A primera vista 5
Antes que nada pedir disculpas por la tardanza en publicar esta tercera parte, dar gracias a las personas que me han preguntado por mi historia, eso me da más ganas de seguir escribiendo, y decir, cualquier semejanza con la realidad es pura casualidad. jaja
antes que nada pedir disculpas por la tardanza en publicar esta tercera parte, dar gracias a las personas que me han preguntado por mi historia, eso me da más ganas de seguir escribiendo, y decir, cualquier semejanza con la realidad es pura casualidad. jaja
No podía creer, que esa chica hiciera todo eso por mi sin conocernos, si sé que me dijo que ella me conocía pero yo a ella no. A todas estas estaba Luz conmigo en la habitación, y se me quedo mirando, le dije rápidamente que eso era un regalo de esa persona de la que me estaba enamorando. Ella solo se limito a mirarme, se la veía feliz, rápidamente me dijo que si necesitaba cualquier cosa estaba en la habitación de al lado. Se marcho y me quede leyendo una y otra vez la letra de la canción, hasta quedarme dormida, a la mañana siguiente al despertar, baje a desayunar y ahí estaba Luz, la salude y charlamos un poco, no abramos nada personal, sino cosas del hotel, su historia y que poder hacer ahí, en fin pase el fin de semana relajada pensando en “Rosa”.
Al regresar a la ciudad, lo primero que hice fue llamar a mi mamá y contarle que estaba bien y que ya estaba en casa, para que no se preocupara, segundo llame a Lara (mi mejor amiga) quería preguntarle por alguna de nuestras viejas compañeras, que ella pudiera decirme algo de quien podía ser “Rosa”, para mi sorpresa tampoco supo decirme.
Le mande un mensaje a “Rosa”, a lo mejor tenía suerte y ya había regresado de su viaje y podía hablar con ella:
-amor, ya regrese, muchísimas gracias por todas las sorpresas me dejaste sin habla, me hubiera gustado poder estar contigo, cada vez tengo más ganas de verte, de verdad, necesito verte, hablando con una amiga me dijo que podía ser que tuvieras miedo a que no te acepte por tu físico, si es eso no tengas miedo, a mi no me importa tu físico sino tu forma de hablarme y bueno esos detalles que tienes para conmigo. Si me dejaras poder corresponderte, te lo demostraría. Y por cierto, la canción es preciosa, me hiciste hasta llorar. Espero estés bien y tu viaje sea agradable.
Me quede mirando los detalles que me había dado “Rosa” en mi viaje, y contemplándolos me llego un mensaje:
-amor, me alegro te gustara mis sorpresas, y espero que lloraras de felicidad porque si fuera al contrario no me lo perdonaría jamás, el viaje bien, pude averiguar lo que quería saber. Gracias amor, descansa que ya mañana ahí que trabajar, sueña con los ángeles, te quiero.
-yo también te quiero.
-¿de verdad me quieres? ¿Aun no sabiendo quien soy, ni como soy físicamente?
Me puse roja rápidamente, no me había dado cuenta que le había escrito eso, pero rápidamente, le conteste:
-si así es, a pesar que no me dejas verter, creo que me he enamorado de ti, por tus detalles, tus palabras y que siempre estás ahí para escucharme. ¿Te puedo preguntar una cosa?
-claro, lo que tú quieras.
-¿me vas a dejar verte alguna vez?
-¿tu quieres verme?
-No quiero, necesito verte, necesito tocarte.
-bueno, nunca se sabe lo que puede pasar mañana.
-¿qué significa eso? ¿Me vas a dejar o no?
- nunca se sabe lo que puede pasar mañana. Te quiero mi vida.
Después de eso, decidí no contestarle pues, no me había contestado a mi pregunta, y necesitaba verla.
Al día siguiente, me levante y fui a trabajar como siempre, si note un poco distraída a Claudia para conmigo pero, no le di mayor importancia. A media mañana vi entrar a Stella en la oficina, como era mi lugar de trabajo la salude lo mejor que pude para que nadie se diera cuenta que había algo raro, ella por el contrario, me quito la cara y se encamino a la oficina de Claudia.
