A nadie le gusta que lo engañen 25.

Sigue la historia. En el perreo como en los primeros tiempos se la puse sobre la tanga, tenía el shorcito casi por las rodillas, un griterío y aplausos atronadores, acabamos como siempre, yo parado con los brazos cruzados ella con mi miembro en la boca.

A nadie le gusta que lo engañen 25.

Me desnudé todo y me metí en la cama, ella Sara, mi madre, que estaba con el pantalón del piyama se lo sacó de un saque, tuvimos un misionero tranquilo, cuando iba a acabar la saqué ella me apretó los huevos y seguimos, como una hora le estuvimos dando, nos dormimos abrazados…

_Decime Sara vos crees que podrías reemplazar a Carolina en el baile del cabaret…

_Heee.

_Es que la tienen que operar y necesita el dinero…

_Claro que podría me lo sé de memoria, sin sacarse el antifaz no…

_Claro…

_Y no crees que tendrías que practicar…

_Cacho, lo puedo hacer hasta soñando y con vos no sería nada más que un placer…

A las once de la noche amarraba la moto a una columna, en la vereda del cabaret, le sacaba la pieza y abrazados entrábamos con Sara, no había mucha gente, nos sentamos a una mesa, la mesera nos tomó el pedido, dos cócteles…

Y nos pusimos a bailar en la pista, cuando la vi a Laura me miró extrañada, parece que no se imaginaba que tenía una novia tan grande, le hice señas de silencio, me guiñó el ojo…

La estábamos pasando muy bien, bailábamos y a los cócteles, como a la una de la mañana mientras Sara iba al baño fui a buscar la ropa de la cajuela de la moto…

Le entregué el celular a Laura para que copiara la música, que la pusiera apenas abriera la puerta de dónde nos cambiábamos y que dejara la ropa dentro de la habitación…

Cuando volvió Sara del baño seguimos bailando…

_Te voy a dar una sorpresa mi amor…

_Qué lindo, me encantan y si vienen de vos mejor…

La fui llevando para la puerta de dónde nos teníamos que cambiar, sonreía pícaramente, abrí la puerta y la metí, la empecé a besar, ella lo mismo, la empecé a desnudar, ella lo mismo…

Cuando estábamos los dos en bolas…

_Tomá ponete esta ropa…

Me quedó mirando, miró la ropa y se empezó a reír y a vestir, yo la imité, cuando estuvimos vestidos la besé en la boca por sobre los antifaces,  la agarré de la mano y nos aproximamos a la puerta apenas la abrí empezó a sonar nuestra música, de un tirón quedamos en medio de la pista…

Y es cierto que se la sabe de memoria, inclusive me parece que nos salió más sensual que con Carolina…

Claro estoy enamorado de ésta pareja de baile, la amo con locura, se me paró como un fierro, en el perreo como en mis primeros tiempos se la puse por sobre la tanga, tenía el shorcito casi por las rodillas un griterío y aplausos atronadores, Laura subió la música y parece que nos agarró un frenesí…

Acabamos como siempre ella con mi miembro en la boca pero excitados al máximo, más aplausos, corriendo nos fuimos a la habitación, cuando estábamos desnudos entra Laura…

_Perdón chicos, quieren salir por atrás…

La miraba más a Sara que a mí…

_Soy Laura y le extendió la mano…

_Sara dijo y se arrimó desnuda a darle dos besos…

Estuvo durante toda nuestra vestidura, salimos por atrás…

_Que sean felices nos dijo…

Sara le dio un pico…

Cuando subimos a la moto le digo…

_Querés quedarte con ella, te vengo a buscar más tarde.

_Tas loco vos, a mí no me gustan mucho las mujeres, en trío con vos sí…

_Y qué fue eso de recién…

_Estaba jugando, observé que me miraba más a mí que a vos y mirá que tenés una hermosa herramienta heee ja ja…

Está desatada mi amor, estuvimos haciendo el amor como tres horas, sigue perfeccionando el asunto de no dejarme acabar apretándome los huevos, en el final le dije que me metiera el dedo en el culo, acabé enloquecido…

Durante el camino me dice que nunca disfrutó tanto de un baile.

