A mi novia le gusta jugar - I

A mi novia le van los juegos, es juguetona, sobre todo y por encima de todo, los sexuales. Y sin darme cuenta, yo también empecé a jugar con ella y nos convertimos en ludópatas sexuales.

A Clara, mi novia, la conocí en el instituto, pero solo eso, la conocí. Yo ya llevaba años allí y tenía mi propia panda de bachillerato, así que como a la mayoría de los más de 900 estudiantes, simplemente la conocí. Dos años más tarde, siendo yo universitario, sus padres cambiaron de domicilio y vivían cerca de mi casa, por lo que coincidíamos en muchos sitios y sobre todo, en una cafetería cercana muy habitual entre jóvenes y estudiantes. Empezamos a conocernos, a jugar, a bromear, a caernos bien a pesar de las edades, y poco a poco fuimos haciéndonos "novietes". Ella era muy liberal, atrevidamente sexual, y sus tres amigas íntimas, lo eran tanto como ella o más, por lo que nos lo pasábamos muy bien, incluso en el sexo compartido en la pandilla.

Unos años más tarde, cuando ella ya  terminaba esa etapa y yo estaba terminando en la universidad, formaron unas comisiones para estudiar su viaje de fin de estudios y darles nosotros, los novios/as de varios, algunas orientaciones de cómo fue nuestro viaje que ahora iban a hacer ellos. A fines de Abril lo teníamos ya todo arreglado y los que formábamos las comisiones de los viajes, decidimos hacer, de nuestro bolsillo, una cena y una escapada a una conocida y amplia discoteca, relativamente barata los jueves por la noche. De esas que esas noches dedican para estudiantes y gente joven.

Estuvimos cenando muy desinhibidos en franca camaradería (los jueves no es día de aglomeraciones) y salimos para la discoteca que solo estaba a unos 15 minutos andando, aunque el viaje nos costó más de media hora por los juegos chico/chica y las bromas. Y por supuesto, Clara era unas de las protagonistas de los juegos, carreras, que te cojo, agárrame  el culo... y todos los etcéteras que sabéis. Yo entré al trapo y llegamos a la discoteca de los últimos, Clara, Rosa con su novio Miguel, y yo, Juan, éramos un cuarteto que se lo estaba pasando muy bien en la calle y con deseos de disfrutar dentro. Y cuando saliésemos, disfrutar fuera toda la noche ya que estábamos muy calientes.

Nada más entrar en la disco, Clara y Rosa se fueron unos largos minutos al baño y al volver donde estábamos Miguel y yo, al principio no las reconocimos, pero al ver esos dos bellezones exhibicionistas y sonrientes, nos dimos cuenta que eran ellas. Las dos, irreconocibles, se habían maquillado más que bien, se habían cambiado la forma del pelo, se habían quitado la ropa superior para quedarse en unos cortísimos y escotadísimos tops sin sujetadores, y además, estaban subidas a unos taconazos increíbles. Le dieron una bolsa con su ropa dentro a la chica de la guardarropía y se prepararon para disfrutar de la noche. Noche en la que empecé a conocer de verdad, a la que ha sido y es, mi novia, mi amante y mi pareja.

Las dos, de alrededor de 175 cm de altura, eran poseedoras de generosas tetas muy superiores a su edad, que hacían balancear rítmicamente moviendo sus cuerpos y sus tetas en unos tops poco ceñidos, y poniendo nuestras pollas muy duras. Durante casi una hora bailamos sin parar, aunque en realidad, ellas bailaban para sí mismas de manera muy provocativa y sensual, siendo centro de muchas miradas y atenciones, y de repente, Clara me coge la polla por la bragueta y estampa un morreo maravilloso sobre mi boca y mientras, me empuja hacia la barra sin dejar de mover su mano sobre mi polla, me dice en el oído:

  • Juan, estoy salida. Hoy no me importaría follar con 200 tíos y sin condón. Me he traído una pastilla de 24 horas y me gustaría colocarme a tope ¿Podrías subastarme en mitad de la pista y nos forraríamos de dinero y de sexo?

Pero para su desgracia y la mía futura (o suerte para los dos) alguien de la barra lo oyó ¿cómo? Fácil, como lo que me decía en el oído yo no lo oía bien por la alta música, fue levantando la voz hasta que lo oímos demasiados. Pedimos dos cubatas y vi que el camarero, sonriente, le ponía a ella el doble de ginebra que al mío. Apenas habíamos empezado a beberlo, llegó Rosa y pidió lo mismo para ella y para Miguel que se había ido al baño. Y vi lo mismo, doble de ginebra para Rosa que para Miguel.