Fui detrás de ella, sin dar a demostrar mucho que me había molestado, al entrar a la oficina cerré la puerta y me dirigí a Stella.
-Stella, entiendo que este enfadada pero no son formas de actuar aquí, el tema personal queda fuera del ámbito laboral, por favor.
-mire señorita Suarez, no tengo ningún tema laboral que tratar con usted, pues lo que teníamos que realizar ya se ha encargado Claudia de finalizarlo. Ahora si me disculpa tengo un tema que tratar con ella, no con usted.
-con esa estamos, mire señorita Martínez, yo soy la encargada de todo el tema administrativo de la empresa, y por tanto la que se encarga de dicha publicidad, y como podrá comprobar la señorita Álvarez no se encuentra en este momento, así que si es tema laboral lo puede tratar conmigo si es tema personal le pido por favor que se marche y lo trate fuera del horario laboral.
Stella, se quedo blanca sin contestación, cuando se disponía a irse, la agarre del brazo y le dije:
-si todo esto es porque, no me acosté contigo, te pido disculpas no quería acabar mal contigo pero como te comente, no soy persona de ir tan rápido. Yo… -no había terminado de decir esto, me estaba besando, la aparte. – ¿tu no estabas con Claudia?
-si pero me gustas tú y quiero estar contigo. –volviéndose a abalanzar sobre mí, la aparte y le dije:
-no, yo no quiero nada contigo, pensaba que eras de otra forma pero veo que no que eres una aprovechada que vas a donde mejor puedas vivir. –justo en ese momento me di cuenta que estaba Claudia en la puerta escuchando todo, y continúe diciéndole: ¿entonces con Claudia que es un juego o qué?
-Jajaja, Claudia es una infeliz como tú, que solo con un beso se piensa que me tiene comiendo de la mano. –justo en ese momento entró Claudia y cerró la puerta.
-Amor. –contesto Stella rápidamente. Acercándose a besarla.
Claudia la miro desafiante, y la aparto de encima de ella, casi tirándola al suelo.
-Claudia, por favor, tranquila no merece la pena. –le conteste yo, al verla así.
-Stella Martínez, márchate de mi oficina y no vuelvas jamás. –le dijo Claudia.
-pero yo… fue ella amor, que se me insinuó. – yo iba a contestarla pero Claudia me hizo señales que no dijera nada.
-Mira Stella, dudo mucho que Ana hiciera eso, no solo porque escuche toda la conversación, sino porque sé que ella no está interesada en ti ya.
-mira Claudia, no digas cosas que no son, a ella le gusto yo, eso lo sé. –replico Stella.
En breve salte yo, pues no aguantaba ya. –mira no te voy a negar que me gustabas, pero eso es pasado, y después de todo lo que has hecho, menos quiero saber de ti, y si Claudia me lo permite, (mirando a esta, y está haciéndome señas que si) te vas por tu propio pie, o llamo a seguridad para que te acompañe.
-las dos me lo pagaran muy caro, lo prometo. –marchándose rápidamente sin poder reaccionar.
Estuve a punto de ir detrás de ella, pero Claudia me freno:
-déjala, quien lo va a pagar es ella, no te preocupes.
-Claudia, lo siento mucho por esto, no quería que pasara esto de verdad, y ¿la publicidad?
-no pasa nada, yo me encargo de eso, y ahora me permites el invitarte a tomar algo, y compensarte todo lo que ha pasado.
-no tienes nada que compensarme, solo quiero que seas feliz, al fin y al cabo eres mi amiga, y quiero lo mejor para ti. Pero vale, al terminar nos vamos a tomar algo, vamos donde unos amigos míos.
-ok, esta echo.
