A primera vista 4

Es mas corto pero continuara.

Al leer esto me salió una sonrisa en la cara, que hacía mucho no tenia, estaba feliz, leer eso me daba mariposas en el estomago, realmente me estaba enamorando de “Rosa”. Cuando llegue al hotel, me dijeron que ya les habían avisado de mi llegada y que tenia la mejor habitación preparada. Y disponía de todos los servicios del hotel cuando quisiera. En seguida me instale en una habitación enorme, con una cama impresionante donde cambian al menos 4 personas perfectamente, estaba alucinando. Cuando termine de instalarme, regrese a la resección, hable con recepcionista:

-buenas, me gustaría hacerle una pregunta.

-dígame, si puedo ayudarla, será un placer.

  • verá, esto fue un regalo, y me gustaría poder devolvérselo, pero no sé, donde pueda encontrarla, usted me podría dar esa información.

-me encantaría, pero, esa información, es privada y además dicha reserva, fue hace ya unos días, y fue por internet. Es lo máximo que le puedo decir, si se que la persona que reservo, dejo dicho, que debíamos indicarle, que le esperaba una sorpresa, en el restaurante esta noche a las 8.

-una sorpresa, ¿y de qué tipo?

-esa información, no la dispongo. Discúlpeme. Se marchó a atender a otros huéspedes recién llegados.

Regrese a mi habitación, y quise mandarle un mensaje a “Rosa” pero recordé que estaría desconectada y además en aquel lugar no había cobertura en el móvil. Si disponía de teléfono fijo el cual use para llamar a mi mamá:

-mamá, te llamo desde el hotel para decirte que llegue bien.

-hija, que bueno, ¿Y todo bien por ahí?

-si mamá, esto es impresionante, la verdad que es hermosísimo. Bueno voy a intentar hablar con Claudia que hace días no se de ella, y tampoco me ha llamado.

-vale hija, cuídate y ya me avisaras a la vuelta que tal todo.

Llame a Claudia, la cual estaba trabajando para no variar:

-ey, que tal esas vacaciones, casi no nos hemos hablado ni visto estos días, ¿cuéntame que tal todo? –me dijo Claudia al decirle que era yo.

-bien, mira estoy en un hotel a las afuera pues “Rosa”, mi admiradora me lo envió de regalo, pero también, tengo que decirte que, vi a Stella, y le di una oportunidad, pero creo, solo me quería para sexo. Pues tuve un percance y no he vuelto a saber de ella.

-ahí Ana, tengo que comentarte una cosa, justo en estos días, me reuní con ella, para lo de la publicidad y saliste en conversación.

-¿Y qué paso?

-pues me comento que la habías dejado plantada, y que no te habías preocupado de saber de ella, y bueno, poco a poco fue desahogándose conmigo, y…

-¿y…?

-estuvimos juntas, lo siento de verdad sé que te gusta y no debí pero una cosa paso a la otra y bueno, en fin, perdona no puedo cambiar lo que paso.

-tranquila Claudia, todo esto me ha servido para saber que ella no es la persona que busco, si te gusta, pues adelante, pero te aviso que tiene carácter, y ya hablaremos de lo que paso.

-gracias amiga, ¿y bueno como es eso que “Rosa” te regalo un fin de semana de hotel? ¿Acaso ya la conoces?

-no amiga, no la conozco pero me dijo que era para desconectar y la verdad, que me he dado cuenta que me gusta, no puedo parar de hablar con ella, y me gustaría poder tenerla entre mis brazos al fin.

¿Entonces, reconoces que te has enamorado de ella?

-creo que sí, pero te dejo, que me dijeron en recepción, que a las 8 tenía una sorpresa en el restaurante, ya te contare. Un beso.

-ok amiga, cuídate.

Me arregle para ir a cenar, y estuve a las 8 en el restaurante, era acorde al hotel, un sitio muy elegante, con un piano en el centro de un escenario, y todas las mesas se veían súper románticas. Nada más entrar me preguntaron mi nombre, y al decirlo, la camarera se emociono.

-ahí señorita Suarez, es un placer, al fin, venga por aquí, su mesa esta lista.

Me llevo a una mesa mejor preparada que las demás, siendo casi imposible mejorarla. Estaba situada, casi delante mismo del escenario, en fin, era hermoso. Cuando me di cuenta, estaba el restaurante lleno, y se sentó un chico delante del piano, me miro y sonrió, subió una espectacular mujer al escenario, y cogiendo el micrófono en las manos dijo:

-buenas noches, señores y señoras, es un verdadero placer para mi darles la bienvenida a nuestro hotel, esperando que su estancia entre nosotros sea de su agrado, sin más dilación les presento a nuestro pianista, el señor John William.