Poco después, llegó el encargado de seguridad, un hombre musculoso de casi dos metros y se puso a hablar con las dos. Y a una señal suya, otros dos cubatas muy cargados cayeron en las manos de las chicas (de Miguel y de mí pasaron) y se puso a bromear entre las dos poniendo sus manos sobre sus espaldas. Y unos minutos después, vi cómo acariciaba y luego agarraba, la parte muy baja de sus espaldas... ¡sus culos!, mientras ellas sonreían abiertamente y les hacía la siguiente propuesta a las dos:

  • He visto que bailáis de cine y movéis las caderas y las tetas de forma que se la pone dura a cualquiera ¿no os gustaría hacer vosotras, esta noche, el último pase de gogos en topless? Tendréis gratis todas las bebidas y se os pagará bien. Ese pase lo haremos en la sala pequeña y solo pasarán invitados especiales ¡y seréis las reinas del baile!

Clara y Rosa se miraron muy sonrientes y vi en ellas dos cosas que llamaron mi atención: No les importaba a ninguna el descarado tocamiento directo de sus culos, al revés, se los ofrecían, y ¡sus ojos estaban muy dilatados y brillaban como si los hubiesen encerado y pulido! Por supuesto, aceptaron encantadas. Muchos de vosotros preguntaréis el por qué Miguel y yo permitíamos esos tocamientos y el comportamiento de nuestras novias. Pues por lo que he dicho al principio, teníamos unas relaciones sexuales muy abiertas y sabíamos cómo eran de liberales nuestras novias.

Lógicamente, a Miguel y a mí nos invitaron a acompañarlas hasta un amplio camerino-salón, y ya no me extrañó nada que las hubiesen podido drogar con las bebidas, porque una vez allí, les sacaron varios tangas "de fiesta" para que los eligieran, y ninguna de las dos tuvo reparo alguno en desnudarse totalmente y entre risas, delante de todos (nosotros y otros tres hombres) y probarse los minúsculos tangas que a ninguna le tapaba completo, ni el coño ni el pequeño triángulo peludo sobre su coño y comportarse como auténticas zorras. Les ayudaron a ponerse unas largas pelucas de colores y un hombre las maquilló exageradamente y con enormes pestañas.

Miguel y yo flipábamos por su comportamiento, pero más flipamos cuando el encargado les volvió a dar nuevos cubatas con más de medio vaso de ginebra, una raya de coca a cada una (sus primeras rayas) que esnifaron como unas profesionales, un porro grueso a cada una y se sentó en el sofá entre las dos "casi desnudas mujercitas". Puso sus manos sobre sus hombros, abrazándolas, y casi de forma automática, los fue bajando hasta agarrar sus tetas y agarrarlas bien, muy bien.

Las dos estaban calientes y no les importó demostrarlo. Se pegaron a él y sus labios besaron constantemente los labios del hombre mientras sus lenguas se enroscaban, y en un momento dado, empezaron también ellas a besarse formando un triángulo de besos apasionados con lengua completa. Viendo Rosa el paquete que se le había formado en la bragueta al hombre, intentó acariciarlo mientras se separaba la poca tela del tanga para enseñarle totalmente su coño desnudo, pero el "oso" se lo prohibió, porque era hora del baile, su turno de gogos, pero les preguntó a las dos, poniendo ahora las manos sobre sus coños y mirándonos a Miguel y a mí:

  • Veo que tenéis ganas de divertiros y de usar vuestros coños ¿Queréis cuando terminéis de bailar que nos divirtamos durante unas horas de sexo a tope? Lo haréis con varios hombres tipo orgía, y naturalmente, vuestros novios también estarán. Y tendremos toda clase de bebidas y de drogas a nuestra disposición y completamente gratis.

Y las dos asintieron. Las dos estaban supercalientes, los tangas estaban mojados. Se habían corrido solo al poner Vladimir sus manos encima, y sus pezones estaban extraordinariamente duros.  Clara se acercó a mi, me abrazó y me dijo:

  • Juan, siento la necesidad de hacer locuras esta noche y voy a hacerlas. Ya te lo he dicho antes, necesito ser superfollada y me gustaría que, como siempre, tú estés a mi lado. Te necesito a mi lado ¿serás como siempre mi novio y protector?