Después de esa conversación, me fui para mi oficina y paso la mañana tranquila, recibí un mensaje de “Rosa”, casi cuando estaba terminando el horario:
-hola mi vida, espero que hayas tenido un buen día, me ha extrañado que no me hayas escrito, supongo que estar algo enfadada conmigo por lo de anoche, espero me perdones, de verdad que yo también quiero vernos, pero quiero que sea especial. –me sorprendió ese mensaje, parecía que me conocía mejor de lo que pensaba, pues si estaba enfadada por lo de la noche anterior, pero después de eso se me paso todo, y me dispuse a escribirle.
-pues sí, estaba enfadada pues realmente quiero verte, y poder hablar contigo cara a cara. Y no hace falta que hagas nada, ya suficiente has hecho, mira esta noche, quede para tomar algo, vente y hablamos.
-¿con quién vas a ir? ¿No abras quedado con esa tal Stella, no?
-¿estás celosa?
-mmm, pues puede ser, jaja en serio, ¿vas a ir con ella?
-no amor, he quedado con Claudia, y no ella no va a ir, pues hoy he tenido bronca con ella, que hasta amenazarme se permitió.
-(cara de enfadada), ¿Qué te dijo exactamente?
-tranquila amor, no le prestes atención a eso, solo hizo por enfado de que la rechace de nuevo cuando intento besarme, Claudia escucho todo y la echo de la empresa.
-muy bien, me cae bien Claudia, jijiji. ¿Y dónde van a ir?
-vamos a ir al bar de unos amigos ¿vas a ir?
-puede ser, esta noche tenía planes, hoy es el cumpleaños de mi prima y vamos a ir a celebrar. Te prometo que el próximo cumpleaños, vendrás conmigo.
-jajaj, vale gracias, aunque cuando lo vea lo creeré. Bueno voy a salir ya de trabajar, escríbeme cuando llegues a casa.
-si amor, yo te escribo cualquier cosa me dices vale. Cuidado con la bebida, que no quiero tener que ir a recogerte bebida e.
-si es la única forma de verte, (cara con lengua fuera)
-no amor, esa no es la forma, pronto nos veremos. Besos donde más te guste.
Tocaron a la puerta y era Claudia para marcharnos, al verme la cara enseguida supo que estaba hablando con “Rosa”, y me hizo señas para irnos. Salimos y nos fuimos al bar de mis amigos, pedimos unas copas y hablamos de todo lo que había pasado los días anteriores. Pasó rápido la noche, yo esperaba recibir un mensaje de “Rosa” pidiéndome la dirección para venir, pero no fue así, nos dispusimos a irnos para casa, y antes de irnos, me llamo mi amigo para hablar.
-Ana, ven por favor.
-¿Dime?
-espero no te enfadaras con nosotros cuando viniste con aquella chica, pero…
-ya olvídalo, no pasa nada tenían razón, no era para mí.
-lo sentimos de verdad, espero que con esta si tengas más suerte, esta si nos parece buena chica. (Mirando a Claudia)
-jaja, te equivocas, ella es mi jefa y una buena amiga nada más, además estoy enamorada de otra persona.
-¿cómo se llama la afortunada? ¿La conocemos?
-jaja, muchas preguntas, pero realmente no se su nombre, pues es una admiradora que tengo desde hace un tiempo, y bueno poco a poco, ha ido conquistándome.
Nos marchamos sin seguir hablando más del tema, me fui a casa y le envié que ya estaba en casa y que estaba bien, que como no me había escrito suponía que seguía en el cumpleaños, que ya hablábamos mañana.
-si amor, sigo aquí pero también me voy a ir a casa, pues ya quiero ir a soñar contigo.
No le conteste más, me quede dormida rápido, y mientras dormía, no hacía sino soñar, con un dulce beso de “Rosa” y de repente, cuando estaba casi en el mejor momento, me desperté.
Me enfadé conmigo misma, mire el reloj y todavía no era la hora de levantarme, me quede en la cama un rato, imaginando ese momento, con el que había soñado, de repente suena el despertador y me levanto, voy a ducharme y arreglarme para ir a trabajar. Así pase toda la semana, hasta llegar el fin de semana, el sábado como no madrugaba me quede en la cama hasta que el cuerpo no aguanto más, cuando pasaron las 2 de la tarde, suena mi móvil era mi mamá.
