A solas con mi prima - Parte 2

Segunda parte de "A solas con mi prima", donde narro las excitantes aventuras que viví junto a mi prima, la mujer más bella y sensual del mundo.

INTRODUCCIÓN

Esta es la segunda parte de las aventuras que tuve con mi prima, recomiendo muy encarecidamente leer la primera parte antes que esta. Espero que lo disfrutéis.

A SOLAS CON MI PRIMA - PARTE 2

Después de lo sucedido en la primera parte, hubo un día de normalidad, donde no pasó nada del otro mundo, yo aún no me creía del todo lo que había pasado y estaba en proceso de asimilarlo. La relación con mi prima siguió como siempre, no hubo ninguna insinuación, yo simplemente le iba mirando el culo de vez en cuando y alguna que otra vez llegué a arrimarme un poco al cruzar el estrecho pasillo que había en la casa, y ella de vez en cuando tocaba mis partes muy ligeramente al sentarse a mi lado o al pasar cerca, como si lo estuviese haciendo "sin querer". Sin embargo, el día siguiente sí que sucedió algo, algo muy excitante, demasiado, diría yo...

En casa solo estábamos yo, mi dulce prima y su madre, que estaba durmiendo después de llegar de trabajar. Yo estaba tumbado en una cama de la habitación de mi primo utilizando el móvil, hasta que tan de repente llegó mi prima, vestida con otros leggings de los que tanto le gusta llevar. Entonces me preguntó si se podía tumbar conmigo, diciendo que siempre que no están sus hermanos ella va a esa cama a tumbarse, y yo, obviamente, le dije que por supuesto, ya sabéis que yo cualquier posibilidad de tener a mi prima cerca la voy a aceptar pase lo que pase, y si encima lo que voy a conseguir es que se tumbe conmigo en la misma cama, pues imagináoslo, pagaría si hiciese falta (aclarar que la cama era muy pequeña, cabían dos personas a duras penas y que estaba en la esquina de la habitación, es decir, un lado estaba de cara a la pared).

Entonces se acercó, yo me puse de lado y me eché hacía atrás, poniendo la espalda en la pared, y ella se tumbó, frente a mí, también de lado, dándome la espalda, a apenas unos 20 centímetros de tocarnos. Yo en ese momento estaba en una nube, tantas cosas se estaban pasando por mi cabeza que apenas podía pensar, además, tenía unas vistas perfectas de su culo, de esos leggings que tanto le marcan, y encima, solo el pensar que si yo me moviese un poco para adelante mi pene estaría en contacto con su culo me estaba volviendo loco, tenía que dar el siguiente paso...

Después de varios minutos así, le pedí a mi prima que si por favor nos podíamos mover un poco, ya que yo no estaba en una buena postura y estaba algo incómodo (es lo primero que me pude inventar, y pensándolo ahora no tiene sentido alguno porque entonces la posición en la que nos íbamos a poner iba a ser aún peor, pero yo creo que ambos sabíamos lo que pretendía) y me respondió con un dulce "Por supuesto". Entonces, yo me moví un poco hacía arriba, y, después, acerqué mis manos a las cinturas de mi prima, y la acerqué todo lo posible hacía mi cintura.

Por supuesto que me hubiese gustado poner su cintura junto a la mía directamente, pero no me sentía con la confianza suficiente para hacerlo, en ese momento estaba muy avergonzado, así que la puse sobre la parte superior de mis piernas, a muy escasos centímetros de mi cintura. Y así es como acabamos en la posición de cuchara, pero con su culo directamente apoyado en la parte superior de mis piernas, literalmente a centímetros de tocarme el pene. En ese momento estaba muy concentrado en como se sentía su culo, nunca lo había tenido tan cerca, con solo mover mi cintura hacía abajo lo podría tocar con mi pene, así que me concentraba en como sus nalgas se amoldaban sobre mis piernas, y en ese momento no pude resistir más y llegó la erección.

Sin duda alguna, puedo decir que esa fue la mayor erección que he tenido jamás, lo cual en ese momento no ayudaba, porque si se me salía de control la podría tocar sin querer, y aunque probablemente eso era lo que los dos queríamos, seguía estando demasiado avergonzado. Me empecé a poner muy rojo y nervioso, pero mi pene no dejaba de crecer, a escasos centímetros del hermoso culo de mi prima. Y entonces fue cuando sin querer, le toqué la parte inferior de su espalda con mi pene, creció tanto que no pude evitarlo, pero, sin embargo, me estaba sintiendo tan bien que una vez pasó eso no me eché hacía atrás, simplemente me quedé en la misma posición, con la punta de mi pene apoyada muy ligeramente en su espalda.