Y dirigiéndose al encargado y en voz alta, le dijo:

  • Prométeme que llenarás de hombres mi cama. De muchos hombres.

Y empezó a besarme con locura. Pero esos besos ya no eran los inocentes de siempre. Algo había cambiado en ella, eran muy apasionados. Y como siempre, no me negué a estar a su lado. Sabía cómo era y siempre me gustó su forma de ser. Además ¡qué cojones! Quería yo saber que pasaría esa noche y hasta donde llegaría.

Los tres hombres que allí había bajaron con ellas hasta la sala pequeña entre tocamientos y besos. Rosa llevaba su mano izquierda dentro de la bragueta de su acompañante. Miguel y yo bajamos como espectros detrás de ellas sin entender casi nada. Estas jovencitas no se parecían en nada a nuestras sexuales anteriores novias, pero yo ya me había corrido de ver sus juegos y quería ver el final del juego completo.

Al entrar por un pasillo privado a la sala, vi que habían más de 200 personas y francamente, todas me parecieron entre 35-50 años, nadie de nuestra edad ¡al menos no las reconocerían! Pero viendo cómo bailaban las dos tan sensualmente y acariciándose el cuerpo sin parar, y luego, cuando el público empezó a gritar ¡que se besen, que se besen! y empezaron a besarse, a tocarse, a fundirse la una con la otra, aquello parecía más un baile porno. Y casi lo fue, Clara cogió con su mano el tanga de Rosa, lo bajo mucho dejando su coño a la vista de todos. Miguel ya no pudo más y me dijo:

  • Mira Juan, yo ya no puedo más. Te juro que al principio, hace meses, me excitó el tener una novia tan liberal y sexual, pero ahora estamos delante de dos putas y se las van a follar por dinero esta noche y quién sabe si para siempre. Y por ahí no paso. Nos gustan las dos porque están buenísimas y muy liberales, pero yo tan puta no la quiero.

Y se marchó. Ya era muy tarde y yo confiaba que en toda la discoteca no quedaría ningún compañero del instituto del grupo que fuimos, y en caso de quedar alguien, que no las reconociesen por las pelucas y maquillaje, o por no estar en esa sala. Pero al revés de Miguel, yo deseaba saber hasta dónde podrían llegar las dos, con su juventud a cuestas, ¡y estaba dispuesto a ayudarlas a llegar lo más lejos posible! Que Clara, mi novia, se hiciese puta a su edad no me importaba en absoluto, al revés, me excitaba como loco vivir con una mujer así... y ya me había corrido antes.

Noté una mano en mi hombro y era el encargado de seguridad fumándose un puro y muy sonriente que me dijo en el oído ¡menudo par de putas! Y fue casi terminar de decirme eso y notar todos cómo Rosa se estremecía con fuerza al correrse por la masturbación que le proporcionaba Clara que estampó sus labios contra los suyos mientras su mano, delante de todo el público, agarraba con fuerza su coño y lo exhibía al público, totalmente brillante por lo mojado de la corrida y las luces.

Se eliminó de inmediato el foco de luz sobre ellas, y la plataforma sobre la que bailaban bajó bastante rápidamente mientras todos rompían con grandes aplausos y gritos de vítores. Volvió la luz natural de la discoteca, su música, y mientras todos comentaban el cálido espectáculo, me di cuenta que prácticamente no había mujeres, y que los hombres, tal y como me pareció al principio, eran bastante maduros. Las chicas fueron sacadas por el mismo pasillo por el que entraron directamente a la zona privada. El encargado me agarró del brazo, me llevó de nuevo a su despacho y me dijo:

  • Mira Juan, los propietarios de esta y otras discotecas, disponen también de varios y caros puticlubs de jovencitas y otros negocios sexuales. Yo no soy exactamente encargado de seguridad aunque me presente así, yo soy el director de esta y otras de las empresas que te he comentado. Cuando ellos han visto por las cámaras desde sus despachos como bailaban estas putitas, yo he recibido orden de atraer a estas dos chicas a nuestra organización, y te comunico que esta noche van a ser folladas por varios hombres y a muy buen precio. Tú no eres ni hermano, ni padre, ni madre de ninguna de ellas para oponerte, ¿no es así? Por cierto, me llamo Vladimir.