_No sabés como me comencé a excitar apenas empecé a vestirme con la ropa para bailar, durante la actuación estaba desatada, te diste cuenta…

_Claro Sara que me di cuenta, a mí me pasó lo mismo ja ja…

Pasamos un puente que hay en la entrada a San  Blas, “El paraíso del pescador”, estacioné la casa rodante sobre la costa del mar, hay unas mesadas de cemento, la usan los pescadores para limpiar las piezas…

Pensé que a la noche no íbamos a poder quedarnos en éste lugar, hace mucho frío y los paneles solares no alcanzan para satisfacer la demanda del aire acondicionado toda la noche…

Me puse en comunicación con todos…

Con Cintia, Pedro, José, Luis, Noemí, Gladys, los corrientes, hasta la llamé a Estela, comprobé que el mundo sigue andando por más que yo no esté…

En la tarde nos embarcamos en una lancha a pescar, Sara en un principio parecía querer vomitar, luego se fue acostumbrando, el guía un muchacho muy simpático le encarnaba y le indicaba cómo tenía que hacer, a mí ni bola me daba, eso es lo que genera Sara, la alegría que sintió cuando pescó una corvina, el guía quiso tomarle la caña, lo miré y le negué con la cabeza, estuvo como hora hasta que la pudo sacar, yo saqué fotos en todas las poses…

Cuando la puso dentro del tacho me abrazó y besó…

_Volvamos que estoy muy cansada y tengo frío…

Le dije al muchacho que volviera, había pescado once piezas más una de mi madre, nos quedamos con dos bien grandes…

Hablé con el encargado de la estación de servicio para que nos permitiera enchufar la electricidad, me dijo que no había problema pero que él a la noche se iba, que si nosotros quisiéramos usar el baño no podríamos, no importa le dije, tenemos dentro de la casa rodante…

Todavía desde que salimos no lo hemos usado, el inodoro tiene un depósito que se lo vacía cuando se llena, se le echa un preparado para desinfectarlo y sacarle el feo olor…

Otra vez una noche con temperatura ideal, afuera un frío invernal, adentro para estar durmiendo sin taparse…

Sara armó unos sanguches de fiambre y con bastante vino dormimos hasta la madrugada, un “mañanero” sencillo y a la ruta…

Paramos en Las Grutas, éste lugar en verano se llena de gente, principalmente jóvenes que paran en los camping, ahora hay parejas de jubilados, muchos autos…

Fuimos a dar una vuelta por la playa, hay poco lugar para caminar por la arena, el mar está muy alto, almorzamos en un restaurante una cazuela con vino blanco, una siesta y a la ruta…

A la noche llegamos a Trelew, Sara había conversado con el administrador de un camping…

Nos había dado la dirección y dónde teníamos que poner la casilla, enchufamos el aire acondicionado unos sanguches  y a dormir, hoy anduvimos mucho…

Se me hace demasiado reiterativo el contar cada encuentro sexual con mi madre, ya lo dije varias veces, a mí me enloquece y a ella lo mismo, así que voy a obviar ese relato.

El fuerte olor a café me despertó…

_Hola amor…

_Hola Sara dormiste bien…

_En tus brazos siempre duermo bien, levantate que hoy vamos a andar por todos lados…

Desayunamos, bajé la moto y nos fuimos a recorrer, vimos el colegio dónde terminó la secundaria, fotos, me mostró la parada del colectivo dónde lo dejaba pasar y esperar el otro para conversar con mi padre, fotos…

El taller que fue nuestra primera casa había desaparecido había una estación de servicio, fotos…

_Vení vamos a ponerle nafta a la moto…

_Es que no necesita Sara…

_Bueno inflá las gomas, comprame un chocolate pero quiero pisar ese suelo y tocar aquella pared…

Y mientras yo compraba chocolates ella se apoyaba en la pared que según ella había sido una de la casa, más fotos…

_Listo ahora viene lo más difícil, vamos a ver a mi tía…

Cuando llegamos vimos que la casa estaba abandonada, destruida, se nota que hace mucho que no la habita nadie, le saqué muchas fotos, estuvimos averiguando con los vecinos, que hace como cinco años los que vivían se fueron, estuvo viviendo un linyera por un tiempo…

