfecto, pues no se notaban de manera exagerada, pero si lo suficiente para detallar su forma atlética.

A pesar de estar encantada con lo que veía, le ofrecí ropa para que se vistiera, pero Lisa traía una pequeña maleta de la cual tomó una playera y unos calzoncillos tipo bóxer que me parecían sumamente atractivos.

Se metió a la cama conmigo y comenzamos a desayunar. Conversamos sobre nuestros planes del día y acordamos hacer un día de campo.

Cuando terminamos de desayunar, me metí a la regadera para darme un baño y a los pocos minutos, Lisa ya me estaba acompañando.

Por un momento dejamos que el agua caliente cayera sobre nuestros cuerpos abrazados y seguido a esto, Lisa tomó la esponja y comenzó a recorrer todo mi cuerpo, dándole mucho énfasis a la limpieza de mis pechos.

Se hincó y después de recorrer mis piernas, llevó su boca a mi coño. La intensa sensación, hizo que soltara un suspiro y me sujetara fuertemente para evitar perder el equilibrio.

Mientras me devoraba con habilidad, yo suspiraba y gemía fuertemente. Después de un momento, liberé un delicioso orgasmo y para finalizar, me dio la vuelta, besó mis nalgas y nuevamente con la esponja, las frotó.

Antes de que Lisa se pusiera de nuevo de pie, me dio una fuerte y placentera nalgada, a la cual reaccioné con un sonoro gemido.

Posteriormente, yo lavé todo su cuerpo y tras enjuagarla, comencé a besar cada centímetro de su piel, dejando al final su sexo. Después de besarlo un par de veces, Lisa sujeto mi barbilla, haciéndome detenerme.

P: ¿Qué sucede?

L: No pasa nada hermosa, simplemente creo que debemos frenar ahí.

P: Pero quiero hacerte disfrutar. Dije desconcertada.

L: Y lo estoy disfrutando muchísimo, pero estoy haciendo una inversión a largo plazo.

P: No entiendo a qué te refieres. Dije confundida.

L: Quiero mantener mi delantera en el marcador, ya vamos 7-3 por si no lo sabías. Soltó una carcajada.

P: ¡Eres terrible! Solté una pequeña risa. ¿ Prefieres quedarte con las ganas a darme un punto? Así será entonces, la próxima vez que quieras un orgasmo vas a tener que rogar por él. ¡Te va a salir muy caro!

Abrí rápidamente el agua fría para mojar a Lisa, pero ella me jaló hacia ella y ambas recibimos el chorro helado. Entre risas y jugueteo, cerramos el agua y nos cubrimos con mi toalla.

El contacto de nuestros cuerpos, rápidamente trajo nuevamente un poco de calor y al estar secas, nos vestimos.

Después de tener todo lo necesario, hicimos nuestro día de campo, donde estuvimos platicando para conocernos más.

La plática fluía con naturalidad y mientras conversábamos, nos dimos cuenta de que no sabíamos sobre nuestras edades y cumpleaños. Le comenté que cumpliría 27 el 30 de agosto, fecha para la cual sólo faltaban 3 semanas.

Curiosamente, el cumpleaños de Lisa era el 31 de octubre, sin embargo, me comentó que no le gustaba mucho la fecha, pues siempre se confundía con las fiestas del día de brujas.

Transcurrió el día y cuando estábamos guardando todo, sonó su celular.

L: Es mi hermana, dame un segundo. Respondió la llamada.

Noté que se alejó un poco y hablaba en voz baja, al terminar, la noté un poco extraña.

P: ¿Todo bien con tu hermana?

L: Si, así es ella, disfruta de sacarme de mis casillas. Dijo con una sonrisa reconfortante.

P: Se escucha como alguien simpática, algún día me gustaría conocerla. Se hizo un pequeño silencio incómodo.

L: Claro, algún día… Dijo retrayéndose.

P: Lo siento, no quería incomodarte ni presionarte. Dije cabizbaja.

L: No tienes por qué disculparte. Créeme que a mí me encantaría que fueras parte de toda mi vida, pero aún no sé cómo involucrar esta nueva faceta mía con mi familia. Dijo algo avergonzada.

P: Entiendo, no te preocupes.