  • No, no soy nada de eso. Solo soy el novio de Clara y muy amigo de Rosa con quien también he follado mucho. Dices que se las van a follar como si ya estuvieses seguro que van a aceptar. ¿Para eso las habéis drogado, para qué follen como locas? Yo no niego que sean liberales, por eso me gustan, pero putas no son.

Vladimir se puso a reír intensamente, se llevó el puro a la boca, me miró unos instantes, se levantó, bajó la intensidad de la luz y de la pared derecha y parte de la frontal, que daban a las salas de la discoteca, bajaron unas cortinas que ocultaron los enormes cristales, y de la pared  izquierda se levantó una cortina que me permitió ver, en una habitación amplia, especialmente iluminada y acondicionada para juegos sexuales, a Clara y a Rosa, totalmente desnudas sobre una gigantesca cama redonda y que eran penetradas por varios hombres. Clara estaba siendo penetrada anal y vaginalmente, y Rosa por los mismos agujeros y mamando una polla más. Otros varios hombres desnudos de unos 35-50 años, esperaban su turno.

Vladimir se dirigió a su mesa y abrió el sonido... y allí donde los dos estábamos, disfrutamos del espectáculo en vivo y en directo con sus voces, sus gritos y la música. Creo que esa noche estaban las dos tan calientes, que aunque no les hubiesen puesto drogas, las dos se hubiesen comportado igual de putas, les gustaba el sexo, deseaban formar parte de orgías y ahora lo estaban disfrutando. Vladimir me miró y dijo:

  • ¿Estás seguro que no son putas profesionales las dos? Tienes una enorme falta de experiencia en mujeres. Anda Juan, desnúdate y vamos a follárnoslas, porque esas dos han venido con hambre y tienen dentro un deseo sexual tan enorme, que por mucho que nos las follemos esta noche, se quedarán con hambre. Y mira cómo follan las dos, están disfrutando como locas, como auténticas zorras sin escrúpulos morales ¿de verdad crees que están drogadas? Míralas como follan y disfrutan.

** Tú las conoces desde hace años, piénsalo. Y si no quieres venir, ahí en ese mueble tienes cigarrillos, puros y toda clase de alcohol, bebe lo que quieras, mastúrbate si quieres mientras nos follamos a tu novia y tu amiga. Pero no te vayas porque la discoteca ya está cerrada y las alarmas conectadas. Tendrás que mirar y esperarte a que las dos se agoten o sus clientes se vayan. Y por cierto, no olvides que es una orgía y todos somos bisexuales, así que no puedes negar tu culo o tu polla si te lo piden.

Se desnudó entre risas delante de mí y se acarició una inmensa polla. Abrió una puerta disimulada y vi, a través del cristal, como entraba en la habitación y se iba directamente a por Clara. Se besaron intensamente y apartándose un poco de ella le puso el glande sobre la boca y Clara empezó a chupar como posesa metiéndose todo aquello dentro de su boca poco a poco... pero sin reparo alguno, mientras sus manos jugaban con sus huevos y su cabeza se iba lentamente acercando a la base de esa gran polla. Vladimir me sonrió, mientras mi novia se la mamaba cada vez más profundamente. Y mirando a las dos chicas, me di cuenta que chorreaban semen. Ninguno de los hombres que las estaban follando ni los que esperaban y se gastaban bromas entre ellos, llevaban condones ¡se las estaban follando a pelo!

Durante un rato estuve contemplando el extraordinario espectáculo, y cómo las pollas entraban y salían de sus bocas y sus agujeros una y otra vez, descargaban el semen, que chorreaba de sus tetas y sus agujeros, y se apartaban para que otros ocupasen esos lugares. Tomaban coca, bebían grandes cantidades de licores y volvían, con sus pollas preparadas, para seguir con más mamadas y con más penetraciones.

Clara y Rosa estaban totalmente salidas. Sus manos agitaban cualquier polla que se les acercase, se las llevaban a la boca, se las mamaban maravillosamente y de allí a su culo o a su vagina, cualquier agujero que estuviese libre. Siempre tenían al menos una polla dentro de ellas ¡increíble las folladas que estaban aguantando! Se vaciaban los huevos de semen y ¡vuelta a empezar!

