A petición de ella
Este relato forma parte de un juego. Ella me dio 3 elementos que debían aparecer en el relato y yo realicé el resto....
Son las 7 de la tarde y él está a punto de llegar. Llevo todo el día esperándole pensando en lo que voy a hacerle y por fin ha llegado el momento. Anoche tuve el mejor sexo del mundo y hoy se lo voy a devolver.
Esta mañana he salido de compras y ahora estoy esperándole con las nuevas adquisiciones. Un sujetador de encaje que deja intuir mis grandes y duros pezones, unas braguitas a juego, unas medias por encima de las rodillas y unos zapatos de tacón bien fino. Me siento de maravilla con ello puesto.
Nada más abrir la puerta me abalanzo sobre él y le pongo una venda en los ojos. El cielo va a tener que esperar. Le esposo las manos a la espalda a la par que le voy guiando hasta la habitación. Una vez allí, le tumbo boca arriba y me siento sobre su cara. A través de las braguitas, restriego todo mi coño contra su cara, me muevo adelante y atrás, sin dejarle respirar apenas. Me muevo en círculos para que pueda olerme bien y notar lo mojada que estoy. Me levanto y le quito la venda de los ojos para que pueda verme en todo mi esplendor. Se queda de piedra, y nunca mejor dicho, porque comienza a crecerle el bulto del pantalón. Hay que liberarlo o lo va a romper.
Le bajo los pantalones y me meto su miembro en la boca. Ya tiene un tamaño considerable y comienzo a succionar su glande como a él le gusta, lo saboreo y lo lamo mientras el comienza a gemir. Le digo que se calle o nos escucharán los vecinos. Me meto su polla entera hasta la garganta. Me produce alguna arcada, pero me gusta, la disfruto atravesando la campanilla y quedándome sin aire. Él sigue gimiendo cada vez más fuerte, por lo que me saco la polla de la boca y le vuelvo a advertir que baje el volumen. Me la vuelvo a meter entera en la boca y empiezo a follarme la garganta, sin sacarla prácticamente y hasta el fondo. Estoy empapada y él no deja de gemir y gritar. Me quito las bragas y se las meto en la boca, empapadas como están para ahogar sus gritos. Sé que eso le pone más cachondo todavía y disfruta con ello.
Él sigue inmóvil, con las manos en la espalda, el pantalón por los tobillos y con la polla dura, así que me siento encima de su polla y me la meto de golpe. Dios, estoy empapadísima y entra perfectamente. Comienzo a moverme despacio, a notarla dentro de mí y el gusto me recorre todo el cuerpo. Comienzo a moverme delante y atrás, cabalgando cada vez con más ganas y con más furia. Sus gemidos, ahogados por mis bragas, se hacen cada vez más audibles. Le desabrocho la camisa y me apoyo en su pecho para poder moverme mejor. Estoy muy excitada y no creo que aguante mucho, pero mientras tanto, intento aguantar un poco más de mi toyboy. Me quito el sujetador para que pueda admirar mis pechos moviéndose libremente, me tumbo sobre él y se los llevo a la boca, me los chupa y me los muerde. Aprovecho sus mordiscos para estirar mis pezones, eso me mata y me lleva al borde del clímax. Me incorporo y comienzo a cabalgar como nunca, estoy muy cerca del orgasmo, me masajeo los pechos y me froto el clítorix en el momento justo en el que una descarga eléctrica recorre mi cuerpo y me corro sin remedio. No puedo parar de moverme todavía y aumento el placer con cada movimiento, hasta que finalmente caigo exhausta encima de él, complacida totalmente.
Me levanto y veo que su miembro sigue bien duro, impertérrito ante mi orgasmo. Decido usar la caballería pesada. Le vuelvo a vendar los ojos. Le quito las esposas, le desnudo totalmente y se las vuelvo a poner, pero esta vez le pongo a 4 patas y le esposo la muñeca derecha al tobillo derecho y lo mismo con la izquierda, quedando totalmente expuesto, con el culo en pompa ante mí. Ummmmm Qué culo, siempre ha sido mi perdición. Qué bien puesto lo tiene, y que duro y firme. Lo azoto para que coja algo de color y lo abro y lo cierro. Unto un dedo con lubricante y empiezo a jugar con su culito, entra de maravilla, así que me decido a meter otro. Él gime de placer y mantiene una erección bien dura mientras yo, con los dos dedos le dilato un poco más. Me decido por sacar el consolador del cajón, es bastante grande, pero gradual, así que no le haré daño. Lo lubrico bien y empiezo a metérselo poco a poco. Al principio grita de dolor, pero pronto se le pasa y poco a poco se va acostumbrando al grosor. Ya tiene metido medio consolador dentro y lo está disfrutando. Me pongo boca arriba entre sus piernas y comienzo a chupársela mientras meto y saco el consolador. MMMmmmm cómo la tiene de dura…. Cada vez entra un poco más y ya casi lo tiene entero metido, le estoy follando el culo con fuerza y cada vez son más profundas las embestidas, hasta que ya no puede más y se corre como un bendito en mi boca, ´llenándome entera con su leche. Me reincorporo, le doy la vuelta y aprovecho que todavía está esposado para darle un gran beso, compartiendo con él toda su leche, que se sale por nuestras comisuras y que yo vuelvo a meter en nuestras bocas con la lengua…. Ya estoy recuperada y tengo ganas de tener otro orgasmo….