A Raquel también le parece bien

Una bonita aventura gracias a la complicidad de mi futuro cuñado

Lo de anoche fue espectacular, tanto que no he podido quitármelo de la cabeza durante todo el día. He vuelto del trabajo temprano, me he dado una buena ducha, he cenado y después he salido temprano por los bares de copas para buscar a Mary y a su amiga Raquel.

En de los pubs de moda abarrotado de quinceañeros, mucho ambiente y con la música a tope, he encontrado a Raquel. Destaca del resto por elevada estatura y su cuerpo de apariencia frágil pero bien dotado.

Llevaba un top ceñido y un pantalón de cintura muy baja que permite ver su ombligo decorado con una bonita perlita brillante. También enseña la cinturilla elástica de sus braguitas que a propósito son altas para que se puedan ver por encima del pantalón.

Enseguida que me ve, viene hacia a mi y sin mediar palabra me obsequia con un ardiente y pastoso beso en la boca. Me pide que la espere un instante, que no me vaya, que enseguida vuelve conmigo. Deduzco que va a organizar su “escapada”, y seguro que nos podremos ir a mi apartamento a pasar otra velada tan explosiva como la de anoche.

Nada mas irse, una voz me trae de nuevo a la realidad.

—     Joder tio, que suerte... ¿cómo la has “pillao”? ... ¡que carbón! ...le hablas de mi y luego me la pasas, eh! ¡Vaya con el menda!!!"

Contrariado por esos por los comentarios tan poco afortunados vuelvo la cabeza para ver quien es el cretino que así habla.

—     Hola cuñao— me dice con sorna el chavalote que hay junto a mi.

Resulta que a mi lado esta plantado el hermano de mi novia. Es un tío de 1,85 m, 90 kg, cuerpo atlético y pelo muy corto casi rapado. No me atrevo a llevarle la contraria y busco una excusa para la situación a toda velocidad.

Mientras le cuento unas milongas intentando convencerle que no hay nada de que preocuparse. Raquel vuelve junto a mi con una amplia sonrisa. No pierde el tiempo, mira hacia mi acompañante, intercambia una mirada de aprobación con Félix, mi cuñado. Con disimulo me susurra al oído que ya nos podemos escapar y que quiere que la lleve a mi apartamento.

En esa situación tan comprometida y delicada, mi cerebro piensa rápido y se me ocurre una idea para solucionar el conflicto. A Raquel le digo que nos encontramos allí dentro de quince minutos, y que le tengo preparada una bonita sorpresa. Acepta inmediatamente llena de curiosidad, y finalmente acepta el reto. Se va muy alegre repartiendo sonrisas para Félix, mi futuro cuñado, y para mi.

Diez minutos mas tarde ya estoy en casa, suena el timbre y abro la puerta. Raquel se lanza a mis brazos y nos besamos apasionadamente. La hago entrar y sentarse en el sofá. Mientras preparo unos cubatas,... tres...me pregunta por la sorpresa.

Llevo los vasos a la mesita que hay junto al sofa, muestra su extrañeza al ver los tres vasos. Le doy un beso en los labios y digo en voz alta:

—     Félix ...ven que quiero presentaros.... —

El aparece con cara sonriente y con una excitación no disimulada. Raquel se sorprende y parece disgustada por no haber contado con ella para organizar este encuentro entre los tres. Tras unos interminables instantes de indecisión, parece finalmente aceptar mi propuesta, ...seremos tres a la hora de dar y recibir caricias.

Por suerte para mi y para la relación con su hermana, Félix ha aceptado sin dudarlo un instante compartir la noche con nosotros a condición de su mas exquisita discreción con su hermana, (mi novia).

Félix y yo nos lanzamos como dos machos en celo sedientos de sexo a por Raquel que no muestra ninguna intención de resistirse a las intenciones de dos chicos bien plantados..

Raquel , en broma, hace ademan de asustarse, y después pone cara de golosa, deseosa de ser mimada por nosotros dos. Tras su aprobación, se nos ilumina la cara, resoplamos más tranquilos y nuestros miembros se terminan de hinchar hasta el máximo de sus posibilidades.

La besamos primero uno y después el otro, al tiempo que la vamos denudando. Se siente deseada, halagada, poderosa…va a tener a dos hombres a su entera disposición. Nosotros estamos super excitados, es una chica muy sexy y la tenemos bien predispuesta para jugar entre los tres a los juegos mas eróticos. Ya se está imaginado como va a desfrutar con nosotros, como su cuerpo va a gozar de las embestidas de dos machos en celo como nosotros.

El único problema será ponernos de acuerdo entre nosotros en la forma de proceder. Ante el empuje y su no disimulada ansiedad, dejo que sea Félix quien la tome primero.