L: ¿Tu familia sabe que eres lesbiana? Dijo después de unos segundos.

P: Realmente no soy muy cercana con mi familia, por lo que nunca fue necesario darles ningún tipo de explicación.

L: Lamento escuchar eso, ¿me quieres contar más sobre eso, o prefieres que evitemos el tema?

P: Puedo hablar de ello. Mis papás se divorciaron cuando era pequeña y ambos se volvieron a casar, pero detesto a sus parejas y mis padres decidieron darles prioridad a ellos antes que a mí. Me apoyan económicamente con algunas cosas, pero nuestra convivencia se basa en vernos 1 vez al mes si bien nos va y en sus cumpleaños.

L: Me imagino debe ser difícil para ti.

P: Lo era, para estas alturas ya estoy acostumbrada.

Al terminar de recoger, nos marchamos, Lisa me llevó a mi casa y ella se fue a cenar con su familia.

Cuando entré al departamento, Mónica estaba doblando su ropa limpia.

P: Hola, Moni. Dije con una enorme sonrisa.

M: Hola, Pam. ¿Dónde estabas? Respondió la sonrisa.

P: Tuve un día de campo con Lisa.

M: Qué bien, se ve que la pasaron bien.

P: Si, la pasamos excelente. ¿Qué planes tienes para al rato?

M: Tengo otra tanda esperándome. Señaló un montón de ropa sucia.

P: ¿Y Octavio?

M: Salió con sus amigos, me invitó a ir con él, pero no estoy de ánimo para ser la única mujer.

P: Entonces organicemos nuestra propia noche de puras chicas.

M: Me parece bien. Sonrió. Yo le marco a Tere y tú a Olivia.

Momentos después, ya nos habíamos organizado y Moni y yo estábamos llegando al bar donde nos reuniríamos con las otras. Además de nosotras cuatro, también vendría la prima de Tere.

Pedimos una botella de vino y comenzamos a conversar entre Mónica, Tere, su prima Lucía y yo, pues Olivia avisó que iba a llegar tarde.

M: ¡Cuéntale a Tere la gran noticia!

P: Estoy saliendo con alguien. Dije ruborizada.

T: ¿¡Qué!? ¿Saliendo, saliendo? Dijo sorprendida.

P: Si. Dije algo cohibida,

M: ¿Qué tal Tere? Nuestra pequeña ya creció.

T: No me la creo.

M: Ya sé, el apocalipsis debe estar cerca para que esto haya sucedido. Bromeó.

Lu: Perdón que interrumpa, pero ¿cuál es el gran asombro de que estés saliendo con alguien?

T: Lo que pasa, Lu, es que a Pame no le gustan las relaciones, solo ha tenido un noviazgo serio en su vida y las cosas no acabaron muy bien.

M: Ni qué lo digas. Dijo con ironía.

P: Eso es pasado, pero bueno ya sabes las noticias, ¿qué hay de ti? Traté de cambiar de tema.

T: No cambies el tema, ¿quién es? ¿de dónde la sacaste?

P: Se llama Lisa, la conocí en una fiesta.

T: ¿Y bueno, qué tiene de especial para que te haya atrapado?

P: No sé, su forma de ser, lo que me hace sentir, todo… simplemente es la indicada. Las palabras salieron de mí sin pensar.

Tanto Tere como Mónica se quedaron atónitas de lo que acaba de decir y de alguna manera, yo también me había sorprendido a mí misma. A los pocos segundos, llegó Olivia.

T: No sabes lo que nos acaba de contar Pame, ¡está saliendo con alguien!

O: Vaya, eso es nuevo. Dijo fríamente y restándole importancia, cambió de tema. No saben lo que me acabo de enterar…

Olivia nos contó sobre un chisme de una pareja que conocíamos y la conversación se siguió de ahí. Todo iba bien, hasta que sentí que Olivia se acercaba más a mí y postraba su mano sobre mi pierna. Empezó a recorrer el interior de mi muslo y rápidamente me puse de pie con la excusa de ir al baño.

Cuando regresé, Olivia actuó como si nada y seguí platicando con el resto. Después de un momento, volvió a intentarlo.

P: Olivia, no… Dije en voz baja yme interrumpió.

