A primera vista 3

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Como había dicho no tenía intención de ir a casa, pues me fui a dar una vuelta a un parque cercano que me llamaba la atención cuando pasaba por al lado, me senté en un banco y le escribí a “Rosa” un mensaje:

-buenos días, espero que anoche durmieras bien.

-Buenos días amor, si descanse muy bien, recordando tus besos de la otra noche. ¿Cómo llevas el trabajo?

-Pues mira fui y mi jefa me mando unos días para casa de vacaciones.

-Bueno pues así descansar un poco, que seguro te hace falta. ¿Y qué tienes pensado hacer estos días?

-No sé, supongo que quedarme en casa, pues mi mamá no está. ¿Tienes alguna sugerencia?

-unas cuantas, pero no sé si te apetecerán.

-dime a ver y te digo.

-bueno está bien, primera ¿quedarte en casa sola, viendo TV, comiendo comida basura?

-no suena apetecible, eso de sola jajajaja.

-bueno mejor, ¿acompañada no?

-Claro que si, jaja mira ¿puedo preguntarte algo?

-Claro lo que quieras.

-¿Tú en que trabajas?

-Bueno, yo trabajo en varios sitios, pero lo que más me gusta es cuidar los animales, se puede decir, que soy ayudante de veterinaria, pero he estado en varias ciudades, preparándome para veterinaria.

-mm, como yo con mi trabajo, he estado viajando para prepararme mejor. ¿Entonces en las noches, trabajas?

-Cuando me toca sí, pero no siempre.

-¿Y en que ciudades has estado?

-Pues, en Córdoba, Barcelona, Madrid, Valencia, Granada, el último fue Málaga en fin muchos sitios.

-mm, en esos estuve yo también, y el ultimo fue Málaga también. Tenemos muchas cosas en común, y  el otro día me dijiste que nos conocíamos, pero no caigo de que.

-se puede decir, que te conozco desde muy pequeña, pero tú a mi creo que no mucho Jajaja.

-no sé, la única que conozco desde pequeña es a Lara pero ella es hetero totalmente.

-no, no soy Lara, pero a ella también la conozco. Jajajaa.

-ya me dejas más intrigada, Jajaja.

Poco a poco, intentaba recordar algo de esa noche que estuve con ella, y me venía el vago recuerdo de un mechón azul pero no recordaba de que. Seria Stella, y no quería decirme.

Fui a un centro comercial a dar una vuelta por tiendas y ver algo de ropa, incluso comprarme, pues me hacía falta algo de ropa. Estando ya casi acabando de comprar, recibo una llamada.

-Buenos días, con la señorita Ana Suarez por favor.

-si soy yo, ¿con quién hablo?

-Soy de una empresa de envíos y quería ver si estaba en su domicilio para entregarle un envió. ¿Se encuentra en su domicilio?

-ahora mismo no estoy en casa, en una hora aproximadamente estaré por mi casa.

-De acuerdo en una hora pasare por su domicilio, muchísimas gracias y tenga buen día.

Un envió de quien y que es, era mi pregunta, pues cogí el auto y me fui para casa, como era de esperar al momento, llego el mensajero y llevaba un enorme ramo de flores de rosas en la mano y una caja de bombones, me los entrego y me dio un sobre, firme y se marcho dándome los buenos días. Rápidamente abrí el sobre y empecé a leer una nota escrita a ordenador:

-Hola mi amor, espero te gusten mis regalos, no sabía que regalarte y como eres romántica, decidí enviarte esto que es hermoso como tú, espero me puedas dar una oportunidad de conocerte mejor y poder tener una relación. Siempre tuya Stella.

En verdad era posible que Stella, fuera esa persona con la que estuve, y la que me mandara los mensajes, tenía el numero de móvil de Stella en el envió, llame y sonó una voz hermosa, esa misma voz que me tenia hipnotizada.

-Diga.

-Stella, soy Ana, acabo de recibir tus regalos son hermosos muchas gracias.

-hola amor, me alegro te gustaran, va en serio lo de que quiero que nos demos una oportunidad, podemos quedar ahora para almorzar o tienes mucho trabajo.

-No, tengo unos días libres, te parece y quedamos para cenar mejor, voy a reservar mesa y quedamos mejor como una cita.

-mm, me gusta la idea una cita con mi amor. Está bien, avísame hora y donde y ahí estaré.