-hija, ¿como estas?
-hola mami, bien aquí en casa descansando. ¿Y tu todo bien?
-Sí, mira ¿mañana vienes a casa a comer?
-si claro, ¿por qué paso algo?
-no, para celebrar el cumpleaños, solamente.
-¿cumpleaños de quien?
-hija el tuyo, que es hoy, o ¿no te acordabas?
-pues no la verdad, jajaj gracias, eres la única que se ha acordado la verdad. Claro mañana vamos a comer juntas mami. Besitos.
Justo cuando colge y mire el móvil, tenía varios mensajes y mire la fecha exactamente, era mi cumpleaños, con todo lo que había pasado ni me había acordado. Me puse a mirar los mensajes y había de varias personas, mis amigos del bar, mi familia.
Me tocaron a la puerta y fui a abrir era un mensajero con un ramo de flores enorme, una caja. Cogí todo y entre a casa, busque la tarjeta y cuando fui a mirar la tarjeta, me llama amiga Lara:
-Hey perdida, felicidades, ¿cómo llevas ese año más?
-hola loca, bien gracias ni acordarme que hoy era mi cumpleaños jaja. El alzheimer ya me está afectando e.
-ya veo ya, ¿esta noche quedamos donde los chicos a tomar algo?
-luego te digo, pues no sé bien aun que hare vale.
-ok amiga como quieras. Un beso grande.
-bye.
Leí la tarjeta y solo ponía una dirección y las 9 de la noche, abrí la caja, y para mi sorpresa era un traje de noche súper hermoso, con sus zapatos. Decidí mandarle un mensaje a “Rosa”:
-amor, buenos días, ¿mira tú me mandaste un regalo?
-hola preciosa, buenos días, felicidades (cara sonriente y cara ruborizada)
-¿no me dices?
-nunca se sabe lo que puede pasar mañana.
-no empieces con eso, por favor. (Cara triste)
-no llores amor.
Estuvimos hablamos toda la tarde, cuando eran casi las 7, me manda un mensaje Lara:
-amiga que esta noche ¿quedamos o no? – llame a Lara, y le conté lo que había pasado, y me contesta:
-pues amiga vete y disfruta yo voy a ir al bar un rato, si después se quieren pasar o puedes jaja allí estoy, un besazo.
Fui corriendo a arreglarme, y vestirme, cuando me di cuenta eran las 8, cogí el auto de mi mama, que aun no lo tenía y me dirigí a la dirección, era un restaurante súper lujoso, y se veía desde fuera que era caro. Yo no pudiera permitirme eso ni en 10 años ahorrando, cuando fui a entrar me abrió la puerta un caballero muy bien vestido (supongo que era un camarero), y me pregunto si tenía reserva, a lo que yo le conteste que no sabía, enseñándole la tarjeta.
-a vale ya sé, si venga por aquí, Señorita Suarez, su acompañante aun no ha llegado.
Entramos por un pasillo hasta una habitación que se veía que era un reservado, muy bien decorado y luminoso. Al entrar el (camarero), me comento que mi acompañante les había pedido que al entrar me taparan los ojos, para una sorpresa. Me senté en la silla y me taparon los ojos, el camarero se fue, y pensaba que estaba sola, cuando sentí una presencia cerca de mí, fui a quitarme el antifaz pero no me lo permitió. De repente escuchó una música sonar muy suave de piano, y notó como la presencia se pone un poco nerviosa por la respiración, cuando empieza la letra escucho en mi oído:
Quiero volver a ser quien te amaba como un juego de niños
Volver al verde de tu mirada y secar la pena que hoy nos cala
Quisiera amanecer como antes, desnudo contigo
Curando el amor, rompiendo el reloj, a golpe de calor y frío
Y respirar lo que nos quede
Bailaremos nuestro tango en el salón (Agarrándome de la mano, y ayudándome a levantarme, y acercándome a su cuerpo)
Si te atreves, no me sueltes
Prometo que no pasarán los años
Arrancaré del calendario las despedidas grises
Los días más felices no han llegado
Te prometo olvidar mis cicatrices
Y devolver lo que he robado
A tus dos ojos tristes.