O: Entiendo si no tienes ganas, luego será. Guiño su ojo.

P: No es eso, es que… Nuevamente me interrumpió.

O: No tienes que poner excusas, entiendo, otro día será.

Olivia no me permitió explicarle que sus avances no eran bienvenidos pues no me parecía correcto por Lisa, sin embargo, no insistí pues tampoco quería lastimar sus sentimientos.

De ese momento en adelante, la noche transcurrió tranquila y de manera agradable, después de beber otra botella de vino, nos pareció hora prudente para regresar a casa.

Al día siguiente, hablé con Lisa en la mañana.

P: Hola guapa, buenos días. ¿Cómo te fue ayer en la cena con tu familia?

L: Todo bien, gracias. Se escuchaba algo insegura.

P: ¿Te gustaría que fuéramos a comer algo al rato?

L: Comer se me complica pero podemos ir por un café. Hay algo que quiero contarte.

P: Café me parece bien, ¿a qué hora? ¿está todo bien?

L: ¿Qué te parece si saliendo de comer te llamo?Será algo así de las 6.

P: Perfecto estaré atenta a tu llamada, bonito domingo, guapísima.

L: Hasta al rato, hermosa.

La manera en la que Lisa habló, me dejó una sensación extraña, sin embrago, traté de ignorarla y esperar a verla para saber qué le sucedía.

En la tarde nos reunimos en una cafetería y cuando llegué, ya me estaba esperando un café.

L: Te compré tu favorito .

P: Muchas gracias, guapa. Le di un pico en los labios. ¿Qué hay? Dijiste que tenías algo que contarme y me he estado muriendo de la curiosidad.

L: Respecto a eso… Se veía sumamente nerviosa. Creo que he cometido un gran error, desde hace tiempo mi hermana me había estado presionando sobre si tenía un novio secreto y ayer frente a mis papás, sacó el tema y sin pensarlo inventé una excusa para que me dejaran en paz. Les dije que había vuelto con mi ex novio de preparatoria, te he hablado de él, es mi amigo Gerardo.

Me quedé pasmada ante lo que había escuchado, tratando de mantener la compostura, le expresé a Lisa que entendía que no fuera fácil para ella el decirle a sus papás que estaba saliendo conmigo, sin embrago, no creí que inventaría estar con alguien más.

Lisa estaba muy arrepentida y me repetía que era conmigo con quien quería estar, pero no podía creerlo después de lo que había hecho. Me sentía sumamente herida y sentía que estaba a punto de soltarme a llorar, entonces le pedí que me diera tiempo para considerar todo lo que me había dicho.

Me rehusé a que me viera llorar, ella es quien había cometido el error y debía de sentirse mal por ello y no le daría la satisfacción de ver cómo me había lastimado.

Me retiré de la cafetería y subí rápidamente a mi auto, lágrimas escurrían por mi rostro. Me sentía demasiado estúpida por haberme permitido sentir tanto por ella, al final, ella era como todas y terminó hiriéndome.

Lo que más me enojaba, era que todo había sido mi culpa, yo le había permitido lastimarme de esa manera y yo debí de haber sabido que una chica de closet, no podría darme lo que yo tanto había querido.

Llegué a mi casa y me encerré en mi cuarto, después de quedarme contemplado el vacío por un largo tiempo, me quedé dormida. De pronto, me despertaron fuertes ruidos que provenían de la recámara de Mónica.

P: ¿Se puede saber qué tanto haces para hacer ese escándalo? Me despertaste. Dije irritada.

M: Lo siento, no sabía que estabas dormida. Tiré un arete detrás de mi cama y estaba moviendo todo para recuperarlo. Continuaba moviendo su buró y golpeándolo contra la pared.

P: ¡Por Dios! Me acerqué bruscamente, terminé de mover el mueble y me agaché por el arete. Aquí tienes. Dije aventándolo en la cama.

M: ¿Qué te pasa, Pamela? Relájate.

P: No me digas que me relaje. Me di la vuelta y azoté la puerta tras de mí.

Regresé a mi cuarto y cubrí mi rostro con la almohada, liberando así un pequeño grito ahogado.

Al día siguiente mientras me preparaba para el trabajo, entró un mensaje de Lisa.