-mejor envíame tu dirección y te paso buscando, para que no vallas sola.

-vale ya te la envió, un beso enorme amor, hasta después.

Cuando colgué, llame a un restaurante súper hermoso de unos amigos míos, y reserve una mesa apartada de la gente, para estar a solas. Recibí un mensaje de Stella con la dirección y le mande que la recogía sobre las 8. Eran las 6, busque de la ropa que me había comprado esa mañana, un pantalón vaquero ceñido color azul cielo, y una camisa de botones blanca con algo de escote, me encanta ir provocando en mis citas. Me duche, me eche mi perfume y me vestí, me maquille un poco y cogí las llaves del coche, y salí dirección casa Stella. Cuando llegue la llame.

-ya estoy aquí, cuando quieras.

-ya voy amor, ¿o quieres subir a tomar algo en casa?

-mejor vamos a cenar primero y después vemos.

-vale ya bajo.

Después de 5 minutos, se abrió la puerta del portal del edificio ahí estaba ese ángel con un vestido corto, que quitaba el hipo, no sabía qué hacer si secarme la baba o salir corriendo a comérmela a besos, decidí bajarme, saludarla y abrir la puerta del auto para que entrara.

Al pasar a mi lado, hubo una reacción que no esperaba, ya no me temblaban tanto las piernas como la primera vez, no sabía explicar el porqué, justo en el momento que íbamos a irnos, Stella me dice:

-estas hermosa amor, gracias por invitarme a una cita, me gustas mucho y quiero que nos conozcamos más.

-tú también estas impresionante, la verdad que espero, te guste el sitio donde vamos, es un lugar muy bonito y espero este a tu altura.

-seguro que si, aunque me da igual mientras que este contigo.

Llegamos al sitio y me dispuse a entrar con ella, entonces salieron mis amigos a saludarnos:

-hola Ana ¿Cómo estás? Tienes la mesa preparada. Podemos hablar un momento en privado por favor. Me dijo, cuando se dio cuenta de quién me acompañaba.

-te importa sea en otro momento, ahora mismo estoy ocupada.

-es importante Ana. Insistiendo.

Pedí disculpas a Stella, dejándola en la mesa y dirigiéndome a donde estaba mi amigo.

-que pasa, no ves que estoy en una cita, ¿qué es eso tan importante?

-Ana, sabes que te quiero mucho y que somos amigos desde hace mucho, pero esa chica no es para ti.

-que hablas, esa chica hace tiempo que me gusta y quiero conocerla y quién sabe.

-hazme caso, no te merece.

Me marche algo cabreada dejándole con la palabra en la boca, no podía creer que justo me decía eso, en ese mismo instante. Me senté, al lado de Stella, la cual me pregunto:

-¿Todo bien amor?, te noto rara.

-si no te preocupes, cosas de negocios.

-Bueno, vamos a olvidarnos del trabajo y vamos a disfrutar. ¿Te cuento una cosa?

-Claro dime.

-menos mal que no subiste a mi casa, porque si no, no hubiéramos bajado. Jajaja

Me sonroje al momento, estuvimos hablando y la noche paso, estupendamente, ya era tarde y decidimos marcharnos del local a otro lado.  Cuando subimos al coche, nos marchamos a un mirador cercano que me había comentado durante la cena. Salimos a ver las vistas, y estuvimos charlando, de repente, empezó a refrescar y como tenia en el auto una chaqueta, fui a buscarla.

-aquí tienes para que no pases frio. -Se la puse por encima abrazándola.

De repente giro la cabeza, y tuvimos una de esas miradas que no puedes resistir y nos dimos un largo beso. Paso igual que cuando la vi salir del portal, ese beso, no había mariposas, no sentía nada. Rápidamente, me quiso llevar a la parte de atrás del auto, pero yo la frene, no quería ir tan deprisa:

-disculpa Stella, me gustas, pero, no soy de las que en la primera cita, acaban en la cama. Me gusta ir poco a poco. –se puso un poco triste, se notaba que quería algo más.

La acompañe a casa y me despedí de ella en la puerta del portal:

-de verdad, ¿no quieres subir?

-no, prefiero ir poco a poco. Buenas noches, descansa.

-está bien amor, ¿cuándo nos volvemos a ver?

-mañana te escribo y vemos.