Otras veces les masturbaban por estar sus agujeros ocupados y el semen iba a parar a sus cabellos, su rostro, sus pechos y el resto de su cuerpo. Cuando podían estar unos segundos sin nadie con ellas, se levantaban y se iban a la gran  mesa, esnifaban toda la coca que les apetecía y bebían vasos enteros de licores fuertes... y volvían a la cama, animando a los hombres a que las siguieran follando.

Y no pude más. Mi polla estaba a reventar y deseaba follarme a las dos. Me desnudé y cuando iba a entrar en la habitación, me di cuenta que dos de los hombres, entre risas y palmadas en sus espaldas, abandonaban la habitación por la puerta del fondo y poco después. otros tres entraban ¡La fiesta iba a durar! Vladimir que estaba de rodillas follando por el culo a Clara, mi novia, a cuatro patas, me vio, me llamó y me dijo que le hiciésemos una doble penetración y no me lo pensé dos veces.

Él apartó un poco el cuerpo de Clara que aún no me había visto, me acomodé debajo de ella y mientras ella, con una exclamación alegre me reconoció, yo le metí mi magnífica polla con una dureza como nunca lo había hecho y en un coño lleno de semen de otros muchos folladores anteriores. Nunca había penetrado mi polla en su coño más fácilmente y con más deseos de follarla por mi parte.

Y ahí Clara se quejó y su rostro cambió de expresión, y comprendí que estaba sufriendo dolor de verdad. El inmenso pollón de Vladimir estaba follándole el culo, lo que ya por si mismo era mucho pollón para ese culo. Pero además, mi polla nada pequeña, la tenía clavada en su coño y aunque muy bien lubrificado por tantos orgasmos y semen, las dos pollas se rozaban por dentro y la dilataban de forma inmisericorde. Agachó su rostro, yo subí el mío, y nos comimos a besos mientras ella recibía la mejor y más dura follada de su vida.

Al menos cinco o seis veces me descargué dentro de las dos esa noche, con gran alegría por su parte... ¡y la mía!

El tiempo fue pasando. Los hombres fueron marchándose poco a poco hasta que solo Vladimir. Enzo y yo nos quedamos con Clara y Rosa. Nunca las había visto tan agotadas, sucias, malolientes... ¡y sonrientes! Me acerqué a ellas y las dos se abrazaron a mí, las dos me llenaron de besos, y ninguna de las dos se dijo nada entre ellas. Es como si me compartiesen las dos, como si las dos fuesen mis novias y no les importase.

  • Juan -me preguntó Vladimir- Por la hora que es y el estado físico y mental de estas dos putas, deberían quedarse aquí para poder dormir, luego comer algo, y lavarse bien al despertarse, pero son jóvenes, no son autónomas de sus padres ¿habrá algún problema familiar por no llegar a casa?

  • Precisamente esta noche no. Todos nuestros padres saben que hemos salido a cenar y divertirnos los coordinadores de los viajes fin de estudios, y por si llegábamos tarde, les han dicho muchas a sus padres que dormirían en casa de amigas. Lo importante es que puedan las dos llegar al colegio antes de las 10 de la mañana aunque sea con la ropa que llevaban a cenar, porque tienen la reunión de los viajes. Lo que pase en el colegio no importa. El único problema que veo es Miguel, se marchó muy enfadado porque se imaginó lo que iba a hacer su novia y la mía, sobre todo después del juego lésbico frente a todos como gogos. No sé si le armará follón en el cole y todos se enterarán por él.

  • No te preocupes de Miguel. Yo mismo hablaré con él antes que entre en el colegio. Le reconoceré y le aconsejaré que no se acerque nunca más a Rosa. Y si él no te habla más, tú tampoco a él. Y otra cosa Juan, he visto que tienes una gran polla y algo gruesa. Te las has follado a las dos con fuerza, con rabia, con placer, sin importarte si les hacías daño. Me gusta tu carácter personal y sexual.

  • ¿Daño? ¿Cuántas veces se las han follado a las dos, 30... 40 veces? Me ha parecido que hemos llegado a ser 14 hombres metiéndola una y otra vez en cualquier agujero. Se han rayado las dos más que un disco de vinilo. Están drogadas y borrachas perdidas. Cómo sigan así se van a hacer putas de verdad.

