A solas
El aburrimiento se lleva mejor con placer.
Relato de una paja.
Me encontraba en ese estado de duermevela, dónde no se acababa de estar despierta ni dormida. Serían sobre las 3 de la madrugada.
Recuerdo que me estaba despertando y sentía una sensación extraña, mi cuerpo estaba alterado pero aún no comprendía el por qué. Acababa de soñar, de eso estoy segura, porque recuerdo sutilmente imágenes de un hombre desnudo, no identificaba quien era y sin darme cuenta deslicé la mano hacía mi coño, coloqué el dedo medio sobre mi clítoris y con el resto de la mano toqué suavemente los labios, noté la humedad y mmmm, me excité más de lo que me había excitado el sueño.
Cerré los ojos y las imágenes volvieron a aparecer sutílmente, el hombre del sueño se encontraba detrás de mí, abrazándome, besándome el cuello, con su mano derecha sobre mi pecho abarcándolo completamente y apretando el pezón, me pone enórmemente cachonda que jueguen con mis tetas, son sensibles y este hombre sabía lo que se hacía, por encima de mi hombro dejó caer la saliva sobre ellas y la restregó subiendo todavía más mi calentura. Instintivamente saqué el culo hacía atrás restregándolo sobre su paquete, llevaba puestos los vaqueros pero se le notaba una polla dura y deseosa de salir del encierrro, o más bien la deseosa de dejarla salir era yo, quería sentirla y ponerla más dura para disfrutarla en mi coño. Pero primero tendría que pasar por mi boca... así que me giré para poder besarlo, acerqué la boca a la suya y le abrí la boca introduciendo solo la punta de la lengua, jugué a lamerle los labios, gimiéndole, un beso húmedo espectacular y lleno de deseo.
Mi mano seguía en mi coño acariciándolo, tenía el clítoris hinchadísimo, la otra mano estaba haciendo de las suyas con mis tetas a las cuáles les había dejado caer mi propia saliva. sin pensarlo dos veces introducí 3 dedos en mi vagina, dejándolos ahí sin moverlos, el flujo salía monjando mis muslos, empecé a extenderlo por toda la zona, estaba realmente salida y necesitada de polla. Cogí el consolador de la mesilla de noche y volví a cerrar los ojos...
Bajé por su cuello dando lametazos allí por donde pasaba mi boca, me entretuve en el pezón izquierdo de mi amante mientras lo pajeaba por encima de los pantalones. Seguí bajando por su piel con mis labios, hasta llegar a su bragueta, mordí suavemente pero lo sufieciemtemente fuerte para que su polla diera un respingo y me hiciera desearla aún más. Le eché encima de la cama quitándole los pantalones y los boxers, quería probarla y no podía esperar... mmmm ansiosa por que me proporcionara placer le lamía la punta recorriendo todo el capullo, enredando mi lengua en él, llevo un piercing en la lengua y me encanta darle golpecitos con la polla de turno. Me esforcé por hacerle una mamada muy caliente, entera en la boca le pasaba la lengua por los rincones a los que podía, saboreando las venas marcadas y volviendo a subir para aumentar el ritmo de la chupada. Se lo dije: No puedfo más, te necesito dentro. A ahorcajadas me subí sobre él...
Me introducí el consolador de golpe, hasta la mitad un par de veces y la tercera vez hasta el fondo, un fuerte gemido salió de mi boca y me empecé a follar con él como lo haría con mi amigo, encendí el vibrador, Me encanta cuando me follo con el vibrador encendido es increíble notar la extensión del consolador en mi vagina mientras vibra, lo apreto para notarlo más y uffff me pongo mucho más cachonda y acabo con una corrida impresionante, cómo esta vez que acabé mojando las sábanas mientras seguía pensando en mi compañero de paja... Estaba sudada y me faltaban manos para recorrerme el cuerpo, deslizando mis dedos por los pezones, tocándome el culo e incluso introduciendo un poco el dedo en el ano, estaba excitadísima...
Me corrí, me corrí imaginando a mi amante follándome a 4, con el inicio de un par de dedos introducidos en mi culo, con la cabeza pegada a la cama e incapaz de controlar mis espasmos, quedé desmanejada con el consolador dentro y sin ganas de sacármelo, un par de minutos de descanso y volví a darme bien con él hasta llegar a un segundo orgasmo.
Por fin lo saqué, lo dejé a mi lado y me quedé dormida un par de horas, llevaba mucho tiempo sin acostarme con alguien había estado masturbándome un hora y media, realmente lo necesitaba.
Me levanté, empecé a hacer vida y a pensar que tal vez por la noche volvería a hacerle una visita a mi amante desde mi imaginación. No sabía quién era y eso me permitía fantasear con cualquier compañero de trabajo y estar todo el día recordando la sublime paja.
*Nota de autora: Es mi primer relato y espero que os haya gustado, podéis comentar lo que os ha parecido y quén quiera puede dar ideas para el próximo que serán bien recibidas.