Le di un beso y me fui, cuando llegue a casa la iba a escribir, pero justo en el momento que iba a mandárselo, recibo mensaje de “Rosa”:

-disculpa amor, por no contestarte antes, estaba trabajando y tenía el móvil apagado. Estoy con unos amigos en su local, y estaba pensando en ti, que estarías haciendo como me dijiste tenias días libres.

-buenas noches, acabo de llegar a casa, justo te iba a escribir, ¿cómo te fue el día?

-Bueno el día fue ajetreado, pero bueno prefiero olvidarme de eso, y saber de ti, ¿cómo llevas el estar de vacaciones?

-Bueno, podría estar mejor pero ahí vamos, deseando desconectar.

-amor,  ya somos dos jaja.

Cuando me di cuenta, eran las 4 de la mañana y estaba hablando con esa chica que me tenía loca.

-¿sabes la hora que es? Llevamos varias horas hablando, y seguro tienes que ir a trabajar, y no has descansado. –le comente.

-no amor yo mañana descanso, fue un día duro y mi jefe me dio el día para descansar. ¿Tú quieres descansar amor?

-no, estoy bien hablando contigo, ojalá, estuvieras conmigo para poder hablar cara a cara.

-quien sabe lo que pueda pasar mañana. A lo mejor te sorprendo. jaja

De repente se apago el móvil, no me había dado cuenta y se me había quedado sin batería, me enfade muchísimo pues justo me dejo a media la conversación.  Lo puse a cargar y como estaba bastante descargado me quede dormida rápidamente, cuando desperté, encendí el móvil tenia mensajes de “Rosa” y de Stella. No entendía, si Stella no era “Rosa”, ¿Quién era?

En ese momento, el primero que mire fue el de “Rosa”, ponía:

-te asustaste, que no me escribes, jaja –fue el primero en llegarme, automáticamente continúe leyendo todos.

-pues creo que sí, que te asuste, no muerdo, siempre y cuando tu no quieras.

-bueno discúlpame, ya me explicaras que pasa. Un beso.

Cuando leí eso, me olvide del mensaje de Stella, automáticamente, le escribí a “Rosa”:

-lo siento mucho, no me di cuenta y se me descargo el móvil y después, cuando pudo coger carga me quede dormida, espero me perdones, y ya me gustaría que pudieras morderme ya, pero no quieres dejarme saber quién eres.

Justo cuando le mande este mensaje me tocan a la puerta, voy a abrir y es el cartero, me da un sobre y se va. Pensé que era de Stella, y lo deje encima de la mesa, y me fui a duchar, cuando salgo, escucho la puerta nuevamente, me pongo algo de ropa rápidamente y voy a abrir. Abro la puerta y ala, ahí está Stella de pie en la puerta:

-mm hola ¿qué haces aquí?

  • como no me escribías me preocupe, ¿puedo pasar?

-a por supuesto disculpa.-Echándome a un lado para que entrara, cuando cerré la puerta y fui a girarme, la tenia encima mía.

-necesitaba tus labios amor, y huy creo llegue en buen momento. –notando el pecho de la camisa mojado.

-disculpa, si acabo de salir de ducharme, no te esperaba. Voy a ponerme algo más apropiado. Ponte cómoda si quieres.

La deje sola un momento, dirigiéndome a la habitación, estaba cambiándome cuando justo siento una mano en mi cintura, y empiezan a besarme el cuello, como era de esperar no soy de hierro, y me deje llevar, estaba encendiéndome, me gire y ahí estaba Stella, mirándome de arriba abajo, como no tenia abrochada la camisa del todo, empezó a desabrocharla, y a besarme, justo cuando estábamos a punto de ir a la cama, me suena el móvil. –Salvada por la campana- pensé.

-Disculpa, debo contestar, pues mi mamá está de viaje, por si acaso sea ella. –Y salí casi corriendo a coger el móvil. Efectivamente era mi mamá que llegaba esa misma noche y debía ir a recogerla.

-disculpa, no puedo continuar, mi madre llega en unas horas y debo ir a recogerla. ¿Te acerco a casa?

-¿Me vas a dejar así? –Dijo en un tono casi gritando – no lo puedo creer, vengo hasta aquí y me dejas así.

-De verdad que no era mi intención pero las circunstancias son las que son, y no puedo cambiarlas. ¿Podemos hablar de esto en otro momento, por favor?