Fuimos a la municipalidad, en principio no quisieron darnos datos, luego que Sara con esos ojazos y su simpatía, verificaron qué era cierto lo de los dueños, todavía estaba a nombre de mis abuelos, Ernesto Hormeño y Catalina Juárez, ella mostró su documento…

Es más dijo que le hicieran la cuenta para pagar la deuda de la casa y que se la enviaran en el futuro a nuestra casa, doña tarjeta funcionó…

Les dijo a los muchachos de catastro que los vendría a visitar en enero…

Esa noche hice un asado, nos acostamos casi borrachos, cuando estamos juntos pasándola bien me parece que le damos mucho al trago ja ja…

Salimos bien temprano, después de desayunar, todo ruta, mucho frío empezó a nevar…

A las tres horas de viaje llegamos a una estación de servicio, llenamos de combustible el tanque y el tanque de la casa rodante, ese tanque en un principio era para el agua, para usarla para bañarse, pero mi padre cuando íbamos a ver las carreras por el culo del mundo y tuvo que caminar como cinco kilómetros, se le ocurrió llenarlo con combustible, cien litros, nunca nos volvimos a quedar sin nafta…

El asunto es cuando no se usa la casa rodante, hay que vaciarlo para que no se pudra…

Armó unos sanguches con la carne de anoche y seguimos andando y cada vez nevaba con más intensidad, ya se me estaba complicando llevar el vehículo sin que patinara, decidí que pararíamos antes de volcar…

En un lugar de frenado de camiones estacionamos, prendimos el aire pero no había caso no calentaba nada, Sara puso como cinco frazadas, nos abrazábamos besábamos y no había caso, qué frío y los dos somos friolentos-

Nos pusimos el equipo de andar en moto y al auto, con la calefacción del auto era otra cosa, lo prendía cada tanto para no agotar la batería, además Sara trajo una petaca de ginebra…

Nos quedamos dormidos bien tarde, cuando desperté había claridad pero no veía nada, estaba entumecido, me asusté, prendí el auto y arrancó lo más bien, puse la calefacción y comenzó a templarse el ambiente…

Sara seguía durmiendo con la petaca vacía entre sus manos, con razón se durmió, al abrir la puerta cayó nieve, tenía los vidrios escarchados, la nieve estaba al costado de la ruta, sobre ella nada, el sol la había derretido y con la pendiente se limpia sola…

Fui a preparar café bien caliente a la casa rodante, cuando tenía el jarrito de Sara, sentado a su lado, se lo puse cerca de la nariz, se despertó…

_Hoo, qué dolor de cabeza…

Le arrimé el jarrito, levantó el asiento y se puso a tomarlo, la prueba del delito estaba entre sus piernas, la petaca vacía, la miró, me miró…

_Te tomaste toda la petaca me dijo ella a mí…

_Ja ja, cobarde reconocé que te emborrachaste anoche…

_No podía más del frío, empecé a sorbitos, a lo último le pegaba cada trago hasta que se terminó, dormí toda la noche, ahora me duele la cabeza…

Vuelta a la ruta, llegamos a Esquel cerca del mediodía, estacionamos en un restaurante…

Almorzamos y fuimos en moto a recorrer el parque Nacional Los Alerces y conocer La Hoya un centro de esquí, tiene muchas pistas y medios de elevación, arriba en una pequeña confitería nos tomamos un chocolate caliente…

Después de subir la moto fuimos a cenar dentro del restaurante, luego a dormir, qué placer poder gozar del aire a su máximo nivel…

Los polvos que estamos teniendo son sencillos, es que estamos cansados, incómodos…

Sara dice que hace como una semana que no nos bañamos ja ja, meta perfume…

Partimos otro vez bien temprano, a media mañana llegamos a El Bolsón, paseamos por la Feria Regional, Sara compró artículos regionales, mermeladas y cervezas…

A la noche llegamos a Bariloche, había ubicado un hotel internacional con casino, entre el auto con la casa rodante en el estacionamiento…

