A pagar la apuesta

Mi mejor amigo me hace pagar una apuesta en un cine porno sin imaginar cuánto la gozaríamos.

Todo empezó el año, un partido de soccer mexicano: Toluca vs Pumas, mi grupo de amigos se dividió en dos, los que le iban al equipo de Toluca y los que preferíamos a Pumas.

Mis amigos comenzaron a hacer apuestas del tipo monetario, otro hablaban de una comida o una cena, yo les dije que yo no le entraba porque eran niñerias, Gerardo me dijo que me quería proponer una apuesta que nos alejáramos del grupo para hablar, así lo hicimos y su propuesta me sorprendió:

Si yo pierdo, todos los días voy a tu casa y hago la comida, lavo los pisos, la ropa y los trastes por ti durante 1 año, si pierdes tú, me acompañas a un cine porno y me haces sexo oral en las butacas.

Estás loco?. Delante de toda la gente?

No confías en que tu equipo gane, además, yo sólo te estoy pidiendo un rato y te ofrezco todo un año si pierdo.

Ok, acepto.

El día del partido, estábamos en casa de Lucia, una amiga mutua y mi cara de tristeza y la de Gerardo de satisfacción no se hicieron esperar al momento que arbitro dio el silbatazo final, para mi desgracia y para su fortuna, el Toluca había ganado. Cuando terminamos de comer dije que me marchaba a mi casa y él muy amablemente se ofreció a acompañarme, ya en el camino me dijo:

Pues nada, que has perdido la apuesta.

Estas loco, no pretenderas que te pague.

Por su puesto que sí, diste tu palabra.

Es muy atrevido y arriesgado.

Tienes palabra?

Sí.

Pues a pagar.

Esta bien. Pon la fecha.

La próxima semana, el jueves por la tarde voy por ti.

Llegó a mi casa como lo habíamos acordado y me dijo estas lista, yo tenía puestos unos pants y una sudadera que me quedaba un poco grande y le dije que sí, dijo que no me iba a llevar vestida asi, subimos a mi habitación y el escogió la ropa que yo debía usar, una faldita negra de tablones que me llegaba a medio muslo y una blusita de tirantes roja que me queda muy justa y uso sin sostén, subimos a su auto y le dije que podiamos ir a otro sitio más privado y lo disfrutaríamos más, pero dijo que una apuesta se debía cumplir, así que llegamos al cine y pidió dos entradas, el lugar se veía sucio un tanto mal oliente, entramos y nos sentamos en la fila de en medio, en el centro de la sala, era una sala para cerca de 100 persona, pero al empezar la película hacía escasamente 10, debo decir que era la única mujer y vestida así, no pase desapercibida.

La película se desarrollaba lenta y aburrida y me dijo es hora de pagar mientras desabrochaba su pantalon y sacaba su miembro de él, me tomo de los cabellos y me llevo hacia él, empece a dar pequeños lenguetazos, después lo envolvía con mi lengua y empece a chuparlo, a meterlo poco a poco en mi boca hasta que termine por tragarlo todo, mientras con una de mis manos jugaba con sus bolas la otra le pellizcaba un pezón, el jadeaba, sabia que que estaba pagando mi apuesta corretamente, segui chupando y acariciándolo hasta que sentí como un espasmo en él y se vino en mi boca, comencé a tomrme toda su leche, sentí que me ahogaba y me incorpore un poco, aún con leche en mi boca, me percate que los otros 8 hombres de la sala ya no veían la película, sino a nosotros, para mi sorpresa, me agrado ser el centro de las miradas de aquellos hombres que jugueteaban con su verga, cabe mencionar que incluso algunos ya la tenía fuera del pantalón y totalmente erecta.

No podía creer lo que estaba causando, tenía 9 hombres (incluyendo a Gerardo) exitados por mi proceder, asi que termine de tomar su leche y mi lengua limpié los restos de esperma que quedaban en su miembro, este rápidamente volvió a estar duro, me quite la tanga que traía bajo la falda y me sente sobre Gerardo, sintiendo como esa enorme cosa se iba introduciendo lentamente en mi, el me saco la playerita y empezó a chupar mis tetas, primero una y luego la otra, mientras con sus manos me levantó la falda y empezó a acariciar mis nalgas dejándolas a la vista de todos. Desabroche mi falda y me la saque por arriba, ahora sí, estaba desnuda, en una maloliente sala de un cine porno, frente a mi mejor amigo y 8 desconocidos, de pronto sentí algo caliente que recorría mi espalda, la sensación me agradó, voltee y vi a uno de esos desconocidos refregando su verga en mi, después llegó otro e hizo lo mismo en mi brazo, y otro en el otro brazo y otro en mis nalgas.

Gerardo subió mis piernas sobre sus hombros y tras él se colocaron otro dos tomando cada uno, uno de mis pies y empezaron a masturbarse con ellos, voltee y vi a los otros dos haciéndose un paja un poco alejados del cuadro y los invite a que se acercarán uno de cada lado, e hice lo propio con mis manos. Gerardo tomándome de la cintura me movia lenta y rápidamente sobre él, entonces le dijo algo al oido al que estaba a mi espalda, entre los jadeos de todos y el ruido de la película no podía escuchar, pero de repente, se detuvo y el que estaba masturbándose en mis nalgas también se detuvo. Salieron de esa fila y llamaron a 4 de los que estaban alli, y entonces salieron, después sólo regresaron ellos dos, Gerardo me cargo a uno de los pasillos, yo estaba tan cachonda que no me importaba nada, Me tumbaron sobre el suelo y Gerardo se volvió a montar en mí, sus movimiento ahora eran más rápidos y placenteros, de pronto tenía una verga entre mis tetas, otra en la boca y una en cada mano, no lo podía creer, eran 5 vergas erectas sólo para mi, yo me arqueaba del placer que sentía y doble placer cuando todos se vinieron en mí, parecía planeado, uno después del otro, primero Gerardo dentro de mí, después el de la boca, en seguida el de las tetas, posteriormente el de mi mano izquierda y por último el de la derecha, uno de ellos se saco la camisa y me limpio toda, ellos habían terminado y la película también, así que me vestí, salí, subí al auto de Gerardo y no hable en todo el camino, no se si por la pena o por la calentura que aún traía, pero al bajar del auto Gerardo dijo:

Es un placer hacer apuestas contigo amor, cuando quieras...