“Buenos días hermosa, espero tengas un excelente día.”

A pesar de no tener el ánimo de responderle, le contesté: “Gracias, igualmente.”

Todo el día en el trabajo estuve decaída e irritada, solo quería que fuera hora de irme y regresar a casa. Cuando finalmente llegué a mi hogar, me dirigí al refrigerador para comer un pedazo de pastel de chocolate que había guardado anteriormente.

P: ¡Monica! Grite con fuerza.

M: ¿Qué pasa?

P: ¿Te comiste mi pastel? Lo había dejado aquí desde el otro día.

M: No me lo comí, ¿ya buscaste bien?

P: Claro que ya busqué bien, si no fuera así, no te estaría preguntando si te lo comiste. Dije hostilmente.

Mónica se acercó al refrigerador y en cuestión de segundos, estaba sacando un recipiente de plástico que contenía mi rebanada de pastel.

M: Ahí tienes. Dijo molesta.

P: Gracias. Dije apenada.

M: Se puede saber qué rayos te pasa? Desde ayer estas de un humor que ni tú te aguantas. Me quedé mirándola como cachorrito regañado.

P: Tuve un problema con Lisa.

Le conté lo que había sucedido el día anterior y después de escucharme, intervino.

M: A ver, Pame, entiendo cómo te sientes y si, Lisa no lo hizo de la mejor manera, pero ella está consciente de su error y quiere estar bien contigo.

P: Lo sé, yo también quiero estar bien con ella, pero sentí horrible. Si mantiene su farsa, ¿cómo es que algún día podríamos tener una relación formal?

M: Dile todo eso a ella, explícale cómo te sientes y lleguen a un acuerdo.

P: No lo se…

M: Basta, no te voy a aguantar en ese humor un minuto más. Márcale ahora.

P: Pero…

M: Nada de peros. Me entregó mi celular, llamé a Lisa y la puse en altavoz para que Mónica escuchara.

L: ¿Hola? Contestó agitaday Mónica y yo nos miramos extrañadas.

P: ¿Estás bien?

L: Si, me agarraste haciendo ejercicio.

P: Te puedo llamar en otro momento si estas ocupada.

L: No te preocupes ya estaba terminando. Mónica hizo un gesto motivándome a seguir la conversación.

P: ¿Tienes tiempo para que nos veamos? debemos terminar la conversación de ayer.

L: Si, claro. Mónica me mostró un pulgar hacia arriba.

P: ¿En dónde estás haciendo ejercicio?

L: Solo vine a correr al parque que está por mi casa.

P: Nos podemos ver ahí, llego en unos 5-10 minutos.

L: Aquí te veo.

M: Listo, ahora ve y habla con ella. No pienses demasiado las cosas.

P: De acuerdo, gracias, nos vemos al rato.

Camino al parque, se había soltado una fuerte lluvia y al llegar ahí, vi a Lisa resguardándose debajo de un árbol, el cuál no le era de mucha utilidad. Toqué la corneta del auto y la llamé para que corriera hacia donde estaba.

Al subirse al coche, estaba empapada, por lo que acordamos que la llevaría a su casa para que pudiera ponerse ropa seca. Al llegar ahí, de manera fugaz, me presentó a sus papás.

Nos dirigimos a su cuarto y Lisa comenzó a cambiarse la ropa, después de un largo momento, rompí el incómodo silencio que nos envolvía.

P: Mi problema no es que usaras a tu amigo de excusa, lo que realmente me afectó fue el pensar que si mantenías esa fachada, nunca ibas a querer formalizar las cosas conmigo.

L: Eso nunca…

P: Déjame terminar, por favor. Eres la primer persona por la que siento tanto en tan poco tiempo y me dio miedo imaginarme que para ti solo soy una distracción o una nueva experiencia que probar. Algo de lo que con el tiempo te cansarías y regresarías a estar con un hombre.

L: Esta faceta de mi sexualidad es algo completamente nuevo para mí, si me hubieras preguntado unos meses atrás sobre con quién me veía a futuro, probablemente mi respuesta hubiera sido casada con un hombre. Pero desde el segundo en el que te conocí, esa idea cambió, porque la única persona con la que me veo días, meses y años a futuro, es contigo. Sé que es apresurado decir esto pero es lo que siento. Lamento si te lastimé o te hice pensar que no serías parte de mi vida.