-no quiero hablar contigo, adiós. Marchándose muy enfadada, tirando la puerta detrás de ella.

No la seguí, no tenía ganas de peleas y la verdad que no quería tener sexo con ella, pues había algo que me decía, que no era esa persona especial, que yo quería. Volvió a sonar el móvil esta vez un mensaje, vi era otro mensaje de “Rosa”, y el mensaje de Stella que no había leído aun.

Primero leí el de Stella:

-amor estas bien, no me has avisado si llegaste bien a casa, anoche me gusto mucho salir contigo, espero hoy nos podamos ver. Un besazo. -Al leer esto, me medio eche a reír, tenía una forma peculiar de demostrar las cosas, me acorde del otro mensaje rápidamente y elimine el de Stella. No pensaba que fuera a ser así pero bueno, algunas veces se aprende y otras no. Leí el mensaje de “Rosa”.

-ui, si sigues diciéndome cosas como el del mensaje anterior no respondo, jaja, espero te guste el regalo que te mande, como me dijiste que necesitabas desconectar y supuse que en casa no lo harías, me tome el atrevimiento de reservarte un fin de semana en un hotel que suelo ir para relajarme y olvidarme del mundo. Espero te haya llegado ya. –recordé el sobre, y lo recogí rápidamente y lo abrí, dentro tenía una tarjeta y una invitación a un hotel de las afueras. La tarjeta estaba escrita con las mismas letras hermosas que las del desayuno. Estaba claro que “Rosa” no era Stella. Y necesitaba saber quién era esa admiradora. Le envié un mensaje rápidamente:

-Amor, no puedo aceptar este regalo, seguro te ha costado mucho dinero.

-hazme caso, disfrútalo y desconecta del mundo, después de esa noche juntas, en la que estuvimos toda la noche hablando, me quedo claro.

-¿Te refieres a la noche que tuvimos sexo?

-amor, ojalá hubiera pasado eso, pero no me gusta aprovecharme de una persona bebida, y no tuvimos sexo esa noche, si besos pero más nada.

-¿y cómo es que amanecí desnuda?

-estabas tan bebida que la ropa se te ensucio y te desnude para que no durmieras así. Espero no te enfades conmigo.

-imposible enfadarme, al contrario, me gusta hablar contigo, y te agradezco mucho el detalle, ojalá me dejes devolvértelo en algún momento.

-A mí también me gusta mucho hablar contigo, y como mejor me lo puedes devolver es disfrutando ese fin de semana.

Cuando me di cuenta era hora de ir a buscar a mi mamá al aeropuerto, le escribí rápidamente a “Rosa”:

-amor luego te escribo voy a recoger a mi mamá que llega ya hoy, espero luego hablarnos.

-está bien amor, cuidado con el auto.

Recogí a mi mamá y me contó muchas cosas de su viaje, se la veía que se lo había pasado muy bien, y que venía renovada, le comente por encima que tenía unos días y que me habían regalado el fin de semana en el hotel y en seguida me dijo:

-hija, te amo, pero debes ir a ese hotel y olvidarte de todo. Necesitas descansar y reponer fuerzas. ¿Quién te lo regalo? Claudia, seguro.

-ahí mamá, no fue Claudia. Fue otra amiga.

-mm, hija una amiga solamente no regala esas cosas. Pero bueno, vete y disfruta.

Pasaron los días y cada vez que podía hablaba más con “Rosa”, me iba gustando cada día más el saber de ella, y tenía una conversación amplia de las cosas. Al fin llego el día de irme al hotel, justo cuando terminaba de preparar la maleta, me llego un mensaje de “Rosa”:

-espero lo pases bien en ese hotel, yo debo salir de viaje y estaré desconectada varios días, así aprovecha y desconecta también tu del móvil.

-jo, qué pena que no me dejes saber quién eres y así puedas ir conmigo. Te voy a echar de menos.

-y yo a ti, pero son unos días y bueno nunca se sabe lo que puede pasar mañana.

-ya ya lo sé, bueno me voy ya que son horas de viaje, hasta la vuelta, ten cuidado en tu viaje y muchos besos. P.D.  Me gustas mucho. –después de enviar esto, me quede esperando contestación, no sabía cómo iba a reaccionar pero era la verdad, llevábamos varios meses hablando y  en verdad me gustaba mucho. En breve segundos recibí contestación.

-Tú también me gustas mucho. Besos.