El de seguridad no se decidía a decirme algo, bajé y encaré para la administración, cuando me dieron la tarjeta de la habitación se la mostré, me levantó el pulgar…

Sara seguía durmiendo, bajé de la casilla la valija con toda nuestra ropa y la bolsa de los zapatos, otra cosa no teníamos…

Todo lo demás era para el uso diario, desde parrilla, disco de arado, pava eléctrica y no sigo sino llenaría la hoja, le golpeé el vidrio de su lado, ella bajó el vidrio y miró dónde estábamos…

_Amor vení a bañarte que estás teniendo feo olor ja ja, habitación 608 en el sexto piso…

Con hidromasaje, calefacción al máximo, podés andar en bolas y no sentís frío, la joda es cuando salís al aire libre, tuvimos sexo en el hidromasaje, sigue aplicándome lo no dejarme acabar apretándome los huevos, cuando ya no aguantaba más me metió dos dedos en el culo, mirá si me termina gustando ja ja…

Bajamos a cenar, Sara se puso un vestido largo, el pelo suelto, maquillada, una reina, yo pantalón negro de vestir, camisa blanca y un chaleco negro, no traje traje ja ja…

El restaurante además de servirte exquisiteces tenía un pianista en vivo y una pequeña pista de baile, para hacer mejor la digestión bailamos un rato, después cruzamos todo el restaurante y entramos en el casino, Sara se sentó a jugar punto y banca, no sabía que le gustaba, va no sabía ni que sabía jugar…

A mí me cuesta, yo jugué un rato a la ruleta, perdí enseguida y la gente te empuja, hay algunos desesperados por meter fichas, me retiré a tomarme un wiski en una mesita y la miraba a Sara, varios hombres quisieron entablar conversación con ella, ella se dio vuelta y me ubicó y se ve que algo le decía al galán señalándome, gentilmente se retiraba, a la tercera vez el señor encaró para dónde estaba yo, me miró y me dijo…

_Me parece mucho 50 mil pesos por una hora, no podría hacerme una rebaja.

Qué hija de mil pensé…

_Mire señor tal vez mañana, se termina el turno en media hora, venga mañana…

_Mire no es por la plata, es que en una hora no puedo satisfacerme y me imagino lo que saldrá si pido toda la noche ja ja…

Sara nos miraba intrigada, le hice señas de degollarla, se dio vuelta y siguió jugando, no alcanzo a ver bien pero me parece que tiene una parva de fichas, me tomo otro y nos vamos, llamé a la moza…

Cuando me lo trajo me dice…

_Salgo a medianoche no te gustaría que nos encontremos…

_Es que estoy trabajando preciosa, cobro muy caras las horas…

Me miró asombrada…

_Estoy con aquella señora…

Y la señalé a Sara.

_Llevale un wiski y decile así, dice su taxiboy si no quiere irse ya, que se le termina la hora que le corresponde y si se lo decís para que escuchen los de la mesa te doy trescientos de propina…

_Siiii, por trescientos lo hago…

Y fue, se notó que se lo dijo fuerte varios se rieron, ella se dio vuelta y me hizo la señal de degüello…

Cuando entregué las fichas para cambiarlas por efectivo me dieron treinta y dos mil pesos, qué bien nos salió gratis la estadía en Bariloche…

Noche de entrega total, desde casa que no teníamos sexo de esta manera, cómodos y entregados…

Al mediodía llegamos a San Martín de los Andes, estacionamos en un restaurante, almorzamos y dormimos la siesta, negocié con el adicionista, le pagaría las horas de estacionamiento triples, por el auto, la casilla y la luz, a la tarde fuimos a conocer el Parque Nacional Lanín, paseamos por la costa del lago Lacar y a la tardecita regresamos al restaurante, nos comimos cordero patagónico con bastante vino y a dormir…

Salimos temprano, al mediodía estábamos en Villa Pehuenia, mismo arreglo en un gran restaurante, a la tarde fuimos a recorrer el lago en lancha, fotos, nos acordábamos de cuando fuimos de pesca…

Al otro día al mediodía llegamos a Chos Malal, lo recorrimos completo y  después a la ruta…

Continuará.