No pude terminar de escuchar la canción, y busque con mis manos su cara, y sus labios, y los bese como si no hubiera un mañana, sabía que era ella, mi “Rosa”, necesitaba sentirla, y besarla por fin, esa noche estaba siendo fantástica solo con saber que ella estaba ahí, aunque no la viera, y eso solo era el inicio.
Después de un rato besándonos, le pregunte si podía verla, que quería saber quién era pues ella era mi mejor regalo de cumpleaños, a lo que ella sin decir palabra, se puso detrás de mí y con sumo cuidado, me quito el antifaz desvelando por fin su anonimato.
Me quede blanca, no esperaba que fuera ella, la había tenido en todo momento cerca, y no me había dicho nada, como no podía reaccionar, se adelanto ella, y me hablo:
-estas preciosa, lo siento mucho Ana, espero que me perdones, no sabía cómo decirte lo que siento por ti y esta fue la forma que encontré para que me conocieras. Me distes ánimos para esto en el hotel diciéndome que te habías enamorado de esa persona y que no te llevabas por el físico y bueno creo que te e decepcionado en ese tema. Si quieres irte, lo entenderé. (Quitándome la mirada)
Me levante de mi asiento, le note que pensaba que me iba a ir, pero en vez de irme me acerque a donde estaba ella, cogí la silla donde estaba sentada y la puse al lado de ella, su cara cambio al verme hacer esto, y sin dejarla decir nada, la agarre de la mano, y la acerque a mi corazón, se notaba que estaba nerviosa pues su mano no paraba de temblar. Justo al momento le empecé a cantar la canción que me cantaron en el hotel:
Déjame ser tu refugio, déjame que yo te ayudo
Aguantémonos la vida, te recuerdo si lo olvidas
Que hemos crecido peleando y sin quererlo nos gustamos
Cuántas cosas han pasado y ya no hay miedo de decir
Te amo
Cuando acabe de esto, ella empezó a llorar, y yo secándole las lágrimas con mis manos, la bese nuevamente. Cuando me separé, le pregunte:
-¿quieres que me marche?
-NO, por supuesto que no, me gustaría poder seguir cenando y seguir dándote tus regalos, pero tus eres quien decides.
-¿Todavía, piensas que me importa el físico?
-no, sé que no eres de ese tipo de personas, pero entiéndeme tenía miedo.
-bueno pues ya ese miedo, déjalo atrás, ahora me gustaría poder compartir juntas.
Pasamos la noche hablando, y bromeando, se notaba que nos compenetrábamos, que estábamos echa la una para la otra. Cuando terminamos de cenar, pensé que la noche había terminado, pero no podía estar más equivocada.
-¿te puedo seguir diciendo, Amor? –me comento Luz.
-Claro que si amor, que no quiero que cambie nada entre nosotras, quiero seguir hablando contigo sin tabúes.
-está bien, Amor, (con cara sonriente), vámonos que la noche no termina aquí.
Me agarro de la mano, guiándome hacia la salida, cuando salimos, se me quedo mirando y me pregunto:
-¿viniste en auto?
-si el auto de mi mama, ¿Por qué?
-pues necesito que dejes el auto en tu casa e irnos en el mío, si te parece bien.
-claro, ¿me sigues?
-venga, vamos que aún queda mucha noche, jaja.
Nos fuimos para mi casa a dejar mi auto, y cuando baje le comente que debía subir a casa un segundo, que si quería subir conmigo, Luz accedió, y subió conmigo. Cuando íbamos en el ascensor, no aguante más y empecé a besarla nuevamente, no podía resistirme, cuando llegamos a casa, la invite a pasar, y le pedí que se pusiera cómoda y si quería tomar algo, se sirviera. Me dirigí a la habitación, a coger un poco de abrigo pues no había llevado nada, y de paso coger una cosa que tenia para “Rosa”, cuando salí se encontraba mirando la música que tenia.