Mientras la toma yo los miro, trato de buscar aquella caricia que todavía no conozco. La verdad es que Félix es todo potencia pero le falta un poco de arte. Raquel no parece echar de menos el refinamiento, por lo que parece disfrutar ante las acometidas y bombeos a que la somete él con todas sus ganas.

Los dos gimen y balbucean sin parar. El derroche de fuerza es enorme y cualquiera diría que la va a romper. Pocos instantes después, el jadea intensamente, acelera aún más su embestidas y se corre abundantemente dentro del chochito maltratado de Raquel.

Esta gime, no estoy seguro si por el gusto experimentado o porque ahora puede descansar de tan intensa penetración.

Sin duda, ahora ha llegado mi turno, y estoy deseando de clavarla y darle unos cuantos meneos para que sienta lo que una "polla enseñada" puede llegar a hacer. Con las piernas todavía separadas, los brazos colocados a la altura de la cabeza, y las caderas moviéndose ligeramente, Raquel me espera.

Yo me tumbo sobre ella con mucho cuidado de no dejar caer mi peso sobre ella, coloco la punta de la polla en la entrada de su chochito y empujo con lentitud pero con decisión. Se clava dulcemente entre nuevos gimos de mi amiga.

Muevo el cuerpo pivotando sobre nuevo pubis ahora enlazados, que sensación tan espectacular. Nunca antes tuve una sensación semejante. Es como tener metido el pene en un tarro de miel calentita y sentir a la vez una presión fuerte y agradable.

Mi polla se introduce deslizándose fácilmente en el interior de esta gruta maravillosa. Una vez clavada hasta las bolas, me regodeo en la postura haciendo sentir en su chochito toda la intensidad de mi erección.  Muevo lentamente las caderas haciendo que mi polla totalmente tiesa, hurgue en su interior.

Lentamente me muevo hacia un lado y otro; hacia arriba y hacia abajo. Mi hinchada polla hace que las paredes de su vagina se muevan tratando de adaptarse a mis movimientos. Raquel gime y goza como una perrita, y se aferra a mi apretándome por las nalgas.

Yo nunca había experimentado esta sensación de humedad extrema al mezclarse los jugos vaginales de ella y la abundante corrida de Félix. Me estoy cociendo dentro de su vagina. Ella gime y se retuerce como si un interminable orgasmo la sacudiese cada vez que me muevo. Es tal su sensibilización que siento palpitar su chochito alrededor de mi polla.

Raquel tiene su chocho abierto como una rosa. Sus labios vaginales son como pétalos aterciopelados que acarician y acompañan mi troncho en sus movimientos. Cuando estos se aceleran y aumentan de amplitud, ...arriba y abajo..., se producen unos ruidos de chapoteo al chocar y despegarse nuestros cuerpos totalmente mojados.

El chop, chop , y los chasquidos que se escuchan son tan exageradamente llamativos que siento algo de pudor; pero no siento el menor deseo de parar en mis acometidas.Además la mezcla de este choque de cuerpos entregados al amor y los gritos y gemidos de Raquel son el mejor estimulante para mis oídos.

No se cuantas veces se ha corrido ante mi intensa cabalgada...yo estoy a punto. Acelero un poco, mi polla entra y sale con extrema facilidad... busco una postura donde el contacto se mas intenso, aplasto el lateral de mi polla contra la parte superior de su vagina, junto al lado de su clítoris... aprieto...subo y bajo y me dejo ir....¡que gustooooo!, ¡vaya corrida !!!

Raquel me aprieta con sus uñas sobre la espalda, enrosca sus piernas sobre las mías y emite unos gritillos involuntarios prueba de su descontrol. Pasan unos instantes y me vuelvo hacia Félix y lo veo acariciándose la polla con gran satisfacción.

El muy cabronazo vuelve a estar totalmente “armado” con una enorme y orgullosa herramienta. Está a la expectativa y espera su nueva oportunidad. Se le ve dispuesto a ocupar inmediatamente mi lugar...

En cuanto me retiro, Raquel cruza las piernas y lleva una mano a tapa el triangulito que queda a la vista. Sin duda está pidiendo unos minutos de tregua. Su joven chochito debe estar totalmente exhausto y dolorido. Las sensaciones en el cerebro han sido tan atropelladas que unos instantes de reposo son imprescindibles para luego poder continuar.

Como veo que Félix empieza a disgustarse por no poder dar rienda suelta a sus deseos de follarse a Raquel de nuevo, busco una salida a la situación. Se me ocurre que lo único que puede contentarlo es conseguir distraerlo con unas atrevidas caricias sobre su polla.