  • ¡Putas! Ya son putas Juan  -dijo riéndose-  Cada una de ellas se llevará 1.400€ de esta orgía, y lo mejor de todo, es que todo el placer que se han dado entre ellas dos y el que han recibido de las folladas nuestras y de los clientes, más toda la droga consumida, más la gran cantidad de licores bebidos... todo lo guardarán en sus cerebros como la mejor noche de sus vidas. Te aseguro que ya son putas para siempre, nunca renunciarán a estos placeres. Han disfrutado como locas de todos ellos. Pero yo quiero saber si puedo contar contigo.

** Tu novia, tus dos amigas, van a hacer porno en las dos o tres próximas semanas, ya lo verás. Es más, todo esto de esta noche está grabado y ya es porno en la red en unos minutos. Creo que podrías hacer porno con ellas. Además, he visto con vosotros una rubia alta, preciosa, con enormes tetas y también la quiero en mi club ¿te atreves a cuidar de tus amigas como un pastor a su rebaño y llevarlas de un sitio a otro para que vayan a follar? Además, podrías traernos más amigas buenorras y folladoras y formar tu propio ganado, tu propio rebaño. Y te juro que no bromeo.

** Me gustas tú, me gusta tu carácter, me pareces una persona de fiar. Puedo enseñarte a follar entre hombres y follar de verdad con mujeres, puedo dejarte un coche para que cuides y pasees ese rebaño tuyo. Las tendrás a tu lado y cobrarás una parte de sus buenos ingresos.

Me quedé mirándole unos instantes y más o menos, le dije:

  • Termino este verano la carrera. No me importaría meterme en este mundo y hacer que Clara, Rosa y Yolanda, la rubia que dices, se hagan putas putísimas. Pero creo que esto lo tendríamos que hablar con más tranquilidad y con algo más de seriedad. Aunque te parezca increíble, amo a Clara y no me importa su vida sexual. Y siempre que no afecte a los estudios de las tres, creo que nos podrás tener a tu lado e incluso un par más de chicas con cuerpazos. Algo así soñábamos. Pero como he dicho, con seriedad.

  • ¿Seriedad dices? ¿en el mundo porno y de la prostitución? -dijo riéndose- Vale, vamos a ducharnos y a dejar que estas pobres descansen en un sitio más cómodo que el suelo (porque Clara estaba durmiendo en el suelo) y como tendrán los agujeros destrozados vamos a ponerles unas cremas. Tráelas el sábado sobre las 23 horas y hablaremos en mi despacho. Y si puedes, tráete convencida también a Yolanda. Volverán a hacer de gogos, esta vez las tres, y buscaremos una selección de machos hambrientos de carne joven y nueva para que se las vuelvan a follar pagando muy bien. Creo que siendo 3 las chicas, con unos 20 hombres, más Enzo, tú y yo, seremos bastantes para divertirlas. Y así, poco a poco las iremos entrenando para hacerlas profesionales muy pronto.

Entre Enzo, Vladimir y yo, cogimos a cada una de las dos y las llevamos a unos camastros de una habitación aledaña con varios camastros, las acostamos sobre los colchones y las tapamos con unas finas mantas. Jamás había visto chorrear tanto semen de ningún agujero de las dos. Miré a Clara fijamente y su rostro dibujaba una tenue sonrisa. A pesar de la suciedad de semen, restos de maquillaje y de lo que sea, me pareció una divina mujer y me sentí orgulloso de ella y de lo que había hecho esa noche.

Cuando me giré, Vladimir me cogió entre sus brazos, me estrechó contra su pecho y me dio un profundo y apasionado beso en la boca. Yo me quedé quieto, pero cuando noté que su lengua quería entrar dentro de mi boca, abrí la boca y dejé que su lengua y la mía jugasen ¡nosotros también queríamos jugar! Pero a pesar de estar los dos desnudos, solo me besó, solo me acarició profundamente, mientras me decía:

  • Voy a pagarte un gimnasio para que hagas pesas y culturismo. Con esa estatura tuya y 12 o 15 kilos más, bien musculados, estarás cañón y serás un joven actor porno bien dotado. Siento algo por ti, serás mi amante e incluso podrías trabajar conmigo en mi organización. Y ahora túmbate y duerme. Ya os despertarán.