-amor, tengo una cosa para ti, pero como veo que estas con la música creo mejor te lo pongo yo, jaja. –me dirigí al equipo de música y puse un CD que tenía en la mano, le comente que se sentara y cerrara los ojos para que escuchara.
De repente, empezó la canción:
Amores como el nuestro quedan ya muy pocos
Del cielo caen estrellas sin oír deseos
Deshojar una rosa es cosa ya de tontos
A nadie le interesan ya los sentimientos
Como los unicornios,
Van desapareciendo
Amar es hoy tan fácil,
Solo es cosa de un beso
Un amor como el nuestro,
No debe morir jamás.
Amores como el nuestro cada vez hay menos
En los muros casi nadie pinta corazones
Ya nadie se promete mas allá del tiempo
De sabanas mojadas hablan las canciones.
Como Romeo y Julieta,
Lo nuestro es algo eterno
Estar enamorado,
Es darse por completo
Un amor como el nuestro,
No debe morir jamás
Este amor que nos brindamos,
Merece la eternidad
Por ser tan puro y sagrado
No debe morir jamás
Es cosa ya de tontos,
Pues que ha pasado de moda
Aquel que da serenatas
O aquel que regala rosas
Amor es dar por completo
Todo lo que siente el alma
Es entregarse a la vida si es necesario
Del amor nadie se salva
Y eso es así.
Cuando hubo acabado la canción, me encontraba al lado de Luz, en el sillón, nos miramos fijamente a los ojos, y recordé la primera noche que pasamos juntas, efectivamente no había pasado de besos, y quería remediarlo. Nos empezamos a besar y cuando estuvimos a punto de continuar a más, me freno:
-amor, de verdad que no hay nada que me gustaría más que hacer el amor contigo pero, creo que deberíamos irnos, sino no vamos a llegar a tu sorpresa.
Aunque quería continuar, sabía que tenía razón, que no debíamos, así que accedí. Nos marchamos, y nos fuimos en su auto como habíamos acordado inicialmente, cuando estábamos en camino me comento que necesitaba que confiara en ella.
-yo confió en ti plenamente, ¿que necesitas?
-necesito que te tapes los ojos con el antifaz.
Así lo hice, cuando paso aproximadamente una media hora en auto, sentí detener el auto, estaba temblando, no solo de frio, también de nervios no sabía que iba a pasar. Poco a poco fuimos caminando, y note como arena en mis pies, no sabía dónde estábamos pero podía imaginar una playa, al momento, Luz me destapo los ojos, y mi sorpresa fue enorme, exactamente estábamos en una playa, pero no cualquier playa, llevaba años sin ir.
-¿recuerdas esta playa?
-Claro, la última vez que estuve fue con el colegio de acampada, y fue espectacular, fue cuando di mi primer beso. (Me sonroje al pensar esto) – nos sentamos en una manta en la arena, y empezamos a hablar.
- cuéntame, ¿recuerdas algo de esa persona?
-sí, recuerdo que era una niña, ahí fue cuando empezó a interesarme las chicas, y bueno la verdad que en ese momento, fue un juego, pero después de ese año, no volví a verla. Creo se fue a otro colegio.
-exactamente, me cambiaron de colegio pues mis papas pensaban que estaba enferma por gustarme las niñas.
-¿eras tú, entonces?
-Me mandaron a un colegio interna de monjas, pero lo que ellos nunca han sabido es que aun estando allí, siempre me gustaste y bueno no voy a negarte que he tenido relaciones con otras chicas, pero tú siempre has estado en mi mente.
Pasamos toda la noche, hablando de nuestra infancia y hablando de lo que significaba ese primer beso, cuando empezó a amanecer, me estaba dando frio a pesar de tener abrigo, y Luz se dio cuenta y me pidió que me sentara delante de ella, se tapo con una manta, y me abrazo a mí, dándome de esta forma calor, vimos amanecer juntas como cuando aquella acampada de niñas y ese fue el comienzo de una larga historia juntas, después de tantos años.