-buenas tardes a todos, antes de empezar, quiero dedicar mi actuación a una asistente muy especial, y decirle de parte de “Rosa”, como así la conoce que, espera le guste la sorpresa. Para iniciar, empezare con una canción dedicada para esta persona. Se titula el refugio, es de un gran artista, Pablo Alborán. Espero le guste. –empezó a tocar y a cantar la letra de dicha canción:

No hay nada mejor que desearte

Eres como el sol caliente, yo soy Marte

Nunca es suficiente, nunca sé corresponderte

Pero no hay nada más bello que intentarlo mil veces

Soy desordenado cuando quiero

No recogeré los besos que dejé anoche en tu cuello

Somos un desastre pero es cierto, nos queremos

Si pasas por mi lado aún se congela el tiempo

Quién me iba a decir a mí que todo esto existiría

Déjame ser tu refugio, déjame que yo te ayudo

Aguantémonos la vida, te recuerdo si lo olvidas

Que hemos crecido peleando y sin quererlo nos gustamos

Cuántas cosas han pasado y ya no hay miedo de decir

Te amo

Te amo

Dejas que me enfade como un niño

Sabes que no voy a irme, sólo soy feliz contigo

Tú tienes lo tuyo, sé que escondes tus manías

Me gusta cuando bailas, sin saber que alguien te mira

Pones cinco veces las alarmas

Y vuelves a dormirte, no te importa si te llaman

Dejas el café a medias y siempre lo termino

Y cuando dejas un recado, yo siempre me olvido

Quién te iba a decir a ti, que todo esto ocurriría

Déjame ser tu refugio, déjame que yo te ayudo

Aguantémonos la vida, te recuerdo si lo olvidas

Que hemos crecido peleando y sin quererlo nos gustamos

Cuántas cosas han pasado y ya no hay miedo de decir

Déjame ser tu refugio, déjame que yo te ayudo

Aguantémonos la vida, te recuerdo si lo olvidas

Que hemos crecido peleando y sin quererlo nos gustamos

Cuántas cosas han pasado y ya no hay miedo de decir

Te amo

Te amo

Cuando hubo acabado la canción, me di cuenta que estaba llorando, la canción me llego al corazón, al momento llego la camarera y me entrego un sobre, lo abrí, y era la letra de la canción con la letra de “Rosa”. Todo lo que me estaba pasando era un sueño, solo podía pensar en esa chica, cada día me gustaba más y después de esto, me tenia impresionada, se notaba que era detallista y romántica, si eso lo hacía sin verla ni sentirla que podría pasar si así fuera. Cuando hube terminado de cenar e incluso alguna lagrima más, me fui a la recepción.

-disculpe, ¿dónde puedo coger cobertura?

-señorita, espero le gustara la sorpresa, la cobertura es difícil la única forma es salir fuera del complejo, espero no sea porque tenga alguna queja del servicio.

-no, para nada, al contrario, necesito mandar un mensaje y sin cobertura no puedo, pero supongo que tendré que esperar a mañana. Gracias igualmente.

-lo lamento, que descanse.

Me fui a mi habitación, y justo cuando entre tocaron a la puerta. Cuando la abrí, había una chica casi de mi edad, muy wapa delante mío, y había algo que me llamaba la atención no sabía qué, pero había algo en ella.

-¿sí, puedo ayudarte? Le dije.

-si disculpa, ¿tú eres Ana, no?

-Si soy yo, ¿y tú eres?

-si soy Luz, estudiamos juntas en el colegio, te vi sentada en el restaurante y te reconocí, espero no te moleste, pero, te vi llorando y no sé muy bien el porqué, ¿si puedo ayudarte?

-a disculpa, Luz no te recuerdo mucho, pero ahora mismo necesito hablar con alguien y no hay cobertura, y con quien quiero hablar no está. ¿vamos a dar una vuelta?

-claro Ana, vamos.

Salimos a dar una vuelta por el hotel y poco a poco fui, desahogándome, le conté que me estaba enamorando de una persona que no conocía, y tenía muchas ganas de poder ver y sentir a mi lado.  Y que gracias a esa persona estaba ahí, me había regalado ese fin de semana y aunque el sitio era increíble, solo quería poder hablar con ella.

-ahí amiga, seguro esa persona siente lo mismo que tu, pero le da miedo de que al verla no te guste físicamente.

-No, el físico me da igual, lo que he hablado, me dice que es una persona estupenda y cuando hablo con ella por mensaje, siento esas mariposas en el estomago, eso no se puede fingir ni ser solo por el físico.

-tienes razón amiga, discúlpame. Habla con ella a tu regreso a ver que te dice.

Regresamos a mi habitación, entramos y nada más entrar encontré un ramo de rosas rojas y una caja de bombones de mis preferidos, y una tarjeta, cogí la tarjeta rápidamente y la leí:

-Todas estas sorpresas, son para que veas, que me importas mucho y quiero que seas feliz, espero algún día poder hacerte feliz. Te quiero.