Y a poco más de las 8 de la mañana, nos despertaron y nos trajeron nuestras ropas. Cuando Clara y Rosa se vieron tan guarras y todavía cayendo semen de sus agujeros, expresaron sonrientes un ¡joder qué noche! Sus piernas flojeaban, sus cabezas estaban en otro planeta y entró una señora a darnos una raya de coca a cada uno de los tres. Las chicas se lanzaron como locas para esnifarla y yo no la tomé, pero la señora lo hizo por mí. Se ducharon y "se fregaron" a fondo, desayunamos más que el mejor hotel y poco a poco, la coca y el desayuno, más un chupito de algo que les dio la mujer en el baño, les hizo efecto y se volvieron casi normales. Hasta nos gastamos bromas mientras nos vestíamos y a ninguna le importó la inflamación de sus coños y culos. Entro Enzo y él y Rosa se miraron y esta le preguntó:

  • ¿Eres tú el primero que me metió su polla al fondo de mi garganta cogiéndome la cabeza y sin dejarme respirar?

  • Si, yo fui. Pero recuerda que luego me diste un beso y me pasaste parte de mi semen ¿para qué lo quería yo si era mío?

Los dos se rieron y cuando Enzo les entregó los 1400€ ganados en la orgía, como ellas no sabían nada del dinero, se volvieron locas de contento y nada les importó que ese dinero las hiciese "putas oficiales". Rosa, se abrazó a Enzo, se lo comió a besos y le preguntó cuando podrían verse de nuevo a solas ¿nuevo novio para Rosa? Enzo nos llevó con su coche al instituto (yo, a esas horas pasaba de la universidad). Las chicas vestían los trajes de la cena anterior, y solo iban a la reunión de las 10 sobre los viajes para presentar los tres planes y que se votaran. Pero sobre todo, para hablar con Yolanda. Luego se irían a casa a dormir aprovechando la ausencia de sus padres por sus trabajos. Quedamos en casa de Rosa a las 5 pm.

Lo curioso es que mientras íbamos con el coche, Enzo les dio más coca y se la tomaron con total naturalidad. Y sacó una petaca de vodka y se la mamaron entre las dos ¡menuda noche y menudo empezar el día! Pero al llegar y dejar las chicas, mientras las veíamos irse entre risas y palmaditas en los culitos, Enzo me preguntó:

  • ¿Qué posibilidades tengo de liarme con Rosa? Ya ves que con 33 años casi le doblo la edad. Hago porno y trabajo fijo para la organización y Rosa me gusta. Es muy alegre y muy puta, pero si se convierte en mi chica, no podrá ya nunca salir de ahí, se hará profesional del porno y la prostitución. Y una cosa Juan, a Vladimir le gustáis los tres por vuestro carácter tan abierto y expansivo, y tú le gustas como hombre. Si nunca le engañáis, si siempre vais con la verdad con él, os puede ayudar más de lo que podáis pensar, pero si le traicionáis, encontraran lo que quede de vuestros cuerpos en un barranco o la basura. Y me ha dado esto para ti por tu ayuda con las chicas.

Y me dio 1.000€

Me llevó a mi casa y quedamos en vernos al día siguiente, tal y como acordé con Vladimir. Pero apenas entré a mi casa, el móvil empezó a sonar y a escupir mensajes con archivos fotográficos ¡casi un centenar de fotografías y vídeos de la orgia nocturna! Dios mío, las chicas eran perfectamente reconocibles en todas ellas y yo en algunas. De sus agujeros salían cascadas de semen. Y de los otros hombres no se veían bien los rostros... pero si sus pollas entrando, saliendo y escupiendo semen ¡un extraordinario y loco porno muy subido! Me duché y me acosté.

Casi llegué tarde y sin comer a nuestra reunión. Allí estaban las tres, Clara, Rosa y Yolanda desde hacía más de una hora comentando las fotografías y vídeos, que, aunque os extrañe, ellas las tomaron con "casi" naturalidad y un cierto orgullo de ser las protagonistas. Clara vino a mi encuentro, me abrazó y estuvo así un rato unida a mí, luego me dio una serie de besos, me cogió de la mano y me llevó hasta el sofá. Y de repente, Yolanda me dice casi gritando:

  • Cabronazo ¿sabías tú algo de la orgía de anoche? Por una orgía así yo hubiese pagado en lugar de cobrar ¡menuda orgía debió ser por lo que me han comentado y las fotos... El culo y el coño los tienen inflamadísimos y todavía se le sale el semen a tu novia!