Ayudo a Raquel para que se recueste junto a Félix, teniendo al alcance de su mano su enorme verga. Ella, aunque todavía jadea, ya parece estar dispuesta para el nuevo juego y la coge con deseo y atrevimiento.

Los meneos son algo torpes y provocan espasmos de placer y de dolor a mi joven futuro cuñado. El se deja hacer, y se comporta como si fuera su primer paja.

Al verlos tan entusiasmados, siento ganas de participar. Me acerco a Raquel y se susurro al oído que le haga una mamada.

—     Hazle una buena mamada y veras como lo tienes rendido a tus pies... lo tendrás como un corderito... doma a ese potrillo para poder cabalgarlo cada vez que quieras... —

Estas palabras terminan por rellenar los oidos de ella y por fin acerca su boca a la tranca de Félix. Él no se lo puede creer y está realmente ansioso por sentir como su polla se pierde dentro de la boca de ella.

Animada y golosa, ella la toma con ambas manos y con deleite la lame desde la punta hasta los huevos. Mientras Raquel se entretiene haciendo sonoras lamidas y chupadas a Félix, me expone y ofrece su bonito culito. Esta de rodillas abocada sobre el pubis de él, y tiene su culo en pompa.Tiene la piel clara y suave, con unas curvas de muñeca.

Su vulva va destilando poco a poco el exceso de semen que antes le bombeamos, y que ahora resbala por en interior de sus muslos. Los pelitos color avellana que rodean su chochito están completamente mojados y pringosos.

Deslizo mi mano de abajo a arriba a lo largo de su muslo recogiendo las gotas que corrían hacia abajo. Luego las reparto por sus redondeadas nalgas y por el agujero de su culo. Con la yema del dedo, sigo la raja desde el final de la espalda hasta llegar a su todavía dilatada y ardiente vulva.

Un intenso escalofrio la recorre de pies a cabeza. Repito el movimiento, ahora mas lentamente y presionando sobre el ano. Me responde gimiendo y doblándose aun mas para que sobresalga bien el culo. Ante tal invitación, aprieto mi dedo hasta conseguir vencer la resistencia inicial de su culito. Gime y gime…parece que me pide que la penetre por detrás.

Poco a poco me abro camino con mi dedo medio haciendo aflojar su inicial cerrazon. Ahora ya lo meto y lo saco libremente gracias a la lubrificacion que le proporcionan los fluidos que emanan del chochito.

Pongo los dedos medio y pulgar en forma de U. El dedo medio se clava en su culo y el dedo pulgar se mueve travieso para acariciar el clítoris. Las sensaciones se multiplican para Raquel y debe interrumpir su felación para poder gemir a sus anchas y tomar el aliento que parece perder.

No os tengo que contar como me encuentro, pues supongo lo imaginais. Follarme este culo tan atractivo con el dedo, y experimentar las caricias sobre vulva hasta sentir como desfallece, me ponen de nuevo al máximo.

No puedo aguantar más ,me coloco detrás pongo mi tiesa polla a la entrada de su culo, tiro las caderas hacia atrás y luego aprieto con fuerza. Siento alrededor del capullo una presión enorme; un sonoro grito se ha escapado de la garganta de Raquel, que cesa en su mamada.

Aprieto y empiezo a encularla con decisión. El frote es intenso y mi placer mayúsculo. La tomo por las caderas para acompañar mejor los movimientos. Ella se deja llevar. Cuando paro unos instantes, ella se regodea moviendo las caderas haciendo que mi polla acaricie todos sus rincones.

Félix, consciente de que la estoy enculando, se siente muy estimulado al sentir como ella se abalanza sobre su polla cuando yo aprieto sobre ella.  Entre gemidos se vuelve a correr sobre los labios de Raquel. Ella no sabe que hacer…si seguir lamiendo y comiéndosela… o centrarse en los vaivenes de su culo empujado por mi.

Antes de que pueda decidir nada, un nuevo orgasmo la sacude haciéndole temblar como una hoja entre mis manos.  El tembleque es tan intenso que me lo contagia y yo respondo corriéndome dentro de su culo.

Quedamos los tres tumbados sobre la cama, exhaustos y silenciosos. Ha sido una experiencia fantástica, inesperada y fuerte como pocas haya tenido. Días mas tarde, estando con mi novia en un pub, veo que se acerca Raquel acompañada de Félix, yo diría que ahora son pareja.

Supongo que mis secretos están ahora a salvo, ya que mi futuro cuñado no estará interesado en divulgarlos, ni contarle nada a su hermana. Durante la corta conversación entre los cuatro, Raquel propone que quedemos una noche todos juntos para cenar en mi apartamento. ¿Qué será lo que pretende?.

Deverano.