Me pareció muy lindo lo que me decía, sin embargo, no podía evitar sentirme herida por sus acciones. Si tan solo ella tuviera el valor de hablar con sus papás, toda esta situación se hubiera evitado y ya podríamos estar juntas sin peros ni excusas.

De repente escuchamos que su mamá se dirigía hacia su cuarto y justo cuando iba a abrir la puerta, le dije: “Tengo una idea.”

Rápidamente me abalancé sobre ella y empecé a besarla. En cuestión de segundos, escuché a su mamá hablar exaltada: “¡Pero qué es esto, Lisa!”

De repente, sentí como Lisa se separaba abruptamente de mí y me empujaba hacia un lado.

L: ¿Estás loca? ¿Por qué hiciste eso? Dijo atónita.

P: De esta manera ya puedes hablar con tus papás, explicarles lo que realmente está sucediendo.

L: Pensé que entendías lo difícil que es esto para mí y que respetarías el momento en el que lo hiciera. No puedo creer que hicieras algo así, esta no es la forma en la que debía suceder esto.

P: Simplemente actué en el calor del momento, ¿o qué eso no es lo que hiciste cuando le dijiste a tus papás de tu novio? Actuar sin pensar. Sentí todo el veneno salir de mi boca.

L: ¿De eso se trata? ¿De vengarte por lo que hice? Yo nunca lo hice con intención de lastimarte, a diferencia de ti. Creo que es hora de que te vayas.

Sin asimilar completamente lo que había sucedido, tomé mi bolsa y me marché. Mi mente estaba completamente nublada por lo que acababa de hacer, cuando llegué a casa, Mónica me preguntó cómo me había ido.

M: ¿Cómo te fue? Preguntó intrigada.

P: No quiero hablar de tema.

M: ¿Qué pasó? Me seguía hasta mi recámara.

P: Yo pasé, creo que no volveré a saber de ella, lo arruiné todo.

Antes de que Mónica pudiera decir algo más, cerré la puerta. Me senté en la orilla de mi cama y cubrí mi rostro con mis manos. Fuertes sollozos escapaban de mi ser junto con las lágrimas y me di cuenta de que las demás personas no eran el problema, yo lo era.

No podía culpar a nadie más a que mí por lo que acaba de suceder y debía hacerme a la idea de que simplemente no sabía cómo estar con alguien y debía aceptar que después de esto, no habría manera de que Lisa quisiera estar conmigo.


Estimado HombreFX, me alegra te haya gustado el relato anterior, espero éste también haya sido de tu agrado. Como dices, ya llegaremos al punto de las dudas de Pamela, sin embargo en este capítulo ya pudimos vivir un poco de drama desde su perspectiva. Te mando muchos abrazos.

CostaRicanGurl, trataré de mantener la serie tanto como pueda, siempre que siga teniendo cometarios tan positivos como los de ustedes, haré mi mayor esfuerzo por seguirlos atrapando y enamorando de mis personajes. ¡Besos, linda!

Querido sasia, no sabes lo mucho que significa para mi ese comentario, pues eso era lo que en un principio temía de hacer los relatos desde esta perspectiva. Me alegra que lo disfrutes y espero sigas disfrutando de los relatos. Besos y abrazos con muchísimo cariño.

Animapersa, muchas gracias por tus lindas palabras espero este nuevo capítulo haya sido igualmente de tu agrado. Me alegra que ambas versiones se sientan diferentes y puedan contrastarlas tan bien. ¿Ya te enamoré un poquito más? Te mando muchos abrazos.

Mi querida Angiehot, ya voy aprendiendo qué elementos son los que te gusta que incluya en mis relatos haha, espero sigas disfrutando de la serie y agradezco como siempre tus comentarios. Te mando besos y abrazos.

Mi estimada Eva, tomaré como un enorme cumplido que quieras incluir a Pamela en tus relatos. Al terminar la serie lo podemos platicar, tal vez se pueda dar pie a una colaboración entre nosotras. A petición tuya, me apuré a publicar este capítulo, espero haya sido de tu agrado. Saludos con mucho cariño.