Yo miré a Clara y esta estaba tranquilamente fumándose un buen porro, con una sonrisa beatífica en su rostro. Así que miré a Yolanda y vi a esa jovencita que deseaban captar también en la organización ¡y no me extrañó! Ligeramente más baja que Clara y Rosa, tenía unas tetas de casi 100 cm de contorno y duras y que le gustaba exhibir, caderas de cine y piernas bien formadas y muy adecuadas a su talla ¡y una increíble boca de mamona siempre sonriente! Pensé en la cita del día siguiente y les dije:

  • El director quiere que mañana sábado nos reunamos los 4 para planear un futuro con él y su empresa. Y si aceptáis sus condiciones, mañana mismo bailareis las 3 como gogos "especiales", haréis un lésbico más sensual que anoche, y luego follareis en una orgia salvaje, posiblemente más salvaje que anoche. Así que tenéis hasta mañana para pensar si queréis ser putas para siempre o no. Porque seguro que os va a proponer esas orgías y otras cosas más, como hacer porno en dos o tres semanas. Y os meterá en el mundo de las drogas, ya sabéis, porros todo el día, coca, y más cosas.

  • ¿Los 4... yo también?  -preguntó Yolanda sonriendo-

  • Si, los 4, si vosotras queréis. Y además de putas, quiere que todos hagamos porno, yo también lo haré si Clara acepta... No quiero separarme de vosotras aunque me haga bisexual. Y me ha insinuado además, la posibilidad de que sea yo quien cuide de vosotras ya que somos tan amigos. Incluso me prestaría un coche para poder llevaros a follar a reuniones privadas, a los clubs de alterne, o a los estudios del porno. Vulgarmente hablando, quiere que seamos independientes de nuestros padres y vivamos de nuestros cuerpos, lejos de la familia.

  • Yo me apunto a todo porque sabéis que me gusta esa vida -dijo Clara sin pensarlo-  Pero me gustaría saber Juan, si quieres seguir siendo mi novio y serlo en serio. Me he enamorado de ti, pero el sexo me gusta con locura y lo de anoche lo haría todos los días y a todas horas ¿De verdad me dejarías ser así de puta siendo mi pareja, y además llevarme a esas fiestas para que me follen y hagan conmigo lo que les apetezca, todo lo que les apetezca... incluso preñarme?

La voz de Clara temblaba un poco mientras me miraba intensamente a los ojos y comprendí sus miedos. Los dos habíamos encajado muy bien en nuestra amistad y relaciones sexuales. Francamente, yo no sería capaz de separarme de ella, hiciese lo que hiciese. La deseaba a mi lado para siempre. Era como estar al lado de una persona que te necesita, y yo no le negaría nunca esa ayuda y ese amor que sentía por ella.

Le dije que sí, que estaba loco por ella, y me sentía orgulloso de cómo se había comportado el día anterior y compartía sus deseos futuros. Aplasté mi boca sobre la suya y ahí si deslizó unas pocas lágrimas mientras me lo devolvía sin lengua. Y también Rosa lagrimeó. Y les repetí la insinuación de Vladimir de prestarme un coche para que las llevase de puterío y todas me dijeron que si, que confiaban plenamente en mí para que yo gobernase el grupo. Y Yolanda, de forma muy clara y transparente, le preguntó a Clara que como ella no tenía novio y Rosa tampoco por haber roto con Miguel, que si yo podría ser, además del "guardaespaldas" del grupo, ser el novio de las tres y compartirme entre todas. Pero ahí Clara se plantó sonriente:

  • Vale tías, Juan es MI NOVIO, y que quede claro . Os lo podéis follar y hacer con él las cochinadas que os apetezcan siempre que le dejéis en los huevos suficiente semen para mí. Lo compartiremos como hemos hecho hasta ahora con los novios de las otras, pero Juan es MIO y solo mío.

Apagó el resto de su porro en el cenicero mientras me sonreía, se acercó, se  puso de rodillas frente a mí, me separó las piernas, se acercó un poco más, me despasó la bragueta, y enseñando mi polla  y mis huevos a sus amigas, les volvió a decir:

  • ¿Veis esta polla... veis estos huevos? Pues es todo solo mío... pero de uso compartido entre las tres. Y ahora chicas, vamos a vaciarle sus huevos. Vamos a dejarle seco.

E inclinando su cabeza, metió mi polla hasta el fondo de su boca, mientras las otras se reían abiertamente y empezaban a desnudarse. Dios mío ¡qué tres putas!