¿Cómo reaccionó ella? No dijo absolutamente nada, se quedó exactamente igual. Eso si, cada un minuto o dos, la cabrona pero preciosa de mi prima movía la cintura ligeramente, hacía pequeños movimientos, los cuales me excitaban tanto que me estaba volviendo completamente loco. Estuvimos así bastante rato, unos 15 minutos, donde yo no dejaba de suspirar/gemir muuuuuy disimuladamente cada cierto rato, porque de verdad, no podía soportarlo más, tenía demasiadas ganas de mandarlo todo a la mierda y coger la cintura de mi prima y ponerla directamente sobre mi dura polla, pero no me atrevía...

Lo peor llegó cuando, después de todo ese rato, mi pene empezó a chorrear el líquido preseminal, el cual ya me había empapado por completo esa parte del pantalón, y que poco a poco iba dejando alguna mancha en la camiseta de mi prima. Tenía tantas ganas de follármela... Entonces decidí hacer algo, como estaba casi al 100% seguro de que mi prima estaba en la misma situación que yo, le iba a preguntar, si, a preguntar, decirle "¿Prima, me dejas arrimarme un poco más?", pero con lo avergonzado que estaba apenas salían las palabras de mi boca. Estuve otros 5 minutos así, intentando convencerme, hasta que por fin, me salió la voz:

-Pp-prima... -dije super nervioso.

-Dime primo -respondió ella con una voz muy pícara.

-Mme ddejas...

Mi voz se cortó de repente, no podía hacerlo, simplemente no podía, y eso que tenía unas ganas descomunales de arrimarme al culo de mi prima

, pero no pude. Así que simplemente respondí que daba igual. Entonces la cosa siguió igual, estuvimos en total una media hora

más

o menos en esa posición, y yo seguí con esa erección descomunal todo el rato.

De repente, oímos el sonido del despertador de mi tía desde la otra punta de la casa, y entonces mi prima se levantó casi al instante, se giró, me miró, me enseño una sonrisa y se fue, y mientras me daba la espalda estuve

mirándole

el culo que tanto deseo hasta el último instante posible. Y allí me quedé, solo en la cama, con una erección descomunal gracias a mi prima, y sin poder masturbarme porque su madre podía aparecer en cualquier momento, y tampoco podía ir al baño a

tocarme ya que

está muy cerca de la habitación de mi

tía

, y las paredes dejan pasar todo el sonido, así que simplemente no podía masturbarme de ninguna manera, y me tuve que aguantar las terribles ganas que me había dado mi prima de arrimarme a ella,

follármela

como un loco, disfrutar de cada una de las partes de su cuerpo,

sobre todo

de su

espectacular

culo, pero también de sus tetas, su rostro, su boca, su dulce boca, aún recuerdo como se sentía besarla cuando

éramos

niños pequeños, lo daría todo por probar sus labios una vez

más

...

Pero, de vuelta al mundo real, ni siquiera podía masturbarme pensando en ella, y tuve que esperar a que se me pasara la erección antes de poder levantarme de la cama de nuevo. Eso

, tenía

una

sensación extraña en el pene, no estaba erecto pero

aun

así lo sentía muy excitado, como si se fuese a levantar en cualquier momento, supongo que es lo que pasa cuando paso por la experiencia

más

excitante que he tenido nunca, esa

increíble

experiencia que me había regalado mi bella prima.

Unos minutos

más

tarde, mi tía se asomó por la puerta, con mi prima detrás de ella esperando. Resulta que ahora necesitaba ayuda para colocar una antena para le televisión en la ventana, y nos dejó a

y a mi prima el recado de colocarla. Visto así puede parecer una tarea sencilla y aburrida, pero creedme, fue mucho mejor de lo que me esperaba...

CONTINUARÁ

En la próxima parte relataré las complicaciones que tuve colocando la antena junto a la

preciosidad

de mi prima, una aventura más excitante de lo que pueda parecer.